Inquebrantable
2014 

6.3
19,112
Drama
Narra la historia real de Louis Zamperini, un joven que, tras participar en los Juegos Olímpicos de 1936, se alistó en las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos para luchar en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Cuando el bombardero en el que combatía se estrelló en medio del Pacífico, navegó a la deriva hasta que fue capturado por los japoneses. (FILMAFFINITY)
29 de enero de 2015
29 de enero de 2015
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película basada en el libro homónimo escrito por la autora Laura Hillenbrand, es el segundo largometraje de su realizadora, donde toca nuevamente el tema de la guerra, con guion escrito por los hermanos Joel e Ethan Coen junto a Richard LaGravenese, se ambienta en la II Guerra Mundial y se centra en Louis Zamperini (Jack O’Connell), un atleta estadounidense que incluso participó en las Olimpiadas de 1936.
Zamperini sirve en las fuerzas aéreas durante el conflicto, un día durante una misión el avión en el que iba se estrelló en el Océano Pacífico, quedando a la deriva durante muchos días junto a dos compañeros, posteriormente fueron “salvados” por un barco japonés que obviamente los retiene como prisioneros de guerra, en ese punto inicia otro segmento del film que se centra en los abusos físicos y emocionales que el protagonista sufre estando como prisionero.
Unbroken es como ver tres películas en una, la primera centrada en todo lo referente a ser corredor de atletismo y su anhelo por alcanzar alguna medalla en las Olimpiadas, la segunda, lo referente a su accionar en la guerra y el tiempo que estuvo perdido en el mar, la última, se refiere a todo lo que le sucede en suelo japonés. El montaje a cargo de los experimentados William Goldenberg (Heat, Argo, Zero Dark Thirty) y Tim Squyres (Life of Pi) y el guion intentan esforzarse para que todo se adicione a la perfección, pero no siempre lo consiguen, se quiere contar demasiado y se resiente el ritmo, en especial los flashback, se pudo haber hecho un mejor trabajo.
El film está bien hecho, algunas secuencias portentosas, en especial las referidas a la guerra, en el avión y en el mar. El discurso que intenta vender es el de la superación personal de este individuo que tuvo que luchar para salir adelante ante las terribles adversidades, por lo que juega con el sentimentalismo barato en muchísimos tractos, secuencias más largas de lo que pudieron haber sido, ataques y golpes que buscan desmoralizar a Zamperini, se forja fácilmente un antihéroe, un nemesis despiadado al que el espectador va a odiar. E incluso se dejan hacer una alegoría a Jesucristo crucificado, para finalmente decir que la fe fue lo que movió a este hombre a mantenerse ante las adversidades.
Lo que construye Unbroken a lo interno es consecuente con lo que quiere mostrar o dar a entender, aplicar esta serie de cuestiones relatadas en el párrafo anterior hacen que dicha construcción sea más sencilla de llegar al espectador, que va a simpatizar obviamente con él. Innecesariamente larga, Jolie se pule con una dirección grandilocuente ante una producción enorme, el elenco se encuentra bien aunque Takamasa Ishihara se antoja un tanto soso, intencional o no tanta frialdad llega a molestar.
Unbroken es simplemente más forma que contenido.
Zamperini sirve en las fuerzas aéreas durante el conflicto, un día durante una misión el avión en el que iba se estrelló en el Océano Pacífico, quedando a la deriva durante muchos días junto a dos compañeros, posteriormente fueron “salvados” por un barco japonés que obviamente los retiene como prisioneros de guerra, en ese punto inicia otro segmento del film que se centra en los abusos físicos y emocionales que el protagonista sufre estando como prisionero.
Unbroken es como ver tres películas en una, la primera centrada en todo lo referente a ser corredor de atletismo y su anhelo por alcanzar alguna medalla en las Olimpiadas, la segunda, lo referente a su accionar en la guerra y el tiempo que estuvo perdido en el mar, la última, se refiere a todo lo que le sucede en suelo japonés. El montaje a cargo de los experimentados William Goldenberg (Heat, Argo, Zero Dark Thirty) y Tim Squyres (Life of Pi) y el guion intentan esforzarse para que todo se adicione a la perfección, pero no siempre lo consiguen, se quiere contar demasiado y se resiente el ritmo, en especial los flashback, se pudo haber hecho un mejor trabajo.
