DarkSerie
2017 

Baran bo Odar (Creador), Jantje Friese (Creadora) ...
7.6
29,742
Serie de TV. Intriga. Drama. Ciencia ficción
Serie de TV (2017-2020). 3 temporadas. 26 episodios. Tras la desaparición de un joven, cuatro familias desesperadas tratan de entender lo ocurrido a medida que van desvelando un retorcido misterio que abarca tres décadas... Saga familiar con un giro sobrenatural, "Dark" se sitúa en un pueblo alemán, donde dos misteriosas desapariciones dejan al descubierto las dobles vidas y las relaciones resquebrajadas entre estas cuatro familias. (FILMAFFINITY) [+]
5 de julio de 2020
5 de julio de 2020
31 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando todo parecía inventado en la narrativa audiovisual, aparece una serie alemana que llevaría las discontinuidades narrativas a otro nivel, intercalándolas de manera que formasen una continuidad cíclica en cuya ruptura radicaría en última instancia, su conflicto nuclear. Eso es Dark, que parte de los viajes en el tiempo y de la teoría del eterno retorno para ampliar su propio microcosmos a la teoría de los multiversos y a la superposición cuántica, junto a un sinfín de referencias, principalmente de la mitología bíblica, pero también del folclore germánico, como los döppelgangers. Parábolas metafísicas y fantasías científicas van de la mano en una de las series de misterio y ciencia ficción más logradas de todos los tiempos, que bebe de clásicos contemporáneos del género como Matrix o Interstellar (el pastiche/tributo a esta última en la series finale es más que evidente).
Desde su primerísimo episodio el flujo de enigmas planteados y teorías encaminadas a resolverlos, tanto desde el propio relato como desde los espectadores, no han parado de incrementarse, con lo cual la temporada final tenía ante sí el arduo reto de dar cierre a todos esos interrogantes (o una parte, al menos) y ofrecer una gran respuesta, ante la cual sería inevitable recibir voces críticas o decepcionadas. Pero, hablando por mí al menos, y ya digerido adecuadamente el desenlace y encajadas correctamente las distintas piezas en mi cabeza, he de decir que el final me ha dejado mucho más que satisfecho.
Comparaciones son odiosas, pero todo hay que decirlo: Lindelof y Cuse, demiurgos de Perdidos, deberían fijarse, una década después, en la brillantez de la que han hecho gala Baran bo Odar y Jantje Friese, creadores de Dark. Mientras aquellos optaron en su última temporada por llevar el relato por otros derroteros para evitar hacer frente a la apilada montaña de enigmas que habían estado acumulando desde el primer minuto (que se demostró eventualmente fruto de una continua improvisación), la pareja teutona se atrevió en el tercer y último acto a elevar al cuadrado e incluso al cubo su complejo entramado, pero no como una huida hacia adelante, sino como parte de un gran plan en el que todas y cada una de las piezas acabaron encajando de manera milimétrica. Porque precisamente en la complicación del berenjenal se iba a encontrar la mejor solución posible al mismo.
Los interrogantes eran numerosos, pero el desenlace da respuesta a la gran mayoría de ellos, y desde luego resuelve todos los que se encontraban en el núcleo central del relato, en su columna vertebral. Personalmente me quedé con ganas de saber un poco más del pasado de Aleksander Tiedemann, pero en último término no era algo tan relevante para el conjunto de la serie. En cuanto a las teorías que volaban en mi cabeza, en la mayoría no acerté, pero me alegro, pues la solución última a dichos nudos ha sido más sorprendente y lograda. Sobre todo en lo relativo al determinismo, principal tronco semántico del relato.
Efectivamente, tampoco en ese universo alternativo era posible huir del destino escrito, por muchos recovecos y variantes que este plantease. Precisamente la única manera de romper en ese ciclo sin fin era atacar a su origen, que no era interno sino externo, en la línea de la teoría de la causalidad que postulan algunos creacionistas para defender la existencia de Dios. Y no podría haber un Adán y una Eva, controladores de cada uno de esos mundos con mano de hierro, sino hubiese antes de ellos un dios, un creador, pero no voluntario sino accidental.
