Poder absoluto
6.8
19,540
Intriga. Thriller. Drama
Luther Whitney, un especialista en grandes robos, planea desvalijar la mansión de un magnate que se encuentra de vacaciones en el Caribe. Sin embargo, una vez dentro, es testigo involuntario de un asesinato que involucra al Presidente de Estados Unidos, a su jefe de gabinete y a dos agentes del Servicio Secreto. Pero, ¿a quién puede recurrir un criminal para acusar de asesinato a alguien relacionado con la Casa Blanca? (FILMAFFINITY)
15 de enero de 2009
15 de enero de 2009
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Eastwood es siempre un caballo por el que se puede apostar sin miedo alguno. Como cualquier otro director de cine, tiene obras superiores a otras, pero siempre que vas a ver una de sus películas sabes que te encontrarás con un producto con un mínimo de calidad. Esta película no es ninguna excepción. Eastwood demuestra su gran habilidad y talento en rodar un thriller de lo más competente y entretenido conviertiendo el film en puro entretenimiento.
Eastwood interpreta a un experimentado y ágil ladrón que durante una noche que se encontraba "trabajando" en una casa, es testigo de un homicio que implica al mismísimo presidente de los Estados Unidos (Gene Hackman). Eastwood, acosado por el servicio secreto y por el agente de polícia que lleva el caso (Ed Harris), deberá demostrar la implicación del soberano de USA al mismo tiempo que defiende su integridad e inocencia.
Toda la trama está muy bien construída haciendo que su ritmo no decaiga ni por un segundo. Por si fuera poco, la película cuenta con un gran guión y con un impresionante elenco de actores que aún eleva más la calidad de la cinta. No es ni mucho menos la mejor labor de Eastwood como director, pero sin ninguna duda estamos ante un producto de primera categoría que hace que su visión sea muy agradable y recomendada.
Eastwood interpreta a un experimentado y ágil ladrón que durante una noche que se encontraba "trabajando" en una casa, es testigo de un homicio que implica al mismísimo presidente de los Estados Unidos (Gene Hackman). Eastwood, acosado por el servicio secreto y por el agente de polícia que lleva el caso (Ed Harris), deberá demostrar la implicación del soberano de USA al mismo tiempo que defiende su integridad e inocencia.
Toda la trama está muy bien construída haciendo que su ritmo no decaiga ni por un segundo. Por si fuera poco, la película cuenta con un gran guión y con un impresionante elenco de actores que aún eleva más la calidad de la cinta. No es ni mucho menos la mejor labor de Eastwood como director, pero sin ninguna duda estamos ante un producto de primera categoría que hace que su visión sea muy agradable y recomendada.
2 de marzo de 2019
2 de marzo de 2019
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya la había visto hace tiempo, es muy entretenida, bien interpretada por magníficos actores al servicio de una historia construida con pericia, bien dirigida y con el ritmo y la profundidad en el guión necesarios para un brillante resultado.
Uno de esos trabajos que se queda grabado por la reacción de su protagonista, mientras se produce el crimen. No es spoiler.
Absolutamente recomendable.
Uno de esos trabajos que se queda grabado por la reacción de su protagonista, mientras se produce el crimen. No es spoiler.
Absolutamente recomendable.
23 de mayo de 2020
23 de mayo de 2020
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basada en la novela homónima de David Baldacci, adaptada para el cine por William Goldman, Clint Eastwood coprodujo, dirigió e interpretó como protagonista esta buena cinta de acción y suspense, subgénero "la Casa Blanca", que no está entre lo más destacado de su excelsa filmografía, pero sí es un film estimable.
Con un excelente reparto lleno de primeras figuras que se ajustan muy bien a sus personajes (mención especial para la gran Judy Davis), la película es interesante y entretenida, y está realizada con mucho oficio.
Las ajustadas dosis de morbo y comercialidad la ayudaron a lograr una buena taquilla, y las subtramas (la corrupción política, o la habitual difícil relación de los personajes de Eastwood con sus hijos, incluso aunque el guion no sea suyo), son poco originales pero mantienen la atención del espectador.
Con un excelente reparto lleno de primeras figuras que se ajustan muy bien a sus personajes (mención especial para la gran Judy Davis), la película es interesante y entretenida, y está realizada con mucho oficio.
