Marley y yo
6.0
15,237
Romance. Comedia. Drama
Los recién casados John y Jenny Grogan deciden dejar atrás los duros inviernos de Michigan para instalarse en la soleada West Palm Beach (Florida). Los dos consiguen empleo en dos periódicos rivales, compran su primera casa y afrontan los retos del matrimonio. Cuando John le confiesa a su amigo y colega Sebastian que aún no se siente preparado para ser padre, éste le sugiere que le regale a Jenny un perro. Los Grogan adoptan un bonito ... [+]
2 de febrero de 2011
2 de febrero de 2011
26 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
En español, el pijiporno.
Se basa en mostrarnos las visicitudes de una pareja que ni envejece ni se cambia de peinado en como cinco años o seis años y cuyo mayor dilema es si se quedan a vivir en la casa cojonuda del barrio de clase media o se trasladan al chalet de puta madre del barrio de clase alta. Por no tener, no tienen ni catarros, aunque tienen algo más grave, tres hijos que en el futuro serán igual de pijos.
Se pretende buscar la conexión mediante la arquetípica exposición de idílicas postales de familia y alguna peleílla de seis segundos para que veas que son humanos, como nosotros. Hay una escena especialmente buena en la que la mujer de la pareja se declara en crisis por tener que cuidar de un niño y el perro llamado Marley del título. La chica trabaja desde casa y claro, no puede con todo, aunque le sobre pasta para contratar a una niñera (que no contrata porque prefiere hacerse la víctima o tener una excusa para dejar el cómodo trabajo desde casa). Desde aquí aprovecho para saludar a todas las madres de hijos que ni tienen dinero para niñera, ni pueden permitirse trabajar desde casa, ni dejar de trabajar: no veáis esta película.
La tacha en tanta perfección es un perro hijoputa llamado Marley, que tira a la gente, se come los muebles, se escapa de la correa y hace sus cositas en los sitios menos convenientes. A pesar de que esto podría haber sido un buen argumento para un telefilme de intriga, aquí se convierte, por alguna razón, en una especie de dramedia romántica es que los pijos primero flipan en colores pero luego aceptan a Marley como parte de la familia y le cogen cariño a pesar de que el perrito nunca dejará de comportarse como hijo de Satanás.
Y ya está, la cosa no va a más, no hay conflicto de ningún tipo, podría titularse "Memorias de un hombre aburrido", pasan más cosas en un plano-secuencia de Béla Tarr que aquí en toda la película. Bueno, miento, al final pasa lo que todo el mundo se espera y por lo que he oído, hay gente que hasta llora. Yo no me creo nada.
Se basa en mostrarnos las visicitudes de una pareja que ni envejece ni se cambia de peinado en como cinco años o seis años y cuyo mayor dilema es si se quedan a vivir en la casa cojonuda del barrio de clase media o se trasladan al chalet de puta madre del barrio de clase alta. Por no tener, no tienen ni catarros, aunque tienen algo más grave, tres hijos que en el futuro serán igual de pijos.
Se pretende buscar la conexión mediante la arquetípica exposición de idílicas postales de familia y alguna peleílla de seis segundos para que veas que son humanos, como nosotros. Hay una escena especialmente buena en la que la mujer de la pareja se declara en crisis por tener que cuidar de un niño y el perro llamado Marley del título. La chica trabaja desde casa y claro, no puede con todo, aunque le sobre pasta para contratar a una niñera (que no contrata porque prefiere hacerse la víctima o tener una excusa para dejar el cómodo trabajo desde casa). Desde aquí aprovecho para saludar a todas las madres de hijos que ni tienen dinero para niñera, ni pueden permitirse trabajar desde casa, ni dejar de trabajar: no veáis esta película.
La tacha en tanta perfección es un perro hijoputa llamado Marley, que tira a la gente, se come los muebles, se escapa de la correa y hace sus cositas en los sitios menos convenientes. A pesar de que esto podría haber sido un buen argumento para un telefilme de intriga, aquí se convierte, por alguna razón, en una especie de dramedia romántica es que los pijos primero flipan en colores pero luego aceptan a Marley como parte de la familia y le cogen cariño a pesar de que el perrito nunca dejará de comportarse como hijo de Satanás.
Y ya está, la cosa no va a más, no hay conflicto de ningún tipo, podría titularse "Memorias de un hombre aburrido", pasan más cosas en un plano-secuencia de Béla Tarr que aquí en toda la película. Bueno, miento, al final pasa lo que todo el mundo se espera y por lo que he oído, hay gente que hasta llora. Yo no me creo nada.
13 de abril de 2012
13 de abril de 2012
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Concretamente la película la vi con el. Pese a que el perro estaba dormido, cada pifia que hacía marley en la película, yo miraba a mi perro y sonreía. La película pese a que es de comedia, tiene algún punto bueno, pero la veo más como drama, porque es un historia de una pareja que quiere tener hijos y les cuesta y el perro las lía pero bien. La he puntuado con un 9 porque yo también soy amante de los perros, de los animales y de los Golden Retriever, que son un jarro de agua fresca que calma la sed cuando estás triste. La historia no es nada del otro mundo y Owen Wilson y Jennifer Aniston pese a recordar mucho a Breckin Meyer y Jennifer Love Hewitt en Garfield, no defraudan. La película es emocionante y muy entretenida, no es la típica película de perros que el perro sale en todos los planos, cada personaje tiene su historia. En fin, una película emotiva, entrañable, bonita, graciosa y entretenida.
Nota: 7'3.
Nota: 7'3.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo mejor: El perro sin duda.
Lo peor: Las escenas de sexo algo sobrantes.
Lo peor: Las escenas de sexo algo sobrantes.
