El final de la gira
2015 

6.4
2,257
Drama
La película se centra en la historia de la entrevista de cinco días entre el reportero de la revista Rolling Stone David Lipsky y el aclamado novelista David Foster Wallace, que tuvo lugar justo después de que se publicara la novela épica y revolucionaria de Wallace en 1996: "La broma infinita". (FILMAFFINITY)
22 de septiembre de 2017
22 de septiembre de 2017
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Por enésima vez me pongo loco con algunas criticas ¨oficiales¨, es que como he dicho en alguna otra ¨crítica¨ parece mentira que críticos de medios ¨importantes¨, y, que ganan para su sustento y mas aun no sepan realizar una verdadera critica, objetiva y sobre todo de el film que están criticando...
Por empezar hay que avisarle al espectador que el film esta basado en el relato verídico de la entrevista de un reportero al escritor en cuestión, y el film narra valga la redundancia, justamente ese lapso de tiempo que el entrevistador y entrevistado compartieron de forma taciturna, con aire nostálgico en una honesta y no provocada regresión a la juventud que hace una década habían abandonado...
En una especie de notas perdidas de fragmentos de la novela que se aparecen a cuentagotas, fríos y con una distante cercanía entre dos personas que se sienten iguales pero no se conocen, y la frialdad que emana la grabadora tan presente como un tercer personaje entre ellos, ahí se encuentra esa pequeña parte que los distancia, la de sus roles, y en las notas perdidas que surgen sobre la broma infinita hay un aire mas cercano, compartido y cálido en el interior, sin olvidar la frialdad de el blanco paisaje afuera.
Narra el rol periodístico, que se vale de pequeños momentos de observación y tomando notas o grabándolas en el recuerdo, a escondidas o no, ese es el periodista, del otro lado el entrevistado, un solitario escritor que como todo solitario, sabe mantener la distancia, pero que sin decirlo extraña tener un amigo... y la entrevista se va desandando en ese ritmo y no levanta tenores ni cae en la distancia total, porque el periodista pudo entenderlo y no necesitaba ni quería profundizar mas sobre lo que entendía...
Una cuasi situación de nostalgia y como si dos viejos amigos se estarían volviendo a conocer, fríamente por los roles.
La broma infinita tiene mucho de todo eso, de calidez y frialdad, de nostalgia y vacío, de alienación aceptada resignada y de la soledad que todos tienen con sus pensamientos, que no podrán jamas ser entendidos, comprendidos, porque en las relaciones humanas nunca podría existir quien le comprenda, porque todos quieren ser comprendidos y entendidos...
Solo escribiendo la broma... pudo ser entendido, porque no hay relación humana, sino lectura...
El entrevistador había leído con fascinación la novela y lo entendía, no necesitaba mas, solo conocer la faceta no profunda sino mundana del escritor, acompañado de pequeñas notas que viven dentro la novela.
Consigue hablar del éxito, los egos, la dualidad y la hipocresía sana de ser una persona.
Consigue retornar a la juventud de nuestra generación, porque hasta hoy la broma infinita abarca tres generaciones, y a su manera seguira abarcando venideras.
Cuanto aroma a uno mismo, a la calidez de otra época que sigue tan presente, tan adolescente, casi como en su adultez aun conservaba en sus formas mas honestas el escritor.
El film esta bellamente dirigido porque logra captar la honestidad, la nostalgia con sus temperaturas y aromas, con momentos que parecen tan cercanos y tan lejos, porque el escritor logro escribir todo eso, y el entrevistador así lo sentía.
Esta bellamente musicalizado en soundtrack.
No hay mas conflicto que un sencillo adolescente pero muy adulto a la vez ¨se buen tipo¨...
La interpretación de Eisenberg es ejemplar en su rol.
La de Segel es el tributo mas honesto y sentido de aquel escritor. Y consagratoria.
Por favor, retomando avísenle a los críticos oficiales que el film narra una entrevista, de hecho esta basado en los escrito por el periodista, y narra la entrevista, no mas, no menos, porque parece que muchos críticos se han olvidado que deben criticar el film, y entender lo que narra el film, y no criticar la entrevista, porque es un film sobre una entrevista lo que deben criticar y no la entrevista... cosa elemental.
