Grace de Mónaco
4.4
2,569
Drama
A los 33 años, Grace Kelly, una gran estrella de Hollywood, renunció a su carrera como actriz para casarse en 1956 con el príncipe Rainiero III y convertirse en Su Alteza Serenísima la Princesa Gracia de Mónaco. La historia se ambienta en plena crisis política y económica entre Francia y Mónaco, crisis en la que la actriz americana estuvo involucrada. (FILMAFFINITY)
31 de octubre de 2015
31 de octubre de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Veo en DVD la película francesa acerca de algunos episodios trascendentales de la vida de Grace Kelly que, dirigida por Olivier Dahan y escrita por Arash Amel está protagonizada por Nicole Kidman con el apoyo de Frank Langella, Parker Posey, Derek Jacobi, Paz Vega y Tim Roth. Así, si bien la elaboración por este director de otro relato biográfico como fue "La vida en rosa", sobre la vida de Edith Piaf, le valió un premio Óscar a Marion Cotillard como mejor actriz protagonista, este film no es sino un drama de sobremesa un poco cursi y simplón. Aunque el realizador no olvida los primeros planos en los momentos emotivos, no sobreviven a mi crítica el pésimo rodaje de las escenas de carretera, la mala caracterización de la actriz (la vista se me va todo el rato a la presencia de una ceja más alta que otra), los absurdos diálogos, la innecesaria presencia de personajes como Alfred Hitchcock, Aristóteles Onassis y Maria Callas ni el almibarado final.
28 de mayo de 2014
28 de mayo de 2014
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El primer y el último plano de Grace de Monaco, los dos únicos en los que en la película de Oliver Dahan presenta a su protagonista en el entorno de un plató cinematográfico, no parecen haber sido seleccionados aleatoriamente para abrir y cerrar el film, al fin y al cabo, ambos inciden en la misma idea que se repite a lo largo de todo el metraje, la de la inexistencia de una separación entre Grace Kelly (actriz) y la Princesa Grace, su Serenísima Alteza. En lugar de esa teoría generalmente aceptada de la dualidad dividida y divergente de los roles actriz/aristócrata, el director francés presenta a una mujer para la que el mundo se convierte una extensión de la pantalla. Poco, apenas nada, sabemos de la Grace real, de la mujer más allá de la estrella, salvo en algún guiño oculto tras capas de barniz y de estudiada pose… y quizás ésa sea la lectura menos evidente y más interesante de la cinta que abría el Festival de Cannes, afirmar que realmente no existía nadie bajo el disfraz, sostener que no se puede retratar verazmente el interior de alguien que sólo entendía la vida a través de la actuación, de la emoción simulada.
La Grace separada de las cámaras es, por lo tanto, un ser inseguro e inadaptado, evidentemente fuera de su elemento natural, sólo el entender que la vida (o, al menos, la vida monegasca) es el mayor de los escenarios, un conocimiento otorgado por un nuevo mentor, guía de otras reglas y sustituto del alejado Hitch, permite a nuestra protagonista reconciliarse con su estado, recuperar a la actriz que nunca dejó de ser y que, hasta ese momento, desconocía que el mundo no había dejado de contemplarla. En este sentido la superficialidad del biopic filmado no sería la tara que normalmente habría de ser, sino que remarcaría el punto de vista de la Princesa, esto es, que la única vida que merece la pena ser vivida es la que se construye en torno a la representación y que el amor, las lágrimas, las sonrisas sólo son sombras de una ilusión compartida ¿o es que acaso el propio Mónaco no es igualmente un reino de lo utópico, un país (?) que sobrevive en cuanto es capaz de mantener sus vínculos con la fantasía?.
El plano final que comentábamos al inicio de la reseña no sería más que la ratificación y la respuesta al plano inicial. Frente a la ausencia de los platós reales, la construcción de los platós imaginarios sustituyendo a aquéllos y así el reinado de Grace es su representación, Mónaco el escenario y el mundo entero su rendido público.
Reseña redux de la crónica de Cannes para cinemaadhoc.info
La Grace separada de las cámaras es, por lo tanto, un ser inseguro e inadaptado, evidentemente fuera de su elemento natural, sólo el entender que la vida (o, al menos, la vida monegasca) es el mayor de los escenarios, un conocimiento otorgado por un nuevo mentor, guía de otras reglas y sustituto del alejado Hitch, permite a nuestra protagonista reconciliarse con su estado, recuperar a la actriz que nunca dejó de ser y que, hasta ese momento, desconocía que el mundo no había dejado de contemplarla. En este sentido la superficialidad del biopic filmado no sería la tara que normalmente habría de ser, sino que remarcaría el punto de vista de la Princesa, esto es, que la única vida que merece la pena ser vivida es la que se construye en torno a la representación y que el amor, las lágrimas, las sonrisas sólo son sombras de una ilusión compartida ¿o es que acaso el propio Mónaco no es igualmente un reino de lo utópico, un país (?) que sobrevive en cuanto es capaz de mantener sus vínculos con la fantasía?.
