Staying Alive (La fiebre continúa)
1983 

4.3
1,963
1 de enero de 2013
1 de enero de 2013
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿En qué pensaban, años ha, los actores y directores propensos a la comercialidad y expansión de su productos destinados exclusivamente al entretenimiento de entar y salir de la sala con el fin de haber pasado una buena tarde sábado? Por asombroso que pueda resultar en los ochenta de “Flash Dance”, “Foot-Loose”, “Beat Street” o la ya tardía “Dirty Dancing” (películas apoyadas por la irrupción en la televisión de la serie, más tomada en serio, “Fama”, inspirada en el mismo título de un film que Alan Parker rodó en 1980), el buenhumorado Sylvester Stallone, con tres “Rockys” y un “Rambo” a sus espaldas, sin olvidar de una nada desdeñable interpretación en títulos como “F.I.S.T: Símbolo de Fuerza” (1978) de Norman Jewison, se apuntó a la moda con la intención de encabezar el que sea uno de los musicales, o tal vez, proyectos de musical coreógráfico más ignorados por el mal de ojo que producía ver ya demasiado sudor, poca chicha, piernas de aeróbic embutidas en malla al son de la música de radiocassette. Todo eso agravado con el aprovechamiento de Tony Manero (John Travolta) un personaje víctima de la moda de la música disco que antes que luchar por su madurez insiste en encontrar un hueco en los escenarios de Broadway, creyendo que va a alcanzar su ego.
Ya no es el Manero de antes (aunque en algunas secuencias regresa a la nostalgia de las antiguas calles de Brooklyn), trabaja de camarero en locales nocturnos, vive en un antro ecónomico pero tiene una novia (Cynthia Rhodes) que le consiente sus “affaires” con otra chica (Finola Hughes) reina del espectáculo y que vive de la gloria y el lujo que muchos querrían tener.
Dentro de lo malo en calidad Stallone sentaría cabeza explotando sus boxeadores de buen corazón, boinas verdes perdidos en la selva y policías tipo “Cobra” con cara de palo, pero Travolta se postraría en un coma bastante profundo… Porque, con el despertar de “Pulp Fiction” (1994) de Quentin Tarantino, se puede decir que su carrera de actor se daba por terminad. La suerte de unos pocos por culpa de un film musical que lo dilapidó y que actualmente uno puede disfrutar para divertirse y escuchar las alegres melodías de unos Bee Gees que, en los ochenta, ya empezaban también a pasarse un poco de moda.
Ya no es el Manero de antes (aunque en algunas secuencias regresa a la nostalgia de las antiguas calles de Brooklyn), trabaja de camarero en locales nocturnos, vive en un antro ecónomico pero tiene una novia (Cynthia Rhodes) que le consiente sus “affaires” con otra chica (Finola Hughes) reina del espectáculo y que vive de la gloria y el lujo que muchos querrían tener.
Dentro de lo malo en calidad Stallone sentaría cabeza explotando sus boxeadores de buen corazón, boinas verdes perdidos en la selva y policías tipo “Cobra” con cara de palo, pero Travolta se postraría en un coma bastante profundo… Porque, con el despertar de “Pulp Fiction” (1994) de Quentin Tarantino, se puede decir que su carrera de actor se daba por terminad. La suerte de unos pocos por culpa de un film musical que lo dilapidó y que actualmente uno puede disfrutar para divertirse y escuchar las alegres melodías de unos Bee Gees que, en los ochenta, ya empezaban también a pasarse un poco de moda.
14 de febrero de 2012
14 de febrero de 2012
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo peor de esta película es que quiera trasladar a otro momento y contexto, algo que ya había pasado, el tipo de música que formaba parte de la personalidad del protagonista era de una época que ya no existía.
Por que aunque no pasaran muchos años (si para una secuela) la película ya no tiene razón de ser, porque ni el personaje, ni las situaciones que este vive tienen absolutamente nada que ver con lo que vivió en la anterior película, o sea no se entiende para qué hacer una secuela si no se va a parecer en nada a la anterior, por eso su fracaso, y por que aunque no es tan mala, si no se compara con la anterior, es inevitable hacerlo.
No es que la anterior fuera una película excelente ni mucho menos, pero había sabido captar muy bien el momento en el que fue realizada, cosa que esta no logra, y tampoco desarrollar al personaje en otra etapa de su vida.
Por que aunque no pasaran muchos años (si para una secuela) la película ya no tiene razón de ser, porque ni el personaje, ni las situaciones que este vive tienen absolutamente nada que ver con lo que vivió en la anterior película, o sea no se entiende para qué hacer una secuela si no se va a parecer en nada a la anterior, por eso su fracaso, y por que aunque no es tan mala, si no se compara con la anterior, es inevitable hacerlo.
No es que la anterior fuera una película excelente ni mucho menos, pero había sabido captar muy bien el momento en el que fue realizada, cosa que esta no logra, y tampoco desarrollar al personaje en otra etapa de su vida.
19 de diciembre de 2012
19 de diciembre de 2012
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película de "fiebre del sábado noche" nunca será recordada por su historia, y ésta tampoco. Es una historia que Stallone sabe continuar de manera perfecta. Eleva el personaje a Manera a un nuevo nivel, pero que flojea en todo lo demás.
Si disfrutaste con la primera parte, te gustan los Bee Gees, y te gustan las coreografías atrevidas, esta película es una buena opción.
En caso contrario, no pierdas el tiempo.
Si disfrutaste con la primera parte, te gustan los Bee Gees, y te gustan las coreografías atrevidas, esta película es una buena opción.
En caso contrario, no pierdas el tiempo.
