Hellbound: Hellraiser II
1988 

5.3
3,098
Fantástico. Terror
Kirsty Cotton acaba recluida en un sanatorio donde intenta olvidar la pesadilla vivida con la muerte de sus padres. Sin embargo, allí coincide con el siniestro Doctor Channard, quien encuentra en la joven la pieza que necesita para llegar al éxito en sus intentos de encontrar la puerta a una dimensión oculta. (FILMAFFINITY)
17 de febrero de 2017
17 de febrero de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pasable continuación de Hellraiser en la que se profundiza un poco más sobre el origen de Pinhead y se muestra cómo es el mundo del que procede. La novia de Frank resucita con la ayuda de un sádico doctor que dirige un psiquiátrico en el que está internada una joven que manipula la caja que abre la puerta del infierno y nuevamente los cenobitas entran en acción. Pero esta vez tendrán que enfrentarse con el doctor, que empujado por la novia de Frank acaba convertido en una temible criatura maléfica.
La parte que transcurre en el infierno es bastante extravagante pero hay que reconocer que sus creadores le han echado imaginación al asunto. De nuevo tenemos unos buenos efectos de maquillaje, rudimentarios efectos visuales, ingeniosos decorados y más casquería que nunca en una secuela digna aunque excesivamente barroca.
La parte que transcurre en el infierno es bastante extravagante pero hay que reconocer que sus creadores le han echado imaginación al asunto. De nuevo tenemos unos buenos efectos de maquillaje, rudimentarios efectos visuales, ingeniosos decorados y más casquería que nunca en una secuela digna aunque excesivamente barroca.
24 de junio de 2021
24 de junio de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hellraiser siempre iba a ser un problema para hacerle una secuela, sin embargo, esta primera secuela comienza de manera bastante prometedora, comenzando la misma noche en que terminó la original.
Presenta el regreso de la heroína de Ashley Laurence, Kirsty, y la resurrección de la malvada madrastra Julia (Clare Higgins).
Sin embargo, aproximadamente hacia la mitad del film la película se estropea, en cambio, la película arroja imágenes e ideas interesantes, aparentemente al azar.
Eso no quiere decir que Hellbound: Hellraiser 2 sea una película totalmente mala, simplemente parece una oportunidad desperdiciada.
Tal vez las ideas sobre el Infierno y Leviatán podrían haberse explorado y desarrollado de manera más completa. Sin embargo, gran parte de Hellbound parece confuso y medio cocido.
Kenneth Cranham le da peso al papel del siniestro Dr. Channard, pero tan pronto como se convierte en un cenobita, la película entra en un territorio confuso y demasiado gore y me pregunto qué pasó con el tono del original.
Clare Higgins parece estar disfrutando interpretando su regreso como Julia como una perra del infierno y es interesante descubrir algo sobre el origen de los cenobitas, aunque sea brevemente (y al menos el origen humano de Pinhead es algo que se explora más a fondo en Hellraiser III).
Si te gusta la primera película pues está no llega a su calidad pero apunta cositas buenas...
Presenta el regreso de la heroína de Ashley Laurence, Kirsty, y la resurrección de la malvada madrastra Julia (Clare Higgins).
Sin embargo, aproximadamente hacia la mitad del film la película se estropea, en cambio, la película arroja imágenes e ideas interesantes, aparentemente al azar.
Eso no quiere decir que Hellbound: Hellraiser 2 sea una película totalmente mala, simplemente parece una oportunidad desperdiciada.
Tal vez las ideas sobre el Infierno y Leviatán podrían haberse explorado y desarrollado de manera más completa. Sin embargo, gran parte de Hellbound parece confuso y medio cocido.
Kenneth Cranham le da peso al papel del siniestro Dr. Channard, pero tan pronto como se convierte en un cenobita, la película entra en un territorio confuso y demasiado gore y me pregunto qué pasó con el tono del original.
