El buen patrón
2021 

7.1
29,451
Comedia. Drama
Julio Blanco, el carismático propietario de una empresa que fabrica balanzas industriales en una ciudad española de provincias, espera la inminente visita de una comisión que decidirá la obtención de un premio local a la excelencia empresarial. Todo tiene que estar perfecto para la visita. Sin embargo, todo parece conspirar contra él. Trabajando a contrarreloj, Blanco intenta resolver los problemas de sus empleados, cruzando para ello ... [+]
20 de enero de 2022
20 de enero de 2022
3 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que Fernando León de Aranoa debería dedicarse únicamente a la comedia. Se nota que el tipo es capaz de sacar la mala baba de cualquier situación y conseguir diferentes escenarios que (sobre todo en el cine patrio) se salen del esquema habitual.
Y lo dice uno que es alérgico a cualquier intento de este señor en cuanto a cine social, dramas intimistas y biografías de personajes famosos a medio gas.
Porque esta película (al igual que LOS LUNES AL SOL) funciona como un reloj. El ritmo acertado (la división de días brillante), subtramas con un aroma a Ian McEwan (todos los entresijos con los diferentes empleados), unas actuaciones brillantes (Bardem se eleva muchísimos enteros y Celso Bugallo en un breve papel está JODIDAMENTE INMENSO).
Y es que la película saca oro de la simpleza. Todos los personajes son sucios, idiotas y egoístas (no hay medias tintas), las situaciones son tragicómicas hasta el punto que uno lo pasa mal en momentos cómicos del filme.
Los personajes son sobrios y todos ellos tienen sus aristas y sus momentos (reitero aquí el destacar a Bugallo) y el guión consigue que uno vaya cogiendo asco y cariño a partes iguales a todos ellos.
AH y es una película (zona spoiler) que evita bastantes estereotipos de nuestro cine y de esta clase de películas.
Entretenida y probablemente bastante necesaria en estos momentos en el que el EGOÍSMO se impone al EQUILIBRIO con una facilidad pasmosa.
Y lo dice uno que es alérgico a cualquier intento de este señor en cuanto a cine social, dramas intimistas y biografías de personajes famosos a medio gas.
Porque esta película (al igual que LOS LUNES AL SOL) funciona como un reloj. El ritmo acertado (la división de días brillante), subtramas con un aroma a Ian McEwan (todos los entresijos con los diferentes empleados), unas actuaciones brillantes (Bardem se eleva muchísimos enteros y Celso Bugallo en un breve papel está JODIDAMENTE INMENSO).
Y es que la película saca oro de la simpleza. Todos los personajes son sucios, idiotas y egoístas (no hay medias tintas), las situaciones son tragicómicas hasta el punto que uno lo pasa mal en momentos cómicos del filme.
Los personajes son sobrios y todos ellos tienen sus aristas y sus momentos (reitero aquí el destacar a Bugallo) y el guión consigue que uno vaya cogiendo asco y cariño a partes iguales a todos ellos.
AH y es una película (zona spoiler) que evita bastantes estereotipos de nuestro cine y de esta clase de películas.
Entretenida y probablemente bastante necesaria en estos momentos en el que el EGOÍSMO se impone al EQUILIBRIO con una facilidad pasmosa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Que el personaje principal siga casado y no sea el típico divorciado con mucha pasta que va de allí para allá tirándose a todo lo que se mueve.
Que sea una especie de Padrino pero trucado.
Que no haya frasecitas o menciones a Amancio Ortega.
Por estas cosas, la película se eleva varios enteros.
Eso y el final NEGRÍSIMO. que cuando uno cree que Bardem se va a redimir ante su hecho más indecente...va y suelta una gilipollez clasista ante la mirada impasiva y dolida de Bugallo.
La única pega que le pongo sería lo estúpido que es que el personaje de Bardem se comporte como se comporta con el de Almudena Amor. Teniendo en cuenta lo pasado en el filme, hacerle el vacío y humillar a esa becaria, sólo iba a conseguir que esta se cobrase su venganza. Un capullo como el previamente mentado...probablemente hubiese intentado salir del paso de otra manera.
Pero vamos...esto es puro oro. especialmente en 2021.
Que sea una especie de Padrino pero trucado.
Que no haya frasecitas o menciones a Amancio Ortega.
Por estas cosas, la película se eleva varios enteros.
Eso y el final NEGRÍSIMO. que cuando uno cree que Bardem se va a redimir ante su hecho más indecente...va y suelta una gilipollez clasista ante la mirada impasiva y dolida de Bugallo.
