Es la típica película que no gustara a todo el mundo, pero en el fondo esconde una entretención sencilla, repetida, pero eficiente, que sirve para pasar un fin de semana viendo el regreso de Cameron Diaz y su aún viva química con Jamie Foxx.

Netflix brinda su primer gran blockbuster del año y lo hace trayendo de vuelta la química de Foxx y Diaz en pantalla con una cotidiana comedia de acción que no propondrá nada nuevo al universo, pero si dejara un entretenido pasatiempo para los que busquen cosas sencillas y sin mayores complejos, a veces el cine también necesita momentos de relajación como estos.

Bajo la dirección de un director habitual del género como Seth Gordon, nos enfrentamos a una película que cumple con dar escenas y secuencias bien logradas y a su vez la falta de profundidad en sus personajes, ni hablar de diálogos memorables, pero si un par de gags bien logrados que equilibran la aventura en pantalla en un blockbuster simple, repetido y lleno de clichés, pero que entretiene que es lo que busca al fin y al cabo en su cometido.

Volver a ver a Cameron Diaz después de tanto tiempo en pantalla es el gran punch que posee este nuevo estreno de Netflix, pese a que no cuenta con las mejores herramientas la actriz vuelve a demostrar su carisma en pantalla y su perfecta química con un también retornado Jamie Foxx luego de sus problemas de salud. De vuelta a la acción para una dupla que siempre es un encanto ver en pantalla y aunque no cuenten con un maravilloso guion a su favor, si brindan momentos donde nos alegran y nos entretienen tal como lo hacen sus secundarios que en medida aportan a un buen pasatiempo.

Tiene todas las circunstancias para ser la nueva gran franquicia de Netflix y un par de argumentos tiene para darnos algo más. Claramente, no es una de esas películas que marcaran grandes hitos, pero si logra ser el primer gran blockbuster de 2025 por más que no deje a todos contentos. Es una película al estilo Netflix que sirve para un fin de semana familiar al servicio del carisma de una dupla que está de vuelta para hacernos pasar gratos momentos en pantalla.

Casi 11 años sin Cameron Diaz en pantalla era demasiado, volver a verla es un auténtico placer. Gracias Netflix por aquello, bienvenida de vuelta a casa mi querida Cameron Diaz.

Es una película de tópicos, nada más.
Una película plana, totalmente, un reparto que parecía bueno, pero Cameron no es una sombra de lo que fue, y nunca fue más que una cara algo bonita, talento poco tuvo y menos le queda.
Jamie, es una contracción, bueno y malo, cara y cruz, no sabes lo que te va a tocar, y en este caso es malo, y no lo disimula nada.

Antes de ver esta película, hay que tener claro que no se hizo para optar al Oscar, es una película de sobremesa, con todo lo que ello conlleva. Tiene acción ma non troppo, el guion es previsible, el ritmo se adereza con gags, más o menos infantiles de humor, los personajes son planos y no salen de su papel ni, aunque los maten (nunca mejor dicho) y hasta las vueltas de tuerca no sorprenden en exceso. Yo sí que entiendo que una serie de actores, con un buen currículo en sus espaldas se hayan apuntado a este proyecto y de paso, aparte de ganar unos dólares, echarse unas risas. Miremos por el lado de vista positivo, si la vemos después de comer y nuestros ojos se cierran en algún momento, tampoco nos hace sentir culpables ni tener la necesidad de volverla a ver. Hay películas para todo.
Dicho esto, entretiene y a mi juicio, siempre juzgándola bajo ese punto de vista, aprueba, justa, pero aprueba.

¿Que no es Ciudadano Kane? Eso ni se discute. Pero es divertida, me ha permitido olvidarme de mis problemas un ratito y me parece muy injusta la puntuación que tiene.
Si no eres muy exigente (como yo), te lo pasarás bien.
No hay que pedir peras al olmo. Es puro entretenimiento.