El infierno
Fantástico. Terror. Drama. Aventuras
Adaptación libre del poema de Dante Alighieri "La divina comedia", e inspirado en las ilustraciones de Gustav Doré. Fue una de las primeras películas surrealistas. (FILMAFFINITY)
21 de diciembre de 2011
21 de diciembre de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película en blanco y negro, muda, que recrea uno de los capítulos de la "Divina Comedia" de Dante Alighieri. Allí se narran las peripecias del viaje de Durante (El Dante) por los distintos círculos del infierno, que son a cual más trágicos y depende del tipo de pecado cometido en vida estar en uno de ellos u otro, y el tipo de tormento infringido. Dante va acompañado por el célebre Virgilio. Entre otros episodios, se ve el encuentro con el Cancerbero, Neptuno y figuras históricas de su tiempo que el poeta colocó en ese destino final, algunos personajes famosos de Florencia. La película, desde ya, no explica con versos lo que va ocurriendo sino que los separadores están en prosa, con letras artísticas -seguramente inspiradas en el hecho de que la altura del poema así lo exigía- y narran bien los episodios filmados ya que sin una adecuada explicación serían ininteligibles. En cuanto a los aspectos propiamente filmados, una atmósfera oscura -como conviene al relato- de personas de aspecto sufriente y abandonado ("por mí se van al eterno dolor", como dice la rima) a veces emergiendo de las aguas, de las que surgen esquifes con acantilados. Algunos de los numerosos episodios son más atrayentes que otros pero, en conjunto, tiene el mérito de aproximar en alguna medida al poema para tener siquiera una noción. 7 puntos
8 de mayo de 2021
8 de mayo de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y es una obra maestra que, recién restaurada, merece la pena descubrir y disfrutar. No hay efectos digitales, ni animación 3D, ni toda la parafernalia a la que nos tienen acostumbrados las películas contemporaneas; en su lugar, tenemos creatividad, sentido artístico y una razonable fidelidad al "Infierno" de la Divina Comedia de Dante (toda la que permiten los medios de la época y la dificultad intrínseca de llevar el texto a la pantalla).
No se trata de una reliquia sólo apta para eruditos o estudiosos de los orígenes del cine; por el contrario, creo que es ante todo una película fantástica para dejarse llevar, para inspirar, para soñar... aunque luego, tal vez, se pueda tener alguna pesadilla.
No se trata de una reliquia sólo apta para eruditos o estudiosos de los orígenes del cine; por el contrario, creo que es ante todo una película fantástica para dejarse llevar, para inspirar, para soñar... aunque luego, tal vez, se pueda tener alguna pesadilla.
18 de junio de 2024
18 de junio de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
154/13(13/06/24) Buscando en mi afán ‘arqueológico’ del cine he llegado a este film seminal del Séptimo Arte, obra silente italiana de 113 años de antigüedad, primer largometraje transalpino, adaptación libre de “Inferno”, extraído del segundo cántico de la Divina Comedia de Dante, tardó más de tres años en realizarse. Dante comenzó a escribir este poema alrededor de 1308 y completó el manuscrito en 1321, justo antes de su muerte, se publicó por primera vez como “La comedia de Dante Aligheri” (1472). La fantasmagórica obra trata sobre el viaje de Dante a través del más allá, consta de tres partes: Inferno (Infierno, Purgatorio) y Paradisio (Paraíso o Cielo). En esta película las representaciones del infierno de L'Inferno siguieron de cerca los grabados del famoso artista francés Gustave Doré (1832-1883) para una edición de la Divina Comedia, eran familiares para público internacional. Fueron 3 directores acreditados, Giuseppe de Liguoro, Francesco Bertolini y Adolfo Padovan, para un relato moralista de terror inquietante, se advierte de las consecuencias de los pecados, sobre el dolor y sufrimiento eterno aguarda a quienes sucumban a bajas pasiones.
