Saben aquell
7.0
10,903
Drama
Película sobre los primeros años de carrera del humorista Eugenio. Barcelona, finales de los 60. Eugenio Jofra, un joven joyero, conoce a Conchita y el flechazo es instantáneo. Eugenio aprende a tocar la guitarra para acompañar a Conchita, para lo que tendrá que luchar contra el miedo escénico. Empieza así la carrera musical de ‘Els dos’. Cuando Conchita se tiene que ausentar durante dos semanas de Barcelona, convence a Eugenio de que ... [+]
7 de noviembre de 2023
7 de noviembre de 2023
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy estimable película que nos narra de forma entretenida e interesante la época en la que Eugenio (más tarde archiconocido humorista) y su esposa Conchita, trataban de abrirse camino en el mundo de la música y formaron el dúo "Els dos".
David Trueba filma con enorme respeto la figura de ambos retratando, de paso, una época, finales de los sesenta hasta comienzos de los ochenta del siglo pasado, nostálgica para los más veteranos y que recordamos con cariño por, entre otras cosas, tener cerca a nuestros seres más queridos.
Un film entrañable, llena de amor y cariño, pero también triste, que entretiene e interesa desde el comienzo hasta el final gracias a un esforzado guion a cargo del propio realizador y de Albert Espinosa, basado en la biografía sobre Eugenio de la novela de Gerard Jofra (hijo mayor del propio Eugenio).
Una conmovedora historia de amor, existiendo atractivos temas como la lucha por conseguir los sueños, la lealtad a la pareja, los demonios internos frente al ingenio y talento.
Perfecta ambientación y dos sobresalientes interpretaciones, la de una deliciosa Carolina Yuste y un soberbio David Verdaguer transmutado en la figura de Eugenio, con su forma de hablar, sus modos y movimientos...
En suma, una buena película, que rinde homenaje a dos artistas, la una sin llegar a conseguir el éxito a pesar de sus esfuerzos y el otro que lo consiguió casi sin pretenderlo.
El destino, la oportunidad... esas cosas que determinan la vida de un ser humano, siempre al albur del azar.
Muy recomendable.
https://filmsencajatonta.blogspot.com/
David Trueba filma con enorme respeto la figura de ambos retratando, de paso, una época, finales de los sesenta hasta comienzos de los ochenta del siglo pasado, nostálgica para los más veteranos y que recordamos con cariño por, entre otras cosas, tener cerca a nuestros seres más queridos.
Un film entrañable, llena de amor y cariño, pero también triste, que entretiene e interesa desde el comienzo hasta el final gracias a un esforzado guion a cargo del propio realizador y de Albert Espinosa, basado en la biografía sobre Eugenio de la novela de Gerard Jofra (hijo mayor del propio Eugenio).
Una conmovedora historia de amor, existiendo atractivos temas como la lucha por conseguir los sueños, la lealtad a la pareja, los demonios internos frente al ingenio y talento.
Perfecta ambientación y dos sobresalientes interpretaciones, la de una deliciosa Carolina Yuste y un soberbio David Verdaguer transmutado en la figura de Eugenio, con su forma de hablar, sus modos y movimientos...
En suma, una buena película, que rinde homenaje a dos artistas, la una sin llegar a conseguir el éxito a pesar de sus esfuerzos y el otro que lo consiguió casi sin pretenderlo.
El destino, la oportunidad... esas cosas que determinan la vida de un ser humano, siempre al albur del azar.
Muy recomendable.
https://filmsencajatonta.blogspot.com/
14 de enero de 2024
14 de enero de 2024
39 de 69 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película debería haberse llamado "Eugenio y Conchita" pues realmente no es un biopic al uso sobre Eugenio sino que la película empieza en el instante en que ambos se conocen (nada sabemos de su infancia, de su adolescencia, de la mili que está presente en una conversación) y se acaba en el momento en que se acaba la relación con Conchita. Es decir, más que un biopic es un episodio de amor dentro de ese biopic.
No me importan esas películas así, existen grandes biopics apoyados fuertemente en la historia de amor de sus personajes como "Walk the line" pero en ella nos mostraban durante sus primeros 30 minutos la infancia y adolescencia de Johnny Cash y por qué tenía esa forma de ser.
