Estación OnceMiniserie
2021 

Patrick Somerville (Creador), Hiro Murai ...
6.6
3,329
Serie de TV. Ciencia ficción
10 episodios. Los supervivientes de una devastadora pandemia tratan de reconstruir sus vidas tras haber perdido todo lo que tenían. (FILMAFFINITY)
4 de noviembre de 2022
4 de noviembre de 2022
16 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
No leas esta crítica hasta que hayas visto la serie. Esto es una reseña. Es larga y se diseccionan elementos importantes en la trama.
Tenía esta serie apuntada desde hace tiempo, pero no me decidía a verla. No sabía cómo sería de larga, apenas tenía un 6 de media... Un conocido me la recomendó (sin haberla acabado) y dije: «Qué demonios». En menos de 48 horas ya la había devorado con ansia.
Esta serie no es una serie postapocalíptica al uso. No es The Walking Dead ni el videojuego de The Last of Us ni esa comedieta de The Last Man on Earth (menos mal). Al principio, después de un piloto espectacular, uno queda un poco con la duda de adónde le llevará esta serie. Pero entonces te das cuenta de que no es nada de todo eso. Es mucho más. Y mejor.
Para disfrutar aún más Station Eleven yo recomendaría digerirla en un lotecito, un tríptico en conjunción con El club de los poetas muertos (Peter Weir, 1989) y Hojas de hierba (Walt Whitman (1855). ¿Por qué? Porque esta serie no va del fin del mundo, va del comienzo del mundo, de las bases de la civilización, las humanidades y el hecho ontológico.
—GRUPOS
En Station Eleven hay una sociedad en reconstrucción. Pero los grupúsculos que se forman no tienen nada que ver con TWD, por ejemplo, rodeados de munición infinita, técnicas de guerra, un poli justiciero o comandos de pirados. Los grupos que se forman en esta serie se caracterizan por corresponder a los elementos más inútiles y
poco funcionales de la sociedad: profesiones de parásitos.
1. Un grupo de cómicos de la legua donde se inserta nuestra protagonista. Han pasado veinte años desde el fin del mundo y alguien decide crear una compañía de teatro. Estupendo.
2. Un retiro burgués lleno de profesores que prefieren el minigolf a los libros (en palabras de uno de ellos). Su comida está envasada al vacío en plásticos.
3. Una secta de un tipo que quiere crear un nuevo orden mundial, rompiendo con los moldes de una antigua civilización.
4. Un grupo de conservacionistas que se aíslan del exterior y crean un museo para conservar todas las reliquias del mundo antiguo.
Todos estos grupos son parásitos en tanto que, en sociedad, dependen de otros grupos o gremios. No hay actores sin público. No hay docentes sin contribuyentes (ni alumnos). No hay museos sin visitantes. No hay sectas sin incautos. Todos ellos constituyen estructuras que trabajan con la palabra, dependen de la palabra y crean mundos y realidades con la palabra, con el discurso. Y aquí está el punto fuerte de la serie: SON CREADORES. Station Eleven es una apología del humanismo, del papel creador del hombre. En El club de los poetas muertos Robin Williams decía que los médicos, los ingenieros y los economistas son profesionales necesarios y que dignificaban la vida, pero el poeta (recordemos su sentido etimológico griego: «poiesis»: creación) es necesario para dotar de sentido al mundo. La reconstrucción de un mundo no solo son sus infraestructuras físicas, sino también mentales. Una idea —decía Robin Williams— es capaz de transformar el mundo.
También hay dos grupos especiales en la serie. Atentos.
Uno es un punto de reunión de mujeres embarazadas que van a dar a luz. Una especie de hospital improvisado, capitaneado por una doctora entusiasta, enérgica y algo grillada. Ahí no hay libros, no hay teatro. Pero hay algo de música y esperanza. Estas embarazadas hacen referencia al nuevo mundo en el que habitan (ese en el que se crean conceptos como «Los cien días» diciendo: «We need new words». Marcan la necesidad de configurar una nueva realidad ideológica que ayude a construir la nueva realidad material/humana que ellas están ayudando a producir. Son conscientes de la necesidad del discurso de forma conjunta a la repoblación.