El plano final que comentábamos al inicio de la reseña no sería más que la ratificación y la respuesta al plano inicial. Frente a la ausencia de los platós reales, la construcción de los platós imaginarios sustituyendo a aquéllos y así el reinado de Grace es su representación, Mónaco el escenario y el mundo entero su rendido público.
Reseña redux de la crónica de Cannes para cinemaadhoc.info
6 de septiembre de 2015
6 de septiembre de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Luego de ser vapuelada en la apertura del Festival de Cannes en 2014, la película que muestra un momento en la vida de la famosa actriz y princesa Grace Kelly llega tardíamente, y con algunas postergaciones, a las pantallas mexicanas.
Centrándose en un periodo muy marcado de la vida de Kelly, justo después de su retiro como actriz y posterior conversión en esposa, madre y princesa en Mónaco, la película consigue retratar el glamour y opulencia de la historia que narra, pero sin emotividad alguna.
Uno de los principales puntos en contra es el cast elegido, Nicole Kidman parece hacer de ella misma y no consigue nunca transmitir al espectador la construcción de un personaje tan complejo como Grace Kelly, mientras Tim Roth no da la talla y parece estar en una película diferente a la que presenciamos.
El filme de Dahan pone todo sobre la mesa y entre tantas situaciones termina por complicarse en vano, ya que vemos al mismo tiempo la compleja situación personal de Grace Kelly que debe optar entre ser ella misma y aceptar la propuesta de Hitchcock para realizar su film ‘Marnie’ o seguir jugando a la princesa, esto ante el rechazo de su pueblo y marido, además de otros conflictos históricos, como la guerra de Argelia y los conflictos del Principado con el gobierno Francés, ante las amenazas de De Gaulle de una posible invasión, situación que servirá a Grace Kelly para resurgir, pero que Dahan nunca consigue poner en orden para beneficio del relato.
Asi la película se torna superficial y rutinaria, más cercana a un telefilm que a una obra cinematográfica, con un guión que sobre explica cada hecho y plagado de frases rimbombantes y vacías, con un director más preocupado en conseguir la recreación exacta de la época que en hacer avanzar narrativamente su obra. Olvidable.
http://tantocine.com/grace-princesa-de-monaco-de-olivier-dahan/
Centrándose en un periodo muy marcado de la vida de Kelly, justo después de su retiro como actriz y posterior conversión en esposa, madre y princesa en Mónaco, la película consigue retratar el glamour y opulencia de la historia que narra, pero sin emotividad alguna.
Uno de los principales puntos en contra es el cast elegido, Nicole Kidman parece hacer de ella misma y no consigue nunca transmitir al espectador la construcción de un personaje tan complejo como Grace Kelly, mientras Tim Roth no da la talla y parece estar en una película diferente a la que presenciamos.
El filme de Dahan pone todo sobre la mesa y entre tantas situaciones termina por complicarse en vano, ya que vemos al mismo tiempo la compleja situación personal de Grace Kelly que debe optar entre ser ella misma y aceptar la propuesta de Hitchcock para realizar su film ‘Marnie’ o seguir jugando a la princesa, esto ante el rechazo de su pueblo y marido, además de otros conflictos históricos, como la guerra de Argelia y los conflictos del Principado con el gobierno Francés, ante las amenazas de De Gaulle de una posible invasión, situación que servirá a Grace Kelly para resurgir, pero que Dahan nunca consigue poner en orden para beneficio del relato.
Asi la película se torna superficial y rutinaria, más cercana a un telefilm que a una obra cinematográfica, con un guión que sobre explica cada hecho y plagado de frases rimbombantes y vacías, con un director más preocupado en conseguir la recreación exacta de la época que en hacer avanzar narrativamente su obra. Olvidable.
http://tantocine.com/grace-princesa-de-monaco-de-olivier-dahan/
20 de octubre de 2016
20 de octubre de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algo que espanta en la película es que prácticamente buscan destazar a Nicole Kidman con decirle que interprete un papel que en el que es imposible sacar a relucir sus encantos como actriz a sabiendas de su gran parecido con la princesa de Mónaco. Sin ánimos de ofender, parece representar a un personaje con apenas sentimientos que solamente desembocan en el constante lagrimeo y ciertas dosis de soberbia que esconde la poca plástica de representar a una casi monarca debido a su título nobiliario.
Un proyecto que podía dar mucho más, un filme en donde Nicole Kidman se olvida fácilmente a pesar de su constante lucha por intentar dar vida a un personaje que tenía muchas influencias mayormente importantes. Mal rato para los monarcas que creyeron tener un perfecto filme en el que pudieran demostrar las acciones que llevó a cabo Grace Kelly a lo largo de su vida quien contó con el apoyo de varias personas, entre ellas su marido que temía por su familia. Aquí nacen dos disyuntivas: ¿De quién era realmente el biopic? ¿Solamente nos presumieron los lujos que vive una realeza rodeada de traiciones o quisieron estropear a Kidman?