Tuvo que ser impactante para su tiempo, por la extraordinaria representación del Infierno en diferentes niveles, cual pantallas de videojuego vamos entrando más en el Horror de estas fauces Avernales de la mano de Dante y Virgilio (este de guía), inicia una odisea cruenta por el Infierno habitado, como la Escitia de "brumas y lluvias eternas" que retratara Homero, con espeluznantes y pesadillescas criaturas. Apoyándose en valores de producción majestuosos para su tiempo, decorados fastuosos, combinados con efectos visuales brillantes (siempre en el contexto temporal), claramente influenciados por el mago del cine Georges Méliès. Liguoro en colaboración con el operador de cámara Emilio Roncarolo creó efectos especiales (superposiciones y exposiciones múltiples, cables para personajes voladores y trucos de montaje ya probados para apariciones o metamorfosis), proyectando momentos formidables como la tormenta que azota a Paolo y Francesca y las filas de los lujuriosos, el encuentro de Dante y Virgilio con el gigante Anteo, la grandiosa cabeza de Lucifer (Augusto Milla) en primer plano comiéndose a un traidor (parece inspirada la imagen en el cuadro ‘Saturno devorando a su hijo’ de Goya), las bolas de fuego cayendo sobre cuerpos, aparece un hombre sin cabeza sujetándose la cabeza; es muy fácil adivinar cómo se hizo, pero el efecto es bastante, emplearon complejas técnicas de edición para crear este escalofriante Infierno. Como esas personas sin manos, piernas y uno decapitado que lleva la cabeza sostenida en su mano (Bertran De Born).
Una superproducción que con su éxito (recaudó más de dos millones de dólares sólo en Estados Unidos) dio impulso al cine Kolossal peplum italiano de mano de films como 'Cabiria' (1914) y 'La caduta di Troia' (1911). Con esta obra parteaguas el cine dio otro paso crucial en dejar de ser un producto de barraca de feria y convertirse en un espectáculo edificante que provoca emociones.
Hay un montaje inicial que de pasada nos da una ojeada al inframundo, presenta fragmentos de desesperación cuyos personajes o escenarios aún no conocemos (revelados a lo largo de la película). El poeta Dante Alighieri despierta perdido en un bosque oscuro y ve la luz de la salvación en la cima de una montaña. Intenta llegar al lugar, pero en el camino es bloqueado por tres bestias salvajes, que simbolizan la Avaricia, el Orgullo y la Lujuria. Su musa Beatriz (tiene un fulgente halo brillante giratorio) ve la dificultad de Dante desde el Paraíso y desciende al Limbo y le pide al poeta Virgilio que rescate y guíe a Dante. Virgilio guía a Dante a través de los Nueve Círculos del Infierno para alcanzar la salvación en el Paraíso. Durante su viaje, Dante se encuentra con poetas y diferentes pecadores que son castigados por sus transgresiones, ello con variedad de torturas (ejemplo: Los derrochadores tienen que enrollar bolsas de oro alrededor de su círculo; Los hipócritas llevan mantos de oro por fuera pero llenos de plomo por dentro). Virgilio lleva a Dante a una cueva donde encuentran el río Aqueronte, aguas de brea con decenas de seres intentando salir en medio de quejidos, por aquí en su barca Caronte transporta las almas de los muertos al infierno. También ven al Cerbero de tres cabezas y a Gerión, una serpiente voladora con rostro de hombre. Ven al Diablo devorando a seres humanos enteros, arpías devorando los cadáveres de los suicidas, a un hombre malvado obligado a llevar su propia cabeza cortada por la eternidad, a personas medio enterradas en lava en llamas, etc.
Los dos protagonistas se encuentran con serie de personajes históricos anteriormente famosos cuyas almas fueron negadas tanto por el Cielo como por el Infierno (muchos de ellos conocidos por Dante, con los que parece ajustar cuentas a través de su poema) y escuchan algunas de sus historias contadas en flashback (Paolo y Francesca, Pier Delle Vigne y el Conde Ugolino. Estos personajes incluyen a Homero, Horacio, Ovidio, Lucano, Cleopatra, Dido, el traidor Caifo, el Conde Ugolino, Pedro de Vigna, Francesca Da Rimini y su amante Paulo, Bruto y Casio, Mahoma y Helena de Troya.
Son 54 cuadros -algunos divididos en varios planos- recogen todos los encuentros de Dante y Virgilio (respectivamente Salvatore Anzelmo Papa y Arturo Pirovano) con criaturas y personajes famosos, durante su descenso a los círculos y en los pozos infernales. Las tres fieras (interpretadas por actores disfrazados, excepto la loba, para la cual se utilizó un perro), Caronte, Minos, Paolo y Francesca, Cerbero, Ciacco, Filippo Argenti, Farinata degli Uberti y Cavalcanti, Pier Delle Vigne, Mahoma, el gigante Anteo, Ugolino (propio codirector Giuseppe de Liguoro), traidor, roe el cráneo de un arzobispo en el noveno círculo, el arzobispo, revela Ugolino, mató de hambre a toda su familia en la Torre Muda.
