Haz click aquí para copiar la URL

Truman

Drama. Comedia Julián y Tomás, dos amigos de la infancia que han llegado a la madurez, se reúnen después de muchos años y pasan juntos unos días inolvidables, sobre todo porque éste será su último encuentro, su despedida. (FILMAFFINITY)
Críticas 211
Críticas ordenadas por utilidad
escribe tu crítica
7
26 de febrero de 2016 Sé el primero en valorar esta crítica
Es seguro que esta película no pasará a los anales de la historia del cine. Ni siquiera del cine español. También es seguro que J. Cámara no es, ni de lejos, mi actor preferido. Y seguro es que Darín se repite ya un poquito y muchas veces hace de Darín. Pero, con todo y con eso, esta es una película bonita, más que buena, bonita. Interesante, emocionante a ratos, que te arranca la sonrisa y te deja los ojos acuosos al final. Cámara hace un grandísimo trabajo y Darín, siempre eficaz, está en su papel. Además, el ritmo de la película es perfecto, pausado y nostálgico, con un Cesc Gay que fotografía el alma de las ciudades aunque sólo sea en dos planos, con tres calles en Madrid, y un par de ellas en Amsterdam. Admirable, Gay.
8
5 de marzo de 2016 Sé el primero en valorar esta crítica
Si digo la verdad, me esperaba una película muy mala. No sé. Ya no me fío de los premios que lleve una película, pues ya me he llevado unas cuantas decepciones con el argumento de: 7 nominaciones a los premios...
Así que doy las gracias de que no me haya decepcionado. "Truman" lo tiene todo para ser perfecta, más bien, se queda a muy poco de ser magistral. Posee dos actores del calibre de Ricardo Darín y Javier Cámara (uno lo hace mejor que el otro) como protagonistas, tiene un argumento algo visto pero sustancioso... Pero sin embargo no es una obra maestra. Le falta algo, y aún no se que es. No posee la sensación de querer verla sin moverse un momento, no te tiene siempre pegado a la pantalla...
Salvo este error, es una película decente. Ricardo Darín simplemente se come la pantalla, sublime. Javier Cámara a veces le vi un poco sobreactuado, pero en general lo hace bien.
Una película muy recomendable, salvo por ese error. Una lástima...
8
6 de marzo de 2016 Sé el primero en valorar esta crítica
Hacía cuatro años que ninguna película conseguía hacerme llorar. Es cierto que no soy una persona de lágrima especialmente fácil, y mucho menos en el ámbito cinematográfico. La última en lograrlo fue "Amor", en el año 2012, cuya proyección tuve el gusto de disfrutar, y sufrir, en el Teatro Kursaal de Melilla.

Y ahora, contra todo pronóstico, lo ha hecho "Truman". Tal vez lo haya logrado por el simple hecho de que Cesc Gay, el director del film, no ha intentando ahondar en el soporífero llanto fácil. Más bien, todo lo contrario: los toques de despreocupado humor son la guinda especial de esta película, la gran galardonda en los Premio Goya.

"Truman" es un crudo experimento que nos acerca un tema un tanto recurrente: el fallecimiento casi inminente de Julián que (el tan especial Ricardo Darin), víctima de un cáncer sin esperanza de cura, decide abandonar el tratamiento. En esta tesitura, su amigo de la infancia, Tomás (Javier Cámara), viaja desde Canadá para pasar unos días entrañables e intensos junto a él... principalmente porque serán los últimos.

Pero no se trata de un viaje cargado de dramatismo, de desesperanza y de grandes y tediosos diálogos sobre el irse, sobre la muerte y sobre el victimismo (por otro lado, muy justificado sí así fuera). Más bien, se da un enfoque en el que Julián, aunque muerto de miedo y de ganas de vivir, se enfrenta a los trámites tan triviales y anodinos como elegir su ataúd o su lugar de descanso eterno. Y, lo más importante, ¿con quién vivirá Truman, su apreciado perro, cuando él tenga que irse?

Es muy sorprendente el desarrollo de los hechos, con un ingenio despreocupado, toques de humor frescos y vivaces. La interpretación de Ricardo Darin, el brillo apagado de sus ojos, ameniza una trama en la que el reflejo del carácter de Julián, por momentos, hace que el espectador se olvide del tema central del film. Mientras tanto, un hábil y tierno Javier Cámara, es un mero acompañante de lo que sucede, A través de él, con mucha originalidad, vemos el terrible proceso que la rutina de un hombre condenado, donde cada uno de los segundos que transcurren son, literalmente, oro efímero.

Pero no es la fugacidad de la vida lo que expresa Cesc Gay, ni tampoco es una carrera a contrarreloj para hacer las "diez cosas importantes antes de morir". La originalidad radica en que se trata de un reflejo realista de la verdadera verdad: el desencanto de tener que partir de manera tan prematura, la entereza y la naturalidad con la que Julián tiene que afrontar sus últimas semanas de vida.

