La noche del cazador
1955 

8.1
32,915
Intriga. Drama. Cine negro. Thriller
Tras realizar un atraco en el que han muerto dos personas, Ben Harper regresa a su casa y esconde el botín confiando el secreto a sus hijos. En la cárcel, antes de ser ejecutado, comparte celda con Harry Powell y en sueños habla del dinero. Tras ser puesto en libertad, Powell, obsesionado por apoderarse del botín, va al pueblo de Harper, enamora a su viuda y se casa con ella. (FILMAFFINITY)
17 de enero de 2011
17 de enero de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras hacer un breve recorrido por las opiniones acerca de esta película, lo honesto es ser salomónico: no es un clásico ineludible, pero tampoco es un bodrio sobrevalorado. Realmente, y por ser breve, me ha parecido un cuento (repito, cuento) bastante hipnótico, más heredero de las tradiciones centro-europeas originales en las que los huérfanos eran carne de cañón que de su edulcorada degeneración a manos de Disney. Los puntos fuertes de la película son dos:
- El personaje de Mitchum (como él mismo decía), no es la cumbre de su carrera interpretativa, pero el siniestro Predicador con las palabras "odio" y "amor" tatuadas en los nudillos es carne de icono cinematográfico y merece estar, por méritos propios, en el Hall of fame de nuestros malutos preferidos, al margen de su profundidad psicológica. No tengo noticia de que nadie haya desechado el personaje de la bruja de Hansel y Gretel por "estar esquemáticamente construido".
- Charles Laughton opta y acierta por darle el tono que pedía la película, el onírico-infantil. Podría haber hecho una película realista con un psicópata al uso, pero eso la hubiera condenado al olvido dentro de los miles de productos que se han hecho al respecto. La gracia está precisamente en una escenografía teatral, magistral en el periplo de los niños, y en el acompañamiento musical de estas escenas: criticarla por su falta de realismo es como atacar los cuentos de Perrault o de los Grimm por su falta de verosimilitud. Sinceramente, no creo que sea muy sensato usar el mismo rasero para valorar películas como El intercambio o esta.
En resumen, no creo que como dice Boyero sea la película más inquietante de la historia del cine, pero su planteamiento visual único supera ampliamente la calidad de un guión bastante plano, y debe tenerse muy claro que se va a ver una actualización de los cuentos de toda la vida: terribles em el fondo y maniqueos a más no poder.
- El personaje de Mitchum (como él mismo decía), no es la cumbre de su carrera interpretativa, pero el siniestro Predicador con las palabras "odio" y "amor" tatuadas en los nudillos es carne de icono cinematográfico y merece estar, por méritos propios, en el Hall of fame de nuestros malutos preferidos, al margen de su profundidad psicológica. No tengo noticia de que nadie haya desechado el personaje de la bruja de Hansel y Gretel por "estar esquemáticamente construido".
- Charles Laughton opta y acierta por darle el tono que pedía la película, el onírico-infantil. Podría haber hecho una película realista con un psicópata al uso, pero eso la hubiera condenado al olvido dentro de los miles de productos que se han hecho al respecto. La gracia está precisamente en una escenografía teatral, magistral en el periplo de los niños, y en el acompañamiento musical de estas escenas: criticarla por su falta de realismo es como atacar los cuentos de Perrault o de los Grimm por su falta de verosimilitud. Sinceramente, no creo que sea muy sensato usar el mismo rasero para valorar películas como El intercambio o esta.
En resumen, no creo que como dice Boyero sea la película más inquietante de la historia del cine, pero su planteamiento visual único supera ampliamente la calidad de un guión bastante plano, y debe tenerse muy claro que se va a ver una actualización de los cuentos de toda la vida: terribles em el fondo y maniqueos a más no poder.
28 de marzo de 2011
28 de marzo de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay veces en que todo se aúna para que una película se te haga interesante desde el principio hasta el final, este es el caso de La Noche del Cazador, intriga, buenas interpretaciones (Robert Mitchum, soberbio) perfecta fotografía con numerosas imágenes líricas, (inolvidable la huida por el río durante la noche), y multitud de escenas que se te van quedando en la retina por una razón u otra.