Tuvo que ser impactante para su tiempo, por la extraordinaria representación del Infierno en diferentes niveles, cual pantallas de videojuego vamos entrando más en el Horror de estas fauces Avernales de la mano de Dante y Virgilio (este de guía), inicia una odisea cruenta por el Infierno habitado, como la Escitia de "brumas y lluvias eternas" que retratara Homero, con espeluznantes y pesadillescas criaturas. Apoyándose en valores de producción majestuosos para su tiempo, decorados fastuosos, combinados con efectos visuales brillantes (siempre en el contexto temporal), claramente influenciados por el mago del cine Georges Méliès. Liguoro en colaboración con el operador de cámara Emilio Roncarolo creó efectos especiales (superposiciones y exposiciones múltiples, cables para personajes voladores y trucos de montaje ya probados para apariciones o metamorfosis), proyectando momentos formidables como la tormenta que azota a Paolo y Francesca y las filas de los lujuriosos, el encuentro de Dante y Virgilio con el gigante Anteo, la grandiosa cabeza de Lucifer (Augusto Milla) en primer plano comiéndose a un traidor (parece inspirada la imagen en el cuadro ‘Saturno devorando a su hijo’ de Goya), las bolas de fuego cayendo sobre cuerpos, aparece un hombre sin cabeza sujetándose la cabeza; es muy fácil adivinar cómo se hizo, pero el efecto es bastante, emplearon complejas técnicas de edición para crear este escalofriante Infierno. Como esas personas sin manos, piernas y uno decapitado que lleva la cabeza sostenida en su mano (Bertran De Born).
Una superproducción que con su éxito (recaudó más de dos millones de dólares sólo en Estados Unidos) dio impulso al cine Kolossal peplum italiano de mano de films como 'Cabiria' (1914) y 'La caduta di Troia' (1911). Con esta obra parteaguas el cine dio otro paso crucial en dejar de ser un producto de barraca de feria y convertirse en un espectáculo edificante que provoca emociones.
Hay un montaje inicial que de pasada nos da una ojeada al inframundo, presenta fragmentos de desesperación cuyos personajes o escenarios aún no conocemos (revelados a lo largo de la película). El poeta Dante Alighieri despierta perdido en un bosque oscuro y ve la luz de la salvación en la cima de una montaña. Intenta llegar al lugar, pero en el camino es bloqueado por tres bestias salvajes, que simbolizan la Avaricia, el Orgullo y la Lujuria. Su musa Beatriz (tiene un fulgente halo brillante giratorio) ve la dificultad de Dante desde el Paraíso y desciende al Limbo y le pide al poeta Virgilio que rescate y guíe a Dante. Virgilio guía a Dante a través de los Nueve Círculos del Infierno para alcanzar la salvación en el Paraíso. Durante su viaje, Dante se encuentra con poetas y diferentes pecadores que son castigados por sus transgresiones, ello con variedad de torturas (ejemplo: Los derrochadores tienen que enrollar bolsas de oro alrededor de su círculo; Los hipócritas llevan mantos de oro por fuera pero llenos de plomo por dentro). Virgilio lleva a Dante a una cueva donde encuentran el río Aqueronte, aguas de brea con decenas de seres intentando salir en medio de quejidos, por aquí en su barca Caronte transporta las almas de los muertos al infierno. También ven al Cerbero de tres cabezas y a Gerión, una serpiente voladora con rostro de hombre. Ven al Diablo devorando a seres humanos enteros, arpías devorando los cadáveres de los suicidas, a un hombre malvado obligado a llevar su propia cabeza cortada por la eternidad, a personas medio enterradas en lava en llamas, etc.
Los dos protagonistas se encuentran con serie de personajes históricos anteriormente famosos cuyas almas fueron negadas tanto por el Cielo como por el Infierno (muchos de ellos conocidos por Dante, con los que parece ajustar cuentas a través de su poema) y escuchan algunas de sus historias contadas en flashback (Paolo y Francesca, Pier Delle Vigne y el Conde Ugolino. Estos personajes incluyen a Homero, Horacio, Ovidio, Lucano, Cleopatra, Dido, el traidor Caifo, el Conde Ugolino, Pedro de Vigna, Francesca Da Rimini y su amante Paulo, Bruto y Casio, Mahoma y Helena de Troya.