Clare Higgins parece estar disfrutando interpretando su regreso como Julia como una perra del infierno y es interesante descubrir algo sobre el origen de los cenobitas, aunque sea brevemente (y al menos el origen humano de Pinhead es algo que se explora más a fondo en Hellraiser III).
Si te gusta la primera película pues está no llega a su calidad pero apunta cositas buenas...
29 de septiembre de 2022
29 de septiembre de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta secuela de laberíntico argumento es, curiosamente, superior a la película de Clive Barker. La ambientación es bastante mejor, la magnífica banda sonora ahora está bien usada, los efectos especiales tienen encanto (aunque algunos aún rozan la ridiculez, pero nada exagerado), y tenemos un sinfín de escenas macabras, pintorescos malvados y un ritmo diabólico. El infierno nunca fue tan entretenido.
Ahora bien, la historia es un enredo de ideas que tiene tela que cortar y aunque se haga divertida no deja de ser estrafalaria. Voy desenmarañando el ovillo de acontecimientos, desde lo general hasta entrar en detalles de la trama:
- Se nos da origen a los cenobitas, indagando un poquito más en Pinhead. Una pena que su presencia sea testimonial.
- Se nos presenta a su jefe, el dios de la carne, pero de forma muy abstracta e indefinida.
- Se confirma, supongo, que la cuarta dimensión es el infierno, pues no parece hacer falta resolver el cubo para pasearse por ahí. Aunque, de hecho, ahora ni resolverlo te condena. Los cenobitas mucho hablar y poco actuar.
- Hablando de pasearse por ahí, en la anterior se sobreentendía que escapar del infierno era algo puntual, pero ahora todo el mundo entra y sale cuando le da la gana. La película parece ambientarse en una jornada de puertas abiertas, con los cenobitas ejerciendo de guías turísticos.
Ahora bien, la historia es un enredo de ideas que tiene tela que cortar y aunque se haga divertida no deja de ser estrafalaria. Voy desenmarañando el ovillo de acontecimientos, desde lo general hasta entrar en detalles de la trama:
- Se nos da origen a los cenobitas, indagando un poquito más en Pinhead. Una pena que su presencia sea testimonial.
- Se nos presenta a su jefe, el dios de la carne, pero de forma muy abstracta e indefinida.
- Se confirma, supongo, que la cuarta dimensión es el infierno, pues no parece hacer falta resolver el cubo para pasearse por ahí. Aunque, de hecho, ahora ni resolverlo te condena. Los cenobitas mucho hablar y poco actuar.
- Hablando de pasearse por ahí, en la anterior se sobreentendía que escapar del infierno era algo puntual, pero ahora todo el mundo entra y sale cuando le da la gana. La película parece ambientarse en una jornada de puertas abiertas, con los cenobitas ejerciendo de guías turísticos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
- Hablando de los cenobitas, se pasan toda la puta película hablando sin hacer nada, hasta que llega un nuevo cenobita recién sacado del horno y se los carga a todos en medio minuto. Vaya timo el Pinhead y sus amigos. Toda esa escena es un despropósito, con los seres torturadores convertidos en ovejas nostálgicas de su vida humana que de repente deciden enfrentarse al nuevo cenobita sin puto sentido y morir. Patético.
- El nuevo cenobita sí que es la caña, rezumando humor negro en sus comentarios y con un diseño de lo más extravagante. El mejor villano de toda la saga.
- ¿Ahora a los cenobitas les importa por qué han sido convocados? Y perdonan el sufrimiento a la rubia que resuelve el cubo porque…. ¡Sí! ¡Y se van! ¿Estamos de coña? Si en la primera los llama la protagonista inocente que no tiene ni idea de lo que hace y no les importa lo más mínimo, y aún la siguen buscando hoy para proporcionarle una eternidad de terrible agonía. Cero sentido.
- Se van, pero dejan las puertas del infierno abiertas para que todos se paseen por allí y entren y salgan cuando les salga del moño.
