HelixSerie
2014 

Cameron Porsandeh (Creador), Jeffrey Reiner ...
5.4
1,750
Serie de TV. Ciencia ficción. Thriller
Serie de TV (2014-2015). 2 temporadas. Un grupo de científicos del Centro de Control de Enfermedades se desplazan a una base de investigación de alta tecnología en el Ártico para investigar lo que parece un brote de una enfermedad. Por supuesto, enseguida acaban envueltos en algo mucho más serio y que tiene el potencial de acabar con toda la raza humana. (FILMAFFINITY)
14 de diciembre de 2014
14 de diciembre de 2014
4 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muchos aspectos negativos podrían criticársele a Helix: sobreactuaciones, giros demasiado forzados...
Pero creo que hay algunas buenas razones para verla, y espero la segunda temporada.
La elección musical me parece espectacular; resulta más tenebrosa cuanto incongruente, le otorga un toque de morbo inigualabe. Las escenas más macabras con música de comedia romántica es genial, especialmente porque rompe el estereotipo. Creo que esa elección fue arriesgada, y para mí funcionó espectacularmente.
Atrapa la narrativa: ágil, sorprendente.
Mark Ghanimé, el actor canadiense que además de bello, encarna uno de los personajes más interesantes de la serie, el mayor Sergio Balleseros. Contrariamente al personaje interpretado por Billy Campbell, (dr. Alan Farragut, bueno, predecible y aburrido) el mayor Balleseros es todo un misterio, un personaje que se transforma, es galán y villano, odioso y adorable, cínico enamorado.
Como entretenida funciona muy bien, sin pretenciones de intelectualidad ni demasiados moralismos.
Un 8 y que se repita.
Pero creo que hay algunas buenas razones para verla, y espero la segunda temporada.
La elección musical me parece espectacular; resulta más tenebrosa cuanto incongruente, le otorga un toque de morbo inigualabe. Las escenas más macabras con música de comedia romántica es genial, especialmente porque rompe el estereotipo. Creo que esa elección fue arriesgada, y para mí funcionó espectacularmente.
Atrapa la narrativa: ágil, sorprendente.
Mark Ghanimé, el actor canadiense que además de bello, encarna uno de los personajes más interesantes de la serie, el mayor Sergio Balleseros. Contrariamente al personaje interpretado por Billy Campbell, (dr. Alan Farragut, bueno, predecible y aburrido) el mayor Balleseros es todo un misterio, un personaje que se transforma, es galán y villano, odioso y adorable, cínico enamorado.
Como entretenida funciona muy bien, sin pretenciones de intelectualidad ni demasiados moralismos.
Un 8 y que se repita.
10 de agosto de 2015
10 de agosto de 2015
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Crítica escrita tras ver las dos temporadas.
Una base científica en el Ártico y un virus. Así de simple y así de buena.
Los creadores de la serie saben jugar con algunos elementos clásicos de la ciencia ficción (no en vano recuerda a “La cosa”, “Alien” y a la primera de “Resident evil”) pero combinándolos con sapiencia para ofrecer algo nuevo en el trillado mundo de las series de televisión.
La intriga comienza casi en el primer momento, y se va manteniendo a lo largo de los episodios, cosa que no muchas series consiguen.
A pesar de desarrollarse en un único entorno, la variedad de personajes y situaciones enganchan con una facilidad pasmosa, pues prácticamente desde el primer episodio atrapa y dan muchas ganas de ver el siguiente. Además, lo del ambiente cerrado consigue transmitir más agobio y claustrofobia por el aislamiento y la incapacidad de huir, un elemento muy típico en el género, pero que no por eso deja de ser efectivo.
Como suele suceder, los actores son bastante desconocidos, pero cumplen.
Los efectos especiales sí que tienen altibajos, supongo que por cuestión presupuestaria. Aunque el maquillaje de los pacientes está muy bien, los ratones y monos, hechos por ordenador, pegan bastante el cante.
Hay que destacar que, aunque algunos acontecimientos se pueden llegar a prever, en general sabe sorprender, sobre todo al final de cada capítulo.
Una serie más que interesante, que sin embargo no ha tenido tanta repercusión ni en webs de televisión ni en redes sociales, para lo bien que está.
En cuanto a la segunda temporada, me gusta que le hayan dado un giro a toda la historia, cambiando completamente la situación.
Esta isla cargada de misterios, inevitablemente nos recuerda a “Perdidos”. Tiene saltos temporales y mucha intriga. Al menos los guionistas se han esforzado por no volver a ofrecer más de lo mismo, sobre todo teniendo en cuenta que las tramas de la primera temporada quedaron con pocos cabos sueltos.
Desgraciadamente, hay que reconocer que en general pierde algunos puntos por las idas de olla del guión (ver “spoilers”).