Son 54 cuadros -algunos divididos en varios planos- recogen todos los encuentros de Dante y Virgilio (respectivamente Salvatore Anzelmo Papa y Arturo Pirovano) con criaturas y personajes famosos, durante su descenso a los círculos y en los pozos infernales. Las tres fieras (interpretadas por actores disfrazados, excepto la loba, para la cual se utilizó un perro), Caronte, Minos, Paolo y Francesca, Cerbero, Ciacco, Filippo Argenti, Farinata degli Uberti y Cavalcanti, Pier Delle Vigne, Mahoma, el gigante Anteo, Ugolino (propio codirector Giuseppe de Liguoro), traidor, roe el cráneo de un arzobispo en el noveno círculo, el arzobispo, revela Ugolino, mató de hambre a toda su familia en la Torre Muda.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Cinta que provoca zozobra y te remueve si piensas en lo que tuvo que sentirse un espectador en 1911 cuando vio en pantalla la ceguera de Pier delle Vigne, el Círculo de los mutilados o las tétricas comidas de Ugolino y Lucifer, o el descenso al Malebolge a lomos del monstruo teriomórfico Geryon. Esos lares con cuerpos desnudos retorciéndose de angustia y dolor por el suelo, recordándose a las fotografías de Spenser Tunick, hileras humanas siendo fustigadas, ríos de brea humeante con condenados donde los demonios volantes los azuzan con horcas, las aguas fangosas de Tántalo, ese buitre que mastica los hígados de Ticio y de Prometeo en el Cáucaso, y más. Llama la atención una escena hoy día imposible de reproducir como es ver a Mahoma en el infierno, su pecho explota, dejando ‘aflorar’ sus entrañas. Los asesinos de Julio César sufren un tormento perpetuo, el propio César fue relegado al Limbo, paraíso inferior para aquellos que cometieron el terrible ‘error’ de existir en la Tierra antes que Cristo.
Tiene sus defectos que no hay que obviar, como que su duración exigua de apenas 70 minutos, provoca que haya que condensar un vasto relato; En realidad la película es un diario de viaje al Infierno guiados por Virgilio (que apenas interactúan con lo que ven Dante arranca un mechón de cabello a una cabeza que sobresale, esto es lo más), la mayor parte del tiempo solo observan) que se convierten en nuestros ojos en este Horror, mientras Dante se muestra aterrado y acobardado ante lo que asiste. No hay trama, solo la narración de lo que vemos, como nos cuentan lo que vamos a ver con interminables intertítulos (con breves pasajes de ‘La Divina Comedia’), y luego lo vemos plasmado en imágenes, pero no hay algo parecido a una historia con presentación, nudo y desenlace, no hay apenas diálogos, las actuaciones son planas, sin entidad dramática alguna, todo es un conjunto de viñetas espantosas en su exposición, pero a la que le falta que podamos empatizar con alguien en pantalla, con ello lo que queda es un encadenado de set pieces apabullantes visualmente, pero adoleciendo de capacidad de congoja. Tampoco en el aspecto de la realización es pionera, pues seguimos con la cámara estática filmando en planos generales cual tableaux vivants, destacando aun en las tomas estáticas hay profundidades campo donde se dan situaciones en primer y segundo plano, con secuencias tan tremebundas filmadas como el cruce del pantano de Estigia con el barquero Flegias, el tramo de las los herejes enterrados en tierras ardientes dejando afuera sus quejumbrosas cabezas, o como en alguna secuencia se colorean los fotogramas en rojo para potenciar las sensaciones de inmersión del espectador (el encuentro de Dante con Farinata degli Uberti). Destacando la cámara de Emilio Roncarolo por la forma en que gradualmente va el paisaje se va oscureciendo conforme nos adentramos más en los círculos
Spoiler:
Al final, Virgilio y Dante vuelven a emerger del Infierno a la superficie por la entrada de la gruta, enmarcados por una inmensa luz, desde atrás que nos hace verlos como dos siluetas a contraluz, en contraposición a la oscuridad del Averno.
Momento premonitorio cuando Homero, Horacio, Ovidio y Lucano aparecen y le dan al dúo viajero el saludo romano, unos años después del estreno de la película, sería adoptado por los fascistas mussolinianos en Italia y luego en la hitleriana Alemania como saludo.