Un proyecto que podía dar mucho más, un filme en donde Nicole Kidman se olvida fácilmente a pesar de su constante lucha por intentar dar vida a un personaje que tenía muchas influencias mayormente importantes. Mal rato para los monarcas que creyeron tener un perfecto filme en el que pudieran demostrar las acciones que llevó a cabo Grace Kelly a lo largo de su vida quien contó con el apoyo de varias personas, entre ellas su marido que temía por su familia. Aquí nacen dos disyuntivas: ¿De quién era realmente el biopic? ¿Solamente nos presumieron los lujos que vive una realeza rodeada de traiciones o quisieron estropear a Kidman?
7 de diciembre de 2018
7 de diciembre de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Grace de Mónaco" tiene tanto exceso de luz, brillo y pompa por fuera como penumbra por dentro. El francés Olivier Dahan nos entrega eso que denominamos un anuncio de colonias de noventa minutos entorno a la figura de Grace Kelly en su faceta monegasca. Y es que al final donde se ve la verdadera dimensión de la película es cuando te paras a pensar y llegas a la conclusión de que la sinopsis del film plantea más dilemas morales y complejidad que el propio film. Al final esta pieza no dista mucho de aquella otra decepción titulada “Diana” (Oliver Hirschbiegel, 2013), ambas se han puesto de acuerdo para tirar por el retrete dos buenas figuras mediáticas en productos que no están a su altura.
En "Grace de Mónaco" nos topamos con una Grace Kelly ya retirada del cine, fruto de su matrimonio con Rainiero, aunque bastante desdichada. Sentimiento que se agrava cuando entra en escena Alfred Hitchcock ofreciéndole a esta un guion escrito pensando exclusivamente en ella. El dilema que se le plantea a Grace sobre si volver al cine o seguir con su matrimonio se une a la incipiente crisis de estado entre Francia y Mónaco, y ahí deberá decidir entre lo que quiere y lo que debe. La trama no se pinta mal para ofrecer un buen producto, pero es que como se suele decir, del dicho al hecho hay un trecho. "Grace de Mónaco" es soberanamente aburrida, fue incapaz de engancharme y dudo bastante que lo logre con alguien por mucho que la historia le interese. Todo lo que se muestra en la sinopsis de la película está entregado en versión muestra gratuita de prueba, muy por encima sin profundizar en nada. Escénicamente la cinta es muy empalagosa, mira que el diseño de producción es bueno pero se hace todo muy cuesta arriba fruto de ese brillo artificial de papel de plata que tiene el conjunto. Creo que al final han confundido ese brillo impostado con el encanto.
A la parte Nicole Kidman habrá que dedicarle párrafo aparte, aunque si por mí fuera no lo haría, es una actriz que nunca he tragado en exceso y su interpretación en "Grace de Mónaco" no me ha evocado lo necesario como para dedicárselo, pero en fin, allá que voy. La australiana, pues sin más, muy de piloto automático. Lo que es parecerse a la representada, muy poco. Tampoco es que yo sea el mayor experto en Grace Kelly, pero basta comparar fotos para ver que la cosa no marcha. Y al final es que hasta Tim Roth me ofrece más que ella, y Paz Vega si me apuras.
En definitiva, "Grace de Mónaco" es un tramite.
En "Grace de Mónaco" nos topamos con una Grace Kelly ya retirada del cine, fruto de su matrimonio con Rainiero, aunque bastante desdichada. Sentimiento que se agrava cuando entra en escena Alfred Hitchcock ofreciéndole a esta un guion escrito pensando exclusivamente en ella. El dilema que se le plantea a Grace sobre si volver al cine o seguir con su matrimonio se une a la incipiente crisis de estado entre Francia y Mónaco, y ahí deberá decidir entre lo que quiere y lo que debe. La trama no se pinta mal para ofrecer un buen producto, pero es que como se suele decir, del dicho al hecho hay un trecho. "Grace de Mónaco" es soberanamente aburrida, fue incapaz de engancharme y dudo bastante que lo logre con alguien por mucho que la historia le interese. Todo lo que se muestra en la sinopsis de la película está entregado en versión muestra gratuita de prueba, muy por encima sin profundizar en nada. Escénicamente la cinta es muy empalagosa, mira que el diseño de producción es bueno pero se hace todo muy cuesta arriba fruto de ese brillo artificial de papel de plata que tiene el conjunto. Creo que al final han confundido ese brillo impostado con el encanto.
A la parte Nicole Kidman habrá que dedicarle párrafo aparte, aunque si por mí fuera no lo haría, es una actriz que nunca he tragado en exceso y su interpretación en "Grace de Mónaco" no me ha evocado lo necesario como para dedicárselo, pero en fin, allá que voy. La australiana, pues sin más, muy de piloto automático. Lo que es parecerse a la representada, muy poco. Tampoco es que yo sea el mayor experto en Grace Kelly, pero basta comparar fotos para ver que la cosa no marcha. Y al final es que hasta Tim Roth me ofrece más que ella, y Paz Vega si me apuras.
En definitiva, "Grace de Mónaco" es un tramite.
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