El otro grupo es el de una especie de villanos sin caras ni nombres llamados «Los bandanas». Son unos salvajes que simplemente se dedican al terrorismo. En un momento dado atacan a Kirsten y Tyler, disparando veneno con una cerbatana a nuestra protagonista. Se dice que el veneno lo han creado ellos (tiene nombre propio) y que el que disparó a Kirsten es DENTISTA (ojo, en Hamlet no había dentistas, pero había mucho veneno). Los malos en esta serie son los profesionales técnicos que, sin humanismo, han perdido el norte y han dejado de ser humanos. Se supone que un dentista trabaja para mejorar la salud, para evitar el dolor, etc. Pero aquí se da el caso contrario. En esta serie, si quieres saber si alguien tiene un buen o mal fondo, tienes que observar si es creativo o no. El vigilante de seguridad del museo toca el ukelele, por ejemplo. También realiza trabajos técnicos y tiene conocimientos técnicos. Pero en él pervive un ápice de humanismo que sublima en forma de música.
Por otro lado, respecto a la referencia de Hojas de hierba es interesante apuntar que Walt Whitman es el poeta de América. El bardo capaz de cantar al ser, a la comunidad y a una América enorme, agreste, salvaje, fuerte, democrática y todopoderosa. Representa la idea del peregrino, algo muy ajustable al carácter errante de una compañía de teatro y de una sociedad en reconstrucción; y, al mismo tiempo, una imagen muy propia de los Estados Unidos a través de los wéstern, modernos o clásicos, y las diversas historias de peregrinajes a través de las carreteras y vastas llanuras (los ejemplos en cine y literatura son innumerables).
También, por supuesto, subyace Hamlet somo sustrato de toda la obra. Hamlet es una pieza que en algún momento dicen que ya no la interpretan o que no quieren hacerlo, pero no dejan de volver a ella constantemente. Hamlet es el teatro inglés por antonomasia. Es su Quijote teatral y sirve, además, para incrustarse de forma metanarrativa en la historia y evocar el poder catártico de unos personajes que subliman a través del poder del arte.
(Continúo la reseña en el spoiler)
(También hay más mandanga en mi blog donde añado aspectos secundarios que por espacio no caben aquí).
Tenía esta serie apuntada desde hace tiempo, pero no me decidía a verla. No sabía cómo sería de larga, apenas tenía un 6 de media... Un conocido me la recomendó (sin haberla acabado) y dije: «Qué demonios». En menos de 48 horas ya la había devorado con ansia.
Esta serie no es una serie postapocalíptica al uso. No es The Walking Dead ni el videojuego de The Last of Us ni esa comedieta de The Last Man on Earth (menos mal). Al principio, después de un piloto espectacular, uno queda un poco con la duda de adónde le llevará esta serie. Pero entonces te das cuenta de que no es nada de todo eso. Es mucho más. Y mejor.
Para disfrutar aún más Station Eleven yo recomendaría digerirla en un lotecito, un tríptico en conjunción con El club de los poetas muertos (Peter Weir, 1989) y Hojas de hierba (Walt Whitman (1855). ¿Por qué? Porque esta serie no va del fin del mundo, va del comienzo del mundo, de las bases de la civilización, las humanidades y el hecho ontológico.
—GRUPOS
En Station Eleven hay una sociedad en reconstrucción. Pero los grupúsculos que se forman no tienen nada que ver con TWD, por ejemplo, rodeados de munición infinita, técnicas de guerra, un poli justiciero o comandos de pirados. Los grupos que se forman en esta serie se caracterizan por corresponder a los elementos más inútiles y
poco funcionales de la sociedad: profesiones de parásitos.
