La maniobra de la tortuga
2022 

5.4
1,517
Thriller
El inspector Manuel Bianquetti se ve forzado a aceptar un traslado a la comisaría de Cádiz. Su tranquilidad inicial se verá rota por el hallazgo del cadáver de una joven que le recordará un pasado que le atormenta. Pese a la oposición de sus superiores, Bianquetti emprenderá una cruzada solitaria para atrapar al culpable, siguiendo unas evidencias que podrían ser fruto de su imaginación. Su vecina, una frágil enfermera acosada por su ... [+]
18 de septiembre de 2022
18 de septiembre de 2022
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me gustó la novela. Es una novela negra notable, bien estructurada y que solo hubiera precisado pequeños retoques para ser una obra maestra. Recomendable, muy recomendable.
Con esta premisa, y asumiendo que la adaptación cinematográfica no precisa muchos retoques (ni grandes medios, ni de efectos, ni de apoteósicos escenarios), intento disfrutar la historia en otro formato.
Es admisible que el relato pueda ser modificado por las razones que fueran, pero cambiar sin ton ni son partes fundamentales, hacen que lo que se cuenta pierda muchos enteros para el espectador. Sin mencionar cuáles son, diré que han fusilado la novela eliminando esos puntos fuertes que poseía. ¿Razón? Imposible de justificar.
Y que cada uno... saque sus propias conclusiones.
Y ahora vamos a la película. Un guion fusilado, unos actores que se esfuerzan, pero llegan justitos al aprobado. Una escenografía de hace veinte años o más, alguna razón habrá. Un director de fotografía, o quien sea responsable, apasionado de los primeros planos dramáticos y grotescos. Una sucesión de escenas rodadas sin pasión alguna. Unos sentimientos que se intuyen siempre que el espectador sea un apasionado de esa temática. Personajes importantes en la historia que aparecen solo segundos.
Una novela fusilada.
No pierdo más tiempo con ella.
Con esta premisa, y asumiendo que la adaptación cinematográfica no precisa muchos retoques (ni grandes medios, ni de efectos, ni de apoteósicos escenarios), intento disfrutar la historia en otro formato.
Es admisible que el relato pueda ser modificado por las razones que fueran, pero cambiar sin ton ni son partes fundamentales, hacen que lo que se cuenta pierda muchos enteros para el espectador. Sin mencionar cuáles son, diré que han fusilado la novela eliminando esos puntos fuertes que poseía. ¿Razón? Imposible de justificar.
Y que cada uno... saque sus propias conclusiones.
Y ahora vamos a la película. Un guion fusilado, unos actores que se esfuerzan, pero llegan justitos al aprobado. Una escenografía de hace veinte años o más, alguna razón habrá. Un director de fotografía, o quien sea responsable, apasionado de los primeros planos dramáticos y grotescos. Una sucesión de escenas rodadas sin pasión alguna. Unos sentimientos que se intuyen siempre que el espectador sea un apasionado de esa temática. Personajes importantes en la historia que aparecen solo segundos.
Una novela fusilada.
No pierdo más tiempo con ella.
23 de mayo de 2023
23 de mayo de 2023
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un regular algo generoso.
La producción es pobre a más no poder, sórdida, no hay nada que llame la atención. A lo mejor es que no tenían ni un euro, pero no es una razón para justificar la falta de ideas y de ingenio.
A la dirección le sucede lo mismo, no es nada agradable. Torpe, escasa de recursos y con una narración lenta y aburrida.
La historia es un conjunto de tópicos, mal llevado y entrelazados. Para hacer algo así hay que ser Harry El Sucio.
Personajes muy cansinos, que si el inspector desahuciado, solitario, amargado, que no respeta las normas, agresivo, bondadoso, que aplica su propia ley, fumador empedernido...etc. Que si el jefe corrupto, que si los inútiles y golfos de los compañeros, etc. Y el pegote de la vecina acosada es de juzgado de guardia. Todo demasiado visto y falto de interés.
Y para rizar el rizo, las interpretaciones no pueden ser peor. A lo que hay que añadir que los diálogos y el sonido son infames; parece que hablan desde el fondo del retrete.
La producción es pobre a más no poder, sórdida, no hay nada que llame la atención. A lo mejor es que no tenían ni un euro, pero no es una razón para justificar la falta de ideas y de ingenio.
A la dirección le sucede lo mismo, no es nada agradable. Torpe, escasa de recursos y con una narración lenta y aburrida.
La historia es un conjunto de tópicos, mal llevado y entrelazados. Para hacer algo así hay que ser Harry El Sucio.
Personajes muy cansinos, que si el inspector desahuciado, solitario, amargado, que no respeta las normas, agresivo, bondadoso, que aplica su propia ley, fumador empedernido...etc. Que si el jefe corrupto, que si los inútiles y golfos de los compañeros, etc. Y el pegote de la vecina acosada es de juzgado de guardia. Todo demasiado visto y falto de interés.
