A.I. Inteligencia Artificial
2001 

6.5
67,680
Ciencia ficción. Fantástico. Drama
En un mundo futuro, los seres humanos conviven con sofisticados robots llamados Mecas. Los sentimientos son lo único que diferencia a los hombres de las máquinas. Pero, cuando a un robot-niño llamado David se le programa para amar, los hombres no están preparados para las consecuencias, y David se encontrará solo en un extraño y peligroso mundo. (FILMAFFINITY)
10 de octubre de 2007
10 de octubre de 2007
29 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Eres un niño y te llamas David. Te dicen que te van a enviar con una familia que tiene a su hijo enfermo y en coma para que te conviertas en una especie de sustituto de ese hijo al que sus padres echan mucho de menos.
Desde el principio te han dicho que eres "diferente", pero tú no comprendes muy bien a qué se refieren.
Te acoge ese matrimonio que se siente lo bastante desesperado para haber aceptado tutelarte, pensando que podrás devolverles la alegría de tener un hijo.
Tú deseas de todo corazón complacerles en todo y ser amado por ellos, porque tú los amas, sobre todo a Ella, tu Madre, que deja en ti su impronta indeleble.
Ella es la Madre que aspirabas tener, nunca has anhelado otra cosa.
Te sientes inmensamente feliz cuando estás junto a Ella, cuando Ella te mira, te toca, te habla... No puedes concebir nada más glorioso en el universo.
Pero te percatas de que algo no marcha bien. Todos se empeñan en mostrarte que eres "diferente". Martin, tu "hermano" mayor que ha despertado de su coma y se está recuperando, te hace ver sin tapujos lo "diferente" que eres. Tanto él como sus amigos se encargan de atormentarte arrojándote a la cara que no eres humano, que eres una máquina, un juguete... Ni siquiera tus padres pueden disimular su falta de naturalidad hacia ti. Son amables contigo y tienen gestos cariñosos, pero no te tratan igual que a Martin. Ellos realmente te hacen experimentar el dolor de saberte "diferente".
De acuerdo que hay detalles en los que no te pareces a los demás. No puedes comer y tampoco necesitas dormir. Tu cuerpo está hecho de un material distinto. Pero ésa es, a tu juicio, la única diferencia.
Porque piensas como los demás. Sientes amor, miedo, dolor, celos, confusión, alegría, esperanzas... y albergas sueños. ¿Es que acaso eso te hace distinto de los otros?
Tu mayor sueño es que Ella te quiera, que te quiera como una madre querría a su hijo. Pero Ella no puede quererte de verdad porque está convencida de que no eres humano. ¿Qué significa ser humano?, te preguntas. ¿Por qué me dicen que yo no lo soy? ¿Por qué me han abandonado si yo lo único que he hecho ha sido regalarles mi corazón?
Tienes que conseguir su amor. ¿Cómo lo harás? Un día escuchas el cuento de Pinocho, en el que el Hada Azul convierte a Pinocho en un niño de verdad. Y entonces sabes lo que tienes que hacer.
Debes buscar al Hada Azul para que ella te convierta en un niño de verdad y, de ese modo, Ella te amará.
Solo, perdido y desesperado, comienzas la búsqueda del Hada. En tu mente persiste, inquebrantable, ese sueño: ganarte el amor de tu Madre. Y nunca te rendirás, vas a perseguirlo cueste lo que cueste.
Porque tú sabes que eres único, que eres especial. Todos se empeñan en decirte que eres una máquina. Eres testigo de cosas espantosas y fascinantes que te confirman las maldades de este mundo extraño y cruel que parece haberse vuelto loco.
Sigo en el spoiler.
Desde el principio te han dicho que eres "diferente", pero tú no comprendes muy bien a qué se refieren.
Te acoge ese matrimonio que se siente lo bastante desesperado para haber aceptado tutelarte, pensando que podrás devolverles la alegría de tener un hijo.
Tú deseas de todo corazón complacerles en todo y ser amado por ellos, porque tú los amas, sobre todo a Ella, tu Madre, que deja en ti su impronta indeleble.
Ella es la Madre que aspirabas tener, nunca has anhelado otra cosa.
Te sientes inmensamente feliz cuando estás junto a Ella, cuando Ella te mira, te toca, te habla... No puedes concebir nada más glorioso en el universo.
