Braveheart
8.0
155,828
Aventuras. Drama
En el siglo XIV, los escoceses viven oprimidos por los gravosos tributos y las injustas leyes impuestas por los ingleses. William Wallace es un joven escocés que regresa a su tierra despues de muchos años de ausencia. Siendo un niño, toda su familia fue asesinada por los ingleses, razón por la cual se fue a vivir lejos con un tío suyo.
15 de marzo de 2007
15 de marzo de 2007
40 de 60 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bravehart es una película magistral hecha con garra y entrañas, Mel Gibson ha sido el encargado de resucitar las superproducciones épicas pero ni TROYA o EL REINO DE LOS CIELOS se le puede comparar en casi ningún aspecto, puede que la recientemente dañada reputación del actor-director juegue en contra de esta maravillosa película que todo hay que decirlo contiene los defectos de este tipo de cine pecando de pretenciosidad por parte de su director y protagonista pero por otra parte su agilidad narrativa (gracias a un inspirado guión de Randall Wallace) hace de ella una experiencia única, contando con una de las mejores bandas sonoras que he podido escuchar y unas batallas en las que Mel Gibson enseña sus verdaderas intenciones...
La historia de William Wallace le sirve a Mel Gibson para conducir al espectador a las batallas mas sangrientas y crudas que se han visto en una pantalla, pero desde mi punto de vista está tan bien realizada que convierte la violencia en belleza, siendo imitado a partir de ese momento por todos los que han realizado una película épica (solo Ridley Scott ha alcanzado los niveles de violencia de Gibson en Black Hawk Dawn).
¿Es Mel Gibson culpable de dar en un momento determinado lo que la gente quería? Se le puede acusar de machista, antisemita o cualquier calificativo que se le ocurra pero sabe hacer buen cine o por lo menos consigue que una cinta de más de tres horas pasen en un respiro ya que este es un entretenimiento de primera.
Aun es pronto para juzgar como tratará el tiempo a esta cinta equiparándose por ejemplo a ESPARTACO, pero ya ha quedado claro que es una pieza clave de los años noventa y que pese lo polémico que pueda resultar su creador Bravehart continua siendo gigante y hermosa en todos los sentidos.
La historia de William Wallace le sirve a Mel Gibson para conducir al espectador a las batallas mas sangrientas y crudas que se han visto en una pantalla, pero desde mi punto de vista está tan bien realizada que convierte la violencia en belleza, siendo imitado a partir de ese momento por todos los que han realizado una película épica (solo Ridley Scott ha alcanzado los niveles de violencia de Gibson en Black Hawk Dawn).
¿Es Mel Gibson culpable de dar en un momento determinado lo que la gente quería? Se le puede acusar de machista, antisemita o cualquier calificativo que se le ocurra pero sabe hacer buen cine o por lo menos consigue que una cinta de más de tres horas pasen en un respiro ya que este es un entretenimiento de primera.
Aun es pronto para juzgar como tratará el tiempo a esta cinta equiparándose por ejemplo a ESPARTACO, pero ya ha quedado claro que es una pieza clave de los años noventa y que pese lo polémico que pueda resultar su creador Bravehart continua siendo gigante y hermosa en todos los sentidos.
23 de febrero de 2013
23 de febrero de 2013
27 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos probablemente ante la última gran aventura épica del Cine. Inspirado por el son de las gaitas escocesas y el verde esmeralda de las Highlands, Mel Gibson se imbuyó de espíritu rebelde y regaló al Séptimo Arte un dramático canto a la Libertad. De ser él, yo hubiera luchado por la Justicia, que es lo que en verdad necesitan los desgraciados de este mundo.
«Braveheart» comete el error de plantear un conflicto burdamente maniqueo: el villano de esta historia es de una maldad y una falta de ética desmesurados. El rey Eduardo I y por extensión los ingleses son casi demonios que, como es lógico, deben ser exterminados. Personalmente, no me hace gran ilusión eso de que el pueblo, el humilde y tranquilo pueblo que tiene el derecho a vivir en paz, se meta a guerrero y termine muriendo en el campo de batalla para conseguir un poco de dignidad. En medio de este caos en el que los opresores ingleses cometen toda clase de tropelías contra los nobilísimos escoceses, aparece William Wallace.
Detectado y asumido este pequeño disgusto que sin duda va en su detrimento, «Braveheart» es en lo que respecta a todo lo demás, buen Cine que transpira Arte por cada poro de su celuloide. El fragor de la batalla y la arenga a los soldados ha creado escuela, aunque nadie haya vuelto a imprimir a sus combates esa salvaje, realista e íntima intensidad de los mazazos en los cuerpos, en un éxtasis de desesperación guerrera bajo los cielos nublados de Escocia. Sobresale también en las escenas íntimas, las silenciosas, las de rostros compungidos, sonrisas en la distancia, arcos tensándose y ojos que reflejan la más hiriente de las decepciones, con un Gibson que se desgarra y nos desgarra desde el principio. Contribuye a la grandeza de la película que los paisajes sean plenamente naturales y las personas de carne y hueso, sin ordenadores de por medio. Saldrá más caro, pero también queda muchísimo más hermoso.