Es el Cine haciéndose mayor ante nuestros ojos, aun con sus defectos, apasionante en sus virtudes. Ucrania!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://tomregan.blogspot.com/2024/06/el-infierno.html
Tiene sus defectos que no hay que obviar, como que su duración exigua de apenas 70 minutos, provoca que haya que condensar un vasto relato; En realidad la película es un diario de viaje al Infierno guiados por Virgilio (que apenas interactúan con lo que ven Dante arranca un mechón de cabello a una cabeza que sobresale, esto es lo más), la mayor parte del tiempo solo observan) que se convierten en nuestros ojos en este Horror, mientras Dante se muestra aterrado y acobardado ante lo que asiste. No hay trama, solo la narración de lo que vemos, como nos cuentan lo que vamos a ver con interminables intertítulos (con breves pasajes de ‘La Divina Comedia’), y luego lo vemos plasmado en imágenes, pero no hay algo parecido a una historia con presentación, nudo y desenlace, no hay apenas diálogos, las actuaciones son planas, sin entidad dramática alguna, todo es un conjunto de viñetas espantosas en su exposición, pero a la que le falta que podamos empatizar con alguien en pantalla, con ello lo que queda es un encadenado de set pieces apabullantes visualmente, pero adoleciendo de capacidad de congoja. Tampoco en el aspecto de la realización es pionera, pues seguimos con la cámara estática filmando en planos generales cual tableaux vivants, destacando aun en las tomas estáticas hay profundidades campo donde se dan situaciones en primer y segundo plano, con secuencias tan tremebundas filmadas como el cruce del pantano de Estigia con el barquero Flegias, el tramo de las los herejes enterrados en tierras ardientes dejando afuera sus quejumbrosas cabezas, o como en alguna secuencia se colorean los fotogramas en rojo para potenciar las sensaciones de inmersión del espectador (el encuentro de Dante con Farinata degli Uberti). Destacando la cámara de Emilio Roncarolo por la forma en que gradualmente va el paisaje se va oscureciendo conforme nos adentramos más en los círculos
Spoiler:
Al final, Virgilio y Dante vuelven a emerger del Infierno a la superficie por la entrada de la gruta, enmarcados por una inmensa luz, desde atrás que nos hace verlos como dos siluetas a contraluz, en contraposición a la oscuridad del Averno.
Momento premonitorio cuando Homero, Horacio, Ovidio y Lucano aparecen y le dan al dúo viajero el saludo romano, unos años después del estreno de la película, sería adoptado por los fascistas mussolinianos en Italia y luego en la hitleriana Alemania como saludo.
Es el Cine haciéndose mayor ante nuestros ojos, aun con sus defectos, apasionante en sus virtudes. Ucrania!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://tomregan.blogspot.com/2024/06/el-infierno.html
27 de marzo de 2025
27 de marzo de 2025
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"El Infierno" es una impresionante superproducción italiana de a inicios de los 1910s, considerada la primera película de terror europea. Para salvar a su amada Beatriz, Dante inicia un descenso al Infierno y sus nueve círculos de la mano del poeta Virgilio, en donde encontrará a diversos personajes de la historia y otros anónimos pagando sus crímenes de las más perversas maneras. En sus orígenes, las pioneras productoras cinematográficas italianas se esmeraron por impulsar el desarrollo de epopeyas históricas y míticas que daban cuenta del riquísimo pasado cultural e histórico de la Roma Clásica y Renacentista, a través de lo que los críticos llaman "cine colosal", con superproducciones de enormes presupuestos y técnicamente grandiosas. La competencia entre estas casas productoras, incluyendo a Itala, Ambrosio, Cines y Milano principalmente, llevaría a una época dorada del colosal italiano con títulos como "Gli Ultimi Giorni Di Pompeii" (1908) de Arturo Ambrosio y Luigi Maggi, "La Caduta Di Troia" (1910) de Giovanni Pastrone y, posteriormente, "Quo Vadis?" (1913) de Enrico Guazzoni, dentro de las cuales los productores Francesco Bertolini, Adolfo Padovan y Giuseppe De Liguoro traerían la primera adaptación del mítico poema medieval "La Divina Comedia" (1304-1321) de Dante Alighieri, obra maestra de la literatura italiana y uno de los hitos de la literatura universal.