Pero te percatas de que algo no marcha bien. Todos se empeñan en mostrarte que eres "diferente". Martin, tu "hermano" mayor que ha despertado de su coma y se está recuperando, te hace ver sin tapujos lo "diferente" que eres. Tanto él como sus amigos se encargan de atormentarte arrojándote a la cara que no eres humano, que eres una máquina, un juguete... Ni siquiera tus padres pueden disimular su falta de naturalidad hacia ti. Son amables contigo y tienen gestos cariñosos, pero no te tratan igual que a Martin. Ellos realmente te hacen experimentar el dolor de saberte "diferente".
De acuerdo que hay detalles en los que no te pareces a los demás. No puedes comer y tampoco necesitas dormir. Tu cuerpo está hecho de un material distinto. Pero ésa es, a tu juicio, la única diferencia.
Porque piensas como los demás. Sientes amor, miedo, dolor, celos, confusión, alegría, esperanzas... y albergas sueños. ¿Es que acaso eso te hace distinto de los otros?
Tu mayor sueño es que Ella te quiera, que te quiera como una madre querría a su hijo. Pero Ella no puede quererte de verdad porque está convencida de que no eres humano. ¿Qué significa ser humano?, te preguntas. ¿Por qué me dicen que yo no lo soy? ¿Por qué me han abandonado si yo lo único que he hecho ha sido regalarles mi corazón?
Tienes que conseguir su amor. ¿Cómo lo harás? Un día escuchas el cuento de Pinocho, en el que el Hada Azul convierte a Pinocho en un niño de verdad. Y entonces sabes lo que tienes que hacer.
Debes buscar al Hada Azul para que ella te convierta en un niño de verdad y, de ese modo, Ella te amará.
Solo, perdido y desesperado, comienzas la búsqueda del Hada. En tu mente persiste, inquebrantable, ese sueño: ganarte el amor de tu Madre. Y nunca te rendirás, vas a perseguirlo cueste lo que cueste.
Porque tú sabes que eres único, que eres especial. Todos se empeñan en decirte que eres una máquina. Eres testigo de cosas espantosas y fascinantes que te confirman las maldades de este mundo extraño y cruel que parece haberse vuelto loco.
Sigo en el spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Descubres que existen dos clases de seres: los humanos de carne y hueso y los humanos que están hechos de otro material.
Pero, sea lo que sea de lo que estén fabricados unos y otros, ¿acaso todos ellos, sin excepción, no tienen pensamientos, emociones, sentimientos, recuerdos? ¿No poseen un alma, un espíritu? ¿No ha dejado acaso cada uno de ellos una huella irrepetible en el devenir del mundo? ¿Por qué hay humanos de carne y hueso que se empeñan en destruir a los otros, incluido tú?
¿Está vivo alguien que no ha nacido en el sentido estricto de la palabra, alguien que no "muere" como los humanos de carne y hueso? Y, no obstante, te sientes tan vivo como ellos. ¿Qué es lo que define lo que está "vivo" y lo que no?
Conoces a otras personas que son como tú y a la vez no lo son. Todas ellas únicas.
Maltratadas. Despreciadas. Asesinadas.
Tú sabes que eres un niño, con tu personalidad propia y tu identidad, pero la maligna sociedad se niega a reconocerlo. Lo único que te impulsa a seguir adelante es tu determinación de demostrar a tu Madre que eres humano.
En definitiva, ésta es una de las más conmovedoras y originales películas filmadas por Spielberg. Regresando a su tema recurrente de la ciencia ficción, nos ofrece esta extraordinaria historia futurista que, desde la perspectiva de un niño androide que ha sido diseñado para que posea una capacidad afectiva e intelectual casi perfectamente similar a la humana, nos conduce por la trama de un bello cuento de hadas en el que se transmite la esencia que define las mayores aspiraciones de la condición humana: la conciencia de la propia identidad, de la individualidad, la esperanza, la persecución de los sueños... Y el sentir que somos especiales, que todos somos insustituibles e irreemplazables.