De paso digo, que habría que criticar de esa entrevista, profundizar mas en que... si el entrevistador lo entendía... y el film lo deja ver honestamente... que hubiese profundizado mas en la broma infinita... bueno críticos, sean buenos tipos y lean la novela antes o después de ver la película en vez que erróneamente querer que una entrevista les lea la novela y que también lo haga el film... eso si por favor critiquen el film en si y no otras cosas que de por si las muestra el film así, porque efectivamente así fueron. Fue una gran ENTREVISTA, a un escritor que nos entendió a muchos, y que nos hizo sentir que había un paria... como lo hizo con el periodista.
Eso narra el film, y es un film lleno de sentimientos contenidos, pero totalmente a la vista.
La simpleza de lo que fue todo ese lapso de tiempo en el ultimo tour.
Altamente recomendable.
hasta quien sabe cuando, buen viaje, y no se olviden un zapato si quieren regresar, motherfuckers!
Atte. Barnes AR
Por empezar hay que avisarle al espectador que el film esta basado en el relato verídico de la entrevista de un reportero al escritor en cuestión, y el film narra valga la redundancia, justamente ese lapso de tiempo que el entrevistador y entrevistado compartieron de forma taciturna, con aire nostálgico en una honesta y no provocada regresión a la juventud que hace una década habían abandonado...
En una especie de notas perdidas de fragmentos de la novela que se aparecen a cuentagotas, fríos y con una distante cercanía entre dos personas que se sienten iguales pero no se conocen, y la frialdad que emana la grabadora tan presente como un tercer personaje entre ellos, ahí se encuentra esa pequeña parte que los distancia, la de sus roles, y en las notas perdidas que surgen sobre la broma infinita hay un aire mas cercano, compartido y cálido en el interior, sin olvidar la frialdad de el blanco paisaje afuera.
Narra el rol periodístico, que se vale de pequeños momentos de observación y tomando notas o grabándolas en el recuerdo, a escondidas o no, ese es el periodista, del otro lado el entrevistado, un solitario escritor que como todo solitario, sabe mantener la distancia, pero que sin decirlo extraña tener un amigo... y la entrevista se va desandando en ese ritmo y no levanta tenores ni cae en la distancia total, porque el periodista pudo entenderlo y no necesitaba ni quería profundizar mas sobre lo que entendía...
Una cuasi situación de nostalgia y como si dos viejos amigos se estarían volviendo a conocer, fríamente por los roles.
La broma infinita tiene mucho de todo eso, de calidez y frialdad, de nostalgia y vacío, de alienación aceptada resignada y de la soledad que todos tienen con sus pensamientos, que no podrán jamas ser entendidos, comprendidos, porque en las relaciones humanas nunca podría existir quien le comprenda, porque todos quieren ser comprendidos y entendidos...
Solo escribiendo la broma... pudo ser entendido, porque no hay relación humana, sino lectura...
El entrevistador había leído con fascinación la novela y lo entendía, no necesitaba mas, solo conocer la faceta no profunda sino mundana del escritor, acompañado de pequeñas notas que viven dentro la novela.
Consigue hablar del éxito, los egos, la dualidad y la hipocresía sana de ser una persona.
Consigue retornar a la juventud de nuestra generación, porque hasta hoy la broma infinita abarca tres generaciones, y a su manera seguira abarcando venideras.
Cuanto aroma a uno mismo, a la calidez de otra época que sigue tan presente, tan adolescente, casi como en su adultez aun conservaba en sus formas mas honestas el escritor.
El film esta bellamente dirigido porque logra captar la honestidad, la nostalgia con sus temperaturas y aromas, con momentos que parecen tan cercanos y tan lejos, porque el escritor logro escribir todo eso, y el entrevistador así lo sentía.
Esta bellamente musicalizado en soundtrack.
No hay mas conflicto que un sencillo adolescente pero muy adulto a la vez ¨se buen tipo¨...
La interpretación de Eisenberg es ejemplar en su rol.
La de Segel es el tributo mas honesto y sentido de aquel escritor. Y consagratoria.
Por favor, retomando avísenle a los críticos oficiales que el film narra una entrevista, de hecho esta basado en los escrito por el periodista, y narra la entrevista, no mas, no menos, porque parece que muchos críticos se han olvidado que deben criticar el film, y entender lo que narra el film, y no criticar la entrevista, porque es un film sobre una entrevista lo que deben criticar y no la entrevista... cosa elemental.