La única pega que le pongo sería lo estúpido que es que el personaje de Bardem se comporte como se comporta con el de Almudena Amor. Teniendo en cuenta lo pasado en el filme, hacerle el vacío y humillar a esa becaria, sólo iba a conseguir que esta se cobrase su venganza. Un capullo como el previamente mentado...probablemente hubiese intentado salir del paso de otra manera.
Pero vamos...esto es puro oro. especialmente en 2021.
14 de febrero de 2022
14 de febrero de 2022
3 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
No hay mejor momento tras la celebración de la 36ª edición de los Premios Goya del cine español para dedicar esta reseña de la gran ganadora de los premios. Esta es la última película de Fernando León de Aranoa, el Buen Pastor, un enredo que va de menos a más pero en el que la patronal, como en la vida real, siempre gana.
El buen patrón es ante todo una gran película. No es de extrañar que fuera, con veinte nominaciones, finalista en casi todas las categorías de los premios, alzándose justamente en las categorías principales de mejor película, director y sobre todo actor principal con un enorme Bardem, capaz de levantar odios y pasiones por igual, pero innegablemente un artista monumental que sorprende siempre con nuevos registros impensables.
En esta ocasión, para esta nuevo producción de cine obrero, aunque bien cabría decir de cine patronal, Bardem encarna a Julio Blanco, un paternalista a la par que hipócrita empresario sin escrúpulos que se vanagloria de tener como únicos hijos en su familia a sus propios trabajadores. Un “empresaurio” de tomo y lomo, de los que se meten en vida ajena no tanto porque en realidad le preocupen los problemas de sus subordinados, sino porque no vaya a ser que le salpiquen o afecten a la producción.
La propia empresa de Blanco, fabricante de básculas, es una metáfora de lo que debería ser la justicia en la buena medida de las cosas. Un equilibrio (y fidelidad, y esfuerzo, como el desconchado lema de la pared de la nave) que rara vez se cumple y cuyo fallo siempre establece unos opresores y unos oprimidos, cuya única opción es revelarse contra el… ¡demonios! ¡La única palabra que me viene aquí es el patriarcado en cualquiera de sus formas! Pero entendido como cualquier cosa que supone una barrera injusta y arbitraria al servicio de una oligarquía que no nos deja desarrollarnos a nosotros mismos. La báscula ciertamente, siempre está trucada por una cosa o por otra.
Bien es cierto que Julio Blanco representa al jefe cabrón que todos hemos tenido, el sociópata del por el interés te quiero Andrés, y ya si eso te voy a vender la moto para que creas lo que yo quiera que creas. Bardem lo borda en el papel del empresario manipulador que más que hablar pontifica, y que más que palabra o interés verdadero por el bienestar de sus empleados los percibe como meros instrumentos que manipular en su propio beneficio.
Ante tal panorama, la necesaria revolución consiste en que los iracundos hijos devoren al no tan bondadoso padre, y justamente de eso trata El Buen Patrón, que ciertamente no resulta serlo tanto. En esta obra costumbrista, de ambientación atemporal, pequeños sucesos que no merecen la importancia del patrón concentrado en su propio interés y placer, demuestran como ante la hipocresía, lujuria, abuso de poder y cinismo pueden crecer hasta poner en entredicho al amo.
Pero el amo es el amo, y siempre hay peones para sacrificar para evitar así aceptar cualquier responsabilidad, ejercicio de humildad que no sería propio del patrón. Por eso en El Buen Patrón, en un buen ejercicio de realismo y conformidad muy poco revolucionaria, el amo mal que bien prevalece, porque al fin y al cabo, la patronal, como la banca, siempre gana… aunque siempre queda la satisfacción de que algún peón pueda acabar consiguiendo algún triunfo si, pues conocer los secretos de un patrón pueden hacer tambalearse su reinado, y eso es algo de lo poco que el patrón es capaz de respetar, e incluso apreciar.
Gran ejemplo de como con una historia tan aparentemente sencilla se pueden decir tantas cosas, y de como con una simple báscula se puede hablar de la importancia de la necesidad del equilibrio en tantos aspectos con una metáfora tan potente.
Podéis leer esta y otras críticas en mi blog personal: LaRetrovision
El buen patrón es ante todo una gran película. No es de extrañar que fuera, con veinte nominaciones, finalista en casi todas las categorías de los premios, alzándose justamente en las categorías principales de mejor película, director y sobre todo actor principal con un enorme Bardem, capaz de levantar odios y pasiones por igual, pero innegablemente un artista monumental que sorprende siempre con nuevos registros impensables.