La historia gira entorno al reverendo Harry Powell , la representación del mal, un auténtico embaucador, un malo que da gusto ver en una pantalla, cínico, hipócrita y sin escrúpulos, pero que a nadie le gustaría conocer en persona.
Las almas más inocentes son manipuladas fácilmente por este ser, para descubrir sus verdaderas intenciones no hay que fijarse en sus palabras, sino en sus actos, tal y como se nos advierte en el prologo de la película (Desconfiad de los falsos profetas que se cubren con pieles de cordero, pero que en su interior son lobos furiosos. Por sus actos los conoceréis). Una advertencia sin duda más que útil y que siempre debemos tener en cuenta en nuestras vidas, plagados como estamos de vendedores de humo, seductores de medio pelo y politiquillos corruptos.
Afortunadamente siempre existen mentes más suspicaces, aún siendo infantiles, que no se fían de las apariencias y mantienen sus convicciones hasta las últimas consecuencias. El pequeño protagonista y la cuidadora de niños son el ejemplo, la representación del bien.
La batalla entre el bien y el mal se va librando a lo largo del film, a veces de una manera más psicológica, otra más física, y siempre manteniendo un alto nivel de suspense y calidad visual. Al final uno se queda con una sonrisa en la boca y la sensación de haber visto una obra redonda, entretenida a la vez que original.
La historia gira entorno al reverendo Harry Powell , la representación del mal, un auténtico embaucador, un malo que da gusto ver en una pantalla, cínico, hipócrita y sin escrúpulos, pero que a nadie le gustaría conocer en persona.
Las almas más inocentes son manipuladas fácilmente por este ser, para descubrir sus verdaderas intenciones no hay que fijarse en sus palabras, sino en sus actos, tal y como se nos advierte en el prologo de la película (Desconfiad de los falsos profetas que se cubren con pieles de cordero, pero que en su interior son lobos furiosos. Por sus actos los conoceréis). Una advertencia sin duda más que útil y que siempre debemos tener en cuenta en nuestras vidas, plagados como estamos de vendedores de humo, seductores de medio pelo y politiquillos corruptos.
Afortunadamente siempre existen mentes más suspicaces, aún siendo infantiles, que no se fían de las apariencias y mantienen sus convicciones hasta las últimas consecuencias. El pequeño protagonista y la cuidadora de niños son el ejemplo, la representación del bien.
La batalla entre el bien y el mal se va librando a lo largo del film, a veces de una manera más psicológica, otra más física, y siempre manteniendo un alto nivel de suspense y calidad visual. Al final uno se queda con una sonrisa en la boca y la sensación de haber visto una obra redonda, entretenida a la vez que original.
12 de septiembre de 2011
12 de septiembre de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de ver este film, me he quedado con la sensación de que algo me había pasado y probablemente así fue, en este film vi a un Robert Mitchum espeluznante, una historia muy bien contada, un suspenso al estilo Hitchcock, actuaciones redondas, pero me ha dejado imágenes, momentos y sonidos que no olvidaré nunca.
Algo que debo resaltar, es que a mi parecer los que admiramos este film encontramos en el más de lo que tal vez se quiso imprimir en el, yo vi un terror diferente, crítica social, momentos obscuros que son traídos en nombre de dios.
Mantiene un intensidad constante que por momentos sube y regresa a esa misma dosis de suspenso aceptable, si bien la película está llena de virtudes, actuaciones, dirección y el mismo guión, además de las virtudes que los espectadores encontramos desde un punto subjetivo, pero en menor grado la película afloja por momentos y sin duda el final es algo seco, aunque bien llevado.
Una gran película que no debe de verse con altas expectativas, ya que perderá mucho.
Me da más miedo ver los tatuajes que escriben LOVE a los que escriben HATE, algo curioso.
Algo que debo resaltar, es que a mi parecer los que admiramos este film encontramos en el más de lo que tal vez se quiso imprimir en el, yo vi un terror diferente, crítica social, momentos obscuros que son traídos en nombre de dios.
