Piratas del Caribe: Navegando aguas misteriosas
2011 

5.4
56,650
Aventuras. Fantástico. Acción
Cuando Jack Sparrow (Johnny Depp) vuelve a encontrarse con una mujer a la que había conocido años atrás (Penélope Cruz), no está seguro de si se trata de amor o si ella es una estafadora sin escrúpulos que lo está utilizando para encontrar la legendaria Fuente de la Juventud. A todo esto, Jack es capturado por el Queen Anne's Revenge, el barco del temible pirata Barbanegra (Ian McShane), que lo obliga a unirse a su tripulación, lo que ... [+]
8 de abril de 2019
8 de abril de 2019
Sé el primero en valorar esta crítica
Aunque "Piratas del Caribe" fue una magnífica trilogía épica con las películas dirigidas por Gore Verbinski, el éxito de la franquicia obligaba a hacer una cuarta parte con una nueva historia. El argumento fue bueno, destacando la aparición de personajes reales, como Barbanegra, el rey Jorge y el rey Fernando, algo que reforzó mucho la trama de la película y le dio interés.
Sobre el reparto, debo admitir que subestimé a Penélope Cruz, que se esforzó bastante en su personaje, Angélica, mientras que Johnny Depp se repite mucho en su interpretación de Jack Sparrow. También merece ser mencionada la presencia de Óscar Jaenada en el papel de "El Español".
Los decorados, las localizaciones, la música y el vestuario, siguiendo la tradición de la saga, fueron el elemento final para hacer de esta película una buena continuación de las aventuras de Jack Sparrow, a pesar del carisma que perdió el personaje.
Sobre el reparto, debo admitir que subestimé a Penélope Cruz, que se esforzó bastante en su personaje, Angélica, mientras que Johnny Depp se repite mucho en su interpretación de Jack Sparrow. También merece ser mencionada la presencia de Óscar Jaenada en el papel de "El Español".
Los decorados, las localizaciones, la música y el vestuario, siguiendo la tradición de la saga, fueron el elemento final para hacer de esta película una buena continuación de las aventuras de Jack Sparrow, a pesar del carisma que perdió el personaje.
27 de abril de 2019
27 de abril de 2019
Sé el primero en valorar esta crítica
Floja entrega de la saga de Piratas del Caribe.
A mi me gusta la saga, las 3 anteriores. No son películas transcendentales y las mejores del universo, pero son divertidas películas de aventuras, que es de lo que se trata. Pero esta entrega es mucho más flojita.
Y diría que siendo una película de piratas, le falta más mar, más barcos, más acción sobre la cubierta, más enfrentamientos en alta mar. Están demasiado tiempo en tierra tratando de hacer cosas transcendentales.
Y una cosa que le falta gravemente es calidad en la banda sonora. Por mucho que esta la firme también Hans Zimmer, no está en absoluto a la altura de las anteriores, y se echa mucho de menos.
A mi me gusta la saga, las 3 anteriores. No son películas transcendentales y las mejores del universo, pero son divertidas películas de aventuras, que es de lo que se trata. Pero esta entrega es mucho más flojita.
Y diría que siendo una película de piratas, le falta más mar, más barcos, más acción sobre la cubierta, más enfrentamientos en alta mar. Están demasiado tiempo en tierra tratando de hacer cosas transcendentales.
Y una cosa que le falta gravemente es calidad en la banda sonora. Por mucho que esta la firme también Hans Zimmer, no está en absoluto a la altura de las anteriores, y se echa mucho de menos.
19 de julio de 2020
19 de julio de 2020
Sé el primero en valorar esta crítica
Tras exprimir la naranja hasta no dejar ni la cáscara, Disney, Bruckheimer y Verbisky se plantearon volver a sacarle la pasta al personal con otra película de bucaneros caribeños. No obstante, aunque Disney capitaneaba la idea de una cuarta aventura, Bruckheimer no parecía tenerlas todas consigo, llegando a declarar que una trilogía era suficiente.
Poco le duró, sin embargo, la duda al detroitino, quien no tardó en decir digo donde dijo Diego. Verbinsky, por su parte, andaba con el proyecto de "Bioshock" cancelado, pero lo habían enganchado con el largometraje animado "Rango" y no estaba para más fiestas piratas, por lo que se buscaron a Rob Marshall. Para colmo, Depp decía no estar por la labor, aunque recuperó el interés por sorpresa cuando Disney le puso encima de la mesa más de $55 millones, que se ve que son un antidepresivo cojonudo. Con razón en el 2011 la pájara de la Amber Heard lo marcó como blanco a abatir.
Los que no regresaron, al menos en esta entrega, fueron Orlando "Legolas" Bloom y Keira Knightley, quienes decían que sus personajes ya estaban más que explotados. Curioso porque, en la siguiente, la quinta, bien que regresó el primero, a quien ya no le pareció tan explotado su rol. Ay, la manteca, cómo lubrica voluntades.