Aquí no, se va al grano sin entrantes. A pelo. Aquí Eugenio es un personaje secundario en una historia de amor porque lo importante es su historia de amor con Conchita (que está bien, pero que no debería ser lo único que toque siendo un biopic de Eugenio).
A destacar las actuaciones: las interpretaciones de David y Carolina son sobresalientes (aunque en el doblaje, cuando David no está sobre el escenario, tenga más acento de Andreu Buenafuente que del propio Eugenio) así como la ambientación, la recreación de la época y algunos primeros planos son brillantes.
Aún así es una película triste, depresiva y deprimente (con el afán de deprimir) y eso se ve claramente en algunos planos e iluminación relacionados con la vida fuera del escenario: encuadres feos, pisos tenues, yonquis, prostitutas tiradas en las calles, suciedad, manchas... incluso tabaco sin humo o locales donde la gente fuma pero no hay humo (y eso que ponen una advertencia de que el fumar es malo al inicio del film). Todo eso crea un ambiente malsano y enrarecido que parece querer provocar un malrollo a posta con ganas de revolver las tripas de forma muy gratuita (como la aparición de Guillermo Duck enganchado a un suero en el hospital, ¿por qué? ¿para qué? Esto no es "Mar adentro").
Sigo en el spoiler porque hay muchas cosas que me sacan de la película y que hacen que, aparte de la decepción de haber usado el drama como única temática, la hacen bajar más y más (estamos hablando de alguien muy actual, no de Napoleón o de Mozart):
No me importan esas películas así, existen grandes biopics apoyados fuertemente en la historia de amor de sus personajes como "Walk the line" pero en ella nos mostraban durante sus primeros 30 minutos la infancia y adolescencia de Johnny Cash y por qué tenía esa forma de ser.
Aquí no, se va al grano sin entrantes. A pelo. Aquí Eugenio es un personaje secundario en una historia de amor porque lo importante es su historia de amor con Conchita (que está bien, pero que no debería ser lo único que toque siendo un biopic de Eugenio).
A destacar las actuaciones: las interpretaciones de David y Carolina son sobresalientes (aunque en el doblaje, cuando David no está sobre el escenario, tenga más acento de Andreu Buenafuente que del propio Eugenio) así como la ambientación, la recreación de la época y algunos primeros planos son brillantes.
Aún así es una película triste, depresiva y deprimente (con el afán de deprimir) y eso se ve claramente en algunos planos e iluminación relacionados con la vida fuera del escenario: encuadres feos, pisos tenues, yonquis, prostitutas tiradas en las calles, suciedad, manchas... incluso tabaco sin humo o locales donde la gente fuma pero no hay humo (y eso que ponen una advertencia de que el fumar es malo al inicio del film). Todo eso crea un ambiente malsano y enrarecido que parece querer provocar un malrollo a posta con ganas de revolver las tripas de forma muy gratuita (como la aparición de Guillermo Duck enganchado a un suero en el hospital, ¿por qué? ¿para qué? Esto no es "Mar adentro").
Sigo en el spoiler porque hay muchas cosas que me sacan de la película y que hacen que, aparte de la decepción de haber usado el drama como única temática, la hacen bajar más y más (estamos hablando de alguien muy actual, no de Napoleón o de Mozart):
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
-Niños que apenas envejecen aunque hayan pasado 10 años. En 10 años los niños han envejecido 4 y en lugar de 13 siguen teniendo 8 como Lisa Simpson tras 40 temporadas. Imagino que, para evitar que el espectador no caiga en ello, han omitido poner en qué año estamos a medida que avanza la película (error garrafal pues en el transcurso del metraje no sabemos si seguimos en 1976 o en 1979)
Tramas que no van a ninguna parte:
-¿qué pasa con la mujer que le da los 15.000 chistes de su hijo muerto? ¿le pagaron? ¿usó esos chistes en sus espectáculos? ¿siguieron teniendo alguna relación o amistad? De repente ocurre y al instante no se sabe qué pasó con esa trama.
-¿Por qué Eugenio escribía chistes en la mili cuando hacía guardias? ¿de dónde ese hobby?
-¿Cómo es que un profesor no sabe ni quiénes son los padres de un alumno que lleva años allí? En las fichas de los alumnos aparecen los nombres completos de los padres. Y cuando Eugenio acude al colegio como aparición estelar, ¿qué pasa después? ¿dejan de darle la turra al chiquillo o se vuelve en la estrella de la clase?