1. Un grupo de cómicos de la legua donde se inserta nuestra protagonista. Han pasado veinte años desde el fin del mundo y alguien decide crear una compañía de teatro. Estupendo.
2. Un retiro burgués lleno de profesores que prefieren el minigolf a los libros (en palabras de uno de ellos). Su comida está envasada al vacío en plásticos.
3. Una secta de un tipo que quiere crear un nuevo orden mundial, rompiendo con los moldes de una antigua civilización.
4. Un grupo de conservacionistas que se aíslan del exterior y crean un museo para conservar todas las reliquias del mundo antiguo.
Todos estos grupos son parásitos en tanto que, en sociedad, dependen de otros grupos o gremios. No hay actores sin público. No hay docentes sin contribuyentes (ni alumnos). No hay museos sin visitantes. No hay sectas sin incautos. Todos ellos constituyen estructuras que trabajan con la palabra, dependen de la palabra y crean mundos y realidades con la palabra, con el discurso. Y aquí está el punto fuerte de la serie: SON CREADORES. Station Eleven es una apología del humanismo, del papel creador del hombre. En El club de los poetas muertos Robin Williams decía que los médicos, los ingenieros y los economistas son profesionales necesarios y que dignificaban la vida, pero el poeta (recordemos su sentido etimológico griego: «poiesis»: creación) es necesario para dotar de sentido al mundo. La reconstrucción de un mundo no solo son sus infraestructuras físicas, sino también mentales. Una idea —decía Robin Williams— es capaz de transformar el mundo.
También hay dos grupos especiales en la serie. Atentos.
Uno es un punto de reunión de mujeres embarazadas que van a dar a luz. Una especie de hospital improvisado, capitaneado por una doctora entusiasta, enérgica y algo grillada. Ahí no hay libros, no hay teatro. Pero hay algo de música y esperanza. Estas embarazadas hacen referencia al nuevo mundo en el que habitan (ese en el que se crean conceptos como «Los cien días» diciendo: «We need new words». Marcan la necesidad de configurar una nueva realidad ideológica que ayude a construir la nueva realidad material/humana que ellas están ayudando a producir. Son conscientes de la necesidad del discurso de forma conjunta a la repoblación.
El otro grupo es el de una especie de villanos sin caras ni nombres llamados «Los bandanas». Son unos salvajes que simplemente se dedican al terrorismo. En un momento dado atacan a Kirsten y Tyler, disparando veneno con una cerbatana a nuestra protagonista. Se dice que el veneno lo han creado ellos (tiene nombre propio) y que el que disparó a Kirsten es DENTISTA (ojo, en Hamlet no había dentistas, pero había mucho veneno). Los malos en esta serie son los profesionales técnicos que, sin humanismo, han perdido el norte y han dejado de ser humanos. Se supone que un dentista trabaja para mejorar la salud, para evitar el dolor, etc. Pero aquí se da el caso contrario. En esta serie, si quieres saber si alguien tiene un buen o mal fondo, tienes que observar si es creativo o no. El vigilante de seguridad del museo toca el ukelele, por ejemplo. También realiza trabajos técnicos y tiene conocimientos técnicos. Pero en él pervive un ápice de humanismo que sublima en forma de música.
Por otro lado, respecto a la referencia de Hojas de hierba es interesante apuntar que Walt Whitman es el poeta de América. El bardo capaz de cantar al ser, a la comunidad y a una América enorme, agreste, salvaje, fuerte, democrática y todopoderosa. Representa la idea del peregrino, algo muy ajustable al carácter errante de una compañía de teatro y de una sociedad en reconstrucción; y, al mismo tiempo, una imagen muy propia de los Estados Unidos a través de los wéstern, modernos o clásicos, y las diversas historias de peregrinajes a través de las carreteras y vastas llanuras (los ejemplos en cine y literatura son innumerables).
