Hace algunos años me la recomendó una amiga que le había encantado. La primera vez que la vi no me gustó, y ayer regresé de nuevo a ella, y me encontré con lo mismo que la primera: Un tostón, amparado por una actuación ridícula de BRAD "PIS" y un Anthony Hopkins malgastando su sobrado talento.

¿Tres horas? ¿Estamos locos? No me extraña que en américa ni recaudara en taquilla la mitad de lo que costó. Considero que si le quitaran una hora y media con un nuevo montaje... tal vez, solo tal vez.

Es lo que tiene escribir críticas bajo la protección de un nick, puedes admitir que esta película te ha gustado y quedarte tan pancho, sin temer a que tus amigos te miren raro o te tachen de blandengue.
Pues que quieren que les diga, es ponerla por la tele y quedarme otra vez atontado mirando como Brad Pitt y Claire Forlani flirtean como un par de pipiolos, o como Anthony Hopkins da otro recital de presencia ante una cámara, otra lección de como cambiar por completo la expresión de su rostro con un simple movimiento de ceja. Aunque claro, aquí lo correcto es decir que estamos ante uno de sus papeles más desafortunados.
No niego que el producto viene edulcorado en exceso, sin embargo muchas veces nos tragamos cine social con situaciones dramatizadas en exceso, así que por un banquete de azucar de vez en cuando tampoco pasa nada. No todo el mundo está siempre dispuesto a torturarse con las alegrías de Hanecke, Von Trier, Lynch, Vinterberg, etc...

No quiero ser mala, no quiero ser mala... ¡pero es que me asalta la duda! Será que la actriz lo hace de maravilla, seguro, pero una no puede dejar de preguntarse, medio en broma medio en serio, si Forlani tiene que meterse mucho en el papel para interpretar a una completa enamorada de Brad Pritt. Si es que las caras que pone cuando dice frases tipo «Estás increíblemente sexy entre la multitud» parecen que le vienen del fondo del alma.

Cosa que no le ocurre a Pitt. No tengo nada en su contra desde que le vi en «Troya», pero, por favor, debería disimular un poco más la pose de «mírame-que-guapo-soy» y «me-quiero-a-mi-mismo». Me parece muy bien que luzcan a los actores bellos; de hecho, estoy completamente de acuerdo. Sólo pido que se haga con algo más de sustancia, de contención, de talento y, por supuesto, aportando también una buena interpretación. A mi no me ha gustado nada ni Brad Pitt ni su personaje de la Muerte. Es que resultaba hasta irritante, con tanto silencio... con tanto pavo encima, hombre.

Además, la historia... en fin, la historia es planísima, sosa e incomprensiblemente larga. Sé que es difícil construir una trama creíble partiendo de un hecho sobrenatural, pero hacer algo tan, tan inverosímil y, por momentos, estúpido, es lo que no puede pasarse por alto. Y ya el final es la repera: esa marcha hacia el horizonte de los dos personajes... ¿qué sentido tiene? ¿Dónde puñetas vas a morirte? ¿En medio del campo?

Algo muy bueno que tiene es el reparto. A mi, por ejemplo, quien más me interesaba era Anthony Hopkins, que destaca inevitablemente en cualqueir situación. Los muy, muy, muy, muy románticos puede que la disfruten, no lo sé, porque a mi no me parece romántica en absoluto, pero vista la nota de la página, a alguien tendrá que gustarle. A mi, desde luego, no.

Drama aderezado con la pasmosa idea de tener a tu lado a un ser tan inquietante, audazmente y sin dejar cabo suelto, va viviendo el protagonista la más dulce de sus historias. Triste y a la vez armoniosa historia.

Creo que casi todo el mundo está de acuerdo en que "¿Conoces a Joe Black?" no es una obra maestra y que ni mucho menos ha pasado (ni pasará) a la historia del cine. Sin embargo, a mí que no me gustan las películas románticas me encantó. Hay que saber leer entre lineas al verla porque tiene muchas cosas, por ejemplo la manera de ridiculizar a las familias pijas y adineradas como la que nos presentan, con miembros cuya única preocupación en su vida es la celebración de una fiesta. Además, la personificación de la muerte en el cuerpo de Brad Pitt fue una elección excelente, ya que un concepto tan terrible como es la muerte que quiere aprender los sentimientos propios de las personas no podía tener una carcasa grotesca y fea, al revés. La historia de amor no tiene nada, es básica: chica comprometida se enamora de chico misterioso y tiene que elegir. También es impresionante ver cómo el personaje de Anthony Hopkins tiene que vivir lo que le queda de vida sabiendo que el final está cerca e intentando asumir que su hija se está enamorando de la "persona" que se lo quiere llevar.

Finalmente le pongo una pega: su duración. Puede que tres horas sean excesivas, aunque bien es cierto que no se te hace pesada, pero comprimiendo la historia un poco más (una media hora o 45 minutos menos) habría sido una película mucho más que buena.