Drive
7.2
86,961
Thriller. Acción. Drama. Cine negro
Durante el día, Driver (Ryan Gosling) trabaja en un taller y es conductor especialista de cine, pero, algunas noches de forma esporádica, trabaja como chófer para delincuentes. Shannon, su jefe, que conoce bien su talento al volante, lo mismo le busca directores de cine y televisión que criminales que necesiten al mejor conductor para sus fugas, llevándose la correspondiente comisión. Pero el mundo de Driver comienza a cambiar el día en ... [+]
22 de mayo de 2012
22 de mayo de 2012
40 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las expectativas creadas con la prometedora secuencia inicial con la que arranca -nunca mejor dicho- la película, no quedan defraudadas. Envuelta en una atmósfera de hipnótica desazón construida a base de silencios en los diálogos, pausas en las persecuciones, soledades en compañía; y acentuada por la música de fondo que acompaña magistralmente las imágenes, la película avanza con tensión contenida. Y aún así la mullida sensación que se crea no es suficiente para amortiguar los puntuales estallidos de violencia sórdida y salvaje que traspasan la pantalla.
El personaje de Drive (Ryan Gosling) tiene reminiscencias de los lacónicos y solitarios antihéroes de los años 70 y 80 -por poner un ejemplo: al Jack Carter que interpretaba Michael Caine en “Asesino implacable”. Las referencias a la figura del escorpión y su analogía con Drive son constantes y explícitas: La cazadora con el escorpión bordado es una segunda piel, cada vez más salpicada de sangre, que acaba siendo un relato de sus enfrentamientos, o las sombras del duelo final, a base de aguijonazos, proyectadas sobre el asfalto.
No hay drama en la solitaria supervivencia de Drive, resistir su vacía existencia con determinación de autómata es su propia esencia. La incertidumbre que le provoca su encuentro con Irene le desconcierta, la posibilidad de ser dueño de un nuevo destino se abre paso por instantes. El momento de la verdad, la lucha consigo mismo, llega en la brutal escena del ascensor. El violento ensañamiento ante los ojos de Irene es el punto de no retorno. Y es que, como dice el escorpión en la fábula atribuida a Esopo: "no he tenido elección, es mi naturaleza".
Con un final engañosamente abierto, la muerte es algo secundario, para Drive la tragedia reside en la certeza de un horizonte sin esperanza.
El personaje de Drive (Ryan Gosling) tiene reminiscencias de los lacónicos y solitarios antihéroes de los años 70 y 80 -por poner un ejemplo: al Jack Carter que interpretaba Michael Caine en “Asesino implacable”. Las referencias a la figura del escorpión y su analogía con Drive son constantes y explícitas: La cazadora con el escorpión bordado es una segunda piel, cada vez más salpicada de sangre, que acaba siendo un relato de sus enfrentamientos, o las sombras del duelo final, a base de aguijonazos, proyectadas sobre el asfalto.
No hay drama en la solitaria supervivencia de Drive, resistir su vacía existencia con determinación de autómata es su propia esencia. La incertidumbre que le provoca su encuentro con Irene le desconcierta, la posibilidad de ser dueño de un nuevo destino se abre paso por instantes. El momento de la verdad, la lucha consigo mismo, llega en la brutal escena del ascensor. El violento ensañamiento ante los ojos de Irene es el punto de no retorno. Y es que, como dice el escorpión en la fábula atribuida a Esopo: "no he tenido elección, es mi naturaleza".
Con un final engañosamente abierto, la muerte es algo secundario, para Drive la tragedia reside en la certeza de un horizonte sin esperanza.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
“Aunque en todas mis dolorosas transformaciones hubiera ganado algo invisible e imponderable, caro habría tenido que pagarlo, y de una a otra vez mi vida se había vuelto más dura, más difícil, más solitaria y peligrosa” (El lobo estepario, Hermann Hesse)
26 de septiembre de 2011
26 de septiembre de 2011
48 de 68 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tarkovsky quedó atrás, las influencias marcaron las bases, la identidad apareció por si sola.
