Luces de la ciudad
8.6
33,792
13 de enero de 2010
13 de enero de 2010
25 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Charles Chaplin fue un trotamundos. Mientras su película “Luces de la ciudad” era aclamada por todos. El actor viajaba a Inglaterra y Japón.
En su personaje de Charlot vemos esa búsqueda desesperada de encontrarse a si mismo. Parodiando su propia miseria, que nunca dejo en los sucios barrios londinenses donde creció.
Chaplin ciertamente fue un genio. Pero detrás de esa genialidad se escondía esa miseria del alma que lo seguía a todas partes. Ni las fugas geográficas que hacia, le permitían liberarse de esos fantasmas atormentadores que le perseguían a lo largo de su vida. Hombres genio como Einstein, tal vez en alguna de sus platicas llegaron a entender el espíritu atormentado del actor.
Si Freud lo psicoanalizara, diría: “Chaplin se busca a si mismo en cada una de las secuencias de Charlot, la respuesta esta en su niñez con una madre desquiciada y un padre alcohólico”.
Chaplin fue un neurótico de la más pura cepa, y acciones como la repetición de la escena con la violetera de “Luces de la ciudad” una y otra vez, lo prueban. Charles sufría de los trastornos TOC de personalidad, que ya explique en una crítica anterior (El aviador) y que genios como Howard Huges sufrían a menudo. La diferencia que la sociedad marca entre locura y genialidad se mide en base al éxito. Otros locos me vienen a la mente como Tin Tan y Cantinflas quienes al igual que Chaplin en cuanto se paraban frente a la cámara se transformaban en verdaderos maestros en el arte de transmitir emociones a las masas que los vitoreaban.
Yo si entiendo el éxito de “Luces de la ciudad” y el motivo por el cual esta renqueada entre las mas gustadas de todos los tiempos. Y es que en la escena del intento de suicidio por ejemplo, nos vemos reflejados; pero Chaplin lo maneja de una manera chusca sin dejarnos llegar al humor negro. Así en cada una de las escenas de la película, el vagabundo Charlot nos recuerda parte de la locura que cada ser humano lleva muy oculta en algún lugar recóndito del ser. Y aunque el publico de todo el planeta. Hizo del mimo del bombín un ídolo, quienes le conocieron muy de cerca, afirmarían que Charles Chaplin era el hombre más solitario del mundo.
En su personaje de Charlot vemos esa búsqueda desesperada de encontrarse a si mismo. Parodiando su propia miseria, que nunca dejo en los sucios barrios londinenses donde creció.
Chaplin ciertamente fue un genio. Pero detrás de esa genialidad se escondía esa miseria del alma que lo seguía a todas partes. Ni las fugas geográficas que hacia, le permitían liberarse de esos fantasmas atormentadores que le perseguían a lo largo de su vida. Hombres genio como Einstein, tal vez en alguna de sus platicas llegaron a entender el espíritu atormentado del actor.
Si Freud lo psicoanalizara, diría: “Chaplin se busca a si mismo en cada una de las secuencias de Charlot, la respuesta esta en su niñez con una madre desquiciada y un padre alcohólico”.
Chaplin fue un neurótico de la más pura cepa, y acciones como la repetición de la escena con la violetera de “Luces de la ciudad” una y otra vez, lo prueban. Charles sufría de los trastornos TOC de personalidad, que ya explique en una crítica anterior (El aviador) y que genios como Howard Huges sufrían a menudo. La diferencia que la sociedad marca entre locura y genialidad se mide en base al éxito. Otros locos me vienen a la mente como Tin Tan y Cantinflas quienes al igual que Chaplin en cuanto se paraban frente a la cámara se transformaban en verdaderos maestros en el arte de transmitir emociones a las masas que los vitoreaban.
Yo si entiendo el éxito de “Luces de la ciudad” y el motivo por el cual esta renqueada entre las mas gustadas de todos los tiempos. Y es que en la escena del intento de suicidio por ejemplo, nos vemos reflejados; pero Chaplin lo maneja de una manera chusca sin dejarnos llegar al humor negro. Así en cada una de las escenas de la película, el vagabundo Charlot nos recuerda parte de la locura que cada ser humano lleva muy oculta en algún lugar recóndito del ser. Y aunque el publico de todo el planeta. Hizo del mimo del bombín un ídolo, quienes le conocieron muy de cerca, afirmarían que Charles Chaplin era el hombre más solitario del mundo.