Anacronismos:
-A ver, yo comprendo que Mónica Randall y Pedro Ruiz deseen aparecer, pero haberle puesto algo de CGI a la Randall y haberle teñido las canas o haberle puesto una peluca a Pedro Ruiz. Que estamos en 1978 aprox. y ellos dos están sacados literalmente del 2023.
-¿Se presentaba un 'desconocido' Nino Bravo con su canción "Un beso y una flor" (escrita y grabada en 1972) al casting de Eurovisión 1970? ¿y decidieron coger en su lugar a Julito Iglesias con "Gwendoline"? Pero claro, había que hacer protagonista a la canción.
-Lo de Eugenio en el "Un, dos, tres". A ver. El "Un, dos, tres" dejó su segunda temporada en 1976 (con Kiko Ledgard) y hasta 1982 no volvió a TVE con Mayra Gómez Kemp. En esa tercera temporada de 1982 es cuando aparece Eugenio en el programa: es decir, Conchita ya llevaba dos años muerta. Si quieres contar sólo la historia de amor, la cuentas. Si quieres contar la historia del éxito, la cuentas. Podías haberlo añadido como después del funeral de Conchita pero o estamos a una cosa o estamos a otra. Por cierto, adoro a Miriam Díaz-Aroca pero precisamente porque ella fue co-presentadora del "Un, dos, tres", no debería haberse prestado a hacer de ¿Mayra? (aunque si se atreve a hacerlo de forma ridícula Lara Dibildos con su madre...). El que habrá mojado sábana, fijo, habrá sido Paco Plaza haciendo de Chicho (ni en sus mejores sueños).
-Pasa igual que con la fecha de las cassettes, las cuales se grabaron en directo entre 1981 y 1985. Estamos hablando de otra época en la que transcurren los hechos.
-Algunos críticos hablan de esa época que trata como época gris y que, por ende, ha sabido plasmar el director en sus planos oscuros y tristes. A ver. Tras la muerte de Franco, España de gris tenía un cuerno. Barcelona era un arco iris, los cabarets y bingos estaban a la orden del día, los travestis, el movimiento LGTB, la vida nocturna barcelonesa era como en "Estudio 54" y en Madrid comenzaba la movida madrileña con el punk, con Alaska, con Almodóvar, con Radio Futura, con McNamara, con Ramoncín... ¿qué coño de España gris la de esos años de 1976 a 1980?
-Y por último, un detalle nimio pero que va sumando y que si sólo fuera ese no tendría importancia pero es otro más. ¿Qué demonios de "Alacant"? Por favor, ponedle un subtítulo debajo. O si queréis trincar una subvención extra de 300€ de la Generalitat poned "Alicante (Alacant)" o "Alacant (Alicante)". ¿Es que tenemos que meter la política hasta en detalles chorras que te sacan del film?
En fin. Eugenio no era un cantante de blues, no era Billie Holiday ni era Martin Luther King. Eugenio era un humorista que hizo del humor su forma de vida (por accidente sí, pero acabó abrazando al humor) y pienso que le hubiera gustado ser recordado más por lo feliz que fue que por los tres episodios tristes que sufrió (aunque el de Conchita fuera un golpe muy muy fuerte).
Tramas que no van a ninguna parte:
-¿qué pasa con la mujer que le da los 15.000 chistes de su hijo muerto? ¿le pagaron? ¿usó esos chistes en sus espectáculos? ¿siguieron teniendo alguna relación o amistad? De repente ocurre y al instante no se sabe qué pasó con esa trama.
-¿Por qué Eugenio escribía chistes en la mili cuando hacía guardias? ¿de dónde ese hobby?
-¿Cómo es que un profesor no sabe ni quiénes son los padres de un alumno que lleva años allí? En las fichas de los alumnos aparecen los nombres completos de los padres. Y cuando Eugenio acude al colegio como aparición estelar, ¿qué pasa después? ¿dejan de darle la turra al chiquillo o se vuelve en la estrella de la clase?
Anacronismos:
-A ver, yo comprendo que Mónica Randall y Pedro Ruiz deseen aparecer, pero haberle puesto algo de CGI a la Randall y haberle teñido las canas o haberle puesto una peluca a Pedro Ruiz. Que estamos en 1978 aprox. y ellos dos están sacados literalmente del 2023.
