Parecía que podía ser una comedia española diferente a las últimas producciones, además tirando del carisma de Chiapella como protagonista y recuperando a Fran Perea para la causa… pero no. Olvidaos de eso y abandonad toda esperanza. Si acaso hay uno, dos… tres chistes a lo sumo que os puedan hacer gracia, con eso daos con un canto en los dientes.

La trama de la película es una tontería por completo que, además, no va a ningún sitio: tres amigos que van a buscar el cuerpo de su amigo de la infancia a Río de Janeiro, descubren que no ha muerto y se verán envueltos en mil y un peligros por el camino.

Con el juego que podría haber dado algo así, el film se pierde intentando crear unos personajes que son inexistentes, cortando el ritmo de la historia y la credibilidad de cualquiera de los tres protagonistas. Chiapella no está cómodo, se nota que quiere hacer algo más gamberro y no le dejan, Perea tampoco fue nunca gran cosa y Carlos Santos no conecta. Así, los chistes se suceden sin que me hagan la menor gracia.

Una pena, pero cae al saco roto de las comedias patrias innecesarias.

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¿Qué hay mejor que ir a Brasil con tus colegas a recoger a un supuesto viejo amigo muerto que llevas décadas sin ver? Pues Pablo Chiapella, Fran Peréa, Carlos Santos y Esther Acebo, la mejor de la película, nos enseñan este viaje a través de sucesos peligrosos que te llenan de carcajadas para que en un futuro sean anécdotas para los hijos y nietos, todo un desmadre para luego unas risas con la mejor compañía.

Ya hemos tenido antes proyecciones de Joaquín además de muy divertidas cómo Cuerpo de Élite o La Vida Padre y varias más. Pero en esta ocasión nos trae esta corta historia de estos tres colegas que van a Río de Janeiro, Brasil. Y pasarán por momentos de vida o muerte por culpa de Mateo (Jorge Cremades) que debe muchas deudas a varias mafias brasileñas y les carga con el problema a sus amigos fingiendo su muerte.

Tengo problemas con el cine de comedia y sólo hace falta que me hagas reír para que me guste, también plasmar una historia y acontecimientos interesantes que no aburren, cómo en el caso de ésta. No tiene un guión increíble, tampoco le hace falta, no suele ser necesario. La intención está más que lograda, y el objetivo es hacer reír y entretener. Y aunque todos los protas hayan puesto su miga en la historia y están bien interpretados, me han llamado más la atención Esther Acebo y Fran Perea, en chistes y risas gana Pablo. Y Jorge Cremades da mejores sensaciones de las que pienso después de ver la portada.

Está historia alcanza la risa tonta con un humor de suficiente pero que acierta para pasar un buen rato viendo una buddy movie con familia o con amigos, tal y cómo ocurre en Brasil.

RICHIE VALERO, AGOSTO 2023, ESPAÑA.

Cuando en la promoción de una peli los actores insisten en que se han hecho amigos y que se lo pasaron muy bien en el rodaje algo malo pasa, porque para trabajar bien juntos en un proyecto no es necesario pasarlo bien ni entablar una relación inolvidable. Solo es necesario hacerlo bien. Y Joaquín Mazón, el director, y sus chicos, nunca mejor dicho, no lo han hecho bien, pero, oye, se lo pasaron bien en Río de Janeiro (una semana, dicen), Madrid y Gran Canaria, donde está rodada casi toda la peli. Lo demás es muy triste: gordofobia, chistes sobre relaciones con una trans, y sobre el tercer mundo y su violencia y las pobres Esther Acebo, Kira Miró y María Botto viendo la película pasar y sus papeles volar. Nada de nada, o casi nada de nada.

La elección del elenco es uno de los puntos fuertes de la película. Los actores, hacen un buen trabajo en sus roles, aunque los personajes son estereotipados y carecen de profundidad. Se destaca la energía y el ritmo de la película, que mantiene el interés del espectador durante toda la trama.

Sin embargo, la película carece de originalidad y cae en clichés del género. La trama es predecible y no ofrece sorpresas, lo que hace que la comedia pierda impacto. Además, el guion tiene falta de frescura y diálogos poco memorables.

En cuanto a la dirección, es competente aunque no destaca especialmente. La fotografía y la música son adecuadas pero no aportan elementos distintivos a la película.

En resumen, es una comedia entretenida dentro de los estándares del género, pero no logra destacarse por su originalidad o por hacer reír de manera consistente. Aunque tiene momentos divertidos y un elenco competente, los clichés de la trama y los personajes estereotipados hacen que la película no logre sobresalir. Puede ser una opción válida para quienes busquen una comedia ligera y sin grandes expectativas, pero aquellos que esperen algo más innovador pueden sentirse decepcionados.