(a partir de aquí con spoilers)
Desde su primerísimo episodio el flujo de enigmas planteados y teorías encaminadas a resolverlos, tanto desde el propio relato como desde los espectadores, no han parado de incrementarse, con lo cual la temporada final tenía ante sí el arduo reto de dar cierre a todos esos interrogantes (o una parte, al menos) y ofrecer una gran respuesta, ante la cual sería inevitable recibir voces críticas o decepcionadas. Pero, hablando por mí al menos, y ya digerido adecuadamente el desenlace y encajadas correctamente las distintas piezas en mi cabeza, he de decir que el final me ha dejado mucho más que satisfecho.
Comparaciones son odiosas, pero todo hay que decirlo: Lindelof y Cuse, demiurgos de Perdidos, deberían fijarse, una década después, en la brillantez de la que han hecho gala Baran bo Odar y Jantje Friese, creadores de Dark. Mientras aquellos optaron en su última temporada por llevar el relato por otros derroteros para evitar hacer frente a la apilada montaña de enigmas que habían estado acumulando desde el primer minuto (que se demostró eventualmente fruto de una continua improvisación), la pareja teutona se atrevió en el tercer y último acto a elevar al cuadrado e incluso al cubo su complejo entramado, pero no como una huida hacia adelante, sino como parte de un gran plan en el que todas y cada una de las piezas acabaron encajando de manera milimétrica. Porque precisamente en la complicación del berenjenal se iba a encontrar la mejor solución posible al mismo.
Los interrogantes eran numerosos, pero el desenlace da respuesta a la gran mayoría de ellos, y desde luego resuelve todos los que se encontraban en el núcleo central del relato, en su columna vertebral. Personalmente me quedé con ganas de saber un poco más del pasado de Aleksander Tiedemann, pero en último término no era algo tan relevante para el conjunto de la serie. En cuanto a las teorías que volaban en mi cabeza, en la mayoría no acerté, pero me alegro, pues la solución última a dichos nudos ha sido más sorprendente y lograda. Sobre todo en lo relativo al determinismo, principal tronco semántico del relato.
Efectivamente, tampoco en ese universo alternativo era posible huir del destino escrito, por muchos recovecos y variantes que este plantease. Precisamente la única manera de romper en ese ciclo sin fin era atacar a su origen, que no era interno sino externo, en la línea de la teoría de la causalidad que postulan algunos creacionistas para defender la existencia de Dios. Y no podría haber un Adán y una Eva, controladores de cada uno de esos mundos con mano de hierro, sino hubiese antes de ellos un dios, un creador, pero no voluntario sino accidental.
(a partir de aquí con spoilers)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Continuando la estela de los referentes bíblicos y mitológicos, H.G. Tannhaus se convierte en la chispa inicial, en el Big Bang particular del multiverso de Dark en su propio mundo (el único original), pero no como un ente todopoderoso, sino como la manzana de Eva, como Pandora abriendo la caja, como los arquitectos de la Torre de Babel, como los Titanes desafiando a Zeus. En definitiva, como alguien que quiso jugar a ser Dios (pretendiendo alterar el curso de los acontecimientos, en este caso) y fracasó en el intento, condenado a la humanidad, en el microcosmos particular de Winden, al sufrimiento eterno, en forma de redundancia cíclica.
Pero lo mejor de este desenlace, que escapó a la anticipación de los espectadores, fue la presencia central del factor humano en el mismo, como catalizador, como elemento último que guió desde el principio la motivación de los personajes principales (otro punto para Dark frente a Perdidos). Fueron el amor y el luto por la pérdida de los seres más queridos los que llevaron a H.G. Tannhaus a acometer el experimento fatal que desencadenó todo, a Adam/Jonas a querer acabar con todo (cargándose a su amada, a su madre y a su hijo por el camino), a Martha/Eva a repetir ad eternum el ciclo y a Claudia a encontrar la única solución posible y empujar a estos dos últimos a ejecutarla. Sólo en el mundo original era posible alterar el curso de los acontecimientos. Y así, el amor triunfó y Jonas y Martha se convirtieron en el reverso mesiánico de Romeo y Julieta, de salvar el mundo sacrificando su propia existencia.