Las ajustadas dosis de morbo y comercialidad la ayudaron a lograr una buena taquilla, y las subtramas (la corrupción política, o la habitual difícil relación de los personajes de Eastwood con sus hijos, incluso aunque el guion no sea suyo), son poco originales pero mantienen la atención del espectador.
18 de julio de 2008
18 de julio de 2008
54 de 102 usuarios han encontrado esta crítica útil
He vuelto a ver esta película y me reafirmo en mi primera impresión: cero patatero. Lo peor de la filmografía de Clint, un mal paso de los grandes, o uno más mejor dicho. Una tontería mayúscula, un relato inverosímil y estúpido para un público agradecido y abrazafarolas.
De acuerdo que se cubre las espaldas con buenos actores, pero el guion es sencillamente sobrenatural más propio de un fantasma para la televisión infantil. Lo increíble es que en una mansión impresionante pueda entrar hasta el tato con una simple ganzúa y el señorito encuentre joyas y obras de arte por doquier mientras se pasea como Pedro por su casa. Es imposible que alguien se crea que abra una caja fuerte que se supone último modelo de millonetis total, con un codificador de los chinos, y ¡hala! cajones de joyas y dinero a mansalva a elegir. El ínclito señor Clint, cuando presencia el crimen en esa mansión del magnate amigo del presidente, rememora a una película: el fantasma de Canterville; y así hace durante toda la película: el fantasma. El ve pero nadie le ve. Hace fotos sin que le vean... Entra por todas las casas como los fantasmas: cuando el policía se está afeitando en la suya y se lleva un susto de órdago, allí estaba el aparecido, de chiste. Le han faltado las cadenas y la bola de hierro. La peor participación de Ed Harris, por cierto. Y así todo. Su hija, fatal. El intento de romance entre el poli y la hija de Clint, penoso. El presidente USA un energúmeno que nadie se cree, un matón absurdo más de una república tercermundista.
En definitiva, película aciaga. Ver el spoiler para rematar la crítica.
De acuerdo que se cubre las espaldas con buenos actores, pero el guion es sencillamente sobrenatural más propio de un fantasma para la televisión infantil. Lo increíble es que en una mansión impresionante pueda entrar hasta el tato con una simple ganzúa y el señorito encuentre joyas y obras de arte por doquier mientras se pasea como Pedro por su casa. Es imposible que alguien se crea que abra una caja fuerte que se supone último modelo de millonetis total, con un codificador de los chinos, y ¡hala! cajones de joyas y dinero a mansalva a elegir. El ínclito señor Clint, cuando presencia el crimen en esa mansión del magnate amigo del presidente, rememora a una película: el fantasma de Canterville; y así hace durante toda la película: el fantasma. El ve pero nadie le ve. Hace fotos sin que le vean... Entra por todas las casas como los fantasmas: cuando el policía se está afeitando en la suya y se lleva un susto de órdago, allí estaba el aparecido, de chiste. Le han faltado las cadenas y la bola de hierro. La peor participación de Ed Harris, por cierto. Y así todo. Su hija, fatal. El intento de romance entre el poli y la hija de Clint, penoso. El presidente USA un energúmeno que nadie se cree, un matón absurdo más de una república tercermundista.
En definitiva, película aciaga. Ver el spoiler para rematar la crítica.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Continúo con el disparatador guión:
Cuando le disparan en la marquesina y está con su hija, igual; ahí queda su gabardina y el sombrero, nadie le ha visto irse, como si fuera el hombre invisible; aunque estaba rodeado de policías. Película para subnormales creyentes de los que les dices: mira: un burro volando, y miran.
Le toca ser el chófer, pues nada, aparece con la gorra de chófer: fácil para él.
Los del servicio secreto empujan a su hija metida en el coche por el barranco para matarla, y corre su padre a salvarla, y allí se presenta... Pero ¡¡¡cómo coño sabía el listo que su hija estaba allí al borde del barranco!!! Y por supuesto, no admito bajo ningún concepto, que la hija vaya en el coche a colocarse sin más, sin motivo alguno, justo al borde del barranco. ¿Qué razón tenía? Es absurdo. Ahí van las parejas por la noche, en todo caso.