-¿Se presentaba un 'desconocido' Nino Bravo con su canción "Un beso y una flor" (escrita y grabada en 1972) al casting de Eurovisión 1970? ¿y decidieron coger en su lugar a Julito Iglesias con "Gwendoline"? Pero claro, había que hacer protagonista a la canción.
-Lo de Eugenio en el "Un, dos, tres". A ver. El "Un, dos, tres" dejó su segunda temporada en 1976 (con Kiko Ledgard) y hasta 1982 no volvió a TVE con Mayra Gómez Kemp. En esa tercera temporada de 1982 es cuando aparece Eugenio en el programa: es decir, Conchita ya llevaba dos años muerta. Si quieres contar sólo la historia de amor, la cuentas. Si quieres contar la historia del éxito, la cuentas. Podías haberlo añadido como después del funeral de Conchita pero o estamos a una cosa o estamos a otra. Por cierto, adoro a Miriam Díaz-Aroca pero precisamente porque ella fue co-presentadora del "Un, dos, tres", no debería haberse prestado a hacer de ¿Mayra? (aunque si se atreve a hacerlo de forma ridícula Lara Dibildos con su madre...). El que habrá mojado sábana, fijo, habrá sido Paco Plaza haciendo de Chicho (ni en sus mejores sueños).
-Pasa igual que con la fecha de las cassettes, las cuales se grabaron en directo entre 1981 y 1985. Estamos hablando de otra época en la que transcurren los hechos.
-Algunos críticos hablan de esa época que trata como época gris y que, por ende, ha sabido plasmar el director en sus planos oscuros y tristes. A ver. Tras la muerte de Franco, España de gris tenía un cuerno. Barcelona era un arco iris, los cabarets y bingos estaban a la orden del día, los travestis, el movimiento LGTB, la vida nocturna barcelonesa era como en "Estudio 54" y en Madrid comenzaba la movida madrileña con el punk, con Alaska, con Almodóvar, con Radio Futura, con McNamara, con Ramoncín... ¿qué coño de España gris la de esos años de 1976 a 1980?
-Y por último, un detalle nimio pero que va sumando y que si sólo fuera ese no tendría importancia pero es otro más. ¿Qué demonios de "Alacant"? Por favor, ponedle un subtítulo debajo. O si queréis trincar una subvención extra de 300€ de la Generalitat poned "Alicante (Alacant)" o "Alacant (Alicante)". ¿Es que tenemos que meter la política hasta en detalles chorras que te sacan del film?
En fin. Eugenio no era un cantante de blues, no era Billie Holiday ni era Martin Luther King. Eugenio era un humorista que hizo del humor su forma de vida (por accidente sí, pero acabó abrazando al humor) y pienso que le hubiera gustado ser recordado más por lo feliz que fue que por los tres episodios tristes que sufrió (aunque el de Conchita fuera un golpe muy muy fuerte).
13 de noviembre de 2023
13 de noviembre de 2023
14 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
El imperturbable Eugenio, conmueve, divierte y emociona desde el trabajo de Verdaguer, Yuste y Trueba.
“Saben aquell” es una película preciosa, divertida, que emociona, hace reír y conmueve. El trabajo de David Verdaguer es fantástico, se mimetiza con el personaje de Eugenio, sin que sea una burda imitación, con una asombrosa facultad para incluir matices como lo de levantar la ceja o acabar una frase con un “gallo” justo cuando la está ligando a la frase siguiente. ¡Es perfecto!.
Carolina Yuste también hace una interpretación excelente. Esposa enamorada, tierna, firme, que admira y potencia a su marido, con interés en educar bien a sus hijos, manteniendo su propia identidad como mujer, cuidando a la familia y facilitando buenos momentos. A resaltar lo bien que canta Carolina Yuste, que ya vimos en “El Cover” cuando hacía una magnífica interpretación a lo Amy Winehouse.
La recreación de Barcelona a finales de los 60 y las décadas de los años 70 y 80 es maravillosa.
La ambientación es excelente, los coches en la calle, la ropa y vestimenta de los protagonistas, los objetos de decoración en interiores y en la calle, el estilo de la cartelería de los comercios, la cartelería y publicidad en los autobuses (Terlenka). Es una gozada ver lo bien que está recreado.