- Nos introducen una especie de dios de la carne, el dolor y el placer… que es como un cubo gigante en el aire que mete personas en cubículos y los devuelve hechos unos cenobitas… y que ni dios entiende a qué viene, porque pintar no pinta nada y no te explican nada más. Lo derrotan o algo haciendo los típicos giros random en el cubo que quedan igual de patéticos que en la primera parte.
- Y por último, ahora el personal se cambia de piel como de chaqueta. Unas risas.
- No puedo finalizar sin citar al Dr Cenobita gracioso. En idioma original, voy a elegir:
‘What was on the agenda today? Ah yes. Evisceration!’
- El nuevo cenobita sí que es la caña, rezumando humor negro en sus comentarios y con un diseño de lo más extravagante. El mejor villano de toda la saga.
- ¿Ahora a los cenobitas les importa por qué han sido convocados? Y perdonan el sufrimiento a la rubia que resuelve el cubo porque…. ¡Sí! ¡Y se van! ¿Estamos de coña? Si en la primera los llama la protagonista inocente que no tiene ni idea de lo que hace y no les importa lo más mínimo, y aún la siguen buscando hoy para proporcionarle una eternidad de terrible agonía. Cero sentido.
- Se van, pero dejan las puertas del infierno abiertas para que todos se paseen por allí y entren y salgan cuando les salga del moño.
- Nos introducen una especie de dios de la carne, el dolor y el placer… que es como un cubo gigante en el aire que mete personas en cubículos y los devuelve hechos unos cenobitas… y que ni dios entiende a qué viene, porque pintar no pinta nada y no te explican nada más. Lo derrotan o algo haciendo los típicos giros random en el cubo que quedan igual de patéticos que en la primera parte.
- Y por último, ahora el personal se cambia de piel como de chaqueta. Unas risas.
- No puedo finalizar sin citar al Dr Cenobita gracioso. En idioma original, voy a elegir:
‘What was on the agenda today? Ah yes. Evisceration!’
29 de agosto de 2012
29 de agosto de 2012
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con esta segunda parte es donde la obra de culto de terror se empieza a convertir en algo absurdo y muy lejano de la versión original.
La primera parte impresiona por su tremenda fuerza, por su gran personalidad, sin grandes efectos visuales se consigue una tensión única.
La segunda parte se ahonda en la temática de la primera, se va al infierno y habla con los diablos, va al extremo e incluso se sale pues todo es fácil y evidente.
Resulta interesante visualmente pero la narración y el propio argumento dejan mucho que desear, se ha querido contar mucho, muchos temas, muchas personas y hasta la propia Higgins hace un triste papel, desperdicia su talento y rompe el mito creado con la primera parte.
A veces la película entretiene pero no me produce esa sensación de la primera parte, esa angustia y ese asco, además han pasado los años y la primera se sigue viendo muy bien, han pasado los años, pero la película no ha envejecido, sin embargo, la segunda parte se ha quedado muy anticuada.
La primera parte impresiona por su tremenda fuerza, por su gran personalidad, sin grandes efectos visuales se consigue una tensión única.
La segunda parte se ahonda en la temática de la primera, se va al infierno y habla con los diablos, va al extremo e incluso se sale pues todo es fácil y evidente.
Resulta interesante visualmente pero la narración y el propio argumento dejan mucho que desear, se ha querido contar mucho, muchos temas, muchas personas y hasta la propia Higgins hace un triste papel, desperdicia su talento y rompe el mito creado con la primera parte.
A veces la película entretiene pero no me produce esa sensación de la primera parte, esa angustia y ese asco, además han pasado los años y la primera se sigue viendo muy bien, han pasado los años, pero la película no ha envejecido, sin embargo, la segunda parte se ha quedado muy anticuada.