De paso digo, que habría que criticar de esa entrevista, profundizar mas en que... si el entrevistador lo entendía... y el film lo deja ver honestamente... que hubiese profundizado mas en la broma infinita... bueno críticos, sean buenos tipos y lean la novela antes o después de ver la película en vez que erróneamente querer que una entrevista les lea la novela y que también lo haga el film... eso si por favor critiquen el film en si y no otras cosas que de por si las muestra el film así, porque efectivamente así fueron. Fue una gran ENTREVISTA, a un escritor que nos entendió a muchos, y que nos hizo sentir que había un paria... como lo hizo con el periodista.
Eso narra el film, y es un film lleno de sentimientos contenidos, pero totalmente a la vista.
La simpleza de lo que fue todo ese lapso de tiempo en el ultimo tour.
Altamente recomendable.
hasta quien sabe cuando, buen viaje, y no se olviden un zapato si quieren regresar, motherfuckers!
Atte. Barnes AR
29 de agosto de 2019
29 de agosto de 2019
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Esta película narra las peripecias de un periodista-escritor que acompaña a un escritor durante unas semanas, mientras hace la gira por diferentes ciudades de USA de presentación y lectura de un libro que acaba de escribir. Y está basada en el libro, “Aunque por supuesto terminas siendo tú mismo”, también reseñada en mi blog, que este periodista-escritor publicó al respecto.
El escritor es David Foster Wallace y la novela que presenta es “La broma infinita”,también reseñada en mi blog. En realidad esta película es un dueto de interpretación magnífico. Podía haber quedado el film como un reflejo de la gira de un escritor presentando el libro o podía haber sido una reflexión de lo que es la literatura y sus medios de publicitarse hoy en día, pero es el retrato de un personaje extremadamente atractivo en lo variado y complejo de su personalidad que seguro en el futuro dará más que hablar y eso que ha dado mucho.
David Foster Wallace realizó esta gira en 1996, justo recién salida la novela que deslumbró a todos los medios literarios norteamericanos junto al periodista-escritor David Lipsky. En el 2008 se suicidó. A los 46 años, en plena carrera hacia el estrellato y más allá. Quizás el Nobel.
Pero no importa si el personaje de la película refleja fielmente todos los vericuetos por los que se mueve el escritor, si se parece el actor Jason Segel físicamente a DFW, si las cosas que se dicen se dijeron, nada de eso es importante, aunque parezca extraño, porque la interpretación del personaje es tan concienzuda, tan determinante, tan justa y elaborada, que el que haya existido o no en la realidad es anecdótico. Juzgamos una película, no una vida. Juzgamos la creación de un personaje, no si existió o no. Como contra peso a la poderosa personalidad del escritor está la interpretación del personaje secundario que a mi modo de ver hace lo justo para que la historia quede grabada de manera más auténtica y aquí como en el personaje del escritor, lo de menos es si este periodista que interpreta Jesse Eisenberg se parece a David Lipsky o no, lo importante es que crea otro personaje que armoniza perfectamente con el de Jason Segel. Quizás menos lucido, menos atractivo pero el marco ideal para contemplar la compleja personalidad de este DFW de la película.
Seguro que hay mucho de estas personas en estos personajes y seguro que no habrían existido de no existir el libro pero no es nada necesario conocer la obra literaria de DFW ni haber leído el libro de David Lipsky para disfrutar de la película y de la historia de un ser humano complejo que se mueve entre el exhibicionismo y la timidez más absoluta, entre la genialidad creativa y la torpeza del ser cotidiano que vive a la vuelta de nuestra esquina. En un país que ya de por sí es literario, extravagante, inhumano y fascinante, como es USA.
Excelente trabajo de dirección y de guión que recoge fielmente lo que se intenta plasmar en el libro.
Sin olvidar que la densidad del personaje y la riqueza de sus creaciones seguramente han servido de inspiración a todos los que se acercaron a él y pudieron disfrutar de sus puntos de vista, sus juicios y sus reflexiones. Un creador que enriquece sólo con su proximidad.
David Lipsky, en el libro no se cansa de admirarlo y darle las gracias por esos días que compartieron. En la peli se refleja constantemente. Seguramente James Ponsoldt también se siente agradecido por haber puesto a su alcance material de tanta riqueza. Es decir, seguramente, todos planetas girando alrededor de un Sol que deslumbro hasta que se quemó.