Y ya el triple mortal: entra el socio al despacho del presidente de los EEUU, se lo carga con el abrecartas y queda el final como que el presidente se ha suicidado. Un hombre cerca de los 80 años le clava un abrecartas a un hombre que es el doble que él y que encima es el Presidente de los EEUU, y le mata, así de fácil y nadie advierte nada. Encima queda la cosa como que el presidente se ha suicidado... jejeje... con un abrecartas... jajaja... Y la gente tan normal, pues qué pena, la verdad... ¿No investigan? ¿No hay policía? Hasta el inspector Clousseau sabría si el presidente se ha clavado el abrecartas él mismo o ha habido forcejeo. Mala. Peor, malísima. El ladrón que vino a cenar y aprendía a dibujar copiando cuadros del Greco. Por el Greco le doy un 1 a la película.
Cuando le disparan en la marquesina y está con su hija, igual; ahí queda su gabardina y el sombrero, nadie le ha visto irse, como si fuera el hombre invisible; aunque estaba rodeado de policías. Película para subnormales creyentes de los que les dices: mira: un burro volando, y miran.
Le toca ser el chófer, pues nada, aparece con la gorra de chófer: fácil para él.
Los del servicio secreto empujan a su hija metida en el coche por el barranco para matarla, y corre su padre a salvarla, y allí se presenta... Pero ¡¡¡cómo coño sabía el listo que su hija estaba allí al borde del barranco!!! Y por supuesto, no admito bajo ningún concepto, que la hija vaya en el coche a colocarse sin más, sin motivo alguno, justo al borde del barranco. ¿Qué razón tenía? Es absurdo. Ahí van las parejas por la noche, en todo caso.
Y ya el triple mortal: entra el socio al despacho del presidente de los EEUU, se lo carga con el abrecartas y queda el final como que el presidente se ha suicidado. Un hombre cerca de los 80 años le clava un abrecartas a un hombre que es el doble que él y que encima es el Presidente de los EEUU, y le mata, así de fácil y nadie advierte nada. Encima queda la cosa como que el presidente se ha suicidado... jejeje... con un abrecartas... jajaja... Y la gente tan normal, pues qué pena, la verdad... ¿No investigan? ¿No hay policía? Hasta el inspector Clousseau sabría si el presidente se ha clavado el abrecartas él mismo o ha habido forcejeo. Mala. Peor, malísima. El ladrón que vino a cenar y aprendía a dibujar copiando cuadros del Greco. Por el Greco le doy un 1 a la película.
26 de noviembre de 2015
26 de noviembre de 2015
11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Azúcar...
1) El tito Clint será el amo absoluto. Nadie le toserá. Todos bajarán la mirada a su paso. Su palabra será ley. Su vida, ejemplo. Su cuerpo, la materia de la que están hechos los sueños.
2) Cuando baje a la tierra y tome forma humana, será camaleón, el rey de los disfraces, el jefe marionetista, primer bailarín de la gran mascarada.
3) Se hará a imagen y semejanza del hombre (a ratos, de cierta manera). Para ello adoptará el papel de padre en la sombra, siempre amantísimo pero ausente; el más querido y el más añorado.
Un pasado turbio le acompañará como banda sonora recurrente y melancólica, sombría.
4) Conocerá todas las profesiones y artes. No habrá límite. Alpinista, ladrón, asesino, corredor de fondo, médico de guardia, chófer de postín, policía pintón, pintor inspirado, paseante solitario, ilusionista, alquimista, prestidigitador, tesorero, consejero, moralista, templario, mirón, masón...
5) Pondrá y quitará gobiernos. Dirigirá el mundo desde una esquina, en absoluto silencio. Moverá los hilos. Sabrá latín y arameo. Será Rasputín, Cromwell y Maquiavelo. Venenoso, sutil y alambicado.
6) Cuestionará el orden social. Arremeterá contra los más aupados hasta derribarlos de un certero golpe. Robin Hood, el Lute y el Dioni. Torete, Torrente y Petete.
7) Amará a la mujer (a la idea misma encarnada) sobre todas las cosas. Y ellas le corresponderán como se merece. Será dadivoso sexualmente, ni cicatero ni melindroso. Sus carnes prietas y eternas serán un panal de rica miel, un lago suizo en el que todo el género femenino (y masculino, si surge o surgiera) se bañará siempre por primera vez. Todas inmaculadas.