No obstante, en esa recreación, un punto discordante, muy, pero muy profundo: el hablar catalán.
Eugenio, su mujer y sus respectivas familias eran de clase social trabajadora, él catalán, trabajaba en un taller de joyería, ella venida de Huelva a encontrar trabajo como cantante. En los años 60 Barcelona tuvo una emigración masiva de ciudadanos del resto de provincias de España, donde no existía ese trabajo que, sin embargo, desbordaba en capitales como Bilbao o Barcelona. Barcelona tenía una población mayoritariamente “charnega” que no hablaban catalán. Además, eran tiempos de régimen franquista, donde el uso del catalán estaba prohibido. En aquellos años el hablar en catalán se restringía a las familias de la burguesía catalana que vivían en las ciudades o las familias que vivían en pequeños pueblos, como en el Pirineo.
Fue muy avanzados la década de los años 80, cuando la Generalitat lanzó el Proyecto “El catalá, cosa de tots”, potenciando la introducción del uso del catalán, porque hasta entonces no se utilizaba por la sociedad comú, introduciendo en las escuelas unas clases más rigurosas de catalán, un catalán con “norma”, de hecho el proyecto tenía como estandarte un dibujo de una chica llamada Norma, que sentaba las bases de cómo debía enseñarse, hablarse y estudiarse el catalán. Este “Català, cosa de tots” es por el que se organizaron, en los colegios públicos, clases gratuitas de catalán para gente mayor, para los padres de sus alumnos. Hasta entonces no había posibilidad de aprender catalán fuera de la asignatura, dentro de la escolarización, pero no para los mayores, acercando el aprendizaje y uso del idioma a esos “charnegos” emigrantes.
En los años 60 y 70 no se hablaba catalán en Barcelona capital, errando la ambientación que muestra esta película.
Por ejemplo:
- Era muy improbable que una chica emigrante de Huelva hablara en catalán en un autobús con otro viajero al que no conoce, ofreciéndole el asiento. Se lo diría en castellano.
- Los taxistas de Barcelona, en su mayoría emigrantes, no hablaban en catalán. No saludarían a un pasajero desconocido en catalán sino en castellano, seguramente con un acento andaluz muy marcado.
- Los barrenderos no le dirían a una chica que pasa por allí, cosas en catalán, se lo dirían en castellano.
- Con total seguridad: a principios de los 80, las clases en los colegios eran en castellano, salvo la asignatura de catalán. La escena de una clase de biología de EGB, del hijo de 10/12 años de Eugenio (Gerard nació en el 69) nunca hubieran hablado de aniones y cationes en catalán. Eso no es así.
- Los bares estaban atendidos por trabajadores que no hablaban en catalán, podían contestar en alguna ocasión, por contentar a su clientela, pero los dueños de bares o sus trabajadores hablaban en castellano.
- En los garitos de espectáculos, hasta los 80, como donde trabajaban Eugenio y su esposa, no se hablaba mayoritariamente en catalán.
- En la película, sin embargo, una puta de la calle, sí habla en castellano... "quieres acabar bien la noche, guapo?"
De hecho, Eugenio se llamaba Eugenio y no Eugeni, y contaba los chistes en castellano, salvo la frase introductoria de “Saben aquel que diu” o alguna palabra intercalada en catalán. La película misma cae en un anacronismo: muestra a toda la sociedad hablando en catalán, taxistas, profesores, clientes del garito y, sin embargo, muestra a Eugenio contando los chistes en castellano, tal y como realmente ocurría.
No es creíble (ni real) que todo el mundo hablara en catalán y, sin embargo, el espectáculo de Eugenio fuera en castellano.
Dado que el resto de ambientación está tan pensada, tan lograda y tan bien definida, da pie a pensar que el empleo permanente del catalán en una población, ubicación y años en los que se hablaba castellano, no se es un error sino algo intencionado. No se acaba de entender el propósito de ese punto, único disonante de la película. Se está haciendo una revisión de algo que no ocurría así. Es una cuestión que estuvo dándome vueltas durante todo el metraje y que tendría ganas de aclarar con Trueba o con el equipo del proyecto.
Salvo esta cuestión, el resto de matices en la película hacen que realmente se disfrute muchísimo. Es divertida, digna, emotiva, con unas interpretaciones excelentes y, por todo, muy recomendable.
