Oblivion: El tiempo del olvido
5.8
47,739
Ciencia ficción. Intriga
Año 2073. Hace más de 60 años la Tierra fue atacada; se ganó la guerra, pero la mitad del planeta quedó destruido, y todos los seres humanos fueron evacuados. Jack Harper (Tom Cruise), un antiguo marine, es uno de los últimos hombres que la habitan. Es un ingeniero de Drones que participa en una operación para extraer los recursos vitales del planeta. Su misión consiste en patrullar diariamente los cielos. Un día, rescata a una ... [+]
14 de abril de 2013
14 de abril de 2013
26 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí, muchas gracias por hacer una adaptación de la novela gráfica como la que has hecho.
Quiero que sepas una cosa. Cuando uno va al cine para ver una película como la tuya tiene la incómoda sensación de que ya la ha visto muchas veces, de que todo le va a sonar parecido, pero en Oblivion eso no sucede. ¿Sabes que has conseguido dosificar la acción con mucho acierto? ¿Que no has cometido excesos con los numerosos efectos especiales que casi no parecen ni especiales de tan naturales como resultan? Además, y lo más importante, has dado un maravilloso giro al guión en medio de la película dejándonos a todos boquiabiertos.
Suma a todo eso mi agradecimiento por no haber caído en el aquelarre de tiros, luchas y acción sin descanso que atestan las segundas partes de las películas que pretenden ser parecidas. Todo tiene su porqué y su cuándo. Los actores están muy bien y la fotografía consigue dar ese aspecto de tierra gris, seca y polvorienta propia de las eras posteriores a las catástrofes sin ser triste ni oscura.
Para acabar quiero que sepas que siento que con tu película mi dinero ha estado bien gastado, que es lo mejor que se puede decir al salir del cine.
Quiero que sepas una cosa. Cuando uno va al cine para ver una película como la tuya tiene la incómoda sensación de que ya la ha visto muchas veces, de que todo le va a sonar parecido, pero en Oblivion eso no sucede. ¿Sabes que has conseguido dosificar la acción con mucho acierto? ¿Que no has cometido excesos con los numerosos efectos especiales que casi no parecen ni especiales de tan naturales como resultan? Además, y lo más importante, has dado un maravilloso giro al guión en medio de la película dejándonos a todos boquiabiertos.
Suma a todo eso mi agradecimiento por no haber caído en el aquelarre de tiros, luchas y acción sin descanso que atestan las segundas partes de las películas que pretenden ser parecidas. Todo tiene su porqué y su cuándo. Los actores están muy bien y la fotografía consigue dar ese aspecto de tierra gris, seca y polvorienta propia de las eras posteriores a las catástrofes sin ser triste ni oscura.
Para acabar quiero que sepas que siento que con tu película mi dinero ha estado bien gastado, que es lo mejor que se puede decir al salir del cine.
15 de abril de 2013
15 de abril de 2013
25 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Joseph Kosinksi dirige “Oblivion”, un más que digno y respetuoso aporte al género de la ciencia ficción, filmado con una factura técnica magistral que no se despliega gratuitamente, pues se sostiene sobre un argumento rico en los matices que aportan las diversas perspectivas que se van sucediendo, hablándonos de un mundo acabado que se busca a sí mismo. Éstas atraviesan un metraje que a pesar de su lentitud se sigue con fluidez, refrescando todos los sentidos del espectador con unas imágenes limpias y de encuadres perfectos, que disfrutan recreándose con los lienzos visuales que ejecutan y realzan los impresionantes ambientes (este aspecto es una maravilla) sobre los que se desarrolla la trama.
Es muy efectivo el trabajo de Tom Cruise, pero las mejores interpretaciones recaen sobre los dos espléndidos papeles de Olga Kurylenko y Andrea Riseborough, ambas plenamente convincentes en general, pero exquisitas en las escenas que piden a las mismas una mayor expresión emocional. Morgan Freeman aprovecha sus minutos sin despeinarse, para ofrecernos un personaje que gracias a su buena interpretación puede aumentar el interés del espectador por su rol.
Aunque en ocasiones se evidencian ciertas escenas con mayor poderío visual y musical que argumental (secuencias de guión más vacuo acompañadas por un impresionante despliegue técnico), la cinta logra interesar durante toda su duración, fascinando incluso en determinados (y muy efectivos) giros de la trama que aportan interesantes desenlaces, y saciando la curiosidad de quienes se intriguen por un futuro post-apocalíptico que presenta nuestro planeta como un lugar asolado que sigue bajo el yugo amenazante de fuerzas oscuras. Me ha fascinado la recreación detallada de los drones y la descripción de su actividad: unos robots que asombran tanto como inquietan. También lo que parece una fusión estética entre indígenas y samuráis, en la que pueden basarse para recrear a los Scavengers (en español, “carroñeros”). Se notan las prisas en un final tan absorbente como acelerado, aunque las sensaciones generalizadas al salir del cine son buenas y la película permite seguir reflexionando sobre sus diversos desenlaces y las interpretaciones que podamos sacar de la misma.