Metidos ya en faena, y dado que la anterior película había montado un lío con la historia y sus personajes, aquí sacaron la tijera y recortaron papeles. Eso no quitó, sin embargo, que embarcaran caras nuevas, caso de Penélope Cruz. Una actriz a la que en España detestamos a pesar de que, sin ser ninguna maravilla, tampoco es tan horrenda. Como dijo Fernando Fernán Gómez, el pecado de los españoles no es la envidia, sino el desprecio. En eso somos campeones.
En cuanto a la historia, ahora le tocó el turno a Ponce de León y la Fuente de la Juventud, cuyo argumento se sacó del libro "On stranger tides", de Tim Powers, publicado en España como "En costas extrañas". Un texto que ya resonó hace décadas pues fue la referencia del videojuego "The secret of Monkey Island", de LucasArts, allá por 1990.
Cualitativamente la película no aporta nada especial, pues sigue la senda ya fijada en sus albores, siendo Jack Sparrow el personaje que más atención acapara. Si acaso, chirría que es cosa mala la historia de la sirena (véase spoiler 1). Eso y que la actriz que la encarnó, la guapa franco-española Astrid Bergès-Frisbey, cometió el error de doblarse a sí misma en la versión proyectada en España. Si en inglés sus poquísimas líneas tenían una pronunciación aceptable, en español la chica usó su voz natural, gelatinosa y espesa, confiriéndole una textura ebria. Aparte de que también hubo asincronía, quizás por las pocas tablas que debía tener doblando. Como la mayoría de los espectadores españoles escuchan la versión doblada, no es este asunto baladí. En cualquier caso, la historia de su personaje está forzadísima.
Por otro lado, la cinta adolece de los defectos ya habituales en esta saga, con giros rocambolescos en la historia (véase spoiler 2) y personajes que aparecen de repente o que, incluso, parecen ser omniscientes por momentos. Nada nuevo bajo el sol, pues a esta saga nunca le han importado esos detalles (véase spoiler 3).
En términos mantequeros, la película, como su predecesora, fue un despiporre presupuestario, con $250 millones. Con una taquilla de $1045 millones, el ratio fue de 4.18, superando el 3.2 de la anterior. A ello contribuyó, tanto una recaudación ligeramente superior (la anterior fueron $960 millones), como un presupuesto más contenido ($300 millones que se gastaron en su predecesora), si es que se puede hablar de contención a esos niveles.
En resumen, cuarta entrega de los piratillas más famosos del cine. Le dejará igual que las anteriores secuelas. A estas alturas queda claro que la buena fue la primera. El resto son derivados que beben de lo mismo, lo que no quita que sigan dando dinero.
Poco le duró, sin embargo, la duda al detroitino, quien no tardó en decir digo donde dijo Diego. Verbinsky, por su parte, andaba con el proyecto de "Bioshock" cancelado, pero lo habían enganchado con el largometraje animado "Rango" y no estaba para más fiestas piratas, por lo que se buscaron a Rob Marshall. Para colmo, Depp decía no estar por la labor, aunque recuperó el interés por sorpresa cuando Disney le puso encima de la mesa más de $55 millones, que se ve que son un antidepresivo cojonudo. Con razón en el 2011 la pájara de la Amber Heard lo marcó como blanco a abatir.
Los que no regresaron, al menos en esta entrega, fueron Orlando "Legolas" Bloom y Keira Knightley, quienes decían que sus personajes ya estaban más que explotados. Curioso porque, en la siguiente, la quinta, bien que regresó el primero, a quien ya no le pareció tan explotado su rol. Ay, la manteca, cómo lubrica voluntades.
Metidos ya en faena, y dado que la anterior película había montado un lío con la historia y sus personajes, aquí sacaron la tijera y recortaron papeles. Eso no quitó, sin embargo, que embarcaran caras nuevas, caso de Penélope Cruz. Una actriz a la que en España detestamos a pesar de que, sin ser ninguna maravilla, tampoco es tan horrenda. Como dijo Fernando Fernán Gómez, el pecado de los españoles no es la envidia, sino el desprecio. En eso somos campeones.
En cuanto a la historia, ahora le tocó el turno a Ponce de León y la Fuente de la Juventud, cuyo argumento se sacó del libro "On stranger tides", de Tim Powers, publicado en España como "En costas extrañas". Un texto que ya resonó hace décadas pues fue la referencia del videojuego "The secret of Monkey Island", de LucasArts, allá por 1990.
Cualitativamente la película no aporta nada especial, pues sigue la senda ya fijada en sus albores, siendo Jack Sparrow el personaje que más atención acapara. Si acaso, chirría que es cosa mala la historia de la sirena (véase spoiler 1). Eso y que la actriz que la encarnó, la guapa franco-española Astrid Bergès-Frisbey, cometió el error de doblarse a sí misma en la versión proyectada en España. Si en inglés sus poquísimas líneas tenían una pronunciación aceptable, en español la chica usó su voz natural, gelatinosa y espesa, confiriéndole una textura ebria. Aparte de que también hubo asincronía, quizás por las pocas tablas que debía tener doblando. Como la mayoría de los espectadores españoles escuchan la versión doblada, no es este asunto baladí. En cualquier caso, la historia de su personaje está forzadísima.