“Saben aquell” es una película preciosa, divertida, que emociona, hace reír y conmueve. El trabajo de David Verdaguer es fantástico, se mimetiza con el personaje de Eugenio, sin que sea una burda imitación, con una asombrosa facultad para incluir matices como lo de levantar la ceja o acabar una frase con un “gallo” justo cuando la está ligando a la frase siguiente. ¡Es perfecto!.
Carolina Yuste también hace una interpretación excelente. Esposa enamorada, tierna, firme, que admira y potencia a su marido, con interés en educar bien a sus hijos, manteniendo su propia identidad como mujer, cuidando a la familia y facilitando buenos momentos. A resaltar lo bien que canta Carolina Yuste, que ya vimos en “El Cover” cuando hacía una magnífica interpretación a lo Amy Winehouse.
La recreación de Barcelona a finales de los 60 y las décadas de los años 70 y 80 es maravillosa.
La ambientación es excelente, los coches en la calle, la ropa y vestimenta de los protagonistas, los objetos de decoración en interiores y en la calle, el estilo de la cartelería de los comercios, la cartelería y publicidad en los autobuses (Terlenka). Es una gozada ver lo bien que está recreado.
No obstante, en esa recreación, un punto discordante, muy, pero muy profundo: el hablar catalán.
Eugenio, su mujer y sus respectivas familias eran de clase social trabajadora, él catalán, trabajaba en un taller de joyería, ella venida de Huelva a encontrar trabajo como cantante. En los años 60 Barcelona tuvo una emigración masiva de ciudadanos del resto de provincias de España, donde no existía ese trabajo que, sin embargo, desbordaba en capitales como Bilbao o Barcelona. Barcelona tenía una población mayoritariamente “charnega” que no hablaban catalán. Además, eran tiempos de régimen franquista, donde el uso del catalán estaba prohibido. En aquellos años el hablar en catalán se restringía a las familias de la burguesía catalana que vivían en las ciudades o las familias que vivían en pequeños pueblos, como en el Pirineo.
Fue muy avanzados la década de los años 80, cuando la Generalitat lanzó el Proyecto “El catalá, cosa de tots”, potenciando la introducción del uso del catalán, porque hasta entonces no se utilizaba por la sociedad comú, introduciendo en las escuelas unas clases más rigurosas de catalán, un catalán con “norma”, de hecho el proyecto tenía como estandarte un dibujo de una chica llamada Norma, que sentaba las bases de cómo debía enseñarse, hablarse y estudiarse el catalán. Este “Català, cosa de tots” es por el que se organizaron, en los colegios públicos, clases gratuitas de catalán para gente mayor, para los padres de sus alumnos. Hasta entonces no había posibilidad de aprender catalán fuera de la asignatura, dentro de la escolarización, pero no para los mayores, acercando el aprendizaje y uso del idioma a esos “charnegos” emigrantes.
En los años 60 y 70 no se hablaba catalán en Barcelona capital, errando la ambientación que muestra esta película.
Por ejemplo:
- Era muy improbable que una chica emigrante de Huelva hablara en catalán en un autobús con otro viajero al que no conoce, ofreciéndole el asiento. Se lo diría en castellano.
- Los taxistas de Barcelona, en su mayoría emigrantes, no hablaban en catalán. No saludarían a un pasajero desconocido en catalán sino en castellano, seguramente con un acento andaluz muy marcado.
- Los barrenderos no le dirían a una chica que pasa por allí, cosas en catalán, se lo dirían en castellano.
- Con total seguridad: a principios de los 80, las clases en los colegios eran en castellano, salvo la asignatura de catalán. La escena de una clase de biología de EGB, del hijo de 10/12 años de Eugenio (Gerard nació en el 69) nunca hubieran hablado de aniones y cationes en catalán. Eso no es así.
- Los bares estaban atendidos por trabajadores que no hablaban en catalán, podían contestar en alguna ocasión, por contentar a su clientela, pero los dueños de bares o sus trabajadores hablaban en castellano.
- En los garitos de espectáculos, hasta los 80, como donde trabajaban Eugenio y su esposa, no se hablaba mayoritariamente en catalán.
- En la película, sin embargo, una puta de la calle, sí habla en castellano... "quieres acabar bien la noche, guapo?"