Sin ser redonda, su conjunto se disfruta y te aumenta el interés hacia el género de la ciencia ficción que tan bien representa. Su banda sonora, de M83, emocionante, cautivadora y armoniosa, es una de las que más he disfrutado en una sala de cine en las últimas fechas.
Es muy efectivo el trabajo de Tom Cruise, pero las mejores interpretaciones recaen sobre los dos espléndidos papeles de Olga Kurylenko y Andrea Riseborough, ambas plenamente convincentes en general, pero exquisitas en las escenas que piden a las mismas una mayor expresión emocional. Morgan Freeman aprovecha sus minutos sin despeinarse, para ofrecernos un personaje que gracias a su buena interpretación puede aumentar el interés del espectador por su rol.
Aunque en ocasiones se evidencian ciertas escenas con mayor poderío visual y musical que argumental (secuencias de guión más vacuo acompañadas por un impresionante despliegue técnico), la cinta logra interesar durante toda su duración, fascinando incluso en determinados (y muy efectivos) giros de la trama que aportan interesantes desenlaces, y saciando la curiosidad de quienes se intriguen por un futuro post-apocalíptico que presenta nuestro planeta como un lugar asolado que sigue bajo el yugo amenazante de fuerzas oscuras. Me ha fascinado la recreación detallada de los drones y la descripción de su actividad: unos robots que asombran tanto como inquietan. También lo que parece una fusión estética entre indígenas y samuráis, en la que pueden basarse para recrear a los Scavengers (en español, “carroñeros”). Se notan las prisas en un final tan absorbente como acelerado, aunque las sensaciones generalizadas al salir del cine son buenas y la película permite seguir reflexionando sobre sus diversos desenlaces y las interpretaciones que podamos sacar de la misma.
Sin ser redonda, su conjunto se disfruta y te aumenta el interés hacia el género de la ciencia ficción que tan bien representa. Su banda sonora, de M83, emocionante, cautivadora y armoniosa, es una de las que más he disfrutado en una sala de cine en las últimas fechas.
13 de abril de 2013
13 de abril de 2013
38 de 61 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ayer fue el estreno y corriendo fui a comprar las entradas para que no se agotaran. Tenía muchas ganas de ver una película de ciencia ficción, y esta pintaba bien.
Cual fue mi sorpresa, que me tiré toda la película mirando el reloj, deseosa de que acabara, porque no sabía como colocarme ya en el asiento.
Efectos visuales, sorprendentes, ahí no puedo poner ninguna pega, de hecho eso y la primera parte de la película, es lo que la han salvado de que le ponga un uno. El argumento podría haber sido muy interesante, pero para mi gusto se ha quedado en un intento y en el spoiler lo explicaré, ya que no quiero dar pistas, y si quereis saber de que va, filmaffinity lo explica muy bien, así que para que repetirme. Las interpretaciones, son aceptables, ni brillantes, ni pésimas, hasta que aparece la señorita Kurylenko, donde la película comienza su caída en picado tanto en interpretación como en la historia.
No quiero desilusionar a la gente, pero mi recomendación sería no pagar por ver Oblivion, si que es cierto que visualmente es espectacular, ¿pero merece la pena invertir tiempo y dinero en el resto? eso dependerá de vosotros, uno no escarmienta en piel ajena.
Ahora comenzaré a destriparla ;)
Un saludo
Cual fue mi sorpresa, que me tiré toda la película mirando el reloj, deseosa de que acabara, porque no sabía como colocarme ya en el asiento.
Efectos visuales, sorprendentes, ahí no puedo poner ninguna pega, de hecho eso y la primera parte de la película, es lo que la han salvado de que le ponga un uno. El argumento podría haber sido muy interesante, pero para mi gusto se ha quedado en un intento y en el spoiler lo explicaré, ya que no quiero dar pistas, y si quereis saber de que va, filmaffinity lo explica muy bien, así que para que repetirme. Las interpretaciones, son aceptables, ni brillantes, ni pésimas, hasta que aparece la señorita Kurylenko, donde la película comienza su caída en picado tanto en interpretación como en la historia.