9 de abril de 2009
9 de abril de 2009
32 de 59 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estoy leyendo muy buenas críticas sobre esta película aquí en filmaffinity y la nota media que ha obtenido tras una semana del estreno no es nada desdechable, ¿qué me está pasando? ¿Soy yo el único insensible que se cuestiona la necesidad de hacer una película sobre la vida de un perro mal educado por una parejita de neocons? Este filme es pura pornografía emocional, no puede haber recursos más fáciles para hacer saltar la lagrimita que los que se usan aquí. Todo el relleno que acompaña al leitmotiv del guión es ñoño, simple y ultraderechista. Las secuencias van transcurriendo de forma lenta, reiterativa y cansina; a partir del segundo, los chistes de "perro haciendo maldades" dejan de tener gracia. En ningún momento se logra transmitir tensión matrimonial ni empatía por las dudas existenciales que padece el protagonista. En definitiva, todo resulta artificial, irritante y profundamente aburrido. Si os gustan los perros, salid al parque a echarles ramitas para que salgan corriendo tras ellas, lo pasaréis mejor que viendo esta peliculita.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Me irritó la insistencia con la que el director va metiendo la imagen en distintas prespectivas de la fantástica casa que tienen los protagonistas en Philadelphia (último tramo de la peli), ¿en serio los periodistas americanos se pueden permitir estas mansiones?
16 de enero de 2010
16 de enero de 2010
13 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Solo aquellas personas que tengan la suerte de tener un perro en su familia podrán captar al 100% la esencia de este film. Para aquellas personas que no tienen esa suerte, les pego una cita que aparece en la película, y que quizás les haga comprenderlo:
"Un perro no sabría que hace con un coche de lujo, o una casa, o con ropa de diseño. Se conforma con un palo empapado. A un perro no le importa si eres rico o pobre, listo o bobo, inteligente o tonto. Si le das tu corazón te entregará el suyo. De cuanta gente podrías decir eso? ¿Cuanta gente puede hacerte sentir excepcional, puro y especial? ¿Cuanta gente puede hacerte sentir extraordinario?"
Dicho esto, decir que "Marley & Me" no es la típica película de travesuras de un perro. Es una película que relata un tramo de la vida de un columnista junto a su perro, en el que crece, madura y forma una familia con el paso de los años.
La película es entretenida, de ritmo ágil, divertida y muy tierna. Con buenas interpretaciones de Wilson y Aniston.
La banda sonora que acompaña a la película es extraordinaria, y forma junto a las imágenes una simbiosis perfecta, sobretodo al final.
"Un perro no sabría que hace con un coche de lujo, o una casa, o con ropa de diseño. Se conforma con un palo empapado. A un perro no le importa si eres rico o pobre, listo o bobo, inteligente o tonto. Si le das tu corazón te entregará el suyo. De cuanta gente podrías decir eso? ¿Cuanta gente puede hacerte sentir excepcional, puro y especial? ¿Cuanta gente puede hacerte sentir extraordinario?"
Dicho esto, decir que "Marley & Me" no es la típica película de travesuras de un perro. Es una película que relata un tramo de la vida de un columnista junto a su perro, en el que crece, madura y forma una familia con el paso de los años.
La película es entretenida, de ritmo ágil, divertida y muy tierna. Con buenas interpretaciones de Wilson y Aniston.
La banda sonora que acompaña a la película es extraordinaria, y forma junto a las imágenes una simbiosis perfecta, sobretodo al final.
5 de mayo de 2011
5 de mayo de 2011
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Perdón por el exagerado título de la crítica, pero es la pura verdad: aunque Una pareja de tres (además de traducción nefasta, chiste malo) quiera o pretenda ser una radiográfía del matrimonio joven, el perro aparece una y otra vez e impide profundizar mucho. Total, que lo que queda es un par de pánfilos como Aniston y Wilson cuidando de un perro.
No digo que no demuestren una química más o menos aceptable, pero es que esta película necesita un recorte urgente tanto en duración como en azúcar. Su tono es un poco tontorrón, un poco blando, y por supuesto quiere colarnos un drama final más que previsible para que así parezca que es una película "seria". Una jugada demasiadas veces repetida.
¿Qué me gustó? Pues Alan Arkin, sobre todo. Su personaje tiene gracia y Arkin aún le sabe añadir algún que otro matiz interesante. La sorpresa es Kathleen Turner, que se presta a estar aquí para solamente una escena, una escena supuestamente humorística y que solo sirve para constatar que cada día que pasa da más grima verla.
En fin, una película sobre un perro puede ser todo lo tierna que quieras, pero a mí no me parece interesante. Cuando te enteras de algunos proyectos que se quedan en el limbo y este tipo de películas sale adelante, uno pierde la fe (cinematográfica). Afortunadamente, siempre hay realizadores que siguen creyendo y nos hacen creer.
No digo que no demuestren una química más o menos aceptable, pero es que esta película necesita un recorte urgente tanto en duración como en azúcar. Su tono es un poco tontorrón, un poco blando, y por supuesto quiere colarnos un drama final más que previsible para que así parezca que es una película "seria". Una jugada demasiadas veces repetida.
¿Qué me gustó? Pues Alan Arkin, sobre todo. Su personaje tiene gracia y Arkin aún le sabe añadir algún que otro matiz interesante. La sorpresa es Kathleen Turner, que se presta a estar aquí para solamente una escena, una escena supuestamente humorística y que solo sirve para constatar que cada día que pasa da más grima verla.
En fin, una película sobre un perro puede ser todo lo tierna que quieras, pero a mí no me parece interesante. Cuando te enteras de algunos proyectos que se quedan en el limbo y este tipo de películas sale adelante, uno pierde la fe (cinematográfica). Afortunadamente, siempre hay realizadores que siguen creyendo y nos hacen creer.
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