En esta ocasión, para esta nuevo producción de cine obrero, aunque bien cabría decir de cine patronal, Bardem encarna a Julio Blanco, un paternalista a la par que hipócrita empresario sin escrúpulos que se vanagloria de tener como únicos hijos en su familia a sus propios trabajadores. Un “empresaurio” de tomo y lomo, de los que se meten en vida ajena no tanto porque en realidad le preocupen los problemas de sus subordinados, sino porque no vaya a ser que le salpiquen o afecten a la producción.
La propia empresa de Blanco, fabricante de básculas, es una metáfora de lo que debería ser la justicia en la buena medida de las cosas. Un equilibrio (y fidelidad, y esfuerzo, como el desconchado lema de la pared de la nave) que rara vez se cumple y cuyo fallo siempre establece unos opresores y unos oprimidos, cuya única opción es revelarse contra el… ¡demonios! ¡La única palabra que me viene aquí es el patriarcado en cualquiera de sus formas! Pero entendido como cualquier cosa que supone una barrera injusta y arbitraria al servicio de una oligarquía que no nos deja desarrollarnos a nosotros mismos. La báscula ciertamente, siempre está trucada por una cosa o por otra.
Bien es cierto que Julio Blanco representa al jefe cabrón que todos hemos tenido, el sociópata del por el interés te quiero Andrés, y ya si eso te voy a vender la moto para que creas lo que yo quiera que creas. Bardem lo borda en el papel del empresario manipulador que más que hablar pontifica, y que más que palabra o interés verdadero por el bienestar de sus empleados los percibe como meros instrumentos que manipular en su propio beneficio.
Ante tal panorama, la necesaria revolución consiste en que los iracundos hijos devoren al no tan bondadoso padre, y justamente de eso trata El Buen Patrón, que ciertamente no resulta serlo tanto. En esta obra costumbrista, de ambientación atemporal, pequeños sucesos que no merecen la importancia del patrón concentrado en su propio interés y placer, demuestran como ante la hipocresía, lujuria, abuso de poder y cinismo pueden crecer hasta poner en entredicho al amo.
Pero el amo es el amo, y siempre hay peones para sacrificar para evitar así aceptar cualquier responsabilidad, ejercicio de humildad que no sería propio del patrón. Por eso en El Buen Patrón, en un buen ejercicio de realismo y conformidad muy poco revolucionaria, el amo mal que bien prevalece, porque al fin y al cabo, la patronal, como la banca, siempre gana… aunque siempre queda la satisfacción de que algún peón pueda acabar consiguiendo algún triunfo si, pues conocer los secretos de un patrón pueden hacer tambalearse su reinado, y eso es algo de lo poco que el patrón es capaz de respetar, e incluso apreciar.
Gran ejemplo de como con una historia tan aparentemente sencilla se pueden decir tantas cosas, y de como con una simple báscula se puede hablar de la importancia de la necesidad del equilibrio en tantos aspectos con una metáfora tan potente.
Podéis leer esta y otras críticas en mi blog personal: LaRetrovision
17 de febrero de 2022
17 de febrero de 2022
3 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de comenzar debo decir que vi la película tras recibir los Goya, con expectativas altas pero sin duda las ha superado.
El buen patrón es una sátira tan real como la vida misma en la todo gira, sucede y ocurre alrededor de un personaje escrito con tal realismo por Fernando Leon de Áranoa que podría ser perfectamente un documental de una empresa castiza española.
Pero la joya no solo se queda en la construcción de dicho personaje sino en la perfecta ejecución de Bardem poniendo todo su talento en la interpretación impecable de un Sr. Blanco caracterizado de manera magistral, poniéndote en su visión del mundo, un mundo llamado “ basculas blanco” haciendo lo imposible posible para conseguir su fin más preciado… iluminar ese rincón vacío en la pared de su casa.
Para ello todo pasa como una serie de rocambolescas situaciones en las que los sucesos uno tras otro van sacudiendo a nuestro buen patrón lidiando con ellos con la maestría de un capitán de barco ante una tempestad junto a las grandes actuaciones del reparto en la que destaca la joven Almudena Amor,seguro que la veremos mucho más.
Lo único que como en muchas ocasiones el timón no dirige en la dirección en la que uno quiere y todos estos infortunios no hacen más que hilar una trama en la que sus dos horas de film,que se quedan cortas, dan lugar a una película no solo divertida sino a un largometraje hecho con mucho detalle, gusto y pasión por el buen cine en el que el humor perspicaz e irónico es protagonista y dónde lo único que puedes hacer al salir del cine con una sonrisa es decir con rima consonante … joder “que peliculón es el buen patrón”
El buen patrón es una sátira tan real como la vida misma en la todo gira, sucede y ocurre alrededor de un personaje escrito con tal realismo por Fernando Leon de Áranoa que podría ser perfectamente un documental de una empresa castiza española.