Y para rizar el rizo, las interpretaciones no pueden ser peor. A lo que hay que añadir que los diálogos y el sonido son infames; parece que hablan desde el fondo del retrete.
9 de noviembre de 2022
9 de noviembre de 2022
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Podía ser perfectamente una película de Enrique Urbizu, pero la siempre pertinente denuncia social vincula la última película de De Castillo a su anterior 'Techo y comida', también con la sobrenatural Natalia de Molina de protagonista. Puntos a favor y puntos en contra:
A favor:
- Natalia de Molina, claro. Nadie como ella para mostrar con los ojos cómo se siente una mujer acosada y aterrorizada.
- La ambientación gaditana, una bella ciudad que no sale muy bien parada porque aparece fea y, sobre todo, peligrosa.
- La denuncia social, no solo del maltrato y violación machista, sino de la relación de los señoritos andaluces con la clase pobre para, claro, sus propios fines. Machismo, racismo y corrupción, todo muy español.
- Las escenas de acción: creíbles, violentas, sucias.
En contra:
- Los topicazos del cine policíaco. "Entrega el arma y la placa", el policía borde con pasado oscuro al que, sorprendentemente, todo el mundo le hace favores aunque no da ni las gracias. Normalmente, si eres borde, te tratan así, como a un borde.
- El guion. ¿La policía no había preguntado a las amigas de la muerta? ¿no vieron las cámaras?, ¿permite registros sin pruebas?, ¿un superior insulta a su subordinado y no pasa nada?
- La interpretación de Fred Tatien. No transmite. Hasta Harry el Sucio apretaba los dientes mientras le daba duro.
A favor:
- Natalia de Molina, claro. Nadie como ella para mostrar con los ojos cómo se siente una mujer acosada y aterrorizada.
- La ambientación gaditana, una bella ciudad que no sale muy bien parada porque aparece fea y, sobre todo, peligrosa.
- La denuncia social, no solo del maltrato y violación machista, sino de la relación de los señoritos andaluces con la clase pobre para, claro, sus propios fines. Machismo, racismo y corrupción, todo muy español.
- Las escenas de acción: creíbles, violentas, sucias.
En contra:
- Los topicazos del cine policíaco. "Entrega el arma y la placa", el policía borde con pasado oscuro al que, sorprendentemente, todo el mundo le hace favores aunque no da ni las gracias. Normalmente, si eres borde, te tratan así, como a un borde.
- El guion. ¿La policía no había preguntado a las amigas de la muerta? ¿no vieron las cámaras?, ¿permite registros sin pruebas?, ¿un superior insulta a su subordinado y no pasa nada?
- La interpretación de Fred Tatien. No transmite. Hasta Harry el Sucio apretaba los dientes mientras le daba duro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El final es especialmente triste.. y muy realista. Sí, suele pasar.
24 de mayo de 2024
24 de mayo de 2024
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Juan Miguel del Castillo a la dirección y Natalia de Molina a la interpretación dejaron nuestro cine consternado y entregado con esa magistral cinta, referencia ineludible del cine social, titulada “Techo y comida”. El nivel de calidad alcanzado por este tándem hacía presagiar lo mejor en la segunda ocasión en la que volvían a coincidir. Nada más lejos de la realidad. “La maniobra de la tortuga” es el enésimo thriller (el género nos sale ya por las narices y no soporto ni uno más) con los mismos cánones trillados, el mismo guión de siempre, similares personajes de cartón piedra, idénticos giros y los mismos bostezos (acompañados de alguna cabezada en esta ocasión). Es infame de por sí, con mucho menos compromiso social del que aparenta a simple vista y, cuando tuerce a convertir a su protagonista masculino en superhéroe de cómic a base de reparto de puñetazos, se convierte en ridículo y de vergüenza ajena.
Todo procede de un despropósito de guión del propio Juan Miguel del Castillo y José Rodríguez, adaptando la novela homónima de Benito Olmo que obviamente no estoy interesado en leer. Es cierto que hay una parte del film salvable, la que tiene que ver con la descripción del miedo atroz que sufre el personaje de Natalia de Molina (ella siempre es diosa incluso cuando todo lo que la rodea no acompaña, como en este caso) y cómo esa causa del miedo va evolucionando a lo largo del metraje de este film. Es esa tesitura la que lo sostiene mínimamente y la que me despierta de una siesta continua motivada por un sopor inabarcable que me produce otro thriller más, otro idéntico entre dos millones con los que se nos castiga por tierra, mar y aire, sea en literatura, en cine o en series. Todo es thriller policiaco a nuestro alrededor en los últimos años y algunos ya nos rendimos y gritamos “¡Basta!”.