Nos quedan sus libros, sus “youtubes” y sobre todo su sensibilidad e inteligencia para intentar explicar este mundo del bienestar y el confort que suavemente nos mata con su canción. Él intento desenmascararlo. Le costó la vida. Nos dejo sus libros.
Una recomendación, un recorrido: Ver la película como si fuese un personaje inventado. Leer el libro de entrevistas. Ver algún Youtube del escritor, hay muchos. Y después leer sus libros. Dejar para el final “La broma infinita”, o si no, correr el riesgo de quedar ahíto por unos meses. Y ya no volver a ver la literatura de la manera que se ha visto hasta ese momento.
El escritor es David Foster Wallace y la novela que presenta es “La broma infinita”,también reseñada en mi blog. En realidad esta película es un dueto de interpretación magnífico. Podía haber quedado el film como un reflejo de la gira de un escritor presentando el libro o podía haber sido una reflexión de lo que es la literatura y sus medios de publicitarse hoy en día, pero es el retrato de un personaje extremadamente atractivo en lo variado y complejo de su personalidad que seguro en el futuro dará más que hablar y eso que ha dado mucho.
David Foster Wallace realizó esta gira en 1996, justo recién salida la novela que deslumbró a todos los medios literarios norteamericanos junto al periodista-escritor David Lipsky. En el 2008 se suicidó. A los 46 años, en plena carrera hacia el estrellato y más allá. Quizás el Nobel.
Pero no importa si el personaje de la película refleja fielmente todos los vericuetos por los que se mueve el escritor, si se parece el actor Jason Segel físicamente a DFW, si las cosas que se dicen se dijeron, nada de eso es importante, aunque parezca extraño, porque la interpretación del personaje es tan concienzuda, tan determinante, tan justa y elaborada, que el que haya existido o no en la realidad es anecdótico. Juzgamos una película, no una vida. Juzgamos la creación de un personaje, no si existió o no. Como contra peso a la poderosa personalidad del escritor está la interpretación del personaje secundario que a mi modo de ver hace lo justo para que la historia quede grabada de manera más auténtica y aquí como en el personaje del escritor, lo de menos es si este periodista que interpreta Jesse Eisenberg se parece a David Lipsky o no, lo importante es que crea otro personaje que armoniza perfectamente con el de Jason Segel. Quizás menos lucido, menos atractivo pero el marco ideal para contemplar la compleja personalidad de este DFW de la película.
Seguro que hay mucho de estas personas en estos personajes y seguro que no habrían existido de no existir el libro pero no es nada necesario conocer la obra literaria de DFW ni haber leído el libro de David Lipsky para disfrutar de la película y de la historia de un ser humano complejo que se mueve entre el exhibicionismo y la timidez más absoluta, entre la genialidad creativa y la torpeza del ser cotidiano que vive a la vuelta de nuestra esquina. En un país que ya de por sí es literario, extravagante, inhumano y fascinante, como es USA.
Excelente trabajo de dirección y de guión que recoge fielmente lo que se intenta plasmar en el libro.
Sin olvidar que la densidad del personaje y la riqueza de sus creaciones seguramente han servido de inspiración a todos los que se acercaron a él y pudieron disfrutar de sus puntos de vista, sus juicios y sus reflexiones. Un creador que enriquece sólo con su proximidad.
David Lipsky, en el libro no se cansa de admirarlo y darle las gracias por esos días que compartieron. En la peli se refleja constantemente. Seguramente James Ponsoldt también se siente agradecido por haber puesto a su alcance material de tanta riqueza. Es decir, seguramente, todos planetas girando alrededor de un Sol que deslumbro hasta que se quemó.
Nos quedan sus libros, sus “youtubes” y sobre todo su sensibilidad e inteligencia para intentar explicar este mundo del bienestar y el confort que suavemente nos mata con su canción. Él intento desenmascararlo. Le costó la vida. Nos dejo sus libros.
Una recomendación, un recorrido: Ver la película como si fuese un personaje inventado. Leer el libro de entrevistas. Ver algún Youtube del escritor, hay muchos. Y después leer sus libros. Dejar para el final “La broma infinita”, o si no, correr el riesgo de quedar ahíto por unos meses. Y ya no volver a ver la literatura de la manera que se ha visto hasta ese momento.
29 de noviembre de 2020
29 de noviembre de 2020
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El final de la ira es una película simpática y agradable sobre la insólita amistad que se forjó entre el periodista de Rolling Stone David Lipsky y el autor de "La broma infinita", David Foster Wallace.