28 de septiembre de 2012
28 de septiembre de 2012
26 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
El del sombrero de hongo, el bastón, el bigotillo prehitleriano, sus zapatones y su atuendo raido y viejo. Este es el verdadero Charles Chaplin, Charlot, y no el de "Candilejas" o "Monseñor Verdoux". El que te hace reír a mandíbula batiente. Y se te descuidas, hasta te emociona. "Luces de la ciudad" es quizás un paso más de lo que es el simple humor. Ciertamente se busca la risa, y aquí, con el cine mudo buscado a cosa hecha, pues ya existía el otro, tiene Chaplin su mejor aliado para hacernos reír. Más adelante con el sonoro, se encontrará como pez fuera del agua, perdido después de media vida dibujando sonrisas como pocos a lo largo de la historia, aunque muchos no lo quieran ver, supongo que por fidelidad a su figura.
Pero como decía, "Luces de la ciudad" no sólo se reduce al chiste. También pretende contarnos una historia romántica, cosa que hace con cierta gracia y lirismo por más que tenga dudas sobre el desenlace (SPOILER). Sea como fuera, la historia gusta, es entretenida pese a ser una película relativamente larga para ser muda (81 minutos) y sobre todo es muy divertida, hasta el punto de que puede pecar de ser una sucesión de gags. Pero como me hacen gracia la inmensa mayoría de ellos, pues no lo critico. Además cuenta con una preciosa banda sonora, especialmente "La violetera" (1914) del maestro Padilla (y que en nuestro país popularizó, aún más si cabe, Sara Montiel).
Dicho lo cual, me temo que los seguidores de esta página exageran las virtudes de la película, otorgándole una de las notas más altas que he visto. Además calificarla de una de las mejores de la historia del cine, de la más bella, de la más emotiva, de poesía filmada y todo lo demás, es pasarse tres pueblos. Concretamente yo, que soy de lágrima fácil, no creáis lo contrario, en ningún momento me he emocionado. No sé si es que la gente ve poco cine, si les trae recuerdos de su infancia o definitivamente tienen otra sensibilidad, pero cintas más intensas, lacrimógenas, líricas y emotivas que ésta hay una ristra. ¿Que harán entonces nuestro amigos, deshidratarse de tanta lágrima derramada?
Pero como decía, "Luces de la ciudad" no sólo se reduce al chiste. También pretende contarnos una historia romántica, cosa que hace con cierta gracia y lirismo por más que tenga dudas sobre el desenlace (SPOILER). Sea como fuera, la historia gusta, es entretenida pese a ser una película relativamente larga para ser muda (81 minutos) y sobre todo es muy divertida, hasta el punto de que puede pecar de ser una sucesión de gags. Pero como me hacen gracia la inmensa mayoría de ellos, pues no lo critico. Además cuenta con una preciosa banda sonora, especialmente "La violetera" (1914) del maestro Padilla (y que en nuestro país popularizó, aún más si cabe, Sara Montiel).
Dicho lo cual, me temo que los seguidores de esta página exageran las virtudes de la película, otorgándole una de las notas más altas que he visto. Además calificarla de una de las mejores de la historia del cine, de la más bella, de la más emotiva, de poesía filmada y todo lo demás, es pasarse tres pueblos. Concretamente yo, que soy de lágrima fácil, no creáis lo contrario, en ningún momento me he emocionado. No sé si es que la gente ve poco cine, si les trae recuerdos de su infancia o definitivamente tienen otra sensibilidad, pero cintas más intensas, lacrimógenas, líricas y emotivas que ésta hay una ristra. ¿Que harán entonces nuestro amigos, deshidratarse de tanta lágrima derramada?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
¿Ella se desilusiona cuando lo ve? El final en realidad es abierto y se puede interpretar de muchas formas. El que quiera ver que quedan juntos puede hacerlo pero el que no, también. Yo, la verdad, no lo tengo nada claro. Ella en realidad siente un enamoramiento platónico por su benefactor, máxime cuando lo ha idealizado. Luego al verlo tal cual es, lo más probable es que se desilusione. Por supuesto que le tiene aprecio y se sentirá en deuda pero no creo que lo siga queriendo.
29 de noviembre de 2007
29 de noviembre de 2007
21 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Debo confesar que me decidí a ver esta película gracias a la crítica de unos de mi usuarios favoritos: jastarloa, el cual admitía su fracaso de ver el film sin derramar una sola lágrima. Y desde luego no quedé decepcionada. Este ha sido de los mayores descubrimientos que he hecho en los últimos años en el mundo del cine.