Si bien "L'Inferno" (1911) se concentra específicamente en la sección "Infierno" del extraordinario poema, por una obvia cuestión de capacidad técnica propia de la época, en la práctica refleja una adaptación absolutamente ambiciosa en especial en el aspecto visual, como abordaré luego, que es donde el film se convierte en una verdadera obra maestra del cine silente italiano. En términos narrativos, por otra parte, el guión ostenta un carácter simple y lineal y utiliza el tiempo para desarrollar explícitamente más los aspectos visuales que los narrativos, abocándose a la tarea de hacerlo de una forma simbólica asociada a la propia mitología del poema y los célebres grabados (1867) de Gustave Doré. Sin embargo, desde un punto de vista literario, esto no quiere decir que adolezca de una composición narrativa incoherente, ya que está diseñado para que el espectador se familiarice con el poema de Dante sin exigirle como requisito haberlo leído, teniendo en consecuencia un efectivo sentido de lo que es el cine como espectáculo de masas. Por otra parte, el guión contempla un desarrollo narrativo ascendente que demuestra que el film no es una mera colección de imágenes impactantes, sino una composición y, por tanto, un ejercicio que refleja madurez en el arte cinematográfico, en momentos en que aún se busca el establecimiento de un modelo narrativo eficaz.
De esta forma, en L'Inferno" (1911) sus directores apuestan por una narración basada en la fuerza visual y sugerente de sus imágenes. Desde un inicio, el film transitará por escenarios simples y salvajes para paulatinamente aumentar una composición espacial de decorados cada vez más compleja y ambiciosa con escenarios sugerentes y (como cabe literalmente definir) dantescos, en donde abundarán terrenos abruptos y escarpados, lagunas y ríos infernales y helados, tenebrosos pantanos y cuevas atestados de demonios y condenados a ser torturados eternamente por sus pecados y crímenes. De hecho, la estructuración escenográfica está diseñada de acuerdo al propio poema de Dante y recurre a mucha de la iconografía medieval clásica, además de la evidente influencia del trabajo de Doré. La composición narrativa y visual, entonces, seguirá el esquema alighieriano iniciando con el limbo, donde se encuentran quienes no están bautizados, para luego describir los círculos donde se encuentran lujuriosos, golosos, ávaros y derrochadores, furiosos y perezosos, herejes, violentos, fraudulentos, hipócritas, suicidas y, finalmente, traidores. La secuencia de cada círculo del Infierno incluye referencia a personajes históricos o seudohistóricos como los sabios Homero (S. VIII A.C.), Horacio (65 A.C.-8 A.C.), Ovidio (43 A.C.- 17 D.C) y Lucano (39-65 D.C.) con quienes Virgilio y Dante se encuentran, la noble Francesca de Rimini (1259-1285), el político Pier della Vigna (1190-1249) y el noble y marino Ugolino della Gherardesca (1220-1289), de quienes se introducen segmentos individuales sobre cómo pecaron y terminaron por caer en el Infierno.
Seguir abajo:
Si bien "L'Inferno" (1911) se concentra específicamente en la sección "Infierno" del extraordinario poema, por una obvia cuestión de capacidad técnica propia de la época, en la práctica refleja una adaptación absolutamente ambiciosa en especial en el aspecto visual, como abordaré luego, que es donde el film se convierte en una verdadera obra maestra del cine silente italiano. En términos narrativos, por otra parte, el guión ostenta un carácter simple y lineal y utiliza el tiempo para desarrollar explícitamente más los aspectos visuales que los narrativos, abocándose a la tarea de hacerlo de una forma simbólica asociada a la propia mitología del poema y los célebres grabados (1867) de Gustave Doré. Sin embargo, desde un punto de vista literario, esto no quiere decir que adolezca de una composición narrativa incoherente, ya que está diseñado para que el espectador se familiarice con el poema de Dante sin exigirle como requisito haberlo leído, teniendo en consecuencia un efectivo sentido de lo que es el cine como espectáculo de masas. Por otra parte, el guión contempla un desarrollo narrativo ascendente que demuestra que el film no es una mera colección de imágenes impactantes, sino una composición y, por tanto, un ejercicio que refleja madurez en el arte cinematográfico, en momentos en que aún se busca el establecimiento de un modelo narrativo eficaz.