Nicolas Winding Ref. ha lanzado un mensaje tan poderoso al mundo del cine que solo nos queda estremecernos de placer en la butaca. El director deja que sea la propia película la que tome vida, respire. Un ser excepcional en forma de celuloide. Arte, cine…
Nos vamos a los ochenta, los sintetizadores son la banda sonora de unos Los Angeles llenos de luces de neón, vemos a un héroe solitario recorriendo las mismas calles que Michael Mann retrató excepcionalmente en Collateral. La tensión, la adrenalina, un personaje heredero de Alain Delon EL SILENCIO DE UN HOMBRE, unos seres con el alma más oscura que el tuétano, un niño, una madre, venganza…
DRIVE es cine. Puede ser un western moderno, una película independiente, una cinta de los años 80(añorando los tiempos de la Canon y Martin Riggs). Es icónica, brutal, parca en palabras (los silencios muchas veces son más importantes que lo que decimos). Los actores están formidables.
Ahora más que nunca amo los años 80.
Si ves el cine como una experiencia más allá del entretenimiento, una pasión que nos entrega a un mundo perfecto donde nos escondemos en personajes y historias que nos gustaría ser y vivir…Si ves el cine como lo veo yo , amarás Drive.
Nicolas Winding Ref. ha lanzado un mensaje tan poderoso al mundo del cine que solo nos queda estremecernos de placer en la butaca. El director deja que sea la propia película la que tome vida, respire. Un ser excepcional en forma de celuloide. Arte, cine…
Nos vamos a los ochenta, los sintetizadores son la banda sonora de unos Los Angeles llenos de luces de neón, vemos a un héroe solitario recorriendo las mismas calles que Michael Mann retrató excepcionalmente en Collateral. La tensión, la adrenalina, un personaje heredero de Alain Delon EL SILENCIO DE UN HOMBRE, unos seres con el alma más oscura que el tuétano, un niño, una madre, venganza…
DRIVE es cine. Puede ser un western moderno, una película independiente, una cinta de los años 80(añorando los tiempos de la Canon y Martin Riggs). Es icónica, brutal, parca en palabras (los silencios muchas veces son más importantes que lo que decimos). Los actores están formidables.
Ahora más que nunca amo los años 80.
Si ves el cine como una experiencia más allá del entretenimiento, una pasión que nos entrega a un mundo perfecto donde nos escondemos en personajes y historias que nos gustaría ser y vivir…Si ves el cine como lo veo yo , amarás Drive.
25 de diciembre de 2011
25 de diciembre de 2011
35 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
La conducción puede llegar a ser como un opiáceo. Ofrece una falsa sensación de libertad, de cierto poder, de dominar el asfalto, la velocidad que cosquillea en la boca del estómago. La cabina aísla del exterior y estás a solas contigo mismo, sientes seguridad en tus actos, el volante es una herramienta de control, el equipo de audio es el amigo con el que te comunicas mientras escuchas tu música favorita. Todo lo de fuera llega amortiguado, los cristales ligeramente tintados atenúan los perfiles, los sonidos externos parecen surgir desde un mundo de ficción. El resto de los vehículos con los que te cruzas son entes anónimos sin rostro, fantasmales robots fugaces que se sumergen en la niebla del olvido. Es como si en lugar de ser tú el que se desplaza, lo hiciese el paisaje circundante, todo está de paso, todo surge en un punto del horizonte allá al frente, para ser tragado por tu coche unos segundos más tarde, nada permanece, excepto el cielo, el sol, la luna y las estrellas, testigos silenciosos de tus andanzas que comprenden la adrenalina de la soledad al volante, que entienden el aislamiento de los solitarios.
No obstante, todo eso es ilusorio, porque en cualquier desliz de la carretera perdemos ese control que creíamos poseer y ya no somos dueños de nuestro destino, como no lo hemos sido nunca en realidad.
Driver avanza así por la vida, una prolongación de un volante, una sombra detrás de un cristal, sin detenerse. Pero conoce a Irene y ella es como el sol que, por más que uno corra quemando los neumáticos, siempre te mira desde las alturas. Y ya no hay control.
