El joven manos de tijera
1990 

7.7
121,984
Fantástico. Drama. Romance
Durante una noche de Navidad, una anciana le cuenta a su nieta la historia de Eduardo Manostijeras (Johnny Depp), un muchacho creado por un extravagante inventor (Vincent Price) que no pudo acabar su obra, dejando al joven con cuchillas en lugar de dedos. (FILMAFFINITY)
9 de mayo de 2009
9 de mayo de 2009
20 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buenas, esta es mi primera crítica en esta fantástica página que hace ya un tiempo descubrí pero que hasta hoy no me he atrevido a participar en ella.
En primer lugar diré que esta película destila magia por todos sus rincones. En segundo lugar diré que esta película me marcó, iniciando en mí una fructuosa experiencia fílmica que me ha permitido ser una mejor persona, más abierta de mente y un poco menos infeliz en esa cotidianidad que a todos nos abruma de vez en cuando.
Es maravilloso el contraste entre el frío y desolador aspecto de Eduardo, y el candor de su corazón. Como buena fábula nos enseña algo de humanidad en esta sucia y decadente sociedad en la que vivimos y de la que algunos intentamos evadirnos de muchas maneras, una de ellas el cine.
Pero su alma no radica en su forma, ni en su desarrollo, ni siquiera en su idea conceptual (claro homenaje a Frankenstein, no diré copia), sino en sus contrastes.
Hay una interminable secuencia de situaciones memorables en esta cinta, reflejo de las mundanas hipocresías; del cálido frío, del oscuro metal suave y agradable; del color intenso, vivo pero falso, acartonado.
Eduardo es como un ser endémico. No podría haber existido en una sociedad como la nuestra.
Pero quiero creer que no es utópico pensar que hay gente así. Ahí están algunos niños (hace un tiempo hubiese dicho a todos), que en su ignorancia por falta de palos en la vida (tampoco diré inocencia) nos demuestran que el ser humano nace libre de vilezas tales como la envidia, el rencor, el miedo a lo desconocido, los prejuicios, el sadismo… que es capaz de amar... de forma idílica... de forma platónica... sin ser correspondido… sin ser comprendido.
Tal vez no sea una película de diez (se quedaría muy cerca) pero el valor emocional es suficiente para mí como para subirle un décimas.
En primer lugar diré que esta película destila magia por todos sus rincones. En segundo lugar diré que esta película me marcó, iniciando en mí una fructuosa experiencia fílmica que me ha permitido ser una mejor persona, más abierta de mente y un poco menos infeliz en esa cotidianidad que a todos nos abruma de vez en cuando.
Es maravilloso el contraste entre el frío y desolador aspecto de Eduardo, y el candor de su corazón. Como buena fábula nos enseña algo de humanidad en esta sucia y decadente sociedad en la que vivimos y de la que algunos intentamos evadirnos de muchas maneras, una de ellas el cine.
Pero su alma no radica en su forma, ni en su desarrollo, ni siquiera en su idea conceptual (claro homenaje a Frankenstein, no diré copia), sino en sus contrastes.
Hay una interminable secuencia de situaciones memorables en esta cinta, reflejo de las mundanas hipocresías; del cálido frío, del oscuro metal suave y agradable; del color intenso, vivo pero falso, acartonado.
Eduardo es como un ser endémico. No podría haber existido en una sociedad como la nuestra.
Pero quiero creer que no es utópico pensar que hay gente así. Ahí están algunos niños (hace un tiempo hubiese dicho a todos), que en su ignorancia por falta de palos en la vida (tampoco diré inocencia) nos demuestran que el ser humano nace libre de vilezas tales como la envidia, el rencor, el miedo a lo desconocido, los prejuicios, el sadismo… que es capaz de amar... de forma idílica... de forma platónica... sin ser correspondido… sin ser comprendido.
Tal vez no sea una película de diez (se quedaría muy cerca) pero el valor emocional es suficiente para mí como para subirle un décimas.
30 de diciembre de 2006
30 de diciembre de 2006
27 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Espléndido cuento gótico de navidad a cargo del maestro de lo oscuramente siniestro y delicioso, Tim Burton, con la colaboración en la reconstrucción de la historia de la que a su vez fue la guionista de esta obra, la entonces mujer del músico habitual de Burton, Danny Elfman, la guionista ("La familia Adams"), cineasta y productora norteamericana Caroline Thompson.