Mantiene un intensidad constante que por momentos sube y regresa a esa misma dosis de suspenso aceptable, si bien la película está llena de virtudes, actuaciones, dirección y el mismo guión, además de las virtudes que los espectadores encontramos desde un punto subjetivo, pero en menor grado la película afloja por momentos y sin duda el final es algo seco, aunque bien llevado.
Una gran película que no debe de verse con altas expectativas, ya que perderá mucho.
Me da más miedo ver los tatuajes que escriben LOVE a los que escriben HATE, algo curioso.
3 de enero de 2012
3 de enero de 2012
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un perfecto ejemplar de psicópata, resulta ser el personaje encarnado por Robert Mitchum en "LA NOCHE DEL CAZADOR" -filme norteamericano de 1955 que, al igual que su par de la pantalla grande "LA MALA SEMILLA" ("The Bad Seed") estrenada en 1956, se erige en digno representante del afiebrado interés por el psicoanálisis freudiano que supo invadir la industria del cine de aquellos tiempos-.
El cazador de la obra es un predicador de alta consideración social, que se muestra puro y carente de pecados, como si fuese un ejemplo a seguir; pero en realidad es cruel, malvado, capaz de denostar la autoestima de su "par / complementaria", y de atormentarla con culpas. De hecho se casará con ella -que es viuda- sólo para conseguir el botín que, el difunto esposo de ésta -un convicto a quien el cazador había conocido en prisión-, le había dejado en custodia, con el último aliento antes de morir, a uno de sus pequeños hijos, de los cuales el "predicador" se convertirá en su padrastro.
El "hunter" es, básicamente, un atemorizante perseguidor de estos niños, quienes vivirán peligros extremos para huir de semejante sujeto, intolerante a la frustración. Sin embargo, ellos habrán de demostrar que sabrán ponerlo en "jaque" con la misma valentía de un adulto.
Conmueven las escenas en las que, el mayor de los hijastros del predicador, en permanente estado de alerta, consigue guiar de manera responsable a su pequeña hermana, protegiéndola y salvándola, como un verdadero héroe de pantalones cortos emulando la faltante figura paterna.
La banda sonora del filme acompaña adecuadamente el gran suspenso de este filme -atemporal por su vigente temática-, devenido en “clásico de clásicos”.-
El cazador de la obra es un predicador de alta consideración social, que se muestra puro y carente de pecados, como si fuese un ejemplo a seguir; pero en realidad es cruel, malvado, capaz de denostar la autoestima de su "par / complementaria", y de atormentarla con culpas. De hecho se casará con ella -que es viuda- sólo para conseguir el botín que, el difunto esposo de ésta -un convicto a quien el cazador había conocido en prisión-, le había dejado en custodia, con el último aliento antes de morir, a uno de sus pequeños hijos, de los cuales el "predicador" se convertirá en su padrastro.
El "hunter" es, básicamente, un atemorizante perseguidor de estos niños, quienes vivirán peligros extremos para huir de semejante sujeto, intolerante a la frustración. Sin embargo, ellos habrán de demostrar que sabrán ponerlo en "jaque" con la misma valentía de un adulto.
Conmueven las escenas en las que, el mayor de los hijastros del predicador, en permanente estado de alerta, consigue guiar de manera responsable a su pequeña hermana, protegiéndola y salvándola, como un verdadero héroe de pantalones cortos emulando la faltante figura paterna.
La banda sonora del filme acompaña adecuadamente el gran suspenso de este filme -atemporal por su vigente temática-, devenido en “clásico de clásicos”.-
6 de junio de 2012
6 de junio de 2012
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Única y genial película de su director, de un blanco y negro metálico. Retrato descarnado de la maldad en estado puro, turbia, inquietante y plagada de connotaciones de un expresionismo casi manierista (las luces y sombras en la inmensa mayoría de sus planos resulta sobrecogedora). Imprescindible para los amantes del cine noir y cinéfilos en general.
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