Valiéndose de unas sinceras y entregadas interpretaciones de Jesse Eisenberg y sobre todo Jason Segel (que se fusiona con el atormentado Wallace de forma admirable y desprende pasión y energía), y con un elenco de secundarios potente en el que destacan Joan Cusack y Mamie Gummer, James Posoldt, dentro de su estilo totalmente enmarcado en el cine indie más puro, dirige una agradable road movie que se deja ver sin ningún problema y retrata de forma emotiva la relación entre reportero y entrevistado a lo largo de un viaje por carretera.
No es una obra maestra, y tiene un cierto tufillo a película de sobremesa, pero sin duda su resultado es amable y correcto, y cuenta con una cierta emotividad en su descripción de la relación entre Lipsky y el autor de "La broma infinita", un hombre devorado por sus propios demonios.
Lo mejor: Eisenberg y Segel, fantásticos ambos
Lo peor: Es bastante simplona
Valiéndose de unas sinceras y entregadas interpretaciones de Jesse Eisenberg y sobre todo Jason Segel (que se fusiona con el atormentado Wallace de forma admirable y desprende pasión y energía), y con un elenco de secundarios potente en el que destacan Joan Cusack y Mamie Gummer, James Posoldt, dentro de su estilo totalmente enmarcado en el cine indie más puro, dirige una agradable road movie que se deja ver sin ningún problema y retrata de forma emotiva la relación entre reportero y entrevistado a lo largo de un viaje por carretera.
No es una obra maestra, y tiene un cierto tufillo a película de sobremesa, pero sin duda su resultado es amable y correcto, y cuenta con una cierta emotividad en su descripción de la relación entre Lipsky y el autor de "La broma infinita", un hombre devorado por sus propios demonios.
Lo mejor: Eisenberg y Segel, fantásticos ambos
Lo peor: Es bastante simplona
19 de diciembre de 2023
19 de diciembre de 2023
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En este tiempo en el que se lleva a la gran pantalla cualquier cosa, debido mayoritariamente a la falta de ideas en la industria y también a la necesidad de que haya tropecientos mil estrenos a la semana (estamos cada vez más cerca del colapso, eso es evidente), ya se adapta para el cine cualquier cosa: novelas, cómics, obras teatrales, artículos e incluso reportajes, como este que nos ocupa; la serie de entrevistas que D. Lipsky le hizo al autor de "La broma infinita", David Foster Wallace.
Con independencia de lo que uno puede pensar o no de Lipsky, que pueda ser un autor intrépido que consiguió la entrevista de su vida acercándose a una de las mentes más misteriosas de la literatura de los últimos treinta años o que sea un advenedizo que se aprovechó de la brillantez de Wallace para hacerse un nombre, se ha de reconocer que la película está bastante bien, se pasa un rato agradable y no se hace pesada en ningún momento. Nos presenta a lo que muchas personas pueden considerar un genio con sus altibajos: una persona depresiva, autodestructiva, extravagante, pero todo desde una perspectiva muy humana; con sus filias y sus fobias, manías y demás características que nos hacen humanos. No nos retratan a un personaje acartonado o como un semidiós para culturetas, sino a una persona compleja, con una personalidad llena de contradicciones (como somos los seres humanos en realidad) y recovecos muy bien interpretado por Jason Segel. Le acompaña un Jesse Eisenberg que vuelve a demostrar que, cuando quiere y se deja de mohínes y de gestitos irritantes (como en su Lex Luthor de pacotilla), es un buen actor.
Una película digna de ver.
Con independencia de lo que uno puede pensar o no de Lipsky, que pueda ser un autor intrépido que consiguió la entrevista de su vida acercándose a una de las mentes más misteriosas de la literatura de los últimos treinta años o que sea un advenedizo que se aprovechó de la brillantez de Wallace para hacerse un nombre, se ha de reconocer que la película está bastante bien, se pasa un rato agradable y no se hace pesada en ningún momento. Nos presenta a lo que muchas personas pueden considerar un genio con sus altibajos: una persona depresiva, autodestructiva, extravagante, pero todo desde una perspectiva muy humana; con sus filias y sus fobias, manías y demás características que nos hacen humanos. No nos retratan a un personaje acartonado o como un semidiós para culturetas, sino a una persona compleja, con una personalidad llena de contradicciones (como somos los seres humanos en realidad) y recovecos muy bien interpretado por Jason Segel. Le acompaña un Jesse Eisenberg que vuelve a demostrar que, cuando quiere y se deja de mohínes y de gestitos irritantes (como en su Lex Luthor de pacotilla), es un buen actor.