Esta película es una bellísima historia de amor que muestra todo lo que se puede llegar a hacer por una persona sin esperar nada a cambio, porque eso señoras y señores es como debe ser el amor, totalmente desinteresado.
Pero además esta película es mucho mas porque está cargada de gags memorables de unos de los grandes maestros del humor. En definitiva una obra maestra que no deberían dejar de ver.
Esta película es una bellísima historia de amor que muestra todo lo que se puede llegar a hacer por una persona sin esperar nada a cambio, porque eso señoras y señores es como debe ser el amor, totalmente desinteresado.
Pero además esta película es mucho mas porque está cargada de gags memorables de unos de los grandes maestros del humor. En definitiva una obra maestra que no deberían dejar de ver.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La escena del combate de boxeo es absolutamente desternillante, no pude parar de reír en mucho rato. Y por supuesto sería imposible no destacar el final de esta película, la maravillosa última escena, la mirada que le dedica el vagabundo a su amada, en fin: magia.
18 de enero de 2009
18 de enero de 2009
21 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como melómano empedernido e incurable que soy, cuando descubro una de esas canciones maravillosas que elevan tu espíritu hasta cotas inimaginables, no puedo evitar reproducirla decenas y decenas de veces, maravillado por la belleza etérea de la fantástica y narcotizante melodía.
Chaplin no sólo no se conformó con crear esta obra maestra entre obras maestras (otra que añadir a su larga lista en su faceta de cineasta total) , sino que perpetró un final tan absolutamente magistral e increíble que, mucho me temo, no ha resistido un millar de pases en mi viejo VHS. Por fortuna, existe ahora el DVD, que te permite sublimar una y otra vez esos minutos finales, irrepetibles en la historia del cine.
Y brindo porque todas las relaciones humanas puedan ser algún día como la del pobre vagabundo riquísimo en espíritu y la violetera ciega...
Chaplin no sólo no se conformó con crear esta obra maestra entre obras maestras (otra que añadir a su larga lista en su faceta de cineasta total) , sino que perpetró un final tan absolutamente magistral e increíble que, mucho me temo, no ha resistido un millar de pases en mi viejo VHS. Por fortuna, existe ahora el DVD, que te permite sublimar una y otra vez esos minutos finales, irrepetibles en la historia del cine.
Y brindo porque todas las relaciones humanas puedan ser algún día como la del pobre vagabundo riquísimo en espíritu y la violetera ciega...
23 de noviembre de 2006
23 de noviembre de 2006
26 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Discrepo con el comentario que me precede. El humor de la película no se basa en estar realizado a cámara rápida, sino que era la velocidad a la que se desarrollaba el cine mudo, y muchos momentos (en especial el combate de boxeo) son fruto de una coreografía estudiadísima y filmada decenas de veces.
¿Innovadora en su momento? Lo dudo, teniendo en cuenta que en el momento de su estreno el cine mudo ya casi se había borrado del mapa. La crítica social siempre ha sido una patente en las películas de Charles Chaplin, por lo que tampoco era innovador.
Claro que el tema ya se ha visto cientos de veces, es lo que ocurre ante una genialidad, que muchos intentan imitarla.
A mi parecer, a lo largo de toda la película se va preparando al espectador para que el clímax sea aún más emocionante, y es que esa escena final es indescriptible. Escribió Charles Chaplin en sus memorias que acudió al estreno de la película con Albert Einstein, a quién vió secarse unas lágrimas contemplando el final.
Le puse un 10 la primera vez que la ví y lo mantengo.
¿Innovadora en su momento? Lo dudo, teniendo en cuenta que en el momento de su estreno el cine mudo ya casi se había borrado del mapa. La crítica social siempre ha sido una patente en las películas de Charles Chaplin, por lo que tampoco era innovador.
Claro que el tema ya se ha visto cientos de veces, es lo que ocurre ante una genialidad, que muchos intentan imitarla.
A mi parecer, a lo largo de toda la película se va preparando al espectador para que el clímax sea aún más emocionante, y es que esa escena final es indescriptible. Escribió Charles Chaplin en sus memorias que acudió al estreno de la película con Albert Einstein, a quién vió secarse unas lágrimas contemplando el final.
Le puse un 10 la primera vez que la ví y lo mantengo.
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