8) Será poema. Verbo. Sus actos se convertirán en abismo existencial y cantar de gesta. Trovador, dadaísta y novelero. Pintor de todas las cosas. Píntate los labios, María...
9) Hará películas. Ya que sabrá, tendrá meridianamente claro que el cine es la viva imagen del tiempo. Su obra será insondable, perfecta (más o menos).
10) Nunca morirá. Y si así fuera, sería una puta mentira.
1) El tito Clint será el amo absoluto. Nadie le toserá. Todos bajarán la mirada a su paso. Su palabra será ley. Su vida, ejemplo. Su cuerpo, la materia de la que están hechos los sueños.
2) Cuando baje a la tierra y tome forma humana, será camaleón, el rey de los disfraces, el jefe marionetista, primer bailarín de la gran mascarada.
3) Se hará a imagen y semejanza del hombre (a ratos, de cierta manera). Para ello adoptará el papel de padre en la sombra, siempre amantísimo pero ausente; el más querido y el más añorado.
Un pasado turbio le acompañará como banda sonora recurrente y melancólica, sombría.
4) Conocerá todas las profesiones y artes. No habrá límite. Alpinista, ladrón, asesino, corredor de fondo, médico de guardia, chófer de postín, policía pintón, pintor inspirado, paseante solitario, ilusionista, alquimista, prestidigitador, tesorero, consejero, moralista, templario, mirón, masón...
5) Pondrá y quitará gobiernos. Dirigirá el mundo desde una esquina, en absoluto silencio. Moverá los hilos. Sabrá latín y arameo. Será Rasputín, Cromwell y Maquiavelo. Venenoso, sutil y alambicado.
6) Cuestionará el orden social. Arremeterá contra los más aupados hasta derribarlos de un certero golpe. Robin Hood, el Lute y el Dioni. Torete, Torrente y Petete.
7) Amará a la mujer (a la idea misma encarnada) sobre todas las cosas. Y ellas le corresponderán como se merece. Será dadivoso sexualmente, ni cicatero ni melindroso. Sus carnes prietas y eternas serán un panal de rica miel, un lago suizo en el que todo el género femenino (y masculino, si surge o surgiera) se bañará siempre por primera vez. Todas inmaculadas.
8) Será poema. Verbo. Sus actos se convertirán en abismo existencial y cantar de gesta. Trovador, dadaísta y novelero. Pintor de todas las cosas. Píntate los labios, María...
9) Hará películas. Ya que sabrá, tendrá meridianamente claro que el cine es la viva imagen del tiempo. Su obra será insondable, perfecta (más o menos).
10) Nunca morirá. Y si así fuera, sería una puta mentira.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Estos diez mandamientos se resumen en dos.
a) El comienzo es poderoso, bellamente filmado, hasta cómico (Clint y sus caras de voyeur apurado). La premisa es fantástica, muy estupenda: tratar al presidente como a un gañán chusquero e infecto y a sus secuaces como a simples sicarios. Hasta ahí íbamos bien. Sobre todo, si piensas en Hackman, Davis, Harris, Linney... o en alguna buena escena y su ritmo de metrónomo. Pero...
b) Debería ponerse un cartelito que anunciara que está prohibida terminantemente para mayores de tres años. Su visión del mundo, de los mecanismos del poder y de la misma realidad es tan simple e infantil, ridícula y fantasmal que amenaza con tomadura de pelo o risa de gato.
Nunca un padre/ladrón fue tan sandunguero y felón, tan patafísico y peleón.
Qué arreón.
a) El comienzo es poderoso, bellamente filmado, hasta cómico (Clint y sus caras de voyeur apurado). La premisa es fantástica, muy estupenda: tratar al presidente como a un gañán chusquero e infecto y a sus secuaces como a simples sicarios. Hasta ahí íbamos bien. Sobre todo, si piensas en Hackman, Davis, Harris, Linney... o en alguna buena escena y su ritmo de metrónomo. Pero...
b) Debería ponerse un cartelito que anunciara que está prohibida terminantemente para mayores de tres años. Su visión del mundo, de los mecanismos del poder y de la misma realidad es tan simple e infantil, ridícula y fantasmal que amenaza con tomadura de pelo o risa de gato.
Nunca un padre/ladrón fue tan sandunguero y felón, tan patafísico y peleón.
Qué arreón.
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