Haz click aquí para copiar la URL

Sombras en el paraíso

Comedia. Drama. Romance Nikander es un conductor de un camión de la basura, que una noche verá como su vida se complica al morirse su compañero de trabajo. Además, se enamora de Ilona, una cajera de un supermercado. Primera entrega de "La trilogía del proletariado" que se compone además de "Ariel" y "La chica de la fábrica de cerillas." (FILMAFFINITY)
Críticas 14
Críticas ordenadas por utilidad
escribe tu crítica
6
13 de agosto de 2022 3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película, vista en la actualidad, me parece de las menos logradas de Aki Kaurismäki, aunque tiene el gran mérito de ser la primera en que sale a relucir su personalísimo estilo: esa extremada concisión narrativa, esas elipsis sorprendentes, ese humor negro sutil, ese gusto por los miserables de la sociedad, esas canciones sentimentales y tristes (muy a menudo españolas), esa fotografía de un colorido tan nítido como nostálgico.
Pero Aki hizo muchos films, después de éste, en que todo eso está más cuajado. En Sombras en el paraíso apenas hay humor y los personajes parecen siempre demasiado gafes . Le falta ese elemento tierno y cómico, que hace una historia tan lamentable no parezca un mero ejercicio de masoquismo.
Por lo demás, debe destacarse la aparición, creo que la primera en su cine, de esa actriz humilde y maravillosa que es Kati Outinen.
10 de marzo de 2025 0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Sombras en el paraíso" (1986) de Aki Kaurismäki, es la primera película de su "Trilogía del Proletariado" -- la segunda siendo "Ariel" (1988) y la tercera "La chica de la fábrica de cerillas" (1990) -- que, con su estilo minimalista y su humor seco, logra conectar profundamente con las emociones más humanas. La historia sigue a Nikander, un hombre solitario y taciturno que trabaja como conductor de un camión de basura en Helsinki, y cómo su vida da un giro cuando conoce a Ilona, una cajera de supermercado con quien inicia una relación llena de silencios y gestos pequeños pero significativos. Kaurismäki retrata la soledad y la búsqueda de conexión en un mundo gris y despersonalizado, pero lo hace con una sensibilidad que convierte lo cotidiano en algo poético.

Es impresionante cómo la película logra transmitir tanto con tan poco. Los diálogos son escasos, pero cada mirada, cada pausa, está cargada de significado. Nikander e Ilona son personajes que, a pesar de sus vidas duras y monótonas, conservan una dignidad y una esperanza que resulta conmovedora.

Kaurismäki tiene un talento único para encontrar belleza en lo ordinario, y "Sombras en el paraíso" es un ejemplo perfecto de ello. La fotografía, con sus tonos apagados y su iluminación tenue, refleja el estado de ánimo de los personajes, pero también hay destellos de calidez que iluminan la pantalla en los momentos más inesperados. Es una película que habla de la lucha por encontrar un lugar en el mundo, de la importancia de los pequeños gestos. Una obra que, sin ser pretenciosa, deja una huella profunda en quien la ve.
7
23 de marzo de 2025 0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La anti-épica del basurero, o una historia sobre dos perdedores de vidas corrientes, sombras humanas en un supuesto paraíso nórdico (ya empieza la mala leche desde el título), sin más perspectivas de futuro que aguantar lo que les echen encima y esperar a que llegue el viernes.

El tal Nikander viene a ser ese héroe anónimo y sin suerte que protagonizaba "Ladrón de bicicletas", alguien pobre y sacrificado, pero lleno de dignidad, cuyo aprendizaje idiomático oculta tal vez un deseo de cambio. Comedia romántica sin maldita la gracia, en realidad, donde él y ella se buscan sin encontrarse; destaca la ingenuidad de él, cómo se aferra a la cajera pese a no ser nadie especial, en apariencia... en cuanto a ella, más imprevisible en cuanto a carácter, parece tropezar una y otra vez con la misma piedra.

Una irregular sucesión de idas y venidas que acaban, sin embargo, en un mandémoslo todo al carajo, un descubrimiento mutuo en pos de una huida de tan asfixiante realidad; la URSS como horizonte de libertad (de coña marinera -nunca mejor dicho- esto).

Muchos detalles curiosos por el camino: el perro negro huyendo (¿el alma del compañero que se va?), el flirteo con cierta temática de robos y delincuentes simpáticos (el amigo patibulario despidiéndose de ellos cual hado madrino), el radiocasete que lleva ella a todos lados... por no hablar del tabaco omnipresente (aquí fuma todo dios). Frente a la rutina de uno, la despiadada explotación laboral y al mismo tiempo sentimental y sexual de la otra.

