La casa junto al mar

Robert Guédiguian no suele variar mucho en sus películas, son unas cuantas ya las que he visto de este director y en prácticamente todas recurre a la misma temática; político y social ahondando mucho en el tema, visto desde una perspectiva de izquierdas pero con cautela sobre la derecha. Esta vez se adentra algo mas en los sentimientos y lo hace a través de una familia, este tema lo había tratado pero no con tanta claridad como en esta ocasión. Siempre está acompañado por los mismos actores que la verdad ayudan a que la calidad de la historia mejore, tras una realización convincente se esconde un guion con el mismo propósito que en todas sus otras películas; el de hacer reflexionar.

A la prolífica filmografía del realizador Robert Guédiguian se suma su más reciente película la cual contiene una fuerte carga poética y política en una historia emotiva y familiar.

Tres hermanos se reúnen en la casa donde pasaron su infancia luego de que su padre sufriera un accidente cerebro vascular, así, la hermana actriz regresa al lugar donde creció y del que salió casi huyendo, así como su hermano de derechas, un hombre insensible que sale con una mujer mucho menor que él, además de su otro hermano que se quedó a vivir siempre en el lugar.

El reencuentro servirá para recordar experiencias del pasado llenas de nostalgia y que además reavivará viejas deudas afectivas que buscarán sanar, así como enfrentar sus distintas posturas ideológicas respecto a las que les enseño su padre cuando eran chicos,

Con un entorno bello respecto al paisaje que rodea la casa y su enorme balcón, se sumarán algunos otros personajes más que darán lugar a momentos del pasado que regresan a la manera de flashbacks o en charlas, pero que dejan en claro su postura personal.

Pero otros temas se pondrán en la mesa, como lo inevitable de la vejez, las consecuencias de la inmigración y del crecimiento urbano en su zona, el desempleo y la conciencia social, algunas veces tomados de una manera elocuente y en otras de una manera sobrecargada a partir de diálogos pomposos.

El relato transita por diversos estados que van desde lo social a lo humanista con pasajes plagados de momentos donde se impone lo emotivo y nostálgico.

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"La casa junto al mar" es una belleza. Los actores, fantásticos. El director, genial. La historia, emocionante. Un drama familiar que no decae en ningún momento, que se sostiene gracias a unas grandes interpretaciones y un espléndido guión. También hay sitio para la denuncia social: el trato que reciben los inmigrantes al llegar a nuestras costas. En resumen: una gran película de Robert Guédiguian, director de otras joyas como "El cumpleaños de Ariane", "Las nieves del Kilimanjaro" o "Gloria Mundi".

Nunca pensé que un película con un ritmo tan pausado me pudiera gustar tanto.
Y es que es precisamente ese ritmo, al menos en mi caso, lo que me atrapó de la película.
Los planos, los paisajes, hasta los sonidos, te transportan a ese plácido lugar.
La profundidad de los temas, la naturalidad con la que son tratados, la profundidad y realismo de los personajes (sin maniqueismos ni bellezas edulcoradas). Película más que notable.

Está prohibida la publicidad del tabaco, pero luego se permite (por no decir subvencionan, que probablemente sea éste el caso, como tantos otros) películas en las que los principales protagonistas salen, sino todo el tiempo venga a fumar, al menos en algún momento encendiéndose el cigarrillo correspondiente. Incluso hay alguna escena en la que salen todos en silencio fumando a la vez… ¿no es esto fomentar el tabaquismo? Ver esta película supone estar viendo durante hora y media personajes que representan a personas de comportamiento exquisito, muy refinadas, todos muy buena gente y muy sensibles, casi "modelos a imitar”, pero que fuman ¿no hay un mensaje subliminal en ello? ¿no se podría hacer la película exactamente igual pero evitando el fumeteo? ¿qué necesidad hay de incluirlo?
Y si eso es así, ¿nos podemos fiar del resto de mensajes que pueda pretender trasmitir la película?
Porque hay más, especialmente una escena que comento en el spoiler
Aparte de ello, es una película, también como tantas otras, de personajes estereotipados, demasiado "perfectos", cada uno en su papel en la vida (ver igualmente el spoiler).
Es una película de conversaciones que aparentemente son muy profundas, pero que en realidad no aportan nada, como la película en sí, que no deja de ser una conjunción de historias poco creíbles.
Al final la película me dejó muy mal sabor de boca y la sensación de haber sido engañado, ya que por las críticas y la sinopsis parecía podía ser buena, pero al final resultó una pérdida de tiempo.