Por otro lado, la cinta adolece de los defectos ya habituales en esta saga, con giros rocambolescos en la historia (véase spoiler 2) y personajes que aparecen de repente o que, incluso, parecen ser omniscientes por momentos. Nada nuevo bajo el sol, pues a esta saga nunca le han importado esos detalles (véase spoiler 3).
En términos mantequeros, la película, como su predecesora, fue un despiporre presupuestario, con $250 millones. Con una taquilla de $1045 millones, el ratio fue de 4.18, superando el 3.2 de la anterior. A ello contribuyó, tanto una recaudación ligeramente superior (la anterior fueron $960 millones), como un presupuesto más contenido ($300 millones que se gastaron en su predecesora), si es que se puede hablar de contención a esos niveles.
En resumen, cuarta entrega de los piratillas más famosos del cine. Le dejará igual que las anteriores secuelas. A estas alturas queda claro que la buena fue la primera. El resto son derivados que beben de lo mismo, lo que no quita que sigan dando dinero.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
1) Con un horrible nombre que parece sacado de un cuento infantil (¿qué nombre le ponemos a una sirena? Pues Syrena. ¿En serio? ¿No había otro?), las únicas razones para que la película cargase con su personaje eran aportar una lágrima y recuperar unos cálices sumergidos que nunca debieron haberse perdido. Poco importó, porque los productores ardían en deseos de meter con calzador una historia de amor, con tintes zoofílicos, tan increíblemente mojigata y tonta que causaba vergüenza ajena. El caso del misionero Philip es aún peor, porque su única función en toda la película es ser el capricho de la sirenita y hacerla llorar. Vamos, que al caballero lo contrataron para hacer de media naranja y cebolla picada.
2) Lo de Barbanegra y su hija es otra vuelta de tuerca a la biografía de Sparrow pero, ¿a alguien le importa a estas alturas? Sparrow ya es un cajón de sastre del que se puede sacar lo que se quiera. Parece que hubiera vivido mil vidas.
3) Quizás uno de los elementos más llamativos sea el ejército español, el cual no contribuye a la historia. Nada de lo que hace afecta al transcurso de los acontecimientos. Con o sin ellos, el resultado no habría cambiado. Es el mismo mal que aquejó a Indiana Jones en "En busca del arca perdida" (1981), por mucho que joda admitirlo.
2) Lo de Barbanegra y su hija es otra vuelta de tuerca a la biografía de Sparrow pero, ¿a alguien le importa a estas alturas? Sparrow ya es un cajón de sastre del que se puede sacar lo que se quiera. Parece que hubiera vivido mil vidas.
3) Quizás uno de los elementos más llamativos sea el ejército español, el cual no contribuye a la historia. Nada de lo que hace afecta al transcurso de los acontecimientos. Con o sin ellos, el resultado no habría cambiado. Es el mismo mal que aquejó a Indiana Jones en "En busca del arca perdida" (1981), por mucho que joda admitirlo.
22 de marzo de 2021
22 de marzo de 2021
Sé el primero en valorar esta crítica
Para mí es la peor, mejorando por muy poco la quinta. Como todas con comedia, acción y aventuras y con un guion bastante distinto a las demás y muy bueno. Es muy entretenida con algunos buenos momentos. Lo que no me gusta es que no aparece ni Will ni Elizabeth, pero sigue siendo muy entretenida. Muy recomendable para amantes de esta increíble saga de piratas.
21 de enero de 2024
21 de enero de 2024
Sé el primero en valorar esta crítica
Han sido un par las ocasiones en las que me he acercado a la cuarta entrega de la saga "Piratas del Caribe", pero en ninguna de ellas he logrado llegar a su término. La primera vez, me quedé dormido. Ahora, simplemente la he quitado a eso de la mitad, y juro que odio hacerlo.
Pero es una de aventuras muy aburrida... Lo último, vamos. Ni siquiera la interacción entre Johnny Depp y Penélope Cruz consigue mantener el interés, pues a ella le endosan una lata de personaje, el típico sin pizca de gracia que no es más que el adorno del personaje masculino, cuyo cometido es similar al de una lámpara de noche o un buró rústico.
Jack Sparrow es el único elemento que se mantiene, pues nos hallamos ante uno de los personajes más carismáticos que ha dado el cine, en perfecta consonancia con el actor idóneo. Más allá de él, "En mareas misteriosas" es una entrega realmente desgarbada.
Pero es una de aventuras muy aburrida... Lo último, vamos. Ni siquiera la interacción entre Johnny Depp y Penélope Cruz consigue mantener el interés, pues a ella le endosan una lata de personaje, el típico sin pizca de gracia que no es más que el adorno del personaje masculino, cuyo cometido es similar al de una lámpara de noche o un buró rústico.
Jack Sparrow es el único elemento que se mantiene, pues nos hallamos ante uno de los personajes más carismáticos que ha dado el cine, en perfecta consonancia con el actor idóneo. Más allá de él, "En mareas misteriosas" es una entrega realmente desgarbada.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here