Con claras reminiscencias del Frankenstein de Mary Shelley por aquello del personaje de Eduardo Manostijeras, con su tez cadavérica y llena de cicatrices "por gajes del oficio", su atuendo estrafalario (traje de cuero negro), sus movimientos torpes, casi mecánicos, y su origen artificial creado por un inventor (Vincent Price en su obra póstuma), que a diferencia del dr Frankenstein no se comportó de manera cruel y despectiva, sino que trató de colmarlo de todas las semejanzas humanas, sólo que por un fatídico infarto mortal le dejó incompletas sus manos aún por inventar, quedándose de por vida con aquellas otras "manos" a base de tijeras de podar con todos los inconvenientes que eso le podría acarrear para una normal convivencia humana y cotidiana...
Además de su parecido formal con aquel mítico mostruo decimonónico, estaría el nexo de la incomprensión de un mostruo de buenos sentimientos no aceptado por la gente debido al tradicional recelo y prejuicios humanos de todo aquello que se salga de la ortodoxia o comúnmente establecido...
Otras posibles inspiraciones de sus dos creadores (Burton y Thompson) puediera haber sido el libro decimonónico también de tradición sajona, "Struwwelpeter", en donde el personaje de aquel niño, Peter, que no le gustaba nada asearse y al que le creció el pelo y las uñas de manera mostruosa...ó el evidente parecido con la fábula de "La bella y la bestia" ó "El peter Pan" de J.M Barrie por la tensa, contenida y ambigua relación con la chica o personaje femenino...
De cualquier manera Eduardo Manostijeras es una estupenda cinta de Burton, extraordinariamente narrada y filmada y con la brutal ambientación sonora (como siempre) a cargo de su habitual Danny Elfman que sencillamente lo BORDA. A parte, la habitualmete también espléndida fotografía y puesta en escena, se ve aquí de nuevo corroborada por el trabajo de Stefan Czapsky ("Ed Wood" ó "Batman vuelve" ambas de Burton)...y del trabajo de Johny Depp: "...no coment"...sencillamente BRUTAL. Junto con "Dead Man" de Jarmusch su mejor actuación de calle...
Así que entremedias de sus dos "Batman", Burton factura una maravillosa historia de las suyas en las que al parecer intentó "colar de rondón" algunos de los tópicos más manidos de la sociedad norteamericana de las décadas de 1950 a 1980...con su fetiche nieve y estación de navidad de por medio...
Para todos los públicos una obra entrañable y
M A R A V I L L O S A.
Con claras reminiscencias del Frankenstein de Mary Shelley por aquello del personaje de Eduardo Manostijeras, con su tez cadavérica y llena de cicatrices "por gajes del oficio", su atuendo estrafalario (traje de cuero negro), sus movimientos torpes, casi mecánicos, y su origen artificial creado por un inventor (Vincent Price en su obra póstuma), que a diferencia del dr Frankenstein no se comportó de manera cruel y despectiva, sino que trató de colmarlo de todas las semejanzas humanas, sólo que por un fatídico infarto mortal le dejó incompletas sus manos aún por inventar, quedándose de por vida con aquellas otras "manos" a base de tijeras de podar con todos los inconvenientes que eso le podría acarrear para una normal convivencia humana y cotidiana...
Además de su parecido formal con aquel mítico mostruo decimonónico, estaría el nexo de la incomprensión de un mostruo de buenos sentimientos no aceptado por la gente debido al tradicional recelo y prejuicios humanos de todo aquello que se salga de la ortodoxia o comúnmente establecido...
Otras posibles inspiraciones de sus dos creadores (Burton y Thompson) puediera haber sido el libro decimonónico también de tradición sajona, "Struwwelpeter", en donde el personaje de aquel niño, Peter, que no le gustaba nada asearse y al que le creció el pelo y las uñas de manera mostruosa...ó el evidente parecido con la fábula de "La bella y la bestia" ó "El peter Pan" de J.M Barrie por la tensa, contenida y ambigua relación con la chica o personaje femenino...
De cualquier manera Eduardo Manostijeras es una estupenda cinta de Burton, extraordinariamente narrada y filmada y con la brutal ambientación sonora (como siempre) a cargo de su habitual Danny Elfman que sencillamente lo BORDA. A parte, la habitualmete también espléndida fotografía y puesta en escena, se ve aquí de nuevo corroborada por el trabajo de Stefan Czapsky ("Ed Wood" ó "Batman vuelve" ambas de Burton)...y del trabajo de Johny Depp: "...no coment"...sencillamente BRUTAL. Junto con "Dead Man" de Jarmusch su mejor actuación de calle...
Así que entremedias de sus dos "Batman", Burton factura una maravillosa historia de las suyas en las que al parecer intentó "colar de rondón" algunos de los tópicos más manidos de la sociedad norteamericana de las décadas de 1950 a 1980...con su fetiche nieve y estación de navidad de por medio...