5 de agosto de 2012
5 de agosto de 2012
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primera secuela de Hellraiser a la que luego seguirian otras siete. Con el público ya preparado tras la primera película, Hellbound intenta dar más de lo mismo. Mucho más.
Tony Randel debuta en la dirección tras unos años como supervisor de efectos visuales. Randel entiende que lo que gustó de la primera fue la sangre y ofrece muchísima, algo que agradecemos los que gustamos de ver el líquido rojo en pantalla. Sin embargo, más allá de algunas escenas realmente logradas en lo relativo al sufrimiento y al dolor (harían las delicias de Pedro Piqueras), Hellraiser 2 tiene poco que ofrecer. La película intenta aprovechar al máximo la ambientación, que está muy trabajada y también saca el máximo partido de sus particulares efectos visuales. Más allá de eso, la historia que nos cuenta se puede resumir en unas tres o cuatro líneas. A pesar de que tiene un giro de relativo interés, el desarrollo no es más que una herramienta para dar rienda suelta al despliegue visual de la producción.
Clare Higgins repite... y mejora. No es que pueda decirse que llega al aprobado ni mucho menos, pero al menos tiene algún que otro detallito con el que se quita el cartón de la cara. Ashley Laurence (en ciertos momentos clavadita a Winona Ryder) vuelve a ser, posiblemente, la mejor de la película. Imogen Boorman hace una labor aceptable que no le valió para hacer carrera en el cine. Kenneth Cranham disfruta del personaje y eso se agradece, pues el sadismo que debe llevar a la pantalla necesita de un actor que lo disfrute (no digo que sea un sádico en la vida real, ojo). Sean Chapman vuelve a estar acertado en su corta aparición y Doug Bradley está perfecto como el mítico Pinhead.
Resumiendo, que es gerundio: Hellraiser 2 no es más que una excusa narrativa puesta al servicio del despliegue de medios en el apartado visual. Entretenida para la vista, sí, pero totalmente fallida en su parte surrealista, onírica o como cada cual quiera llamarlo. El guion es deficiente en todos los sentidos y la película se sostiene gracias al morbo del espectador.
Tony Randel debuta en la dirección tras unos años como supervisor de efectos visuales. Randel entiende que lo que gustó de la primera fue la sangre y ofrece muchísima, algo que agradecemos los que gustamos de ver el líquido rojo en pantalla. Sin embargo, más allá de algunas escenas realmente logradas en lo relativo al sufrimiento y al dolor (harían las delicias de Pedro Piqueras), Hellraiser 2 tiene poco que ofrecer. La película intenta aprovechar al máximo la ambientación, que está muy trabajada y también saca el máximo partido de sus particulares efectos visuales. Más allá de eso, la historia que nos cuenta se puede resumir en unas tres o cuatro líneas. A pesar de que tiene un giro de relativo interés, el desarrollo no es más que una herramienta para dar rienda suelta al despliegue visual de la producción.
Clare Higgins repite... y mejora. No es que pueda decirse que llega al aprobado ni mucho menos, pero al menos tiene algún que otro detallito con el que se quita el cartón de la cara. Ashley Laurence (en ciertos momentos clavadita a Winona Ryder) vuelve a ser, posiblemente, la mejor de la película. Imogen Boorman hace una labor aceptable que no le valió para hacer carrera en el cine. Kenneth Cranham disfruta del personaje y eso se agradece, pues el sadismo que debe llevar a la pantalla necesita de un actor que lo disfrute (no digo que sea un sádico en la vida real, ojo). Sean Chapman vuelve a estar acertado en su corta aparición y Doug Bradley está perfecto como el mítico Pinhead.
Resumiendo, que es gerundio: Hellraiser 2 no es más que una excusa narrativa puesta al servicio del despliegue de medios en el apartado visual. Entretenida para la vista, sí, pero totalmente fallida en su parte surrealista, onírica o como cada cual quiera llamarlo. El guion es deficiente en todos los sentidos y la película se sostiene gracias al morbo del espectador.
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