En la hipnosis de un sombrío Los Ángeles crepuscular de etéreas vistas y sintonías narcóticas de sintetizador, se construye una nueva visión del cine negro en el que un trémulo romanticismo redime de la sordidez y el salvajismo. Es la única recompensa de esa especie de héroe del inframundo, mancillado y condenado, que al darse de cara con un adorable rostro que no podrá olvidar perderá el dominio de su volante y ya sólo podrá verla a ella mientras su coche se precipita hacia el abismo.
No obstante, todo eso es ilusorio, porque en cualquier desliz de la carretera perdemos ese control que creíamos poseer y ya no somos dueños de nuestro destino, como no lo hemos sido nunca en realidad.
Driver avanza así por la vida, una prolongación de un volante, una sombra detrás de un cristal, sin detenerse. Pero conoce a Irene y ella es como el sol que, por más que uno corra quemando los neumáticos, siempre te mira desde las alturas. Y ya no hay control.
En la hipnosis de un sombrío Los Ángeles crepuscular de etéreas vistas y sintonías narcóticas de sintetizador, se construye una nueva visión del cine negro en el que un trémulo romanticismo redime de la sordidez y el salvajismo. Es la única recompensa de esa especie de héroe del inframundo, mancillado y condenado, que al darse de cara con un adorable rostro que no podrá olvidar perderá el dominio de su volante y ya sólo podrá verla a ella mientras su coche se precipita hacia el abismo.
3 de enero de 2012
3 de enero de 2012
100 de 175 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de los primeros 15 minutos, muy buenos e interesantes, la película se transforma en una sucesión de planos antinaturales, posturas forzadísimas y lamentables del protagonista (pensé que en cualquier momento nos haría la pregunta del título de esta crítica al estilo de José Mota, por no hablar de la sonrisa falsa). El guión me pareció de videojuego y hay una falta de química absoluta entre los protagonistas, si no se lo creen ellos es difícil que alguien se lo pueda creer (en el spoiler hablo de escenas que me parecen "memorables"). En general la dirección de actores me parece que es bastante penosa y los secundarios hacen lo que pueden pero no hay manera de salvar el estropicio del protagonista.
Por cierto, pensaba que no había un actor peor que Keanu Reeves, pero este Ryan Golsing me pareció peor incluso que Fran Perea (puede influir la dirección).
La fotografía se salva y es lo único interesante de la película en mi opinión. Realmente no me parece una malísima película, empieza muy bien pero es pretenciosa, mentirosa y está absolutamente vacía, por eso le doy esta nota, pero ni mucho menos he visto una obra maestra, es como mucho un buen videojuego.
Por cierto, pensaba que no había un actor peor que Keanu Reeves, pero este Ryan Golsing me pareció peor incluso que Fran Perea (puede influir la dirección).
La fotografía se salva y es lo único interesante de la película en mi opinión. Realmente no me parece una malísima película, empieza muy bien pero es pretenciosa, mentirosa y está absolutamente vacía, por eso le doy esta nota, pero ni mucho menos he visto una obra maestra, es como mucho un buen videojuego.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Estas son las escenas más "memorables" de la película para mí:
La del beso del ascensor, en la que parece que los "enamorados" tienen los brazos atados a la espalda.
Una conversación en que ella está sentada en el suelo y nuestro héroe mira al infinito y más allá, cuando se supone que están hablando entre ellos.
Cuando descubre al dueño del taller muerto y se va acercando lentamente(pero lento de verdad) y no sé lo que hace el protagonista, no lo sé, no puedo describirlo, habría que preguntarle que es lo que quería hacer.
Pero la secuencia estrella es cuando el protagonista entra en una especie de camerino donde hay varias señoritas con sus grandes pechos al aire(al más puro estilo Esteso-Pajares) y durante toda la secuencia, donde golpea al jefe del local, ninguna de ellas reacciona ni se mueve, manteniendo la pose...eso si, con los pechos bien presentes.
PD: prefiero una de Esteso y Pajares mil veces antes que esta.
La del beso del ascensor, en la que parece que los "enamorados" tienen los brazos atados a la espalda.