De esta forma, en L'Inferno" (1911) sus directores apuestan por una narración basada en la fuerza visual y sugerente de sus imágenes. Desde un inicio, el film transitará por escenarios simples y salvajes para paulatinamente aumentar una composición espacial de decorados cada vez más compleja y ambiciosa con escenarios sugerentes y (como cabe literalmente definir) dantescos, en donde abundarán terrenos abruptos y escarpados, lagunas y ríos infernales y helados, tenebrosos pantanos y cuevas atestados de demonios y condenados a ser torturados eternamente por sus pecados y crímenes. De hecho, la estructuración escenográfica está diseñada de acuerdo al propio poema de Dante y recurre a mucha de la iconografía medieval clásica, además de la evidente influencia del trabajo de Doré. La composición narrativa y visual, entonces, seguirá el esquema alighieriano iniciando con el limbo, donde se encuentran quienes no están bautizados, para luego describir los círculos donde se encuentran lujuriosos, golosos, ávaros y derrochadores, furiosos y perezosos, herejes, violentos, fraudulentos, hipócritas, suicidas y, finalmente, traidores. La secuencia de cada círculo del Infierno incluye referencia a personajes históricos o seudohistóricos como los sabios Homero (S. VIII A.C.), Horacio (65 A.C.-8 A.C.), Ovidio (43 A.C.- 17 D.C) y Lucano (39-65 D.C.) con quienes Virgilio y Dante se encuentran, la noble Francesca de Rimini (1259-1285), el político Pier della Vigna (1190-1249) y el noble y marino Ugolino della Gherardesca (1220-1289), de quienes se introducen segmentos individuales sobre cómo pecaron y terminaron por caer en el Infierno.
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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Tambien encontramos al sumo sacerdote Caifás (14 A.C-46 D.C.), Mahoma (570-632), el noble Bocca degli Abati (S. XIII) y Alberigo dei Manfredini o Fray Alberigo (S.XIII), y humanos míticos como el rey Minos de Creta y el rey Flegias de los Lapitas. Como es de esperarse, "L'Inferno" (1911) es rico en referencias a personajes míticos diabólicos, que refuerzan la presencia de demonios y el mismísimo Lucifer. Se puede advertir al perro de tres cabezas Cancerbero, el dios del inframundo romano Plutón, el monstruo alado y tricéfalo Gerión, espantosas arpías y los gigantes Nimrod, Efialtes y Anteo que cumplen diferentes funciones en el relato. Sin embargo, la representación de Lucifer es, a todas luces, la más impresionante, en donde podemos ver su enorme tamaño, sus tres pares de alas y su insaciable apetito por carne humana. Los demonios menores son presentados con la icónica apariencia medieval, alados, con cuernos y de piel oscura, mientras que los condenados desnudos, utilizando maquillaje oscuro y maquillaje blanco según corresponda. Para las dantescas escenas en que vemos los brutales castigados a los condenados (azotados, quemados, devorados), los parajes infernales y la aparición de los diversos seres diabólicos se recurrió a todo tipo de recursos técnicos y efectos especiales, como escenografías de cartón piedra, la utilización de cables para los personajes alados, títeres de tamaño natural para los monstruos, técnicas de sobreimpresión, uso de técnica de la perspectiva, empleo de hielo seco para generar bruma, repetición de figuras y utilización de vestuario y fondo negro para simular cuerpos mutilados y decapitados, algunos de ellos indudablemente herencia del mago galo del cine George Méliès y otros claramente notables innovaciones del fotógrafo italiano Emilio Roncarolo ("Sotto Il Bacio Del Fuoco", 1915).
La banda sonora original fue compuesta por Raffaele Caravaglio, sin embargo, a casi 100 años de su estreno se elaboraron dos scores a propósito de las nuevas versiones remasterizadas, en 2004 a cargo de la banda alemana de electrónica krautrock Tangerine Dream, y luego por el colectivo Edison Studio en 2011, siendo en mi opinión la primera la que mejor le hace justicia al film con su estilo oscuro independiente. Con más de 3 años de producción y la millonaria inversión de 100 mil liras de la época, "L'Inferno" (1911) se estrenó con gran éxito en el Teatro Mercadante de Napolés el 10 de marzo de ese año. Obtuvo un enorme éxito internacional en Estados Unidos, en donde recaudó más de US$2 millones de la época. Como ya indiqué se estrenaron dos nuevas remasterizaciones en 2004 y 2011 (su centenario) gracias al trabajo del Archivo Nacional del British Film Institute y la Library of Congress de Estados Unidos, pero durante muchos años se consideró una película perdida.
Las actuaciones son correctas, con un elenco total de más de 150 actores y extras, "L'Inferno" (1911) incluyó en el reparto a Salvatore Papa ("Sotto Il Bacio Del Fuoco", 1915) como Dante Alighieri. Arturo Pirovano ("Marin Faliero Doge Di Venezia", 1909) como Virgilio. Uno de los directores del film Giuseppe de Liguoro como el Conde Ugolino y Augusto Milla como Lucifer. Emilise Beretta interpretó a Beatriz.