No quiero desilusionar a la gente, pero mi recomendación sería no pagar por ver Oblivion, si que es cierto que visualmente es espectacular, ¿pero merece la pena invertir tiempo y dinero en el resto? eso dependerá de vosotros, uno no escarmienta en piel ajena.
Ahora comenzaré a destriparla ;)
Un saludo
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
¿Por qué un dos?
1. Excesivamente larga para lo que cuenta, que para mi gusto es nada, debido a que estaba deseando salir del cine.
2. ¿Por qué no hay ideas originales? Nada más empezar el film, me recordó a "Desafío Total", con los sueños recordando un pasado con otra mujer, que nunca es la que está en la cama en ese momento. Y conforme avanza la película, me viene a la cabeza el peliculón de "2001 Odisea en el Espacio" y rezo para que no sea verdad, pero llega el final, y zas en toda la boca. No me lo podía creer, los guionistas no tienen otra cosa mejor que copiar dicha película, error.
3. La primera parte, donde solo están Jack y Vica, sí me gustó, me mantuvo atenta, ella lo hace muy bien. ¿Por qué tuvieron que meter a Julia? Desde que aparece ella, solo sabe poner caras y la historia pierde interés, se vuelve previsible, lenta, ñoña etc.
4. El final, primero mal por copiar a "2001 Odisea en el Espacio" y segundo, le hubiera dado un punto más si en verdad Tom Cruise se hubiera muerto. Pero como resulta que hay 800 Jacks, pues el número 52, que fue con el que peleó, encuentra a su amada esposa. Un poco más y vomito, lo siento tenía que decirlo.
1. Excesivamente larga para lo que cuenta, que para mi gusto es nada, debido a que estaba deseando salir del cine.
2. ¿Por qué no hay ideas originales? Nada más empezar el film, me recordó a "Desafío Total", con los sueños recordando un pasado con otra mujer, que nunca es la que está en la cama en ese momento. Y conforme avanza la película, me viene a la cabeza el peliculón de "2001 Odisea en el Espacio" y rezo para que no sea verdad, pero llega el final, y zas en toda la boca. No me lo podía creer, los guionistas no tienen otra cosa mejor que copiar dicha película, error.
3. La primera parte, donde solo están Jack y Vica, sí me gustó, me mantuvo atenta, ella lo hace muy bien. ¿Por qué tuvieron que meter a Julia? Desde que aparece ella, solo sabe poner caras y la historia pierde interés, se vuelve previsible, lenta, ñoña etc.
4. El final, primero mal por copiar a "2001 Odisea en el Espacio" y segundo, le hubiera dado un punto más si en verdad Tom Cruise se hubiera muerto. Pero como resulta que hay 800 Jacks, pues el número 52, que fue con el que peleó, encuentra a su amada esposa. Un poco más y vomito, lo siento tenía que decirlo.
11 de abril de 2013
11 de abril de 2013
23 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Oblivion llega a nosotros después de una machacona y espectacular campaña de promoción, comenzada meses atrás, y con el principal reclamo de ser un proyecto para el lucimiento personal de Tom Cruise dirigido por el director que causó cierta expectación con Tron Legacy (2010), Joseph Kosinski. Y la verdad es que durante y después de su visionado, tenemos la sensación de que la película es justo eso, un vehículo de lucimiento. El problema es que solo es eso, nada más. Apenas existe metraje que no contenga la cara o voz en off de Cruise, muy al estilo de The Last Samurai (Edward Zwick, 2003). Todo el derroche visual de Kosinski, la historia entre personajes, la supuesta innovación en la trama, etc; absolutamente todo va encaminado a presentar al actor de Born on the Fourth of July (Oliver Stone, 1989) como un héroe sin parangón, un modelo a imitar y de inquebrantable moralidad. Lo que me hace reflexionar...¿Es consciente Universal Pictures de qué el éxito o no en taquilla de un film, hace años qué no se basa en el actor taquillero de turno? En nuestros días, salvo quizás Johnny Deep y Will Smith, el triunfo comercial viene marcado por películas grupales (sobre todo con jugosos secundarios), cintas de animación o fenómenos literarios para adolescentes. En ninguno de los tres casos es necesario un Deep o Smith. De hecho, el propio Cruise realizó esta misma jugada con Mission Impossible: Ghost Protocol (Brad Bird, 2011), congregando a su alrededor a Jeremy Renner, Simon Pegg, Paula Patton o Josh Holloway. Producciones como The Lord of the Rings, Harry Potter, Avatar o compañías como Dreamworks o Pixar han sido perjudiciales con gran parte del star system americano pero han servido para redefinir el concepto de industria cinematográfica. Por estos motivos, Oblivion nace anticuada, apostando por su protagonista más que por cualquier otro aspecto. Y eso pasa factura en cualquier género cinematográfico. Es por esa confianza en el (por otra parte comprobado y patente) carisma de su protagonista que los guionistas Joseph Kosinski, William Monahan, Michael Arndt y Karl Gajdusek se permiten el lujo de comenzar con la verdadera trama del film a los 45 minutos de su arranque, seguros de que el público asistirá a tres cuartos de hora de continuas explicaciones argumentales, tediosos momentos amorosos entre Cruise y Andrea Riseborougn (destacable su actuación) y una aburrida presentación del mundo de Oblivion. Han jugado la carta equivocada.
