Pues ayer se le antojo al enano que me sentase a ver esta peli, y de verdad que la disfruté bastante, no tanto como el, cosa que pasaré a explicar los motivos a continuación.

A los niños de hoy día ya no solo les basta con que les ofrezcas en pantalla un dibujo animado con categoría de diseño y animación, quieren personajes que les atraigan, historias que los enganchen y esta he comprobado con mis ojos, que no es para niños. Y por lo que sé, no es el mio solo. A mí la historia me ha encantado, desde un principio me ha atraído el sentido tan desarrollado del protagonista y más incluso cuando es una rata. Osea, la rata representa lo más bajo de la sociedad, es la hiena de la ciudad, se alimenta de carroña, basura y desperdicios varios. La rata es representativa de enfermedades y suciedad. Y aquí extrañamente nos presentan esa fatídica fusión: rata y cocina. Y lo curioso es que no desentona. Que maravilla ver al dibujo distinguer olores, sabores, hacer mezclas para conseguir el mejor menú posible. Os puedo asegurar que hasta cuando estaban en la cocina preparando algún plato, se me iban los ojos, jajaja. En cuanto a la parte humana, la veo más pobre. La típica historia del pobrecito torpón que termina triunfando y llevándose a la chica. No me extraña nada los premios conseguidos por esta magnífica película.

La verdad es que nunca me han llegado a interesar lo suficiente las películas para niños, pero me convencieron para ver "Ratatouille" en estas fechas tan navideñas y, para ser sinceros, disfruté bastante.
La historia engancha desde el primer momento, está llena de puntos divertidos y sabe conectar con el público adulto. Aunque es aquí donde quizá radique su mayor problema: no la veo una película adecuada para niños, ya que posee elementos que a los pequeños se les escapan, está más ambientada al mundo adulto.
Así pues, una buena película para pasar el rato, pero no se la pongan a un niño porque lo más seguro es que se aburra.

Mi nota: 6.5

Y Pixar lo hace otra vez. Se esmeran y tienen el reconocimiento debido. Aunque esta película anterior a Up y Wall-e no es superior a las dos mencionadas aunque sí tiene un particular estilo a la altura.
De nuevo una historia original y llevadera es la detonante de mi acogida en buen grado. Eso y una animación excelente (tiene su trabajo) aunque se me ha hecho más larga que otras. Pero teniendo en cuenta lo primero, eso casi no importa.

Acudí al cine con con mis hijos con el único propósito de pasar el rato en una tarde de lluvia viendo una de las tantas mediocres películas animadas que últimamente inundan las salas. Pero con gran sorpresa, disfrutamos muchísimo de una película genial y original. Descubrir de nuevo Paris con Ratatouille ha sido un placer, por la clase y glamour que destila el film, a pesar de que el protagonista sea una rata. El resto de personajes me han encantado igualmente, desde la noble Colette hasta el sombrío crítico gastronómico. El diseño y colores de los dibujos son increibles, un portento de la técnica. El argumento es sensacional, así como el ritmo con que se desarrolla la película, que en ningún momento decae, muy al contrario, disfrutas con cada minuto que estás viendo. Pero lo que más se agradece y redunda en beneficio del propio filme, es que no exista esa velocidad trepidante de acción e imágenes, que muchas veces hace que, por un lado, los niños no asimilen lo que ven y oyen y por tanto no comprenden ni piensan, y por otro, convierte un film animado en un producto de cine de acción sin sustancia hecho para público infantil.

Como en todos las películas de Disney, la moraleja para quien la sepa ver, hay que explicársela a los más pequeños.

Sencillamente genial e imprescindible, es de obligada visión para niños y adultos. Sin duda, lo mejor de la temporada de verano.

En la escena donde las ratas destruyen sin miramientos las gárgolas de Notre Damme estrellándolas contra el asfalto, parece que se pretendía destruir, no se si consciente o inconscientemente un símbolo, las gárgolas protagonistas del clásico El jorobado de Notre Damme, ejemplo del Disney mas clasicorro con sus musicales de cuestionable calidad y con argumentos demasiado poco originales desaparecen para dar paso a un nuevo estilo en Disney. La nueva y espectacular animación con gráficos digitales ha dado paso a unas historias mucho más maduras, más cercanas al cine real que al de animación, ligeramente más inclinadas al público adulto, como en el caso de esta gran película que es Ratatouille.
Es posiblemente, una de las mejores películas de animación del género, producto de la madurez creativa que se ha alcanzado y de la libertad que otorga el formato digital, todo un acierto de Pixar, aquí no hay musicales corales, no hay escenas ñoñas, la historia de la rata cocinera te atrapará.