Destaca irremediablemente la historial romántica de un William Wallace que se presenta como héroe y mártir, pero cuyos actos son brutales y vengativos. De hecho, podría caerme mal si no fuese porque guarda en su corazón una templanza admirable, una humildad que le eleva y un amor, sobre todo un amor, que me conmueve hasta las lágrimas. Aquí no hay pomposas declaraciones de amor, pero sí hay flores disecadas y pañuelos bordados que significan más que todas las palabras. Junto con la partitura de James Horner se llega a cotas emocionales inalcanzables para buena parte de afamados directores. Así de simple.
A los listillos que nos hacen una cátedra de Historia en sus comentarios, sólo puedo decirles que se han equivocado de página. Esto es Cine, señores. Y si la mayor crítica que se le puede hacer a esta película es su poco rigor Histórico, queda demostrado que «Braveheart» es sin lugar a dudas un verdadero peliculón.
Espléndida cinta. Inolvidable historia. De leyenda.
«Braveheart» comete el error de plantear un conflicto burdamente maniqueo: el villano de esta historia es de una maldad y una falta de ética desmesurados. El rey Eduardo I y por extensión los ingleses son casi demonios que, como es lógico, deben ser exterminados. Personalmente, no me hace gran ilusión eso de que el pueblo, el humilde y tranquilo pueblo que tiene el derecho a vivir en paz, se meta a guerrero y termine muriendo en el campo de batalla para conseguir un poco de dignidad. En medio de este caos en el que los opresores ingleses cometen toda clase de tropelías contra los nobilísimos escoceses, aparece William Wallace.
Detectado y asumido este pequeño disgusto que sin duda va en su detrimento, «Braveheart» es en lo que respecta a todo lo demás, buen Cine que transpira Arte por cada poro de su celuloide. El fragor de la batalla y la arenga a los soldados ha creado escuela, aunque nadie haya vuelto a imprimir a sus combates esa salvaje, realista e íntima intensidad de los mazazos en los cuerpos, en un éxtasis de desesperación guerrera bajo los cielos nublados de Escocia. Sobresale también en las escenas íntimas, las silenciosas, las de rostros compungidos, sonrisas en la distancia, arcos tensándose y ojos que reflejan la más hiriente de las decepciones, con un Gibson que se desgarra y nos desgarra desde el principio. Contribuye a la grandeza de la película que los paisajes sean plenamente naturales y las personas de carne y hueso, sin ordenadores de por medio. Saldrá más caro, pero también queda muchísimo más hermoso.
Destaca irremediablemente la historial romántica de un William Wallace que se presenta como héroe y mártir, pero cuyos actos son brutales y vengativos. De hecho, podría caerme mal si no fuese porque guarda en su corazón una templanza admirable, una humildad que le eleva y un amor, sobre todo un amor, que me conmueve hasta las lágrimas. Aquí no hay pomposas declaraciones de amor, pero sí hay flores disecadas y pañuelos bordados que significan más que todas las palabras. Junto con la partitura de James Horner se llega a cotas emocionales inalcanzables para buena parte de afamados directores. Así de simple.
A los listillos que nos hacen una cátedra de Historia en sus comentarios, sólo puedo decirles que se han equivocado de página. Esto es Cine, señores. Y si la mayor crítica que se le puede hacer a esta película es su poco rigor Histórico, queda demostrado que «Braveheart» es sin lugar a dudas un verdadero peliculón.
Espléndida cinta. Inolvidable historia. De leyenda.
31 de agosto de 2006
31 de agosto de 2006
64 de 110 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando una película pretende ser un drama de aventuras histórico-épico, y por lo tanto se debe apoyar en hechos pasados, lo único que se le pide al artista es que aunque no tenga que ser fiel a lo que se acepta y se sabe (como hace el mismo con los Evangelios de "La pasión de Cristo") si que por lo menos no deforme ni intoxique de tal forma con su creación que perjudique a la información, al estudio y a la cultura y por lo tanto a la opinión de todos aquellos que vean su obra. Crear libremente sin mentir descaradamente, eso es al menos lo que se pide.
"Braveheart" es una tras otra un cúmulo de disparates que hace rozar la ciencia-ficción. Y es más propio de un autor que escriba "El código da Vinci" que de uno que luego quiera adaptar tan escrupulosamente "La Pasión de Cristo".