Dark requirió constantes actos de fe (más metafísica que religiosa) y esfuerzos cognitivos para comprender el curso de los acontecimientos y llenar los huecos de todo lo que no podíamos entender al momento del visionado. Pero este apasionante viaje no ha podido tener un final mejor.
P.D.: Puestos a continuar con teorías y referencias, ¿acaso la trayectoria de Jonas/Adam no es paralela a la de Anakin Skywalker/Darth Vader? De adolescente fue de repente el "elegido" para combatir contra unas fuerzas que no comprendía, de adulto acaba degenerando por la pérdida de la persona que más quería y se convirtió al "lado oscuro" (el título de la serie no es casual), desfigurando su apariencia por el camino, y de viejo se convierte en el líder de esa oscuridad, para finalmente redimirse a base de sacrificar su propia existencia.
P.D. 2: La perfecta guinda a la fabulosa escena final la puso la nota musical de Nena y su 'Irgendwie, irgendwo, irgendwann', que ya había sonado en el primerísimo episodio. De cualquier manera, en cualquier lugar y en cualquier momento, Dark ya es historia viva de las series contemporáneas, un hito del misterio y la ciencia ficción en formato seriado.
Pero lo mejor de este desenlace, que escapó a la anticipación de los espectadores, fue la presencia central del factor humano en el mismo, como catalizador, como elemento último que guió desde el principio la motivación de los personajes principales (otro punto para Dark frente a Perdidos). Fueron el amor y el luto por la pérdida de los seres más queridos los que llevaron a H.G. Tannhaus a acometer el experimento fatal que desencadenó todo, a Adam/Jonas a querer acabar con todo (cargándose a su amada, a su madre y a su hijo por el camino), a Martha/Eva a repetir ad eternum el ciclo y a Claudia a encontrar la única solución posible y empujar a estos dos últimos a ejecutarla. Sólo en el mundo original era posible alterar el curso de los acontecimientos. Y así, el amor triunfó y Jonas y Martha se convirtieron en el reverso mesiánico de Romeo y Julieta, de salvar el mundo sacrificando su propia existencia.
Dark requirió constantes actos de fe (más metafísica que religiosa) y esfuerzos cognitivos para comprender el curso de los acontecimientos y llenar los huecos de todo lo que no podíamos entender al momento del visionado. Pero este apasionante viaje no ha podido tener un final mejor.
P.D.: Puestos a continuar con teorías y referencias, ¿acaso la trayectoria de Jonas/Adam no es paralela a la de Anakin Skywalker/Darth Vader? De adolescente fue de repente el "elegido" para combatir contra unas fuerzas que no comprendía, de adulto acaba degenerando por la pérdida de la persona que más quería y se convirtió al "lado oscuro" (el título de la serie no es casual), desfigurando su apariencia por el camino, y de viejo se convierte en el líder de esa oscuridad, para finalmente redimirse a base de sacrificar su propia existencia.
P.D. 2: La perfecta guinda a la fabulosa escena final la puso la nota musical de Nena y su 'Irgendwie, irgendwo, irgendwann', que ya había sonado en el primerísimo episodio. De cualquier manera, en cualquier lugar y en cualquier momento, Dark ya es historia viva de las series contemporáneas, un hito del misterio y la ciencia ficción en formato seriado.
10 de diciembre de 2017
10 de diciembre de 2017
37 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
La he terminado hoy y me he quedado con la sensación de orfandad total. ¿Qué voy a hacer ahora sin ver Dark? Entiendo que no le gustará a todo el mundo, no es una serie fácil y nostálgica. Los parecidos con Stranger Things se acaban deprisa. Pero sí pienso que hay bastante público al que le gustará la serie. Es como si nombre indica muy oscura, incluso plomiza. Constantemente llueve y la serie es muy, muy alemana. La gente es fría, los problemas que se retratan son duros y van más mucho allá de lo que se ve a primera vista. Eso es lo que más me ha atraído de la serie, aunque requiere un esfuerzo importante hacerse con ella. No bromeaba alguien a quien leí cuando dijo que se necesitaban tomar notas. Si te gustan las tramas complejas y la música no convencional, aunque la serie en sí es más convencional de lo que podría esperarse, te gustará verla.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Una vez vista, hay cosas que aún me sigo preguntando y quiero hablar con otros que la hayan visto para ver qué opinan y cómo se resuelven los problemas de la serie. ¿Qué debería estar pasando en realidad para que el cura sea “el bueno”? ¿Estarías dispuesto a matar gente para hacer realidad los viajes en el tiempo? ¿Es ético matar a un criminal cuando aún es niño para evitar un mal mayor? ¿Hasta dónde vale la pena aguantar para conseguir el progreso y qué consecuencias tiene eso? En la serie se plantean estas cosas y muchas más si queremos, teniendo en cuenta las posibilidades de viajar en el tiempo. La serie te enfrenta a un pequeño mundo donde no hay buenos ni malos, Hay una zona oscura que lo inunda todo con silencio y conspiraciones que comienzas a ver claras justo cuando termina la serie. Creo que en un tiempo tendré que verla de nuevo. Con el bloc a mano.