Una película digna de ver.
6 de septiembre de 2024
6 de septiembre de 2024
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¨El catolicismo es inflexible en sus principios, pero piadoso con las faltas...Porque el Catolicismo cree, pero ama...El progresismo es flexible con sus principios, pero implacable con las faltas...Porque no cree en nada, pero tampoco ama a nadie¨. Referencia de Juan Manuel de Prada a un pensador francés.
Es una película bienintencionada, pero que no señala las causas. Es un biopic que relata lo material, la superficialidad, pero no ahonda en la psicología del personaje, ni en su contexto histórico. Yo, para hacer un homenaje e implementar mi opinión sobre la persona-personaje, voy a intentarlo explicar las causas que produjeron ese posmodernismo (el de esta generación), contestar a la pregunta de ¨Porqué ese, el de David Foster Wallace, posmodernismo, no pudo nunca con el modernismo, sino que lo alimentaba?. Y esto (el poner contexto a ese escritor) creo que es la mejor crítica que puedo hacer a esta película que no es excelente.
Primero voy a explicar por qué me veo apelado a ello. Hace unos meses, en un claustro de profesores, el director del Centro, en el punto 4 de los puntos a tratar, dijo algo así: ¨Ah, otro alumno se ha suicidado, pero ya sabéis lo que tenemos que hacer. No se debe mencionar nada, para no hacer ¨efecto llamada¨, pues otros dos alumnos están en observaciones también¨. Luego, paso como si nada al punto 5, que era la necesidad de cambiar la luz del baño de minusválidos….Yo me volví al resto de profesores, con cara de sorpresa...No me lo podía creer. Los profesores seguían absortos en sus pensamientos, mirando el reloj en el móvil. Se hablaba así, sobre aquello. Estábamos dándole la razón a aquel chico: efectivamente, su vida no importaba a nadie.
Y claro, ese no hablar sobre el tema, era simplemente, ocultar bajo la alfombra los errores de la sociedad.
En ese momento, todo cambió. Yo no estaba enfermo, era la sociedad la que lo estaba. Yo, que había vivido en una sociedad de transición del francocatolicismo a la democracia liberal, donde la vida de alguien era importante, podía darme cuenta, por contraste, de cómo por la futilidad de todo, por la insustancialidad de todo, por las prisas y horarios impuestos, estaba acelerando la sociedad a la vacuidad más absoluta. Las cosas que eran dramáticas...eran importantes..No se podía comparar la vida de un alumno con el cambio de una bombilla fundida.
Con David Foster Wallace pasó más o menos lo mismo. Su muerte, tampoco significó mucho...La forma que tuvimos de afrontar esa desgracia, convertida en una anécdota rápida, un simple pie de página que tanto le gustaba a él, era coherente con lo que el escritor apreciaba sobre su sociedad. A él le encantaba que los periodistas se quedaran varios días con él, para hablar de las cosas que les unían y que les separaban del resto de la gente, como en el episodio de la película. Pero incluso los periodistas, que más que amistad, les concedían su veneración groupie, como el personaje de esta película, no podían quedarse…, tenían sus vidas. Estaban metidos en sus quehaceres a miles de kilómetros. Y la amistad que le podía ofrecer a David Foster Wallace su entorno, no pasaba por echarse dos bebidas con algún snack en una taberna con colegas, como lo hacían Chesterton, C.S Lewis o Bellouac...Sólo se le permitía una amistad liberal y moderna, tipo ¨Friends¨, fatua, finalmente, sí...¨líquida¨...pero eso a él no le bastaba.
David Foster Wallace es un claro mártir de la Posmodernidad, de su caída en el bucle. Y efectivamente, como apuntaba Chesterton, como Balmes y Donoso Cortés, la mayor herramienta de lucha contra la modernidad, es la religión y sobretodo el Catolicismo. Primero porque tiene un gran arsenal filosófico para debatir su idealismo protestante (que fue aupado repito, porque justificaba el abuso del poderoso al débil), desde Santo Tomás, hasta la Escuela de Salamanca (a pesar de que los frikis neoliberales pongan en los labios de esos sacerdotes, conclusiones directamente contrarias a sus convicciones). Pero es que sobre todo está el tema de la Caridad, de la Bondad, que siempre se rebela...En el experimento de Milgram, en el Quijote, en todo Dostoyieski,surge la idea de que la vida debe ser algo más...El Alma reconoce esos actos, hay en algunos, de forma natural, esa ¨debilidad¨...Y eso molesta.