El film está bien hecho, algunas secuencias portentosas, en especial las referidas a la guerra, en el avión y en el mar. El discurso que intenta vender es el de la superación personal de este individuo que tuvo que luchar para salir adelante ante las terribles adversidades, por lo que juega con el sentimentalismo barato en muchísimos tractos, secuencias más largas de lo que pudieron haber sido, ataques y golpes que buscan desmoralizar a Zamperini, se forja fácilmente un antihéroe, un nemesis despiadado al que el espectador va a odiar. E incluso se dejan hacer una alegoría a Jesucristo crucificado, para finalmente decir que la fe fue lo que movió a este hombre a mantenerse ante las adversidades.
Lo que construye Unbroken a lo interno es consecuente con lo que quiere mostrar o dar a entender, aplicar esta serie de cuestiones relatadas en el párrafo anterior hacen que dicha construcción sea más sencilla de llegar al espectador, que va a simpatizar obviamente con él. Innecesariamente larga, Jolie se pule con una dirección grandilocuente ante una producción enorme, el elenco se encuentra bien aunque Takamasa Ishihara se antoja un tanto soso, intencional o no tanta frialdad llega a molestar.
Unbroken es simplemente más forma que contenido.
25 de diciembre de 2014
25 de diciembre de 2014
19 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta crítica está basada en hechos reales... así que, por favor, sé indulgente con ella. Hará medio año, la cantante Miley Cyrus, que es muy bella, inteligente y virtuosa, ordenó a su séquito de esclavos que salieran a la calle y que le buscaran a un vagabundo. Pero no a uno cualquiera. A uno muy guapo, que luciera bien ante las cámaras... pero no tanto como ella. Sus súbditos prefirieron no preguntar ''por qué'', pues a esas alturas confiaban plenamente en el criterio de su maestra. Ella sabría lo que se hacía... y efectivamente. Cuando llegó la hora de recoger su premio en los Video Music Awards, la diva decidió que la estatuilla la iría a recoger su nueva adquisición, que llevaba por nombre, Jesse Helt. El mundo (del petardeo) quedó deslumbrado. Por la guapura de aquel chaval, está claro, pero sobre todo por el mar de lágrimas vertido por Miley, quien casualmente se había puesto, para presenciar la escenita, en una posición nada discreta. El realizador aplaudió hasta que le sangraron las manos, y todo lo que vino después, poco o nada nos interesa ahora mismo.
El caso es que quedó patente, una vez más, que sigue habiendo esa convicción (al menos por parte de las estrellitas) consistente en que el atajo más rápido para llegar al corazón del gran público, es el de la lágrima. Poco importa que ésta sea fácil. Qué diablos, el espectador medio es un flojo bobalicón con especial predilección para con este tipo de barateces sentimentaloides. Y ya se sabe, el beneplácito del populacho puede ir acompañado del académico, y con éste último, a uno se le abren las puertas del Olimpo. Angelina Jolie nació ahí mismo. De hecho, seguramente lo construyó ella, pero como es una persona tan humilde y cercana a los problemas de los pobres mortales, de vez en cuando ve necesario bajar de sus divinas alturas para echarnos una pequeña ayudita. Si además nosotros tenemos la decencia de darle las gracias (por librarnos de nuestra ignorancia e insensibilidad), entonces el mundo se habrá convertido en un sitio un poco mejor en el que vivir.
'Invencible', segunda aventura como directora por parte de Angelina Jolie (después de la indignantemente desastrosa 'En tierra de sangre y miel'), tiene todos los elementos para erigirse en una nueva cima de la lacrimógena cinematográfica de prestigio. La última etiqueta podría (o debería) ponerse entre comillas, pues viene dada por algo tan vulgar como el dinero y, seguramente, una serie de favores cobrados. Hablemos, por ejemplo, de Ethan y Joel Coen, o de Alexandre Desplat, cuyos nombres (no está tan claro que pueda decirse lo mismo de su talento) figuran en los títulos de crédito del filme que ahora nos ocupa. Hablemos también, y por supuesto, de una historia basadísima en hechos reales, tal y como los títulos de inicio (y los finales, casi a modo de prueba pericial en un juicio ético del Hollywood de toda la vida) se encargan de recordarnos. Ante esto último, no tarda en confirmarse la mala noticia de casi siempre en este tipo de producto.