Para todos los públicos una obra entrañable y
M A R A V I L L O S A.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Es de noche y una abuela está contando una historia a su nieta convaleciente en cama por un catarro, mientras afuera está nevando y observa por la ventana en lo alto de una colina la mansión abandonada y de aspecto gótico que se alza majestuosa en lo alto del pueblo.
La abuela ante la inocente pregunta de su nieta sobre dónde proviene la nieve, le empieza a relatar la historia de esta película...
...Ambientada en aquel mismo pueblo algunos años atrás, nos encontramos durante una estación soleada que ensalza el colorista aspecto del pueblo dominado por la enigmática mansión al parecer abandonada y antiguamente morada por un inventor...uno de cuyos inventos inconclusos sería el joven Eduardo (Johny Depp)...
Una mañana, abajo en el pueblo, la representante de ventas de la marca de cosméticos AVON, Peg(Dianne Wiest), hace su labor comercial a puerta fría por las casas de las chismosas vecinas,mientras sus maridos estaban ausentes, ejerciendo de sustentadores de la unidad familiar.
Ante la mala jornada que está teniendo, observa por su retrovisor la mansión supuestamente abandonada y decide ir a probar suerte. Allí se encontrará con un joven de apariencia frágil y con la particularidad de tener por manos un manojo de tijeras en cada una...
Peg decide bajarlo a su casa, y adoptarlo al calor de su familia; su marido Bill(Alan Arkin), su hijo Kevin (Robert Oliveri) y su hija Kim (Wynona Rider) aún por llegar de una excursión al campo con sus amigos de instituto.
Pronto las curiosas y chismosas vecinas que normalmente la rehuían durante su trabajo de comercial, se apelotonan alrededor de su casa para observar al nuevo y extraño huésped...
Acogido en principio con curiosidad, el joven Eduardo se va ganando poco a poco la confianza de los recelosos vecinos con tareas varias como la de excelente cortacésped, peluquero de animales y personas, y en épocas invernales escultor de hielo...
Sólo cuando Kim regresa de su acampada acompañada de su novio e hijo de millonarios Jim(el pazgüato de mi admirada "El club de los cinco", Anthony Michael Hall), se desencadena la tensión, pues mientras Eduardo siente algo especial por Kim, su clasista novio le hace la vida imposible.
Además, una de sus vecinas, la casquivana y sexi Joyce (Kathy Baker), se siente sexualmente atraída por el morbo que ejerce sobre ella Eduardo, a quien un día éste sin saberlo le hace un feo...a partir de entonces una despechada Joyce tratará de expandir el vil rumor de que Eduardo la intentó violar, pasando a convertirse en blanco de los crecientes recelos de su vecindario...
Una emboscada consentida de Jim a Eduardo (por el amor de éste a Kim) , en una especie de robo frustado en casa de sus padres, complicará aún más las cosas.
El final, en su mansión abandonada...Eduardo iracundo mata a Jim...Kim dice al resto del pueblo que ambos se mataron en el fragor de una cruenta pelea.
...Ahora la abuelita Kim le acabó de contar la historia a su nieta.
La abuela ante la inocente pregunta de su nieta sobre dónde proviene la nieve, le empieza a relatar la historia de esta película...
...Ambientada en aquel mismo pueblo algunos años atrás, nos encontramos durante una estación soleada que ensalza el colorista aspecto del pueblo dominado por la enigmática mansión al parecer abandonada y antiguamente morada por un inventor...uno de cuyos inventos inconclusos sería el joven Eduardo (Johny Depp)...
Una mañana, abajo en el pueblo, la representante de ventas de la marca de cosméticos AVON, Peg(Dianne Wiest), hace su labor comercial a puerta fría por las casas de las chismosas vecinas,mientras sus maridos estaban ausentes, ejerciendo de sustentadores de la unidad familiar.
Ante la mala jornada que está teniendo, observa por su retrovisor la mansión supuestamente abandonada y decide ir a probar suerte. Allí se encontrará con un joven de apariencia frágil y con la particularidad de tener por manos un manojo de tijeras en cada una...
Peg decide bajarlo a su casa, y adoptarlo al calor de su familia; su marido Bill(Alan Arkin), su hijo Kevin (Robert Oliveri) y su hija Kim (Wynona Rider) aún por llegar de una excursión al campo con sus amigos de instituto.
Pronto las curiosas y chismosas vecinas que normalmente la rehuían durante su trabajo de comercial, se apelotonan alrededor de su casa para observar al nuevo y extraño huésped...
Acogido en principio con curiosidad, el joven Eduardo se va ganando poco a poco la confianza de los recelosos vecinos con tareas varias como la de excelente cortacésped, peluquero de animales y personas, y en épocas invernales escultor de hielo...