(Continúa en zona spoiler sin peligro)
Es una película bienintencionada, pero que no señala las causas. Es un biopic que relata lo material, la superficialidad, pero no ahonda en la psicología del personaje, ni en su contexto histórico. Yo, para hacer un homenaje e implementar mi opinión sobre la persona-personaje, voy a intentarlo explicar las causas que produjeron ese posmodernismo (el de esta generación), contestar a la pregunta de ¨Porqué ese, el de David Foster Wallace, posmodernismo, no pudo nunca con el modernismo, sino que lo alimentaba?. Y esto (el poner contexto a ese escritor) creo que es la mejor crítica que puedo hacer a esta película que no es excelente.
Primero voy a explicar por qué me veo apelado a ello. Hace unos meses, en un claustro de profesores, el director del Centro, en el punto 4 de los puntos a tratar, dijo algo así: ¨Ah, otro alumno se ha suicidado, pero ya sabéis lo que tenemos que hacer. No se debe mencionar nada, para no hacer ¨efecto llamada¨, pues otros dos alumnos están en observaciones también¨. Luego, paso como si nada al punto 5, que era la necesidad de cambiar la luz del baño de minusválidos….Yo me volví al resto de profesores, con cara de sorpresa...No me lo podía creer. Los profesores seguían absortos en sus pensamientos, mirando el reloj en el móvil. Se hablaba así, sobre aquello. Estábamos dándole la razón a aquel chico: efectivamente, su vida no importaba a nadie.
Y claro, ese no hablar sobre el tema, era simplemente, ocultar bajo la alfombra los errores de la sociedad.
En ese momento, todo cambió. Yo no estaba enfermo, era la sociedad la que lo estaba. Yo, que había vivido en una sociedad de transición del francocatolicismo a la democracia liberal, donde la vida de alguien era importante, podía darme cuenta, por contraste, de cómo por la futilidad de todo, por la insustancialidad de todo, por las prisas y horarios impuestos, estaba acelerando la sociedad a la vacuidad más absoluta. Las cosas que eran dramáticas...eran importantes..No se podía comparar la vida de un alumno con el cambio de una bombilla fundida.
Con David Foster Wallace pasó más o menos lo mismo. Su muerte, tampoco significó mucho...La forma que tuvimos de afrontar esa desgracia, convertida en una anécdota rápida, un simple pie de página que tanto le gustaba a él, era coherente con lo que el escritor apreciaba sobre su sociedad. A él le encantaba que los periodistas se quedaran varios días con él, para hablar de las cosas que les unían y que les separaban del resto de la gente, como en el episodio de la película. Pero incluso los periodistas, que más que amistad, les concedían su veneración groupie, como el personaje de esta película, no podían quedarse…, tenían sus vidas. Estaban metidos en sus quehaceres a miles de kilómetros. Y la amistad que le podía ofrecer a David Foster Wallace su entorno, no pasaba por echarse dos bebidas con algún snack en una taberna con colegas, como lo hacían Chesterton, C.S Lewis o Bellouac...Sólo se le permitía una amistad liberal y moderna, tipo ¨Friends¨, fatua, finalmente, sí...¨líquida¨...pero eso a él no le bastaba.
David Foster Wallace es un claro mártir de la Posmodernidad, de su caída en el bucle. Y efectivamente, como apuntaba Chesterton, como Balmes y Donoso Cortés, la mayor herramienta de lucha contra la modernidad, es la religión y sobretodo el Catolicismo. Primero porque tiene un gran arsenal filosófico para debatir su idealismo protestante (que fue aupado repito, porque justificaba el abuso del poderoso al débil), desde Santo Tomás, hasta la Escuela de Salamanca (a pesar de que los frikis neoliberales pongan en los labios de esos sacerdotes, conclusiones directamente contrarias a sus convicciones). Pero es que sobre todo está el tema de la Caridad, de la Bondad, que siempre se rebela...En el experimento de Milgram, en el Quijote, en todo Dostoyieski,surge la idea de que la vida debe ser algo más...El Alma reconoce esos actos, hay en algunos, de forma natural, esa ¨debilidad¨...Y eso molesta.