Y es que tal y como suele suceder con las películas que trabajan con temas supuestamente comprometidos, la persona detrás de ellas acostumbran a ver dicha tesitura como una excusa, y no como la responsabilidad que debería ser. En el caso de 'Invencible', la historia nos sirve, grosso modo, un ejemplo encomiable de tenacidad y superación, que son, tengámoslo en cuenta, dos de los pilares sobre los que se asienta el erotismo moral de occidente. En este sentido, no es casual que sin haber superado todavía los primeros treinta minutos de metraje (en un total de más de dos horas y cuarto, peligro), se hayan repetido ya, casi hasta la saciedad, mantras tan saciados en sí mismos como ''Quien lucha sin descanso, triunfa'', ó ''Tienes que creer...'', ó ''Un momento de dolor compensa una vida de gloria'' (¿o era al revés?). El compendio de eslóganes de autoayuda (que podrían haberse encontrado perfectamente en cualquier posavasos de cualquier bar de mala muerte) es al mismo tiempo la mejor (o peor, según como se mire) carta de presentación de 'Invencible'.
No se trata de la incontestable contundencia del mensaje, sino de la falta de sutileza a la hora de lanzarlo... una y otra vez, para así pulir (casi hasta alcanzar la perfección) el arte de la paliza. Louis Zamperini, atleta olímpico en los Juegos de Berlín, se alistó poco después de éstos, a las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos para combatir en la Segunda Guerra Mundial. Durante el conflicto, y después de un calvario de casi cincuenta días en altamar, fue preso por las tropas imperiales japonesas, las cuales, como sabemos, en sus días de mayor inspiración, podían hacer parecer a los nazis como unas auténticas hermanitas de la caridad. Por supuesto, las puertas del infierno se abrieron de par en par para el pobre Zamperini. Malos tratos a nivel físico y moral. Día sí, día también. Sin rayo de luz vislumbrable al final del túnel. Afortunadamente para él, la vida le tenía una última sorpresa guardada; una especie de última -y merecidísima- tregua... morirse antes de asistir al preestreno de 'Invencible'.
El caso es que quedó patente, una vez más, que sigue habiendo esa convicción (al menos por parte de las estrellitas) consistente en que el atajo más rápido para llegar al corazón del gran público, es el de la lágrima. Poco importa que ésta sea fácil. Qué diablos, el espectador medio es un flojo bobalicón con especial predilección para con este tipo de barateces sentimentaloides. Y ya se sabe, el beneplácito del populacho puede ir acompañado del académico, y con éste último, a uno se le abren las puertas del Olimpo. Angelina Jolie nació ahí mismo. De hecho, seguramente lo construyó ella, pero como es una persona tan humilde y cercana a los problemas de los pobres mortales, de vez en cuando ve necesario bajar de sus divinas alturas para echarnos una pequeña ayudita. Si además nosotros tenemos la decencia de darle las gracias (por librarnos de nuestra ignorancia e insensibilidad), entonces el mundo se habrá convertido en un sitio un poco mejor en el que vivir.
'Invencible', segunda aventura como directora por parte de Angelina Jolie (después de la indignantemente desastrosa 'En tierra de sangre y miel'), tiene todos los elementos para erigirse en una nueva cima de la lacrimógena cinematográfica de prestigio. La última etiqueta podría (o debería) ponerse entre comillas, pues viene dada por algo tan vulgar como el dinero y, seguramente, una serie de favores cobrados. Hablemos, por ejemplo, de Ethan y Joel Coen, o de Alexandre Desplat, cuyos nombres (no está tan claro que pueda decirse lo mismo de su talento) figuran en los títulos de crédito del filme que ahora nos ocupa. Hablemos también, y por supuesto, de una historia basadísima en hechos reales, tal y como los títulos de inicio (y los finales, casi a modo de prueba pericial en un juicio ético del Hollywood de toda la vida) se encargan de recordarnos. Ante esto último, no tarda en confirmarse la mala noticia de casi siempre en este tipo de producto.