Uno de los pecados de considerable magnitud que comete Kosinski en Oblivion es presentarlo todo como si fuera el descubrimiento más grande desde la penicilina. El tono grandilocuente llega a ser molesto e incómodo porque, entendemos que en las escenas de acción un director quiera regodearse en su pomposidad, pero en este caso el director de Tron Legacy cae en un onanismo visual digno del mismísimo James Cameron. La película se cree mucho más de lo que realmente es, como si jamás hubiésemos visto antes una nave espacial, planetas devastados o potentes armas de fuego. No solo no es algo novedoso, sino que es redundante y ha sido visto antes y mejor en cintas como District 9 (Neill Blomkamp, 2009), Prometheus (Ridley Scott, 2012) o incluso en producciones televisivas de menor presupuesto como Doctor Who o Battlestar Galactica. La comparación es inevitable con el cine de Christopher Nolan, principal impulsor del estilo rimbombante y oscuramente dramático tanto en la ciencia-ficción como en la acción de nuestros días. La diferencia entre Oblivion y la saga Batman (2005-2012) o Inception (2010) es que estas últimas gozan de una trama interesante, con giros de guión bien trabajados (en su mayoría), buenos personajes y grandes secundarios, un estilo visual imponente y unos efectos especiales nada o muy poco exhibicionistas, con incidencia real en la historia. En cambio Oblivion desprecia el papel de los secundarios, únicamente con Tom Cruise como estrella y sin inyectar una verdadera profundidad emocional a ninguno de los personajes (quizá se salve el interpretado por Andrea Riseborougn), con un argumento con potencial que pierde fuelle muy rápido por su tratamiento sensiblero y arquetípico. Es incuestionable que sus efectos especiales y, sobre todo, su edición y montaje de sonido son imponentes pero no forman un todo con la narración, sino que ambos elementos brillan u oscurecen de forma independiente, como quien contempla un buen gol en un partido aburrido. Claro que, con 130 millones de dólares de presupuesto, lo mínimo exigible es un potente espectáculo visual y sonoro. Lástima que el dinero no asegure grandes guiones.
Sigo en spoiler sin ser spoiler
Uno de los pecados de considerable magnitud que comete Kosinski en Oblivion es presentarlo todo como si fuera el descubrimiento más grande desde la penicilina. El tono grandilocuente llega a ser molesto e incómodo porque, entendemos que en las escenas de acción un director quiera regodearse en su pomposidad, pero en este caso el director de Tron Legacy cae en un onanismo visual digno del mismísimo James Cameron. La película se cree mucho más de lo que realmente es, como si jamás hubiésemos visto antes una nave espacial, planetas devastados o potentes armas de fuego. No solo no es algo novedoso, sino que es redundante y ha sido visto antes y mejor en cintas como District 9 (Neill Blomkamp, 2009), Prometheus (Ridley Scott, 2012) o incluso en producciones televisivas de menor presupuesto como Doctor Who o Battlestar Galactica. La comparación es inevitable con el cine de Christopher Nolan, principal impulsor del estilo rimbombante y oscuramente dramático tanto en la ciencia-ficción como en la acción de nuestros días. La diferencia entre Oblivion y la saga Batman (2005-2012) o Inception (2010) es que estas últimas gozan de una trama interesante, con giros de guión bien trabajados (en su mayoría), buenos personajes y grandes secundarios, un estilo visual imponente y unos efectos especiales nada o muy poco exhibicionistas, con incidencia real en la historia. En cambio Oblivion desprecia el papel de los secundarios, únicamente con Tom Cruise como estrella y sin inyectar una verdadera profundidad emocional a ninguno de los personajes (quizá se salve el interpretado por Andrea Riseborougn), con un argumento con potencial que pierde fuelle muy rápido por su tratamiento sensiblero y arquetípico. Es incuestionable que sus efectos especiales y, sobre todo, su edición y montaje de sonido son imponentes pero no forman un todo con la narración, sino que ambos elementos brillan u oscurecen de forma independiente, como quien contempla un buen gol en un partido aburrido. Claro que, con 130 millones de dólares de presupuesto, lo mínimo exigible es un potente espectáculo visual y sonoro. Lástima que el dinero no asegure grandes guiones.
