El conjuro
2013 

6.8
52,141
Terror
Basada en una historia real documentada por los reputados demonólogos Ed y Lorraine Warren. Narra los encuentros sobrenaturales que vivió la familia Perron en su casa de Rhode Island a principios de los 70. El matrimonio Warren, investigadores de renombre en el mundo de los fenómenos paranormales, acudieron a la llamada de esta familia aterrorizada por la presencia en su granja de un ser maligno. (FILMAFFINITY)
27 de enero de 2014
27 de enero de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El condominio de propiedad del cine de terror se ha encontrado, durante los 13 años que llevamos de siglo, tan disperso como la tenue niebla que brotaba de las páginas de uno de los guiones de culto de John Carpenter, maestro intachable de dicho género. No son pocos los directores que han hecho carrera exclusivamente en dicha categoría, si bien todas sus películas no revelan la específica trascendencia que títulos puntuales han tenido durante la historia del cine, expandiendo su denominación a través de la riqueza literaria clásica. Así mismo, cuando hablamos de terror nos referimos a una vasta red de representaciones icónicas referenciales: vampiros, hombres lobo, psicópatas, asesinos en serie, gnomos, criaturas demoníacas, etc.
Pero es, sin duda, el relato de casas encantadas, que últimamente parece tener ligada de forma tan estrecha la identidad de posesiones/exorcismos, el que mayor poder de atracción y de expansión proyecta a la hora de incitar al escalofrío y el hormigueo previo al pánico. James Wan se ha convertido en el director insigne de esta categoría y su conjura se hace valer gracias al profundo respeto que atesora hacia los códigos clásicos del género, renovándolos y actualizándolos a la época moderna. Expediente Warren tira de hemeroteca y pisa en todo momento sobre suelo llano. Sin florituras y sin estridencias, componiendo el terror con artesanía y a fuego lento, Wan nos introduce en la iconicidad diáfana de la fantasmagoría más estimulante y el resultado se traduce en la mejor versión del tren de la bruja al que nos hayamos podido montar. O dicho de otro modo: la película de terror que legiones de espectadores llevaban muchos años esperando ver.
Pero es, sin duda, el relato de casas encantadas, que últimamente parece tener ligada de forma tan estrecha la identidad de posesiones/exorcismos, el que mayor poder de atracción y de expansión proyecta a la hora de incitar al escalofrío y el hormigueo previo al pánico. James Wan se ha convertido en el director insigne de esta categoría y su conjura se hace valer gracias al profundo respeto que atesora hacia los códigos clásicos del género, renovándolos y actualizándolos a la época moderna. Expediente Warren tira de hemeroteca y pisa en todo momento sobre suelo llano. Sin florituras y sin estridencias, componiendo el terror con artesanía y a fuego lento, Wan nos introduce en la iconicidad diáfana de la fantasmagoría más estimulante y el resultado se traduce en la mejor versión del tren de la bruja al que nos hayamos podido montar. O dicho de otro modo: la película de terror que legiones de espectadores llevaban muchos años esperando ver.
16 de marzo de 2014
16 de marzo de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Miedo añejo, miedo del que recuerdas cuando estás después sólo en tu habitación y piensas en dar palmadas para hacer la broma pero no te atreves vaya que te aparezca alguien por detrás. Esas son las buenas películas de terror las que después de verlas recuerdas y recuerdas cosas y te dejan una sensación agridulce. Me ha gustado mucho.
18 de abril de 2014
18 de abril de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
De lo mejor que recuerdo en terror paranormal en las últimas décadas.
Basada en hechos reales e inspirada en el libro escrito por una de las hijas que vivieron en carne y hueso los sucesos que muy acertadamente trata la película (“Casa de la Oscuridad, Casa de la Luz: La verdadera historia” por Andrea Perron).
Ed y Lorraine Warren, dos investigadores de fenómenos paranormales, estudian el caso de los extraños sucesos producidos en la casa de la familia Perron. Será el peor caso al que se enfrenten en toda su carrera. De hecho, ni siquiera Ed Warren pudo evitar recordarlos con su mujer Lorraine en su lecho de muerte.
Tratada con cuidado y rigor. Con una notable interpretación de Vera Farmiga y Patrick Wilson otorgando la naturalidad que la película merece.