28 de junio de 2020
28 de junio de 2020
36 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta serie es sin duda alguna de lo más interesante que tenemos ahora mismo en el panorama audiovisual. Es una serie con una pulida factura innegable, con un tema a tratar cautivador pero ante todo es una serie bien escrita. Muy bien escrita. No se deja nada en el tintero. Todos, absolutamente todos los personajes cumplen una función en la trama. La historia es coherente y fiel a sí misma y tiene varias capas de lectura subyacentes mezcladas con la ciencia ficción más pura para deleite de cualquier espectador. Una lección de buen cine en todos los aspectos. No solo tiene todos los ingredientes para ser una obra maestra, sino que los canaliza y utiliza en favor de su historia para tener una narrativa impecable. Y eso, en humilde opinión de quien esto escribe, es hacer buen cine. No el único, por supuesto. Pero buen cine.
3 de diciembre de 2017
3 de diciembre de 2017
45 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aquí os dejo mi primera critica,
Empece la Serie sin demasiado entusiasmo, pensando que me disponía a ver la versión alemana de Stranger Things
Ciertamente el primer episodio el primer capitulo me pareció interesante, pero tampoco reseñable. No obstante, no me gusta criticar una serie sin haberla acabado, al menos, su primera temporada. Por ello creo que ha medida que avanzan los episodios y se van desarrollando las distintas historias familiares,es cuando realmente te das cuenta de lo adictiva que es.
Si bien como dije antes Dark tiene algunas similitudes con Stranger things o bebe de otras películas como atrapado en el tiempo o los cronocrimenes por poner un ejemplo, no significa que sea peor.
La atmósfera esta bien conseguida
Personajes atormentados,y algo fríos, quizás un rol demasiado visto. no te hace simpatizar demasiado con alguno de ellos. Sin embargo creo que también se debe al lugar donde ocurre la trama, y al carácter alemán.
La ambientación esta bien lograda en las diferentes épocas.
En resumen:
Si buscas un Thriller con tintes sobrenaturales, has encontrado exactamente lo que buscas.
Sin ser algo novedoso consigue atrapar al espectador, con un guion que logra juntar las piezas de la historia laboriosamente.
Empece la Serie sin demasiado entusiasmo, pensando que me disponía a ver la versión alemana de Stranger Things
Ciertamente el primer episodio el primer capitulo me pareció interesante, pero tampoco reseñable. No obstante, no me gusta criticar una serie sin haberla acabado, al menos, su primera temporada. Por ello creo que ha medida que avanzan los episodios y se van desarrollando las distintas historias familiares,es cuando realmente te das cuenta de lo adictiva que es.
Si bien como dije antes Dark tiene algunas similitudes con Stranger things o bebe de otras películas como atrapado en el tiempo o los cronocrimenes por poner un ejemplo, no significa que sea peor.
La atmósfera esta bien conseguida
Personajes atormentados,y algo fríos, quizás un rol demasiado visto. no te hace simpatizar demasiado con alguno de ellos. Sin embargo creo que también se debe al lugar donde ocurre la trama, y al carácter alemán.
La ambientación esta bien lograda en las diferentes épocas.
En resumen:
Si buscas un Thriller con tintes sobrenaturales, has encontrado exactamente lo que buscas.
Sin ser algo novedoso consigue atrapar al espectador, con un guion que logra juntar las piezas de la historia laboriosamente.