¿El por qué cometer tantos disparates históricos?
Claro todo esto sería compensando si artísticamente la película fuera un prodigio, pero es que los diálogos y muchas interpretaciones (¿verdad Mel?) rozan lo esperpéntico.
Yo particularmente me asusto cuando leo a muchos aficionados al cine que esta es la mejor película. Claro que tampoco me pongo con los que minusvaloran la película porque Gibson sea católico o porque critique a los homosexuales, todo eso no me parece más que interesado. La película es un cuento de hadas con un grado de infantilismo atroz y una madurez por lo tanto nula. Algunas secuencias sonrojan y muchas dan vergüenza ajena.
El argumento y todo el guión es puramente infantil, dedicado a la gente con menos exigencia, y que optan como se dice en el budismo por el "pequeño vehículo".
Lo más grave es que películas de ese mismo año como "12 monos" "Seven" "Nixon" "Marea Roja" "Los puentes de Madison" o "Poderosa Afrodita" que no estuvieron ni siquiera entre las cinco nominadas a mejor película son superiores a esta "Braveheart".
Que conste que Gibson va mejorando y que "La pasión de Cristo" aunque imperfecta, es mucho mejor que esta de aquí a Lima.
Aún así, la película como espectáculo cinematográfico es sugerente y lo que es más importante, marca una época en la historia del cine. "Braveheart" es al cine histórico lo que "Bailando con lobos" al western. El boom "Braveheart" ha supuesto diez años de películas pseudohistóricas con batalla campal incluida desde “Troya”, “El reino de los cielos”, “Alexander”, “Gladiator”, “El señor de los anillos”, “Narnia”...
Parece que el subgénero está agotado aunque ha dado muchos muy buenos momentos, aunque sólo fuera por eso gracias Mel, pero desde luego tú película no merecía cinco Oscar a nos ser por el dinero que hiciste ganar a la Academia.
PD. Por cierto la idea de la película de "La Pasión" ya estaba en su cabeza ya que vemos como él mismo sufre tormento en la cruz y escenifica su tortura y muerte con la que consigue la salvación de su pueblo. Mel tiene complejo de Santo, eso es evidente.
"Braveheart" es una tras otra un cúmulo de disparates que hace rozar la ciencia-ficción. Y es más propio de un autor que escriba "El código da Vinci" que de uno que luego quiera adaptar tan escrupulosamente "La Pasión de Cristo".
¿El por qué cometer tantos disparates históricos?
Claro todo esto sería compensando si artísticamente la película fuera un prodigio, pero es que los diálogos y muchas interpretaciones (¿verdad Mel?) rozan lo esperpéntico.
Yo particularmente me asusto cuando leo a muchos aficionados al cine que esta es la mejor película. Claro que tampoco me pongo con los que minusvaloran la película porque Gibson sea católico o porque critique a los homosexuales, todo eso no me parece más que interesado. La película es un cuento de hadas con un grado de infantilismo atroz y una madurez por lo tanto nula. Algunas secuencias sonrojan y muchas dan vergüenza ajena.
El argumento y todo el guión es puramente infantil, dedicado a la gente con menos exigencia, y que optan como se dice en el budismo por el "pequeño vehículo".
Lo más grave es que películas de ese mismo año como "12 monos" "Seven" "Nixon" "Marea Roja" "Los puentes de Madison" o "Poderosa Afrodita" que no estuvieron ni siquiera entre las cinco nominadas a mejor película son superiores a esta "Braveheart".
Que conste que Gibson va mejorando y que "La pasión de Cristo" aunque imperfecta, es mucho mejor que esta de aquí a Lima.
Aún así, la película como espectáculo cinematográfico es sugerente y lo que es más importante, marca una época en la historia del cine. "Braveheart" es al cine histórico lo que "Bailando con lobos" al western. El boom "Braveheart" ha supuesto diez años de películas pseudohistóricas con batalla campal incluida desde “Troya”, “El reino de los cielos”, “Alexander”, “Gladiator”, “El señor de los anillos”, “Narnia”...
Parece que el subgénero está agotado aunque ha dado muchos muy buenos momentos, aunque sólo fuera por eso gracias Mel, pero desde luego tú película no merecía cinco Oscar a nos ser por el dinero que hiciste ganar a la Academia.
PD. Por cierto la idea de la película de "La Pasión" ya estaba en su cabeza ya que vemos como él mismo sufre tormento en la cruz y escenifica su tortura y muerte con la que consigue la salvación de su pueblo. Mel tiene complejo de Santo, eso es evidente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En plena época medieval los escoceses van presentados con faldas (como si fueran highlanders del siglo XVII y con la cara pintada y con armamento y peinados propios de los vikingos de la alta edad media. ¿Por qué? Pero a pesar de ese presunto neopaganismo que a la gente joven tanto le gusta, los escoceses son buenos cristianos ¿Y los ingleses no? Curioso Mel.