Haley Joel Osment ha logrado conmocionarme como nunca, mimetizándose de tal forma con su papel que uno siente todo el desgarrador drama del niño despreciado y desamparado. Jude Law sorprende y divierte en su interesante papel del androide que ayuda a David en su duro y peligroso viaje. William Hurt convincente en su atormentado personaje que se atreve a ir más allá de la ética y a crear androides que sienten como los humanos.
Estupendas la fotografía y la banda sonora, muy envolventes, magníficos escenarios que derrochan imaginación creativa, hermoso y poético guión, tal vez el más inspirado que ha surgido de Spielberg.
Y, en el fondo, una historia sobre la siempre vigente intolerancia, el odio y el temor irracional hacia quienes ciertos sectores juzgan diferentes... Una original, vistosa, tierna, cruda, profunda y agridulce reflexión sobre lo que somos, sobre los rasgos que nos definen como especie destinada a conseguir grandes logros y a cometer las mayores atrocidades, y sobre los rasgos que nos definen como individuos y como personas que tienen derecho a la dignidad, a la integridad, a perseguir sus aspiraciones y a que se respete lo que son: seres humanos.
Pero, sea lo que sea de lo que estén fabricados unos y otros, ¿acaso todos ellos, sin excepción, no tienen pensamientos, emociones, sentimientos, recuerdos? ¿No poseen un alma, un espíritu? ¿No ha dejado acaso cada uno de ellos una huella irrepetible en el devenir del mundo? ¿Por qué hay humanos de carne y hueso que se empeñan en destruir a los otros, incluido tú?
¿Está vivo alguien que no ha nacido en el sentido estricto de la palabra, alguien que no "muere" como los humanos de carne y hueso? Y, no obstante, te sientes tan vivo como ellos. ¿Qué es lo que define lo que está "vivo" y lo que no?
Conoces a otras personas que son como tú y a la vez no lo son. Todas ellas únicas.
Maltratadas. Despreciadas. Asesinadas.
Tú sabes que eres un niño, con tu personalidad propia y tu identidad, pero la maligna sociedad se niega a reconocerlo. Lo único que te impulsa a seguir adelante es tu determinación de demostrar a tu Madre que eres humano.
En definitiva, ésta es una de las más conmovedoras y originales películas filmadas por Spielberg. Regresando a su tema recurrente de la ciencia ficción, nos ofrece esta extraordinaria historia futurista que, desde la perspectiva de un niño androide que ha sido diseñado para que posea una capacidad afectiva e intelectual casi perfectamente similar a la humana, nos conduce por la trama de un bello cuento de hadas en el que se transmite la esencia que define las mayores aspiraciones de la condición humana: la conciencia de la propia identidad, de la individualidad, la esperanza, la persecución de los sueños... Y el sentir que somos especiales, que todos somos insustituibles e irreemplazables.
Haley Joel Osment ha logrado conmocionarme como nunca, mimetizándose de tal forma con su papel que uno siente todo el desgarrador drama del niño despreciado y desamparado. Jude Law sorprende y divierte en su interesante papel del androide que ayuda a David en su duro y peligroso viaje. William Hurt convincente en su atormentado personaje que se atreve a ir más allá de la ética y a crear androides que sienten como los humanos.
Estupendas la fotografía y la banda sonora, muy envolventes, magníficos escenarios que derrochan imaginación creativa, hermoso y poético guión, tal vez el más inspirado que ha surgido de Spielberg.
Y, en el fondo, una historia sobre la siempre vigente intolerancia, el odio y el temor irracional hacia quienes ciertos sectores juzgan diferentes... Una original, vistosa, tierna, cruda, profunda y agridulce reflexión sobre lo que somos, sobre los rasgos que nos definen como especie destinada a conseguir grandes logros y a cometer las mayores atrocidades, y sobre los rasgos que nos definen como individuos y como personas que tienen derecho a la dignidad, a la integridad, a perseguir sus aspiraciones y a que se respete lo que son: seres humanos.
15 de mayo de 2006
15 de mayo de 2006
79 de 144 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Cómo pueden colaborar en un proyecto dos directores antitéticos?
A uno le iba el cuento. Al otro, la fábula.
Uno era sutil. El otro, burdo.
Uno era intenso. El otro, extenso.
Uno era un adulto. El otro, un niño.
Uno era frío. El otro, caliente.