A destacar, formalmente, una marcada atmósfera de cuento, narrativamente conciso y como en viñetas (ese montaje inicial de la jornada diaria de trabajo), de una parquedad interpretativa extrema, con esos dos angulosos rostros de ambos, habitantes de un mundo cutre incluso en los momentos de ocio (sus soledades de discoteca). Músicas de todo tipo casi como un ruido de fondo, que añaden una nota frente al despojamiento estético. El protagonista, por cierto, tiene cierta aura mítica y un extraño carisma, con su bigotón y esa presentación que hace de sí mismo.
3
17 de mayo de 2023
5 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
131/14(15/05/23) Vuelvo al lugar del ‘crimen’ al volver a ver un film del director finés Aki Kaurismäki (aquí como siempre escribe y dirige, en lo que es, según él, la primera parte de la trilogía del proletariado, le siguen “Ariel” de 1988 y “La chica de la fábrica de cerillas” de 1990), y vuelvo a ser víctima por enésima vez del tedio más absoluto con este pedante realizador escandinavo tan alabado y ensalzado por la crítica general. Se dice pertenece al género comedia romántica, cuando ni esbozas una sonrisa y tampoco su historia de amor me mueve a emoción alguna, vemos a dos seres que están juntos, salen, charlan entre ellos un poquito (no mucho) y ya nos tenemos que creer que ha surgido el amor, la química entre ambos es como encontrar sangre de unicornio, en su primera cita él la lleva a un bingo y ella huye (me recuerda a “Taxi Driver” [Herejía!!!] cuando Travis Bickle lleva a Betsy en su cita a un cine porno) por el hastío. Se juntan, ella va a vivir porque sí al apartamento de él, nada resulta natural o con calor humano, provocándome deseos de darme de cabezazos contra una pared, que sería más entretenido, y eso que solo dura 70 minutos esta nadería, pero me ha sido más aburrida ver las fotos de del viaje de unos amigos.

No será que no estaba advertido por las películas anteriores que había visto de este tipo, un cine desprovisto de gracia, de encanto, más frío que las latitudes donde se rueda este peñazo, historias sin chispa alguna, que se desarrollan de forma estrafalaria, en medio de situaciones muchas ridículas (aquí el protagonista va a parar por una pelea a los calabozos y conforme se despierta ofrece el trabajo de su compañero fallecido a su colega de celda, del que no sabemos por qué está allí, pues porque lo dicta el penoso guion; también está el tramo en que al prtoa le pegan con un palo en la cabeza cuando no quiere dar un cigarrillo, esto que aporta? Y que más da!!)), con comportamientos estrambóticos de los protagonistas (actores fetiche del director, Kati Outinen como Ilona y Matti Pellonpää como Nikander), estos actuados de modo robótico, ataráxicos en sus expresiones, seres taciturnos todos más rígidos que el palo de una escoba (el rasgo de personalidad de él es que gusta de jugar al bingo y aprende inglés, pues que profundidad!; y ella es … la sosería personificada, lo más es que no aguanta trabajar de asalariada y que tiene el sueño de viajar a Florida), no parecen ni sentir, ni padecer, personajes acartonados, caprichosos, esto hace que me importe entre zero y nada lo que les pase: pretende acercarse, como casi siempre, al mundo de los marginados, aunque aquí parecen lo por ellos mismos (bueno, aquí y en todo su cine), nos muestran un mundo deprimente, desprovisto de vida y donde la esperanza es un ente invisible. Todo en un clima austero, frugal de medios, avanzando hacia la nada, con escasez de diálogos (quizás se podría trasponer a una servilleta), donde la tensión e intensidad dramática son nulos.

Otro de los sellos de Kaurismäki es su gusto por la música country y blues que incorpora a muchos de sus films, en este caso Matti Pellonpää y Kati Outinen, se convertirán en músicos fetiches del director.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Al final, parece ser que lo que quería Ilona era un hombre agresivo, y cuando lo ve en Nikander se enamora, o eso creo, cuando huyen a Tallin en crucero, y me importa un bledo.

Como soy cabezón cinéfilamente hablando, seguiré cayendo en la misma piedra y seguiré viendo seguramente mas pelis de este realizador, soy de los que me gusta juzgar sobre hechos consumados y no hacer precríticas. Aquí me he topado con un plomazo donde no sabía si coger alfileres y clavármelos en los ojos o seguir mirando a la pantalla. Gloria Ucrania!!!
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para