De hecho, Eugenio se llamaba Eugenio y no Eugeni, y contaba los chistes en castellano, salvo la frase introductoria de “Saben aquel que diu” o alguna palabra intercalada en catalán. La película misma cae en un anacronismo: muestra a toda la sociedad hablando en catalán, taxistas, profesores, clientes del garito y, sin embargo, muestra a Eugenio contando los chistes en castellano, tal y como realmente ocurría.
No es creíble (ni real) que todo el mundo hablara en catalán y, sin embargo, el espectáculo de Eugenio fuera en castellano.
Dado que el resto de ambientación está tan pensada, tan lograda y tan bien definida, da pie a pensar que el empleo permanente del catalán en una población, ubicación y años en los que se hablaba castellano, no se es un error sino algo intencionado. No se acaba de entender el propósito de ese punto, único disonante de la película. Se está haciendo una revisión de algo que no ocurría así. Es una cuestión que estuvo dándome vueltas durante todo el metraje y que tendría ganas de aclarar con Trueba o con el equipo del proyecto.
Salvo esta cuestión, el resto de matices en la película hacen que realmente se disfrute muchísimo. Es divertida, digna, emotiva, con unas interpretaciones excelentes y, por todo, muy recomendable.
5 de noviembre de 2023
5 de noviembre de 2023
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nadie mejor que un circunspecto humorista vestido de negro para representar la sutil línea que separa el drama de la comedia. Saben aquell integra al humorista Eugenio en un contexto certeramente recreado y narra la preciosa historia de amor de los protagonistas (es notable el buen hacer y la química de David Verdaguer y Carolina Yuste, que interpreta a la mujer de Eugenio, Conchita), logrando una película cálida y veraz, de una genuina emotividad.
7 de noviembre de 2023
7 de noviembre de 2023
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si una película te traspasa es que hay verdad en ella. Si te deja poso, solo puede ser buena. Así ocurre en Saben aquell...
La película, la vida de els dos, en realidad esta narrada desde el punto de vista de Eugenio hacia su mujer, Conchita, pero es ella la que, con su mirada tierna, condescendiente en ocasiones, le va guiando y pone el acento del dúo, de la pareja.
Memorable la actuación de Carolina Yuste. Hace mil papeles y, metiéndose en cada uno de ellos hasta el tuétano, siempre tienen su impronta. Y su rol de mujer serena, extravertida, de pocas pero precisas palabras, no es fácil. La exigencia de una buena voz en una lengua que no es la materna, pero que Conchita Alcaide hablaba tan bien y Yuste reproduce con tanta maestría, es una delicia y un prodigio.
David Verdaguer, Eugenio, está caracterizado a la perfección, él está perfecto, pero es que cierras los ojos y con oír su voz ya estás viendo a Eugenio.
Lo que cuenta es la historia de ellos, la valentía de Conchita, las dudas de él que vence porque cree en lo que ella le dice. Para qué más...
La canción T'estimo de Lluis Llach cantada por Carolina/Conchita, te pone la piel de gallina. Y Eugenio/David en el final, con Nino Bravo de fondo, apuntala ese sentimiento de orfandad y de belleza que tiene la película.
Saben aquell...
La película, la vida de els dos, en realidad esta narrada desde el punto de vista de Eugenio hacia su mujer, Conchita, pero es ella la que, con su mirada tierna, condescendiente en ocasiones, le va guiando y pone el acento del dúo, de la pareja.
Memorable la actuación de Carolina Yuste. Hace mil papeles y, metiéndose en cada uno de ellos hasta el tuétano, siempre tienen su impronta. Y su rol de mujer serena, extravertida, de pocas pero precisas palabras, no es fácil. La exigencia de una buena voz en una lengua que no es la materna, pero que Conchita Alcaide hablaba tan bien y Yuste reproduce con tanta maestría, es una delicia y un prodigio.
David Verdaguer, Eugenio, está caracterizado a la perfección, él está perfecto, pero es que cierras los ojos y con oír su voz ya estás viendo a Eugenio.
Lo que cuenta es la historia de ellos, la valentía de Conchita, las dudas de él que vence porque cree en lo que ella le dice. Para qué más...
La canción T'estimo de Lluis Llach cantada por Carolina/Conchita, te pone la piel de gallina. Y Eugenio/David en el final, con Nino Bravo de fondo, apuntala ese sentimiento de orfandad y de belleza que tiene la película.
Saben aquell...
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