Sigo en spoiler sin ser spoiler
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
That Was Then, This Is Now (Christopher Cain, 1985), Hard Rain (Mikael Salomon, 1998), Guilty by Association (Po Johns, Howard Gibson, 2003) o Evan Almighty (Tom Shadyac, 2007) son algunos ejemplos de horribles películas protagonizadas por Morgan Freeman. Freeman es uno de los mejores actores de las últimas tres décadas con peores filmografías, compartiendo ese dudoso honor con grandes como Michael Caine o Anthony Hopkins. Por eso mismo no me extraña que le haya dado el visto bueno a su desaprovechadísimo rol de Oblivion. Es cierto que tiene pinta de haberse quedado bastante material en la sala de montaje pero es un hecho que la película despega brevemente con su aparición, proporcionando incluso la mejor escena del film (desarrollada en una inquietante oscuridad y sacando todo el provecho de su peculiar timbre de voz). Tristemente, es un oasis en el desierto y los oasis no duran mucho, en este caso quince minutos. Con un tratamiento de secundarios adecuado, se le podría haber sacado mucho jugo. En cambio Olga Kurylenko si que goza del tiempo suficiente en pantalla para volver a confirmarnos que no es actriz, haciéndonos incluso dudar si conoce los sentimientos humanos. Las deficientes construcciones de personajes por el equipo de guionistas dan al traste con la relación entre el trío amoroso que debería ser el epicentro del relato. La química entre ellos es nula y nunca se tiene la sensación de que sean personas, sino garabatos emocionales a partir de rancios retales. Es por eso que momentos dramáticos que deberían emocionarnos, llegan a resultar ridículos (no nombraré ninguno, es mejor que coja de sorpresa), no por imposibles, sino porque lo realizado anteriormente no nos ha preparado para esos momentos. No ayuda a ello un Tom Cruise inusualmente errático y poco eficaz, interpretándose a si mismo pero sin ningún tipo de humor, elemento vital del que carece el film. No pude dejar de recordar a la Angelina Jolie de Changeling (Clint Eastwood, 2008) ya que, al igual que Cruise, no consigue separar su propio personaje público del suculento papel que interpreta, minando así la visión del espectador. En Oblivion yo veo a Tom Cruise y no a Jack Harper, cosa que no me pasaba en Valkiria (Bryan Singer, 2008), Collateral (Michael Mann, 2004) o Magnolia (Paul Thomas Anderson, 1999). Pero Kosinski aún comete un último error de bulto. La película juega constantemente con el espacio y el tiempo, los mundos paralelos y el montaje no lineal. Lejos de convertirlo en un hecho diferencial de calidad del film, su utilización es cobarde y tramposa, sobre todo en un final blando y previsible, convirtiendo su mejor baza en una decepcionante trivialidad narrativa. Como remate final, contiene la peor utilización de música no diegética que he visto en mucho tiempo, desperdiciando grandes temas como el Ramble On de Led Zeppelin o el A Whiter Shade Of Pale de Procol Harum.
@Jlamotta23
@Jlamotta23
12 de abril de 2013
12 de abril de 2013
21 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una nueva película de ciencia ficción con Tom Cruise, al que parece que le va el género, con un gran despliegue publicitario y con Morgan Freeman, además de Cruise y los efectos especiales, como mayores atractivos.
La cinta comienza muy bien, la trama se presenta interesante de forma pausada, con varios giros y unos efectos especiales espectaculares. Sin embargo, lo que parecía iba a ser una historia muy interesante de ciencia ficción acaba con el guión cayendo en tópicos y un final que resulta muy familiar.
Película recomendable para los aficionados a la ciencia ficción, lo mejor son los actores y los efectos especiales, pero el guión estropea lo de que vaya a ser recordada.
La cinta comienza muy bien, la trama se presenta interesante de forma pausada, con varios giros y unos efectos especiales espectaculares. Sin embargo, lo que parecía iba a ser una historia muy interesante de ciencia ficción acaba con el guión cayendo en tópicos y un final que resulta muy familiar.
Película recomendable para los aficionados a la ciencia ficción, lo mejor son los actores y los efectos especiales, pero el guión estropea lo de que vaya a ser recordada.
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