También, por supuesto, subyace Hamlet somo sustrato de toda la obra. Hamlet es una pieza que en algún momento dicen que ya no la interpretan o que no quieren hacerlo, pero no dejan de volver a ella constantemente. Hamlet es el teatro inglés por antonomasia. Es su Quijote teatral y sirve, además, para incrustarse de forma metanarrativa en la historia y evocar el poder catártico de unos personajes que subliman a través del poder del arte.
(Continúo la reseña en el spoiler)
(También hay más mandanga en mi blog donde añado aspectos secundarios que por espacio no caben aquí).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
De algún modo esta obra también es quijotesca en tanto su prodigiosa polifonía, esa incorporación de piezas musicales, líricas y teatrales por parte de los personajes en mitad de la trama, aparte de las metanarraciones relativas a Hamlet o al cómic que configura todo: Station Eleven, que llega a conformarse como un libro sagrado.
—PERSONAJES
Miranda:
Enlazando con «el libro sagrado» debemos hablar de Miranda. Miranda, aparte de significar: «Digno de ser mirado» en latín, también es un personaje shakespeariano, de La tempestad (recordemos que la personalidad de Miranda en la serie está marcada por un accidente que mató a su familia en la isla donde vivía, por culpa de un huracán, una tempestad). Miranda representa a una especie de dios creador. Ella es la causante de todos los conflictos de la serie. Ella forjó el carácter de Tyler al dar órdenes al piloto para que no dejara salir a los pasajeros, y ella dedicó su vida a crear un libro que se convertiría en sagrado en las manos de Tyler y Kirsten. En el capítulo 8 Arthur decía que ella representaba el claro ejemplo del creador, alguien que lo hace no para ser visto o admirado, sino por la mera satisfacción de crear, de trascender. El creador como necesidad.
Arthur: Conocemos a Gael García Bernal interpretando al rey Lear. Él es encargado de entregar los ejemplares del libro a Tyler y Kirsten. Es como una especie de Moisés en esa cadena logística que inicia Miranda. Recordemos que Miranda se dedicaba a la logística. Dice sobre ella: «Always had sense to me», definiendo la logística como el proceso encargado de llevar algo del punto A al punto B, no necesariamente a través de la vía más corta y directa. (En veinte años de narración hay lugar en nuestra serie para muchos desvíos, adelantos y atrasos. Enorme).
Kirsten: La apoteósica Mackenzie Davis es un personaje algo especial. De algún modo ella, nuestra heroína, representa al caballero renacentista de armas y letras. Está formada en el libro sagrado, pero lo abandonó definitivamente cuando descuidó a un bebé que tenía que vigilar. Pudo separarse de él. Al mismo tiempo está formada en teatro, es una gran actriz y es una creadora. PERO también es una guerrera. Monta a caballo, protege a los suyos, va armada con cuchillos y sabe utilizarlos. Consigue neutralizar a una caterva de dentistas terroristas ella sola. Es el personaje más fuerte de todos. Casi indestructible. Es la unión del viejo y el nuevo mundo.
—MÚSICA.
Por último, uno de los pilares más fuertes de la serie y que más me apetecía comentar es el de la música. Los personajes crean sin parar, como el padre que sobrevivió a su mujer y su hija y configuró un sintetizador con frases de su hija asociadas a cada tecla del piano.
Una de las piezas que más suena y que incluso podemos ver en una partitura junto a un piano abandonado es La campanella de Franz Liszt. En la partitura alguien anotó: «IMPOSIBLE!!», no en vano representa el culmen de la dificultad técnica al piano. Suena una versión de Paganini, el violinista al que dio vida Klaus Kinski y que tiene fama de ser el mejor (a partir de él, creo, desarrolló Liszt esa obra). El uso de esta pieza es maravilloso y sobrecogedor, especialmente en una escena que inicia capítulo en el que Kirsten está buscando a Alex cuando es bebé y cuando es adolescente. La campanella representa la dificultad que entraña la creación; pero, al mismo tiempo, también la belleza que apremia al esfuerzo.