Una conversación en que ella está sentada en el suelo y nuestro héroe mira al infinito y más allá, cuando se supone que están hablando entre ellos.
Cuando descubre al dueño del taller muerto y se va acercando lentamente(pero lento de verdad) y no sé lo que hace el protagonista, no lo sé, no puedo describirlo, habría que preguntarle que es lo que quería hacer.
Pero la secuencia estrella es cuando el protagonista entra en una especie de camerino donde hay varias señoritas con sus grandes pechos al aire(al más puro estilo Esteso-Pajares) y durante toda la secuencia, donde golpea al jefe del local, ninguna de ellas reacciona ni se mueve, manteniendo la pose...eso si, con los pechos bien presentes.
PD: prefiero una de Esteso y Pajares mil veces antes que esta.
30 de enero de 2012
30 de enero de 2012
93 de 163 usuarios han encontrado esta crítica útil
-El disco de grandes éxitos de La Unión firmado y besado por el cantante.
-Un pelo púbico de Cesar Vidal.
-La foto de un tordo de Maria Teresa Campos cagado un día de resaca con gastroenteritis.
-El libro "De Halmeria al cielo" (autobiografía de David Bisbal).
-Un mechero sin gas con la inscripción: "Estuve en Cuenca y me acordé de tí."
-Un tampón usado de Rita Barberá.
-Una coca cola marca blanca del Lidl, sin gas y caliente.
-"Maktub", la película y el libro.
-Una cinta VHS de la comunión de Maria Dolores de Cospedal.
-Una suscripción de un año para poder ver todos los partidos de la segunda división "b" femenina de fútbol sala para ciegas en HD.
-14 DVDS con la adaptación de Los Serrano que hizo la televisión moldava.
-Un bocadillo de esparto y clavos con tomate restregado.
-Un candado oxidado con tétanos sin llave.
-Tres CDs con canciones de la guerra civil adaptado por la batukada de timbales de la Comisión de Asuntos Espirituales y cuencos tibetanos 15M de la Asamblea de Móstoles.
-Unas fotos de Woopy Goldberg en bikini tomadas en 2009.
-Unas entradas para la adaptación teatral de "Caótica Ana" protagonizada por Toni Cantó en el papel de Ana y escrita por Melendi.
-El diario personal de Pedro Ruiz desde sus 9 años hasta los 63, con poesías incluídas de su puño y letra.
-Un puzzle de 5000 piezas del BOE georgiano.
Esta es la lista de cosas que me llevaría a una isla desierta antes que la película "Drive".
-Un pelo púbico de Cesar Vidal.
-La foto de un tordo de Maria Teresa Campos cagado un día de resaca con gastroenteritis.
-El libro "De Halmeria al cielo" (autobiografía de David Bisbal).
-Un mechero sin gas con la inscripción: "Estuve en Cuenca y me acordé de tí."
-Un tampón usado de Rita Barberá.
-Una coca cola marca blanca del Lidl, sin gas y caliente.
-"Maktub", la película y el libro.
-Una cinta VHS de la comunión de Maria Dolores de Cospedal.
-Una suscripción de un año para poder ver todos los partidos de la segunda división "b" femenina de fútbol sala para ciegas en HD.
-14 DVDS con la adaptación de Los Serrano que hizo la televisión moldava.
-Un bocadillo de esparto y clavos con tomate restregado.
-Un candado oxidado con tétanos sin llave.
-Tres CDs con canciones de la guerra civil adaptado por la batukada de timbales de la Comisión de Asuntos Espirituales y cuencos tibetanos 15M de la Asamblea de Móstoles.
-Unas fotos de Woopy Goldberg en bikini tomadas en 2009.
-Unas entradas para la adaptación teatral de "Caótica Ana" protagonizada por Toni Cantó en el papel de Ana y escrita por Melendi.
-El diario personal de Pedro Ruiz desde sus 9 años hasta los 63, con poesías incluídas de su puño y letra.
-Un puzzle de 5000 piezas del BOE georgiano.
Esta es la lista de cosas que me llevaría a una isla desierta antes que la película "Drive".
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