Pero la joya no solo se queda en la construcción de dicho personaje sino en la perfecta ejecución de Bardem poniendo todo su talento en la interpretación impecable de un Sr. Blanco caracterizado de manera magistral, poniéndote en su visión del mundo, un mundo llamado “ basculas blanco” haciendo lo imposible posible para conseguir su fin más preciado… iluminar ese rincón vacío en la pared de su casa.
Para ello todo pasa como una serie de rocambolescas situaciones en las que los sucesos uno tras otro van sacudiendo a nuestro buen patrón lidiando con ellos con la maestría de un capitán de barco ante una tempestad junto a las grandes actuaciones del reparto en la que destaca la joven Almudena Amor,seguro que la veremos mucho más.
Lo único que como en muchas ocasiones el timón no dirige en la dirección en la que uno quiere y todos estos infortunios no hacen más que hilar una trama en la que sus dos horas de film,que se quedan cortas, dan lugar a una película no solo divertida sino a un largometraje hecho con mucho detalle, gusto y pasión por el buen cine en el que el humor perspicaz e irónico es protagonista y dónde lo único que puedes hacer al salir del cine con una sonrisa es decir con rima consonante … joder “que peliculón es el buen patrón”
18 de febrero de 2022
18 de febrero de 2022
3 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para que nos hagamos una pequeña idea, el Quijote es a la literatura de caballeros lo que El buen patrón a la vida empresarial actual, una sátira.
La historia va sobre una empresa de básculas cuyo dueño está a punto de recibir una comisión para optar a un importante premio. Para hacer que vaya todo como mar en un plato, se involucrará personalmente en diferentes subtramas a cual más divertida o dramática. Las más interesantes para mi gusto, las del empleado despedido y la becaria. Darán para muchos minutos interesantes del metraje.
Está claro que el don de actor de Javier Bardem no lo vamos a descubrir hoy y que está donde está por méritos propios, oscar y goya, ¿qué más se puede pedir? Hace suyo el personaje de Blanco, dueño de la empresa y cómo se maneja por los diferentes mares que se le presentan en su viaje hacia el premio y se irá encontrando diferentes problemas y situaciones en cada ola de dicho viaje.
Manolo Solo a pesar de ser un secundario, lo hace de lujo en su papel del "perdido" Miralles. Almudena Amor lo clava como esa becaria bastante "sabionda" muy alejada de las moquitas muertas. Óscar de la Fuente es sencillamente "el personaje" de la película, muy divertida cada una de sus apariciones, todas.
Me he divertido mucho con ella, hay momentos para reír a carcajada y otros para aguantar la lágrima, porque tristemente aunque se oculte detrás de una cortina de humor, se ve mucho de la realidad empresarial hoy día.
No me extraña nada sus premios, de lo mejor del cine español que veremos este año.
La historia va sobre una empresa de básculas cuyo dueño está a punto de recibir una comisión para optar a un importante premio. Para hacer que vaya todo como mar en un plato, se involucrará personalmente en diferentes subtramas a cual más divertida o dramática. Las más interesantes para mi gusto, las del empleado despedido y la becaria. Darán para muchos minutos interesantes del metraje.
Está claro que el don de actor de Javier Bardem no lo vamos a descubrir hoy y que está donde está por méritos propios, oscar y goya, ¿qué más se puede pedir? Hace suyo el personaje de Blanco, dueño de la empresa y cómo se maneja por los diferentes mares que se le presentan en su viaje hacia el premio y se irá encontrando diferentes problemas y situaciones en cada ola de dicho viaje.
Manolo Solo a pesar de ser un secundario, lo hace de lujo en su papel del "perdido" Miralles. Almudena Amor lo clava como esa becaria bastante "sabionda" muy alejada de las moquitas muertas. Óscar de la Fuente es sencillamente "el personaje" de la película, muy divertida cada una de sus apariciones, todas.
Me he divertido mucho con ella, hay momentos para reír a carcajada y otros para aguantar la lágrima, porque tristemente aunque se oculte detrás de una cortina de humor, se ve mucho de la realidad empresarial hoy día.
No me extraña nada sus premios, de lo mejor del cine español que veremos este año.
9 de febrero de 2022
9 de febrero de 2022
2 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cargada de mucha mala baba pero envuelta como suele hacerlo León de Aranoa, "El buen patrón" es una película entretenida, por momentos divertida pero siempre con un trasfondo ácido y amargo donde destaca sobremanera el trabajo de Javier Bardem y donde un secundario de lujo como Manolo Solo vuelve a desplegar su enorme repertorio en una historia que retrata con crueldad los entresijos empresariales y las circunstancias que rodean al dueño de una empresa familiar, en este caso una fábrica de balanzas.
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