Y es que tal y como suele suceder con las películas que trabajan con temas supuestamente comprometidos, la persona detrás de ellas acostumbran a ver dicha tesitura como una excusa, y no como la responsabilidad que debería ser. En el caso de 'Invencible', la historia nos sirve, grosso modo, un ejemplo encomiable de tenacidad y superación, que son, tengámoslo en cuenta, dos de los pilares sobre los que se asienta el erotismo moral de occidente. En este sentido, no es casual que sin haber superado todavía los primeros treinta minutos de metraje (en un total de más de dos horas y cuarto, peligro), se hayan repetido ya, casi hasta la saciedad, mantras tan saciados en sí mismos como ''Quien lucha sin descanso, triunfa'', ó ''Tienes que creer...'', ó ''Un momento de dolor compensa una vida de gloria'' (¿o era al revés?). El compendio de eslóganes de autoayuda (que podrían haberse encontrado perfectamente en cualquier posavasos de cualquier bar de mala muerte) es al mismo tiempo la mejor (o peor, según como se mire) carta de presentación de 'Invencible'.
No se trata de la incontestable contundencia del mensaje, sino de la falta de sutileza a la hora de lanzarlo... una y otra vez, para así pulir (casi hasta alcanzar la perfección) el arte de la paliza. Louis Zamperini, atleta olímpico en los Juegos de Berlín, se alistó poco después de éstos, a las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos para combatir en la Segunda Guerra Mundial. Durante el conflicto, y después de un calvario de casi cincuenta días en altamar, fue preso por las tropas imperiales japonesas, las cuales, como sabemos, en sus días de mayor inspiración, podían hacer parecer a los nazis como unas auténticas hermanitas de la caridad. Por supuesto, las puertas del infierno se abrieron de par en par para el pobre Zamperini. Malos tratos a nivel físico y moral. Día sí, día también. Sin rayo de luz vislumbrable al final del túnel. Afortunadamente para él, la vida le tenía una última sorpresa guardada; una especie de última -y merecidísima- tregua... morirse antes de asistir al preestreno de 'Invencible'.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y perdón si este texto se ha contagiado de la falta de sensibilidad de la máxima responsable de este despropósito. Más allá de algún que otro tramo mínimamente bien llevado (el de los 45 días de via crucis marino, y pare de contar) o de algún momento en concreto cuya -limitada- potencia es atribuible más al músculo financiero de la producción que no a cualquier indicio que huela lo más mínimo a autoría, 'Invencible' destaca sólo por su alarmante falta de personalidad, además de por su cansina reiteración de un mensaje virtuoso, convertido rápidamente en una tortura dirigida hacia el patio de butacas. El crimen se agrava cuando uno entiende que Louis Zamperini se ha convertido en el Jesse Helt de alguien empeñado en que el mundo entero vea lo bien que llora. Debería haber lágrimas, sí. De emoción, de tristeza, de esperanza... pero a la práctica sólo asoman las de los bostezos. Es tal el descaro y el maniqueísmo con el que el filme incide en el sufrimiento humano (así como en la posibilidad final de redención), que en más de una ocasión da la sensación de ser una auto-parodia... aunque claro, para esto último se requiere una inteligencia y/o salud mental de las cuales Angelina Jolie (por lo que atestiguan sus dos trabajos como directora) parece carecer.
26 de septiembre de 2015
26 de septiembre de 2015
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que no te confundan, no es una película sobre atletismo, es una película bélica.
Y como en toda película bélica, se muestra el escenario desde el punto de vista de uno de los dos bandos.
Como en toda película estadounidense, se muestra desde el lado americano, qué original.
Este hecho no quita que la película tenga calidad formal, ya que cuenta con el apoyo de una productora. ¿Nominada a mejor fotografía? -Puedo estar de acuerdo. Pero, ¿de qué sirve? Los efectos sonoros, y los adornos resultan secundarios. Lo que realmente importa es el mensaje y las ideas que se transmiten.
Escena tras escena de un japonés golpeando a un heroico americano no me parece una forma objetiva de mostrar los hechos, aunque sea una historia verídica. ¿Qué hay de lo que los americanos hicieron con sus enemigos? Ah no, que eso no interesa mostrarlo, lo único que interesa es reforzar ese inútil pero intenso sentimiento de patriotismo que Hollywood nos vende. El paso más fácil y directo hacia el nacionalismo y la xenofobia.
Otra americanada más.
Y como en toda película bélica, se muestra el escenario desde el punto de vista de uno de los dos bandos.
Como en toda película estadounidense, se muestra desde el lado americano, qué original.