1 de diciembre de 2020
1 de diciembre de 2020
43 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dark podría haberse convertido en la mejor serie de ciencia ficción de las últimas décadas, junto con Battlestar Galáctica, y finalmente se ha quedado a medio camino de todos los rumbos que decidió emprender. Después de una primera temporada extraordinaria, una segunda con altibajos pero con momentos brillantes, y un primer capítulo de la tercera absolutamente sensacional, el resto de la tercera temporada es un “entramado” (nunca mejor dicho) de despropósitos que no va a ninguna parte.
Me temo que el tumor que ha destrozado la parte final de la serie viene provocado por la tendencia contemporánea de casi todas las series de TV, esto es: crear cuantas más expectativas mejor, elaborar los fuegos de artificio más asombrosos de los que seas capaz, abrir tantas subtramas sorprendentes como se te ocurran… sin preocuparte de cumplir las expectativas, de que la pirotecnia tenga un sentido o de que las subtramas se cierren, porque parece ser que al público de hoy en día eso le da igual.
Si Dark se hubiera contentado con ser lo que pretendía ser en la primera temporada, ahondar en las paradojas temporales, en las subtramas personales (apasionante la que hace referencia a Charlotte y su hija, por ejemplo) y en la trama paralela policial de las desapariciones (tiene narices que toda la serie se base en estas desapariciones y al final queden completamente olvidadas, sin explicación alguna), habría solventado la papeleta con nota, porque la fotografía, la banda sonora, la ambientación, el guion y la premisa argumental son magníficas. Durante las dos primeras temporadas el “embrollo” familiar-temporal es lo suficientemente profundo para que apasione a los amantes del género y para que expulse a los que necesitan que le den todo mascado; no era necesario añadirle mil toneladas más de “embrollos” que lo único que hace es asfixiar todos y cada uno de los hilos argumentales de la serie despojándolos de sentido. Al final ya desconoces por completo las motivaciones de cada cual, no te las crees y dejas de creerte a la serie en sí.
Además hacía tiempo que no veía una serie que se contradijera tanto a sí misma, fruto, sin duda, de que los guionistas no tenían ni idea de cómo seguir la serie después de las dos primeras temporadas. Establecen unas premisas respecto al funcionamiento del tiempo que van fluctuando a medida que pasan los capítulos, y lo que era una certeza en una temporada en la otra no lo es.
Me temo que el tumor que ha destrozado la parte final de la serie viene provocado por la tendencia contemporánea de casi todas las series de TV, esto es: crear cuantas más expectativas mejor, elaborar los fuegos de artificio más asombrosos de los que seas capaz, abrir tantas subtramas sorprendentes como se te ocurran… sin preocuparte de cumplir las expectativas, de que la pirotecnia tenga un sentido o de que las subtramas se cierren, porque parece ser que al público de hoy en día eso le da igual.
Si Dark se hubiera contentado con ser lo que pretendía ser en la primera temporada, ahondar en las paradojas temporales, en las subtramas personales (apasionante la que hace referencia a Charlotte y su hija, por ejemplo) y en la trama paralela policial de las desapariciones (tiene narices que toda la serie se base en estas desapariciones y al final queden completamente olvidadas, sin explicación alguna), habría solventado la papeleta con nota, porque la fotografía, la banda sonora, la ambientación, el guion y la premisa argumental son magníficas. Durante las dos primeras temporadas el “embrollo” familiar-temporal es lo suficientemente profundo para que apasione a los amantes del género y para que expulse a los que necesitan que le den todo mascado; no era necesario añadirle mil toneladas más de “embrollos” que lo único que hace es asfixiar todos y cada uno de los hilos argumentales de la serie despojándolos de sentido. Al final ya desconoces por completo las motivaciones de cada cual, no te las crees y dejas de creerte a la serie en sí.
Además hacía tiempo que no veía una serie que se contradijera tanto a sí misma, fruto, sin duda, de que los guionistas no tenían ni idea de cómo seguir la serie después de las dos primeras temporadas. Establecen unas premisas respecto al funcionamiento del tiempo que van fluctuando a medida que pasan los capítulos, y lo que era una certeza en una temporada en la otra no lo es.
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