El policía alcoholizado y conflictivo que arrastra una tragedia personal que trata de curar metiendo las narices en una investigación que no le corresponde nos reaparece una vez más. ¿En serio? Sí, otra vez. Es por eso por lo que calificaría la cinta con un cero absoluto, pero… es ese personaje y es Natalia de Molina la única forma de rescatar el film del basurero donde debería estar por derecho propio.
Sus 99 minutos se hacen largos, larguísimos, eternos. Y la dirección de Juan Miguel del Castillo resulta rutinaria y lánguida, plagada de lugares comunes y aburrida, como todo en esta cinta, salvo Natalia de Molina. Tampoco me transmite nada la demasiado discreta música de Xavier Font ni me gusta la fotografía feista-naturalista de Gina Ferrer.
Todo procede de un despropósito de guión del propio Juan Miguel del Castillo y José Rodríguez, adaptando la novela homónima de Benito Olmo que obviamente no estoy interesado en leer. Es cierto que hay una parte del film salvable, la que tiene que ver con la descripción del miedo atroz que sufre el personaje de Natalia de Molina (ella siempre es diosa incluso cuando todo lo que la rodea no acompaña, como en este caso) y cómo esa causa del miedo va evolucionando a lo largo del metraje de este film. Es esa tesitura la que lo sostiene mínimamente y la que me despierta de una siesta continua motivada por un sopor inabarcable que me produce otro thriller más, otro idéntico entre dos millones con los que se nos castiga por tierra, mar y aire, sea en literatura, en cine o en series. Todo es thriller policiaco a nuestro alrededor en los últimos años y algunos ya nos rendimos y gritamos “¡Basta!”.
El policía alcoholizado y conflictivo que arrastra una tragedia personal que trata de curar metiendo las narices en una investigación que no le corresponde nos reaparece una vez más. ¿En serio? Sí, otra vez. Es por eso por lo que calificaría la cinta con un cero absoluto, pero… es ese personaje y es Natalia de Molina la única forma de rescatar el film del basurero donde debería estar por derecho propio.
Sus 99 minutos se hacen largos, larguísimos, eternos. Y la dirección de Juan Miguel del Castillo resulta rutinaria y lánguida, plagada de lugares comunes y aburrida, como todo en esta cinta, salvo Natalia de Molina. Tampoco me transmite nada la demasiado discreta música de Xavier Font ni me gusta la fotografía feista-naturalista de Gina Ferrer.
23 de diciembre de 2022
23 de diciembre de 2022
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No acierta Juan Miguel del Castillo con su segunda película como realizador, tras la notable Techo y comida.
Sí se agradece que haya querido cambiar totalmente de registro, y como director no se maneja nada mal en el thriller y los bajos fondos de Cádiz, pero sin embargo La maniobra de la tortuga no consigue sus objetivos. El misterio no es especialmente intrigante ni interesante, queda muy por debajo de la enorme multitud de series que vemos actualmente en televisión y que trabajan el thriller criminal, y no presenta un guion especialmente trabajado o que impacte al espectador. Tener a Natalia de Molina siempre ayuda, desde luego, porque es una excelente actriz, pero poco se puede hacer cuando la narración es tan errática e incluso aburrida en algunos momentos. Se salva por los pelos porque tiene su estilo y porque tiene una gran protagonista, pero es un esfuerzo fallido, en un año sencillamente extraordinario de cine español.
¿Y ese final (que no vamos a desvelar aquí, tranquilidad)? Impactante, sin duda, pero también extraordinariamente confuso. Como la película en sí.
Lo mejor: Natalia de Molina, siempre de lo mejor de las películas en las que participa, y el cambio de registro de Juan Miguel del Castillo.
Lo peor: No engancha ni interesa demasiado. Hay mejores thrillers en televisión, sin ir más lejos.
Sí se agradece que haya querido cambiar totalmente de registro, y como director no se maneja nada mal en el thriller y los bajos fondos de Cádiz, pero sin embargo La maniobra de la tortuga no consigue sus objetivos. El misterio no es especialmente intrigante ni interesante, queda muy por debajo de la enorme multitud de series que vemos actualmente en televisión y que trabajan el thriller criminal, y no presenta un guion especialmente trabajado o que impacte al espectador. Tener a Natalia de Molina siempre ayuda, desde luego, porque es una excelente actriz, pero poco se puede hacer cuando la narración es tan errática e incluso aburrida en algunos momentos. Se salva por los pelos porque tiene su estilo y porque tiene una gran protagonista, pero es un esfuerzo fallido, en un año sencillamente extraordinario de cine español.
¿Y ese final (que no vamos a desvelar aquí, tranquilidad)? Impactante, sin duda, pero también extraordinariamente confuso. Como la película en sí.
Lo mejor: Natalia de Molina, siempre de lo mejor de las películas en las que participa, y el cambio de registro de Juan Miguel del Castillo.
Lo peor: No engancha ni interesa demasiado. Hay mejores thrillers en televisión, sin ir más lejos.
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