Pero vamos lo de enamorarse de Isabel de Francia cuando ella no llega a Gran Bretaña hasta cuando ya Wallace estaba muerto es imperdonable y lo del hijo, pues que decir.
Que se diga que Wallace primero ama y como la matan es cuando lucha es una barbaridad, la matan porque Wallace ya es un rebelde. Lo de Robert Bruce mejor no decir nada, puesto que este tenía 17 años y era más fiero que el propio Wallace, que por cierto tenía un aspecto de noble medieval al estilo europeo y no de highlander-vikingo. Para terminar este tema Eduardo I fue uno de los mejores reyes de la Edad Media, y fue el padre del parlamentarismo y de permitir que el tercer estado, el pueblo accediera por primera vez a puestos de Gobierno y no solamente el clero y la nobleza. Y luego miles de detalles que no merecen la pena contar. Todo esto me lleva a una reflexión ¿Lo hizo aposta sabiendo los disparates que se cuentan? ¿Sabe que la gente no sabe nada y que si les presentas una historia de amor tópica y maniqueísta con cuatro paisajes y dos batallas te darán mil premios?
Pero vamos lo de enamorarse de Isabel de Francia cuando ella no llega a Gran Bretaña hasta cuando ya Wallace estaba muerto es imperdonable y lo del hijo, pues que decir.
Que se diga que Wallace primero ama y como la matan es cuando lucha es una barbaridad, la matan porque Wallace ya es un rebelde. Lo de Robert Bruce mejor no decir nada, puesto que este tenía 17 años y era más fiero que el propio Wallace, que por cierto tenía un aspecto de noble medieval al estilo europeo y no de highlander-vikingo. Para terminar este tema Eduardo I fue uno de los mejores reyes de la Edad Media, y fue el padre del parlamentarismo y de permitir que el tercer estado, el pueblo accediera por primera vez a puestos de Gobierno y no solamente el clero y la nobleza. Y luego miles de detalles que no merecen la pena contar. Todo esto me lleva a una reflexión ¿Lo hizo aposta sabiendo los disparates que se cuentan? ¿Sabe que la gente no sabe nada y que si les presentas una historia de amor tópica y maniqueísta con cuatro paisajes y dos batallas te darán mil premios?
16 de febrero de 2009
16 de febrero de 2009
42 de 68 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es de extrañar la legión de fans que tiene esta película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Funciona al nivel mas primitivo, apelando a nuestras bajas pasiones: la rebeldía, la venganza o el enamoramiento. Se construye sobre arquetipos puros, como un buen puñado de grandes clásicos hollywoodienses: El héroe indómito y apuesto, los colegas brutos y simpáticos, la bella novia de la infancia, la princesita soñadora (y francesa) y el villano de turno (los felones ingleses nunca fueron tan felones como aquí). A estos clichés se les añade un escenario natural de belleza incomparable, una evocadora banda sonora, convenientemente utilizada, ciertos tintes shakesperianos (más bien salpicaduras) y un halo épico resultón. Y no le negaré la pericia a Mr. Gibson, que nos regaló unas bárbaras secuencias de batalla y un par o tres de momentos de extraño genio.
Y sin embargo, estos (discutibles) méritos se diluyen un tanto, debido, principalmente, a un guión que da pie a situaciones harto improbables y a innecesarias reiteraciones panfletarias sobre la libertad y blablabla. Los críticos más sesudos también acusan a Mel Gibson de un narcisismo excesivo, pero desde cuándo es pecado el narcisismo?. No sé, quizás sea esta una de esas películas que los sabios denominan 'fallidas a pesar de dejar un buen sabor de boca'.
Y sin embargo, estos (discutibles) méritos se diluyen un tanto, debido, principalmente, a un guión que da pie a situaciones harto improbables y a innecesarias reiteraciones panfletarias sobre la libertad y blablabla. Los críticos más sesudos también acusan a Mel Gibson de un narcisismo excesivo, pero desde cuándo es pecado el narcisismo?. No sé, quizás sea esta una de esas películas que los sabios denominan 'fallidas a pesar de dejar un buen sabor de boca'.
2 de diciembre de 2007
2 de diciembre de 2007
35 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película épica donde las haya cargada de una gran fuerza y mucha acción. Las batallas son espectaculares. Es un estupendo drama. Aventura excitante. Posee una banda sonora maravillosa. Mel Gibson hace la actuación de su vida. Para mi imborrable celuloide. ¡Descomunal!.
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