Una cosa que no me ha gustado de la serie es la elección de la música. En varias ocasiones ponen una canción de fondo que no pega nada en absoluto con la acción vista en imágenes. Esto saca de contexto, y más bien parece que estuviera pensado para ofrecer un poco de humor sin venir a cuento, en una historia demasiado seria.
No hay que olvidar el final, que deja alguna que otra puerta abierta, pero como la serie fue cancelada, nos quedaremos con las ganas.
Una base científica en el Ártico y un virus. Así de simple y así de buena.
Los creadores de la serie saben jugar con algunos elementos clásicos de la ciencia ficción (no en vano recuerda a “La cosa”, “Alien” y a la primera de “Resident evil”) pero combinándolos con sapiencia para ofrecer algo nuevo en el trillado mundo de las series de televisión.
La intriga comienza casi en el primer momento, y se va manteniendo a lo largo de los episodios, cosa que no muchas series consiguen.
A pesar de desarrollarse en un único entorno, la variedad de personajes y situaciones enganchan con una facilidad pasmosa, pues prácticamente desde el primer episodio atrapa y dan muchas ganas de ver el siguiente. Además, lo del ambiente cerrado consigue transmitir más agobio y claustrofobia por el aislamiento y la incapacidad de huir, un elemento muy típico en el género, pero que no por eso deja de ser efectivo.
Como suele suceder, los actores son bastante desconocidos, pero cumplen.
Los efectos especiales sí que tienen altibajos, supongo que por cuestión presupuestaria. Aunque el maquillaje de los pacientes está muy bien, los ratones y monos, hechos por ordenador, pegan bastante el cante.
Hay que destacar que, aunque algunos acontecimientos se pueden llegar a prever, en general sabe sorprender, sobre todo al final de cada capítulo.
Una serie más que interesante, que sin embargo no ha tenido tanta repercusión ni en webs de televisión ni en redes sociales, para lo bien que está.
En cuanto a la segunda temporada, me gusta que le hayan dado un giro a toda la historia, cambiando completamente la situación.
Esta isla cargada de misterios, inevitablemente nos recuerda a “Perdidos”. Tiene saltos temporales y mucha intriga. Al menos los guionistas se han esforzado por no volver a ofrecer más de lo mismo, sobre todo teniendo en cuenta que las tramas de la primera temporada quedaron con pocos cabos sueltos.
Desgraciadamente, hay que reconocer que en general pierde algunos puntos por las idas de olla del guión (ver “spoilers”).
Una cosa que no me ha gustado de la serie es la elección de la música. En varias ocasiones ponen una canción de fondo que no pega nada en absoluto con la acción vista en imágenes. Esto saca de contexto, y más bien parece que estuviera pensado para ofrecer un poco de humor sin venir a cuento, en una historia demasiado seria.
No hay que olvidar el final, que deja alguna que otra puerta abierta, pero como la serie fue cancelada, nos quedaremos con las ganas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Señoras y señores, conozcan a “Randy” mutado, la versión mejorada de aquel malo de “Robocop” al que le cayó el ácido y fue atropellado momentos después.
Vean también como una eminente doctora es capaz de llevar a su feto nonato en un bonito frasco dentro de una mochila para correr de aquí para allá como si tal cosa.
Estas paranoias estropean el resultado final de los últimos episodios.
Vean también como una eminente doctora es capaz de llevar a su feto nonato en un bonito frasco dentro de una mochila para correr de aquí para allá como si tal cosa.
Estas paranoias estropean el resultado final de los últimos episodios.
6 de septiembre de 2015
6 de septiembre de 2015
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adictiva a grandes rasgos, la trama esconde momentos interesantes. Tiene grandes picos de misterio a lo largo de la historia pero con explicaciones tardías que pueden generar más intriga y ser la pescadilla que se muerde la cola, es decir, pecar del misterio del misterio (bis); o por otra parte tener explicaciones que son tan predecibles que hacen que pierdan la gracia de aquellas primeras incógnitas al inicio de la trama. Los dramas personales para dotar la serie de un carácter emocional carecen de lógica, a excepción de algunas de ellas que son contadas. Los personajes poseen demasiada humanidad o en su contrariedad demasiada malicia y sino un punto intermedio: falsos o tontos. La temática científica y empresarial detrás de un virus es algo que ya se ha visto en muchas cintas anteriores y no sorprende, aunque lo tratan de manera más bizarra y realista. La narrativa de los diálogos se hace a veces muy sencilla de ver o vislumbrar, aunque sorprende en ciertos momentos. Los efectos digitales rozan la broma. En general es una buena serie para entretenerse y como siempre mejorable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
1ª Temporada
Adictiva a grandes rasgos con los primeros capítulos, la mitad de la trama esconde momentos interesantes y el “gran boom” final se sobrecarga de manera empalagosa pero sorprendiendo. Tiene grandes picos de misterio a lo largo de la historia pero con explicaciones tardías que pueden generar más intriga y ser la pescadilla que se muerde la cola, es decir, pecar del misterio del misterio (bis); o por otra parte tener explicaciones que son tan predecibles que hacen que pierdan la gracia de aquellas primeras incógnitas, al inicio de la trama. Los dramas personales para dotar la serie de un carácter emocional carecen de lógica, a excepción de algunas de ellas que son contadas. Los personajes poseen demasiada humanidad o en su contrariedad demasiada malicia y sino un punto intermedio: falsos o tontos. Los efectos digitales rozan la broma. En general es una buena serie para entretenerse y como siempre mejorable.