Sepultada la primera parte de la balanza, el resultado era inevitable: una fábula burda, estirada e infantil que me dejó bien caliente.
A uno le iba el cuento. Al otro, la fábula.
Uno era sutil. El otro, burdo.
Uno era intenso. El otro, extenso.
Uno era un adulto. El otro, un niño.
Uno era frío. El otro, caliente.
Sepultada la primera parte de la balanza, el resultado era inevitable: una fábula burda, estirada e infantil que me dejó bien caliente.
2 de julio de 2005
2 de julio de 2005
34 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
Totalmente inflavalorada obra de Spielberg que nos enseña el significado de las palabras compasión y ternura con un robot que quiere ser humano cuando no se da cuenta que él mismo es más humano que los propios seres humanos (valga la redundancia).
13 de septiembre de 2008
13 de septiembre de 2008
34 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y que nadie diga lo contrario. Bien, primero, para que quede clara mi decepción, quiero dejar constancia de que soy un incondicional de Steven Spielberg.
¡Pero esto es soporífero! Y por más que durante la película me hablen de Pinocho para que quede bien maquillado en forma de homenaje, no lo neguemos: es exactamente la misma historia, ambientada 500 años más adelante.
Qué película más aburrida...
¡Pero esto es soporífero! Y por más que durante la película me hablen de Pinocho para que quede bien maquillado en forma de homenaje, no lo neguemos: es exactamente la misma historia, ambientada 500 años más adelante.
Qué película más aburrida...
22 de diciembre de 2007
22 de diciembre de 2007
21 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Spielberg nos ofrece una obra maestra, despreciada por el público en general y lapidada por una sector de la crítica que no la comprendió y quiso que los demás tampoco la comprendiéramos. "A.I." es un cuento del siglo XXI, quizá el primer cuento de nuestra era, que ofrece tantas cosas en las dos horas largas de metraje que es difícil hacer un resumen. Sólo el tiempo y los que han saboreado la película podremos terminar de hacerla justicia. La película nos narra la historia de un niño-robot (más que un robot con forma de niño) llamado David que fue creado para amar y ser amado por unos padres humanos. Pero ¿qué sucede cuando la incompresión, los celos, la falta de comunicación, algo tan típicamente humano, se cruza en la vida de David? Pues que siempre hay un perdedor y David, abandonado, iniciará la búsqueda de su sueño, un imposible que le mantendrá con vida durante ¡miles! de años, que le impulsará, que le hará recorrer un durísimo camino en el que se enfrentará a los demás y a sí mismo hasta alcanzar la felicidad más absoluta.
Pero ¡ay!, ¿acaso no sabía David que la felicidad es una ilusión? ¿Que cuando la estás alcanzando con las manos se desvanece como el polvo en el aire? Es entonces cuando David es verdadermanete humano, cuando comprende que los sueños sólo se cumplen para deshacerse en el recuerdo de los días pasados. Es entonces cuando David, que siempre soñó con ser humano, alcanza al fin su objetivo, justo para perder lo que más ansiaba.
A.I. es una verdadera alegoría moderna acerca de la individualidad, de la necesidad de amar y de ser amado y de cumplir los sueños, ese combustible que nos hace vivir cada día. Un cuento sobre el destino, sobre el sentido de la vida y sobre lo inalcanzable.
Véanla y no se dejen engañar. Disfrútenla con sus propios ojos y cuando acabe reflexionen sobre lo que han visto.
Pero ¡ay!, ¿acaso no sabía David que la felicidad es una ilusión? ¿Que cuando la estás alcanzando con las manos se desvanece como el polvo en el aire? Es entonces cuando David es verdadermanete humano, cuando comprende que los sueños sólo se cumplen para deshacerse en el recuerdo de los días pasados. Es entonces cuando David, que siempre soñó con ser humano, alcanza al fin su objetivo, justo para perder lo que más ansiaba.
A.I. es una verdadera alegoría moderna acerca de la individualidad, de la necesidad de amar y de ser amado y de cumplir los sueños, ese combustible que nos hace vivir cada día. Un cuento sobre el destino, sobre el sentido de la vida y sobre lo inalcanzable.
Véanla y no se dejen engañar. Disfrútenla con sus propios ojos y cuando acabe reflexionen sobre lo que han visto.
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