—EPÍLOGO
Merece la pena ser vista. No merece ese seis y medio que tiene de media en FA en noviembre de 2022 porque no es ni una serie más ni una serie mediocre. Es una historia realmente bien compuesta con una idea muy clara, un concepto, una pregunta: qué somos y para qué venimos al mundo.
Reivindica el papel del homo faber o del homo ludens, el mamífero que crea, que juega, que es capaz de crear mundos abstractos y que no viene al mundo solo para crear puentes, sino para crearse a sí mismo.
Más críticas en silviodearabia.blogspot.com
—PERSONAJES
Miranda:
Enlazando con «el libro sagrado» debemos hablar de Miranda. Miranda, aparte de significar: «Digno de ser mirado» en latín, también es un personaje shakespeariano, de La tempestad (recordemos que la personalidad de Miranda en la serie está marcada por un accidente que mató a su familia en la isla donde vivía, por culpa de un huracán, una tempestad). Miranda representa a una especie de dios creador. Ella es la causante de todos los conflictos de la serie. Ella forjó el carácter de Tyler al dar órdenes al piloto para que no dejara salir a los pasajeros, y ella dedicó su vida a crear un libro que se convertiría en sagrado en las manos de Tyler y Kirsten. En el capítulo 8 Arthur decía que ella representaba el claro ejemplo del creador, alguien que lo hace no para ser visto o admirado, sino por la mera satisfacción de crear, de trascender. El creador como necesidad.
Arthur: Conocemos a Gael García Bernal interpretando al rey Lear. Él es encargado de entregar los ejemplares del libro a Tyler y Kirsten. Es como una especie de Moisés en esa cadena logística que inicia Miranda. Recordemos que Miranda se dedicaba a la logística. Dice sobre ella: «Always had sense to me», definiendo la logística como el proceso encargado de llevar algo del punto A al punto B, no necesariamente a través de la vía más corta y directa. (En veinte años de narración hay lugar en nuestra serie para muchos desvíos, adelantos y atrasos. Enorme).
Kirsten: La apoteósica Mackenzie Davis es un personaje algo especial. De algún modo ella, nuestra heroína, representa al caballero renacentista de armas y letras. Está formada en el libro sagrado, pero lo abandonó definitivamente cuando descuidó a un bebé que tenía que vigilar. Pudo separarse de él. Al mismo tiempo está formada en teatro, es una gran actriz y es una creadora. PERO también es una guerrera. Monta a caballo, protege a los suyos, va armada con cuchillos y sabe utilizarlos. Consigue neutralizar a una caterva de dentistas terroristas ella sola. Es el personaje más fuerte de todos. Casi indestructible. Es la unión del viejo y el nuevo mundo.
—MÚSICA.
Por último, uno de los pilares más fuertes de la serie y que más me apetecía comentar es el de la música. Los personajes crean sin parar, como el padre que sobrevivió a su mujer y su hija y configuró un sintetizador con frases de su hija asociadas a cada tecla del piano.
Una de las piezas que más suena y que incluso podemos ver en una partitura junto a un piano abandonado es La campanella de Franz Liszt. En la partitura alguien anotó: «IMPOSIBLE!!», no en vano representa el culmen de la dificultad técnica al piano. Suena una versión de Paganini, el violinista al que dio vida Klaus Kinski y que tiene fama de ser el mejor (a partir de él, creo, desarrolló Liszt esa obra). El uso de esta pieza es maravilloso y sobrecogedor, especialmente en una escena que inicia capítulo en el que Kirsten está buscando a Alex cuando es bebé y cuando es adolescente. La campanella representa la dificultad que entraña la creación; pero, al mismo tiempo, también la belleza que apremia al esfuerzo.
—EPÍLOGO
Merece la pena ser vista. No merece ese seis y medio que tiene de media en FA en noviembre de 2022 porque no es ni una serie más ni una serie mediocre. Es una historia realmente bien compuesta con una idea muy clara, un concepto, una pregunta: qué somos y para qué venimos al mundo.