Sobre todo humana, muy humana. Una figuración muy sana de una realidad terrible que, desgraciadamente, no está tan alejado de la realidad. Un tema tabú que se busca desmitificar. Una vez más, la magia del cine.
8
10 de marzo de 2016 Sé el primero en valorar esta crítica
Como llevo mucho sin escribir y tengo ganas de empezar con fuerzas, empezaré esta reseña por el final: 'Truman' es en definitiva una de las mejores películas del cine español de los últimos años. Dicho esto queda aliviada esa presión interna que deja la película en tu cuerpo, esa sensación de estar viendo un drama espectacular a pesar de que 'Cesc Gay prefiere abordarlo con una filosofía completamente distinta a otros artificios lacrimógenos, dotando a la película de un trato amable espectacular, forjado en la absoluta química entre sus protragonistas. La sinceridad y transparencia del filme hacen que hablando de un caso terminal en todo momento, esto pueda quedar relegado en más de un punto para darnos algún respiro dibujado en forma de sonrisa o anhelo.

El guion resulta impecable a la hora de encontrar balance de emociones, huyendo del dramatismo frívolo y hastiado de tantos otros largos, y acercándose a una mirada humana, cercana y amable de una situación siempre tan temible, pero a la vez tan cotidiana como la vida misma. Con tan sólo cuatro días y un puñado de escenas cotidianas, Tomás y Julián, son capaces de reafirmar sus lazos de amistad y reflexionar de una manera muy personal y humilde sobre temas como vida y muerte, familia, ambiciones o el paso del tiempo; pensamientos de una persona moribunda, aunque siempre luchadora.

Esta aparente "sencillez" (sí, eso queda entre comillas) no sería tan cercana al espectador sin un trabajo de dirección y fotografía tan pulido, limpio, metódico y cuidado como el que nos encontramos a la hora de mostrar la cara más corriente de un barrio de Madrid; pero tampoco sin una interpretación de Ricardo Darín como la que podemos disfrutar en esta ocasión. El argentino sobrepasa cualquier límite que pudiera implantar un calificativo y lleva su caracterización a una perfección inigualable. A su lado, Javier Cámara no puede hacer otra cosa que disfrutar y dar rienda suelta a su papel con total naturalidad.

La película tiene un carácter particular, es honesta y creativa. Cesc Gay sabe utilizar la ironía y los golpes cómicos para crear una narrativa amable y consistente, forjada no sólo en el drama que atañe esta enfermedad, sino en el resto de ingredientes que en muchas otras ocasiones han sido olvidados. Guion, ambientación, interpretaciones, dirección... Todo funciona en este drama subyacente aderezado de maravillosa humanidad que merece -con creces- todos los halagos y premios que ha recibido en los últimos meses.

CarlosDL - http://odiseaenelcine.blogspot.com.es/
6
14 de marzo de 2016 Sé el primero en valorar esta crítica
A pesar del ruido mediático y la lluvia de premios, “Truman” no se cuenta, creo, entre las obras máximas de su director, el siempre sugestivo Cesc Gay. Puede que la culpa no sea sólo suya —o quizá sí, en tanto corresponsable del guion—, sino más bien de una historia que no da de sí todo lo que la película y su difícil temática hubieran requerido. Porque en su apuesta, habitualmente acertada, por la comedia dramática, o melodrama cómico —lo que sea con tal de ahorrarnos el término “dramedia”, espantoso neologismo— la cinta adolece de cierta indefinición, como si la mala conciencia censurase la carcajada franca aun a costa de la parca, al tiempo que el sentido común —y el del ridículo— vedaran la deriva hacia tremendismos lacrimógenos.
Gay abandona la coralidad de “En la ciudad” —a mi juicio, su obra maestra hasta la fecha— o “Una pistola en cada mano” en favor de un viaje de vuelta a los orígenes, al retrato intimista de la amistad masculina que realizara en la iniciática “Krámpack”, de la que “Truman” parece espejo postrero. El problema —bendito problema, por cierto—radica en que la personalidad de sus protagonistas es tan arrolladora que, al final, queda la sensación de que la película se ha conformado con ofrecerse como mero vehículo de lucimiento para sus innegables, enormes talentos. De hecho, Ricardo Darín está en su salsa y, sabiéndose absoluto centro de gravedad, actúa —valga el juego de palabras— en consecuencia. El resultado es un gozoso despliegue de su exuberante muestrario de habilidades interpretativas. A su lado, un contenido Javier Cámara mantiene el tipo con la misma dignidad impertérrita que su personaje, dejándose robar sólo aquellos planos en los que poco o nada puede contraponer al carisma de su compañero de función. El perro, por su parte, es un ejemplar magnífico. En cualquier caso, y tal vez pecando de exigente, de Cesc Gay cabe esperar algo más.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para