Este hecho no quita que la película tenga calidad formal, ya que cuenta con el apoyo de una productora. ¿Nominada a mejor fotografía? -Puedo estar de acuerdo. Pero, ¿de qué sirve? Los efectos sonoros, y los adornos resultan secundarios. Lo que realmente importa es el mensaje y las ideas que se transmiten.
Escena tras escena de un japonés golpeando a un heroico americano no me parece una forma objetiva de mostrar los hechos, aunque sea una historia verídica. ¿Qué hay de lo que los americanos hicieron con sus enemigos? Ah no, que eso no interesa mostrarlo, lo único que interesa es reforzar ese inútil pero intenso sentimiento de patriotismo que Hollywood nos vende. El paso más fácil y directo hacia el nacionalismo y la xenofobia.
Otra americanada más.
29 de octubre de 2015
29 de octubre de 2015
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Decepcionante trabajo de Angelina Jolie como directora. Aunque solo parcialmente, película muy bien trabajada a nivel técnico, buena fotografia, banda sonora y poco mas. La típica historia del americano bueno (aunque de ascendencia italiana), que tiene valores, honestidad, sacrificio y honor, que lucha contra los malos, despiadados, sin corazon y sádicos Japoneses (en este caso, cada película bélica americana va variando en función de la guerra). Es una pena, que lo que podria ser una buena película, acabe siendo mas publicidad de la que los americanos nos tienen acostumbrados, porque ni el tal Louis Zamperini, seria tan bueno y abnegado como nos venden, ni el oficial Japones tan sádico como nos venden desde Usa.
28 de diciembre de 2014
28 de diciembre de 2014
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Angelina Jolie está detrás de la dirección de 'Invencible', película basada en la vida real y a su vez, en la biografía sobre el atleta olímpico y prisionero de guerra Louis Zamperini, 'Invencible: Una historia de supervivencia, valor y resistencia durante la II Guerra Mundial' de Laura Hillenbrand. Después de salir del cine, lo primero que dije fue, que no es un peliculón, pero si es una cinta que está bastante bien y además, la cruda historia de Zamperini (ejemplo de superación) es interesante. Un correcto pero simple guión de los hermanos Coen. La película narrativamente, y en su aspecto técnico-visual se asemeja al estilo de Eastwood. Angelina en su faceta como directora planifica muy bien las escenas, y sobretodo demuestra que sabe dirigir a los actores (Jack O'Connell como 'Louis Zamperini' y el artista musical japonés Miyavi como 'Mutsuhiro 'El Pájaro' Watanabe') son la prueba. Resalta la sensacional música de Alexandre Desplat, la elegante fotografía, y un más que destacable diseño de producción.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Curiosidades:
- Louis Zamperini ha sido la gran inspiración motivadora de Angelina, y en propias palabras de la directora dijo: 'Louis Zamperini me cambió la vida, y nunca encontraré a nadie como el'.
- Zamperini falleció este pasado verano de 2014 a los 97 años, y tan solo pudo llegar a ver un montaje de la película.
- Miyavi quien interpreta al sádico y cruel oficial japonés Mutsuhiro 'El Pájaro' Watanabe del campo de concentración, lo pasó realmente mal durante el rodaje de algunas secuencias duras.
- En la vida real, Mutsuhiro 'El Pájaro' Watanabe quien torturó, abusó y maltrató constantemente a Louis Zamperini durante su estancia en el campo de concentración, al finalizar la guerra escapó, y años más tarde, Louis Zamperini quiso reconciliarse con él, pero Mutsuhiro Watanabe se negó.
- Louis Zamperini ha sido la gran inspiración motivadora de Angelina, y en propias palabras de la directora dijo: 'Louis Zamperini me cambió la vida, y nunca encontraré a nadie como el'.
- Zamperini falleció este pasado verano de 2014 a los 97 años, y tan solo pudo llegar a ver un montaje de la película.
- Miyavi quien interpreta al sádico y cruel oficial japonés Mutsuhiro 'El Pájaro' Watanabe del campo de concentración, lo pasó realmente mal durante el rodaje de algunas secuencias duras.
- En la vida real, Mutsuhiro 'El Pájaro' Watanabe quien torturó, abusó y maltrató constantemente a Louis Zamperini durante su estancia en el campo de concentración, al finalizar la guerra escapó, y años más tarde, Louis Zamperini quiso reconciliarse con él, pero Mutsuhiro Watanabe se negó.
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