Reivindica el papel del homo faber o del homo ludens, el mamífero que crea, que juega, que es capaz de crear mundos abstractos y que no viene al mundo solo para crear puentes, sino para crearse a sí mismo.
Más críticas en silviodearabia.blogspot.com
27 de febrero de 2022
27 de febrero de 2022
9 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para ver futuros apocalíticos tipo Mad Max, ya está Mad Max (la gloriosa Mad Max)... Digo ésto por todas esas críticas a la serie que se quejan de no ser un clon de esas visiones postapocalípticas representadas hasta la saciedad en todos los formatos posibles.
Lo realmente interesante de esta producción es cómo plasma de una manera diferente el componente emotivo, cultural y humano en un escenario que ya está saturado.
Si quieres ver zombies, tribalismos histriónicos, persecuciones trepidantes y/o ropas pintorescas, puede que ésta no sea tu serie.
Si te apetece ver un entramado de relaciones humanas entremezcladas en el tiempo con sutileza y empatía, personajes complejos (con sus cosas buenas y malas) y sobre todo una visión diferente del desmoronamiento de la sociedad y los primeros pasos de su reconstrucción, te encantará esta serie.
Lo realmente interesante de esta producción es cómo plasma de una manera diferente el componente emotivo, cultural y humano en un escenario que ya está saturado.
Si quieres ver zombies, tribalismos histriónicos, persecuciones trepidantes y/o ropas pintorescas, puede que ésta no sea tu serie.
Si te apetece ver un entramado de relaciones humanas entremezcladas en el tiempo con sutileza y empatía, personajes complejos (con sus cosas buenas y malas) y sobre todo una visión diferente del desmoronamiento de la sociedad y los primeros pasos de su reconstrucción, te encantará esta serie.
11 de octubre de 2022
11 de octubre de 2022
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pelis y series de apocalipsis han hecho muchas, pero Estación Once logra diferenciarse de las demás, con una atmósfera envolvente, y un aire de misterio con los paralelismos del cómic.
Creo que tiene momentos realmente buenos, sin caer en las fáciles heoricidades a las que estamos tan acostumbrados, donde te pones en la piel de los personajes de verdad, y te planteas qué hubieras hecho tú en su lugar.
Para mi gusto, la actriz protagonista, que hace de Kirsten adulta, no lo hace mal, pero te la crees menos que al resto de personajes, que en general están muy bien.
Cuando termina la temporada haces balance, y ves que a pesar de haber momentos memorables, también hay bastante paja, y dejan historias sin resolver que te dan la sensación de haber perdido el tiempo.
Creo que tiene momentos realmente buenos, sin caer en las fáciles heoricidades a las que estamos tan acostumbrados, donde te pones en la piel de los personajes de verdad, y te planteas qué hubieras hecho tú en su lugar.
Para mi gusto, la actriz protagonista, que hace de Kirsten adulta, no lo hace mal, pero te la crees menos que al resto de personajes, que en general están muy bien.
Cuando termina la temporada haces balance, y ves que a pesar de haber momentos memorables, también hay bastante paja, y dejan historias sin resolver que te dan la sensación de haber perdido el tiempo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Nunca te explican por qué hay tantas coincidencias alrededor del cómic, Arthur y demás... después del apocalipsis se encuentran la segunda mujer, el amigo, dos ávidos lectores (que uno es el hijo de Arthur y la otra una amiga que actuaba con él)... Luego la primera mujer, que escribió el cómic, precisamente llama al aeropuerto para evitar que salgan los infectados (y encima le hacen caso)...
Prácticamente te sabes el cómic de memoria, que tiene paralelismos con lo que está pasando, pero luego era todo coyuntural, el cómic podría no haber existido y te ahorrabas media serie. El profeta se crea el ejército de los niños de inframar, secuestrándolos, pero no se sabe muy bien para qué, ni por qué los niños le hacen caso (incluso para suicidarse explotando las minas).