En definitiva, impresionante y verdadera epopeya visual, digna de ser rescatada de la lejana bruma del cine silente y valorada como una de las más tempranas propuestas del cine de terror. Un imperdible recorrido surrealista por los miedos más primigenios del hombre: el Infierno.
FilmeClub605426824.wordpress.com
La banda sonora original fue compuesta por Raffaele Caravaglio, sin embargo, a casi 100 años de su estreno se elaboraron dos scores a propósito de las nuevas versiones remasterizadas, en 2004 a cargo de la banda alemana de electrónica krautrock Tangerine Dream, y luego por el colectivo Edison Studio en 2011, siendo en mi opinión la primera la que mejor le hace justicia al film con su estilo oscuro independiente. Con más de 3 años de producción y la millonaria inversión de 100 mil liras de la época, "L'Inferno" (1911) se estrenó con gran éxito en el Teatro Mercadante de Napolés el 10 de marzo de ese año. Obtuvo un enorme éxito internacional en Estados Unidos, en donde recaudó más de US$2 millones de la época. Como ya indiqué se estrenaron dos nuevas remasterizaciones en 2004 y 2011 (su centenario) gracias al trabajo del Archivo Nacional del British Film Institute y la Library of Congress de Estados Unidos, pero durante muchos años se consideró una película perdida.
Las actuaciones son correctas, con un elenco total de más de 150 actores y extras, "L'Inferno" (1911) incluyó en el reparto a Salvatore Papa ("Sotto Il Bacio Del Fuoco", 1915) como Dante Alighieri. Arturo Pirovano ("Marin Faliero Doge Di Venezia", 1909) como Virgilio. Uno de los directores del film Giuseppe de Liguoro como el Conde Ugolino y Augusto Milla como Lucifer. Emilise Beretta interpretó a Beatriz.
En definitiva, impresionante y verdadera epopeya visual, digna de ser rescatada de la lejana bruma del cine silente y valorada como una de las más tempranas propuestas del cine de terror. Un imperdible recorrido surrealista por los miedos más primigenios del hombre: el Infierno.
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29 de noviembre de 2017
29 de noviembre de 2017
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se habla de esta película como la primera de larga duración (70 minutos), la verdad que es la primera que he visto que durase tanto. También se le da el mérito de ser la primera superproducción, costando 3 años para su elaboración.
Realmente a mí la película no me gustó mucho. Los interludios (que por fin veo que ya se van generalizando) te dicen lo que pasará, y luego pasa. Y eso se hace porque realmente no queda muy claro que es lo que se ve.
Me ha sorprendido los desnudos que se ven.
También la figura de Mahoma en el infierno, claro está que hoy en día esto no se podría hacer, y lo veo normal. Quizás no me ha gustado, porque realmente la obra en sí de Dante no me gusta. No lo he leído y creo que es la primera vez que me topo con Dante tan directamente (sí que recuerdo en otras películas hablar del tema), pero la forma de retratar el infierno como los pecados por el cual las personas están ahí, pues como que no.
Pero poniendo en cosas que sí me gustaron (y por eso le doy la nota, si no, la suspendería), son los escenarios, me han gustado mucho.
Llegados a este punto de la vida en el cine, yo ya me canso de ver las actuaciones todas iguales: actores señalando y/o con los brazos en alto para expresar cualquier cosa. Ganas de ver mejoras en ese aspecto.
Realmente a mí la película no me gustó mucho. Los interludios (que por fin veo que ya se van generalizando) te dicen lo que pasará, y luego pasa. Y eso se hace porque realmente no queda muy claro que es lo que se ve.
Me ha sorprendido los desnudos que se ven.
También la figura de Mahoma en el infierno, claro está que hoy en día esto no se podría hacer, y lo veo normal. Quizás no me ha gustado, porque realmente la obra en sí de Dante no me gusta. No lo he leído y creo que es la primera vez que me topo con Dante tan directamente (sí que recuerdo en otras películas hablar del tema), pero la forma de retratar el infierno como los pecados por el cual las personas están ahí, pues como que no.
Pero poniendo en cosas que sí me gustaron (y por eso le doy la nota, si no, la suspendería), son los escenarios, me han gustado mucho.
Llegados a este punto de la vida en el cine, yo ya me canso de ver las actuaciones todas iguales: actores señalando y/o con los brazos en alto para expresar cualquier cosa. Ganas de ver mejoras en ese aspecto.
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