Sólo cuando Kim regresa de su acampada acompañada de su novio e hijo de millonarios Jim(el pazgüato de mi admirada "El club de los cinco", Anthony Michael Hall), se desencadena la tensión, pues mientras Eduardo siente algo especial por Kim, su clasista novio le hace la vida imposible.
Además, una de sus vecinas, la casquivana y sexi Joyce (Kathy Baker), se siente sexualmente atraída por el morbo que ejerce sobre ella Eduardo, a quien un día éste sin saberlo le hace un feo...a partir de entonces una despechada Joyce tratará de expandir el vil rumor de que Eduardo la intentó violar, pasando a convertirse en blanco de los crecientes recelos de su vecindario...
Una emboscada consentida de Jim a Eduardo (por el amor de éste a Kim) , en una especie de robo frustado en casa de sus padres, complicará aún más las cosas.
El final, en su mansión abandonada...Eduardo iracundo mata a Jim...Kim dice al resto del pueblo que ambos se mataron en el fragor de una cruenta pelea.
...Ahora la abuelita Kim le acabó de contar la historia a su nieta.
11 de junio de 2005
11 de junio de 2005
18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras tres películas de interés creciente y algunos curiosos cortos, Burton nos regaló su primera obra maestra. Esta es la primera película del director en la que los personajes y sus relaciones superan a la ambientación y los decorados (que siguen siendo muy originales), consiguiendo que el espectador más o menos sensible se identifique plenamente con Eduardo: el chico artificial que fue creado por un científico loco, que vivió solo y ajeno a la sociedad durante mucho tiempo y que una vez descubierta ésta última intenta encajar en ella. Una triste y trágica metáfora de la sociedad actual que debería ser vista por todo el mundo varias veces en su vida.
15 de diciembre de 2010
15 de diciembre de 2010
17 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante una de las mejores películas de Tim Burton, una obra maestra inigualable, conmovedora y tierna. Un bellísimo cuento sobre el origen de la nieve sobre un muchacho que tenía tijeras en vez de manos.
Además me encantan los personajes de las cotillas de urbanización porque es que clavan a los personajes tal y como son en la realidad.
Todo lo demás está dicho que os tenéis que animar a verla porque es una maravilla de película muy tierna y con un Johnny Depp que borda el papel del joven Manostijeras.
Fantástica.
Además me encantan los personajes de las cotillas de urbanización porque es que clavan a los personajes tal y como son en la realidad.
Todo lo demás está dicho que os tenéis que animar a verla porque es una maravilla de película muy tierna y con un Johnny Depp que borda el papel del joven Manostijeras.
Fantástica.
16 de marzo de 2011
16 de marzo de 2011
16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿A alguien más se le podría haber ocurrido algo parecido? Tim Burton nació para darle al cine este tipo de cosas, nadie podría hacer algo así y se agradece, llevar a la pantalla enormes metáforas como la que hay detrás del triste Eduardo, el que en lugar de tener manos tiene tijeras. Su surrealismo no siempre es bien recibido, pero con esta historia inverosímil de amor se ganó al gran público con todo merecimiento. En lugar de dar miedo Johnny Depp, con el imposible maquillaje de su cara, transmite una ternura que alcanza niveles elevadísimos en el desenlace. Podríamos hablar de humor también, fantasía por supuesto, alguna idea como la de la nieve tan sugestiva y ya tenemos el taquillazo. Sin embargo, nadie podrá decir que Burton no tiene su estilo propio y que es coherente y fiel.
Al revisionarla me ha parecido menos brillante, menos mágica, es lo que tiene mirar atrás a veces, lo que parecía una cosa deja de serlo, será porque el tiempo nos cambia, menudo descubrimiento acabo de hacer... El caso es que el pobre Eduardo siempre tendrá tijeras en lugar de manos, siempre será diferente al resto y sus vecinos seguirán siendo unos hipócritas y lamentables seres humanos. Mientras que él, pobre enamorado, seguirá con su Winona Ryder en la mente. Un canto al amor muy especial, todo lo especial que Burton es.
Al revisionarla me ha parecido menos brillante, menos mágica, es lo que tiene mirar atrás a veces, lo que parecía una cosa deja de serlo, será porque el tiempo nos cambia, menudo descubrimiento acabo de hacer... El caso es que el pobre Eduardo siempre tendrá tijeras en lugar de manos, siempre será diferente al resto y sus vecinos seguirán siendo unos hipócritas y lamentables seres humanos. Mientras que él, pobre enamorado, seguirá con su Winona Ryder en la mente. Un canto al amor muy especial, todo lo especial que Burton es.
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