12 de abril de 2018
12 de abril de 2018
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La famosa, aunque no muy buena, "Fiebre del sábado noche" (1977) tiene una segunda parte en esta "Staying Alive", cosa que yo mismo desconocía hasta no hace mucho. El caso es que aunque no tuvo la pegada de la obra original, de la tercera más taquillera del año en los Estados Unidos pasó la secuela a la octava, su éxito no fue menor. De hecho, sorprende que pese a sus cerca de 65 millones de dólares recaudados, y el caché de su director, Sylvester Stallone, y su actor principal, John Travolta, "Staying Alive" fuera tan criticada, ahora y antes, y sobre todo tan olvidada.
La respuesta es que podría ser un pestiño pero realmente no lo es. Es cierto que la trama es excesivamente simple pero está llevada con estilo. En concreto, vendría a ser como un cruce entre la saga de "Rocky" (las tres primeras de 1976, 1979 y 1982) y "Fama" (1980), aunque desde luego se queda sustancialmente por debajo de estos títulos. Es decir, lo que tenemos es un drama musical, con su toque romántico y con su canto al esfuerzo personal. Pero en vez de llevar guantes de boxeo, el protagonista se viste con mallas negras. Todo muy obvio y previsible pero sin despeñarse.
De todos modos lo mejor es el elemento musical. De entrada la banda sonora no está nada mal, me quedo con "I Love You Too Much" y "Someone Belonging To Someone" de los Bee Gees, "Moody Girl" de Frank Stallone, "(We Dance) So Close To The Fire" de Tommy Faragher y "I'm Never Gonna Give You Up" de Frank Stallone y Cynthia Rhodes, puede que la mejor. Pero no sólo es que las canciones sean bonitas sino que están bien integradas en la trama, es decir, que es muy videoclip ochentero. Y encima los bailes, sobre todo del musical del final, son muy atrayentes.
La respuesta es que podría ser un pestiño pero realmente no lo es. Es cierto que la trama es excesivamente simple pero está llevada con estilo. En concreto, vendría a ser como un cruce entre la saga de "Rocky" (las tres primeras de 1976, 1979 y 1982) y "Fama" (1980), aunque desde luego se queda sustancialmente por debajo de estos títulos. Es decir, lo que tenemos es un drama musical, con su toque romántico y con su canto al esfuerzo personal. Pero en vez de llevar guantes de boxeo, el protagonista se viste con mallas negras. Todo muy obvio y previsible pero sin despeñarse.
De todos modos lo mejor es el elemento musical. De entrada la banda sonora no está nada mal, me quedo con "I Love You Too Much" y "Someone Belonging To Someone" de los Bee Gees, "Moody Girl" de Frank Stallone, "(We Dance) So Close To The Fire" de Tommy Faragher y "I'm Never Gonna Give You Up" de Frank Stallone y Cynthia Rhodes, puede que la mejor. Pero no sólo es que las canciones sean bonitas sino que están bien integradas en la trama, es decir, que es muy videoclip ochentero. Y encima los bailes, sobre todo del musical del final, son muy atrayentes.
27 de octubre de 2018
27 de octubre de 2018
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Resulta extraño ver a Sylvester Stallone dirigiendo una película en la que no toma parte como actor, y que además dicha película esté alejada del género de la acción, que tan bien conoce.
Esta secuela de "Fiebre del sábado noche" llega fuera de tiempo, ya que la música disco en el año 1983 ya no era tendencia, siendo sustituida por la New Wave o el Hi-NRG. Y además es totalmente innecesaria, debido a que el filme original iba más allá del retrato de una época en lo musical y en lo estético, ahondando en aquellos problemas que tiene tanta gente pasada la adolescencia y entrando en la juventud adulta. Aquí no existe nada de eso y nos encontramos con un Tony Manero siendo un cretino celoso e interesado, jugando a dos bandas con un par de mujeres.
Sin embargo yo, que no soy muy amante de la primera entrega, no detesto esta película y la he disfrutado medianamente. Algunas canciones están bien, el número musical del final no está mal y, además, no puedo evitar sentirme encandilado con la estética ochentera del filme en lo que respecta al entorno urbano y el bar en el que vemos a los protagonistas.
Para pasar el rato.
Esta secuela de "Fiebre del sábado noche" llega fuera de tiempo, ya que la música disco en el año 1983 ya no era tendencia, siendo sustituida por la New Wave o el Hi-NRG. Y además es totalmente innecesaria, debido a que el filme original iba más allá del retrato de una época en lo musical y en lo estético, ahondando en aquellos problemas que tiene tanta gente pasada la adolescencia y entrando en la juventud adulta. Aquí no existe nada de eso y nos encontramos con un Tony Manero siendo un cretino celoso e interesado, jugando a dos bandas con un par de mujeres.
Sin embargo yo, que no soy muy amante de la primera entrega, no detesto esta película y la he disfrutado medianamente. Algunas canciones están bien, el número musical del final no está mal y, además, no puedo evitar sentirme encandilado con la estética ochentera del filme en lo que respecta al entorno urbano y el bar en el que vemos a los protagonistas.
Para pasar el rato.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Manero ya la pifia en el final de la primera peli, metiendo mano a Stephanie (de la que no sabemos nada aquí), y en este filme queda retratado como si fuera el perro del hortelano con las dos chicas de la trama.
Hay cameos de los hermanos Stallone y de Kurtwood Smith, quien pensaba al principio que tendría mayor protagonismo.
El personaje de Finola Hughes es muy desagradable, pero hay que ver lo bella que sale.
Hay cameos de los hermanos Stallone y de Kurtwood Smith, quien pensaba al principio que tendría mayor protagonismo.
El personaje de Finola Hughes es muy desagradable, pero hay que ver lo bella que sale.
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