¿Y por qué todas las embarazadas van a dar a luz a la vez? ¿Y cómo conocen ese sitio para llegar? ¿Y cómo llegan solas, con el temporal que hace?
Un fallo que creo que es grave, cuando Kirsten y Jeevan se separan porque a él le ataca un lobo, ella finalmente se marcha, y cuando encuentra ella llega al campo de golf y conoce a Gil, va con el cómic, que al final guardan en la mesa del despacho... Pero más adelante se muestra que cuando Jeevan va a por el cómic, no vuelve a la casa para dárselo
Prácticamente te sabes el cómic de memoria, que tiene paralelismos con lo que está pasando, pero luego era todo coyuntural, el cómic podría no haber existido y te ahorrabas media serie. El profeta se crea el ejército de los niños de inframar, secuestrándolos, pero no se sabe muy bien para qué, ni por qué los niños le hacen caso (incluso para suicidarse explotando las minas).
¿Y por qué todas las embarazadas van a dar a luz a la vez? ¿Y cómo conocen ese sitio para llegar? ¿Y cómo llegan solas, con el temporal que hace?
Un fallo que creo que es grave, cuando Kirsten y Jeevan se separan porque a él le ataca un lobo, ella finalmente se marcha, y cuando encuentra ella llega al campo de golf y conoce a Gil, va con el cómic, que al final guardan en la mesa del despacho... Pero más adelante se muestra que cuando Jeevan va a por el cómic, no vuelve a la casa para dárselo
22 de enero de 2023
22 de enero de 2023
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quedé maravillado con esta serie. Fue una grata sorpresa con la que me vi obligado a verla en dos días, a cinco capítulos por día. Es que Estación Once es poesía visual, no es una serie al uso sino que es puro cine en una serie.
Empecé a verla sin mucha esperanza, esperando encontrarme con otra serie postapocalipsis y acabé enganchado a unas historias de pura vida que juega con el tiempo y en la cual la pandemia casi pasa a segundo plano. Interpretaciones de auténtico lujo, estructura del argumento magistral, apego total y absoluto con los personajes. Además tiene una banda sonora exquisita, tanto la propia como las bien elegidas canciones que seguramente conoceréis todos.
Tengo que confesar que lloré al final. Quién la viera completa sabe exactamente cuando lloré. Es que te metes tan adentro en los personajes que no puedes evitar sentirlos. Un 9.
Empecé a verla sin mucha esperanza, esperando encontrarme con otra serie postapocalipsis y acabé enganchado a unas historias de pura vida que juega con el tiempo y en la cual la pandemia casi pasa a segundo plano. Interpretaciones de auténtico lujo, estructura del argumento magistral, apego total y absoluto con los personajes. Además tiene una banda sonora exquisita, tanto la propia como las bien elegidas canciones que seguramente conoceréis todos.
Tengo que confesar que lloré al final. Quién la viera completa sabe exactamente cuando lloré. Es que te metes tan adentro en los personajes que no puedes evitar sentirlos. Un 9.
7 de marzo de 2022
7 de marzo de 2022
6 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algunas personas podrían pensar que es lenta, pero no… es buena. En un mundo postapocalíptico, las personas no luchan por sobrevivir a costa de las otras, sino gracias a las otras. Narra la historia de personas que encuentran sentido a la vida entre la muerte, la amistad y el amor. A los que la califican de lenta, creo que quiere decir que lo que no hay es velocidad en las escenas, pero éstas son densas y casi siempre tienen algo que decir.
La historia se configura a base de flashbacks de los diferentes personajes que al final encajan como un puzzle.
Es una de las pocas series que se dejan ver entre la basura con la que nos obsequian a diario.
La historia se configura a base de flashbacks de los diferentes personajes que al final encajan como un puzzle.
Es una de las pocas series que se dejan ver entre la basura con la que nos obsequian a diario.
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