La temática científica y empresarial detrás de un virus, o una cura para destruir el mundo, dominarlo o perfeccionarlo, donde hay una gran organización secreta que está detrás de todo, es algo que ya se ha visto en muchas cintas anteriores y no sorprende. La narrativa de los diálogos se hace a veces muy sencilla de ver o vislumbrar, aunque sorprende en ciertos momentos.
El lugar donde suceden los hechos es enigmático, secreto, escondido… pero muy de Expediente X. Siempre me causo gracia, el efecto de los desiertos, polos, selvas primitivas, etc… como lugares donde sospechar tramas secretas estatales, científicas o extraterrestres. La construcción o emplazamiento científico recuerda a aquella enorme cárcel de fortaleza infernal 1992 o a películas de índole ciberpunk donde las sociedades viven e investigan bajo el subsuelo como Twelve Monkeys 1995, etc...
En cuanto a los personajes principales decir:
Hiroshi Hatake es el mejor de todos, a todos los niveles en la primera temporada.
Julia es un personaje estúpido que se revela maestro en el ultimo episodio con un culebrón paternal.
Jordan es un personaje pastoso y aburrido que exprime demasiado durante la temporada el tema de su cáncer de manera melodramática junto con el drama de su amiga vírica.
Neiper es el medio zombie de café negro que esperábamos que mutase en algo cercano a Resident Evil y dominase el mundo para luego solo convertirse en otro humano con pocos principios al servicio de un niñato sacado de Disney Channel.
Miksa es un personaje con problemas transitorios de identidad paterno filial adoptiva que cuando se descubre así mismo se suicida, personaje abandonado.
Ballesteros es el Ken del principio de la serie, con un papel fulminante como traidor. Lo convierten en comediante latino de telenovela en el polo norte en casi toda la serie.
Adictiva a grandes rasgos con los primeros capítulos, la mitad de la trama esconde momentos interesantes y el “gran boom” final se sobrecarga de manera empalagosa pero sorprendiendo. Tiene grandes picos de misterio a lo largo de la historia pero con explicaciones tardías que pueden generar más intriga y ser la pescadilla que se muerde la cola, es decir, pecar del misterio del misterio (bis); o por otra parte tener explicaciones que son tan predecibles que hacen que pierdan la gracia de aquellas primeras incógnitas, al inicio de la trama. Los dramas personales para dotar la serie de un carácter emocional carecen de lógica, a excepción de algunas de ellas que son contadas. Los personajes poseen demasiada humanidad o en su contrariedad demasiada malicia y sino un punto intermedio: falsos o tontos. Los efectos digitales rozan la broma. En general es una buena serie para entretenerse y como siempre mejorable.
La temática científica y empresarial detrás de un virus, o una cura para destruir el mundo, dominarlo o perfeccionarlo, donde hay una gran organización secreta que está detrás de todo, es algo que ya se ha visto en muchas cintas anteriores y no sorprende. La narrativa de los diálogos se hace a veces muy sencilla de ver o vislumbrar, aunque sorprende en ciertos momentos.
El lugar donde suceden los hechos es enigmático, secreto, escondido… pero muy de Expediente X. Siempre me causo gracia, el efecto de los desiertos, polos, selvas primitivas, etc… como lugares donde sospechar tramas secretas estatales, científicas o extraterrestres. La construcción o emplazamiento científico recuerda a aquella enorme cárcel de fortaleza infernal 1992 o a películas de índole ciberpunk donde las sociedades viven e investigan bajo el subsuelo como Twelve Monkeys 1995, etc...
En cuanto a los personajes principales decir:
Hiroshi Hatake es el mejor de todos, a todos los niveles en la primera temporada.
Julia es un personaje estúpido que se revela maestro en el ultimo episodio con un culebrón paternal.
Jordan es un personaje pastoso y aburrido que exprime demasiado durante la temporada el tema de su cáncer de manera melodramática junto con el drama de su amiga vírica.
Neiper es el medio zombie de café negro que esperábamos que mutase en algo cercano a Resident Evil y dominase el mundo para luego solo convertirse en otro humano con pocos principios al servicio de un niñato sacado de Disney Channel.
Miksa es un personaje con problemas transitorios de identidad paterno filial adoptiva que cuando se descubre así mismo se suicida, personaje abandonado.
Ballesteros es el Ken del principio de la serie, con un papel fulminante como traidor. Lo convierten en comediante latino de telenovela en el polo norte en casi toda la serie.
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