(Continúa en zona spoiler sin peligro)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Foster Wallace clamaba por esa amistad. Se veía tan acorralado como el Padre D´Ambricourt de ¨Diario del cura rural¨. Si podemos empatizar con el sufrimiento de ese cura de la novela de Bernanos (los autores antimodernistas franceses, también sufrieron su aquel), ¿qué no viviría alguien al que además no le habían dotado de una infancia religiosa, no tenía ni la Fe ni la Esperanza?…Sus padres claramente pensadores liberales. Fue la generación X, como digo, un catolicismo de Intuición, pues no les fue dado a la mayoría de ellos de manera natural esa educación de niños. Y no les fue dado, pues se abogó por ese pensamiento tan peligroso de que ¨a la gente se le tiene que educar para tener pensamiento crítico¨...¿Y si no puedes tenerlo porque no eres inteligente?¿Si directamente no quieres hartarte de leer Filosofía Moral? ¿Y si directamente, eres un gran estudioso y tienes pensamiento crítico, pero no te es suficiente?..Puede servir para un Asperger hiperracional, pero no para todo el mundo. La Religión Católica era una gran protección para mucha gente.
.
La Iglesia Católica también fue culpable. Pues no pudo llegar a ciertas almas, que lejos de reunirse, se quedaron aisladas en sincretismos orientales absurdos, en movimientos culturales y filosóficos, o finalmente en los problemas mentales...En definitiva, flotando en el vacío del Propósito.
Así fue la tragedia de David Foster Wallace. Un mundo material que desaparecía por no glorificar la esencia espiritual. Lo vemos en ese video de you tube: ¨ESTO ES AGUA...ESTO ES AGUA...ESTO ES AGUA...ESTO ES AGUA...¨
Esa propia posmodernidad, guiada desde las instituciones, fue un invento de la modernidad. Está en su mismo algoritmo luchar contra sí mismo, en el juego perpetuo de la dialéctica Hegeliana, pero sin pecar contra ella misma, su propio Ser: que el sistema siga moviéndose. Si la posmodernidad quiere enfrentarse a la modernidad, no debe caer en esa trampa, pues estás confirmándola de esa manera. Si la posmodernidad es progresista, sigue siendo modernidad. Es más posmoderno una colonia Amish, que unos intelectuales quejándose de la ruptura del sueño americano. Y curiosamente, ellos (los Amish) miran con extrañeza como sus vidas, con propiedades, familia, hijos, buenos alimentos, son vistas con admiración por la miserable clase media americana.
Sólo se puede luchar contra la modernidad, desde la misma premisa de la que ellos partieron para cambiar el régimen. Diciéndoles: ¨A partir de ahora...Non serviam¨.
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La Iglesia Católica también fue culpable. Pues no pudo llegar a ciertas almas, que lejos de reunirse, se quedaron aisladas en sincretismos orientales absurdos, en movimientos culturales y filosóficos, o finalmente en los problemas mentales...En definitiva, flotando en el vacío del Propósito.
Así fue la tragedia de David Foster Wallace. Un mundo material que desaparecía por no glorificar la esencia espiritual. Lo vemos en ese video de you tube: ¨ESTO ES AGUA...ESTO ES AGUA...ESTO ES AGUA...ESTO ES AGUA...¨
Esa propia posmodernidad, guiada desde las instituciones, fue un invento de la modernidad. Está en su mismo algoritmo luchar contra sí mismo, en el juego perpetuo de la dialéctica Hegeliana, pero sin pecar contra ella misma, su propio Ser: que el sistema siga moviéndose. Si la posmodernidad quiere enfrentarse a la modernidad, no debe caer en esa trampa, pues estás confirmándola de esa manera. Si la posmodernidad es progresista, sigue siendo modernidad. Es más posmoderno una colonia Amish, que unos intelectuales quejándose de la ruptura del sueño americano. Y curiosamente, ellos (los Amish) miran con extrañeza como sus vidas, con propiedades, familia, hijos, buenos alimentos, son vistas con admiración por la miserable clase media americana.
Sólo se puede luchar contra la modernidad, desde la misma premisa de la que ellos partieron para cambiar el régimen. Diciéndoles: ¨A partir de ahora...Non serviam¨.
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