Muy buena película que no te dejará ni un minuto de respiro, pero sin atropellarte, sin excesos, de forma escalonada y creciente, a la antigua usanza, hasta que al final, acaba perdiendo el control…y tú también…
Para verla, guardarla y recordarla.
Basada en hechos reales e inspirada en el libro escrito por una de las hijas que vivieron en carne y hueso los sucesos que muy acertadamente trata la película (“Casa de la Oscuridad, Casa de la Luz: La verdadera historia” por Andrea Perron).
Ed y Lorraine Warren, dos investigadores de fenómenos paranormales, estudian el caso de los extraños sucesos producidos en la casa de la familia Perron. Será el peor caso al que se enfrenten en toda su carrera. De hecho, ni siquiera Ed Warren pudo evitar recordarlos con su mujer Lorraine en su lecho de muerte.
Tratada con cuidado y rigor. Con una notable interpretación de Vera Farmiga y Patrick Wilson otorgando la naturalidad que la película merece.
Muy buena película que no te dejará ni un minuto de respiro, pero sin atropellarte, sin excesos, de forma escalonada y creciente, a la antigua usanza, hasta que al final, acaba perdiendo el control…y tú también…
Para verla, guardarla y recordarla.
8 de junio de 2014
8 de junio de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hablar bien de El conjuro es, en gran medida, realzar sus méritos en contraposición con los demás bodrios que vemos anualmente. O sea, que la alabamos no porque sea el peliculón del milenio, sino porque la comparamos con el género bastardeado al que pertenece.
Me ha parecido una película resultona, que no innova pero tampoco abusa. De entrada estamos esperando momentos de susto fácil y subidas de música de fondo. Los momentos se generan pero ese susto no llega...¿qué pasa? Pasa que Wan es listo. Amaga, tiene clara la fórmula, entonces genera la situación y luego la desvanece. El quiebre de las fórmulas evidencia que su intención es distinta, pretende cierto rasgo de estilo propio que asoma pero no se plasma nunca del todo. El uso del vendaje en los ojos como eje fijo de la trama es un típico gesto de autor; luego observamos que la cámara sigue la mirada de los protagonistas reflejando su nerviosismo pero sin caer en la primera persona subjetiva: otro rasgo distintivo. Todos de carácter técnico.
Porque El conjuro está trabajada desde lo técnico, busca generar una diferenciación sobre el cómo contar una historia de casa embrujada y fantasmas. Cuando la historia se desarrolla volvemos a los mismos giros argumentales que conocemos. Es en ese aspecto donde El conjuro se mofa de lo trillado, pero no del fondo. Es un producto clásico con un toque que no es moderno, sino que es netamente autoral.
Mi sensación final es limitada. Hay que sacarla de esa bolsa de gatos barata que hoy por hoy representa el Terror de turno. El tema es donde situarla luego; una vez que hicimos ese pequeño acto de justicia. De seguro no merece el podio. Se queda en una especie de purgatorio del que Wan, de seguro, sabrá salir.
Me ha parecido una película resultona, que no innova pero tampoco abusa. De entrada estamos esperando momentos de susto fácil y subidas de música de fondo. Los momentos se generan pero ese susto no llega...¿qué pasa? Pasa que Wan es listo. Amaga, tiene clara la fórmula, entonces genera la situación y luego la desvanece. El quiebre de las fórmulas evidencia que su intención es distinta, pretende cierto rasgo de estilo propio que asoma pero no se plasma nunca del todo. El uso del vendaje en los ojos como eje fijo de la trama es un típico gesto de autor; luego observamos que la cámara sigue la mirada de los protagonistas reflejando su nerviosismo pero sin caer en la primera persona subjetiva: otro rasgo distintivo. Todos de carácter técnico.
Porque El conjuro está trabajada desde lo técnico, busca generar una diferenciación sobre el cómo contar una historia de casa embrujada y fantasmas. Cuando la historia se desarrolla volvemos a los mismos giros argumentales que conocemos. Es en ese aspecto donde El conjuro se mofa de lo trillado, pero no del fondo. Es un producto clásico con un toque que no es moderno, sino que es netamente autoral.
Mi sensación final es limitada. Hay que sacarla de esa bolsa de gatos barata que hoy por hoy representa el Terror de turno. El tema es donde situarla luego; una vez que hicimos ese pequeño acto de justicia. De seguro no merece el podio. Se queda en una especie de purgatorio del que Wan, de seguro, sabrá salir.
9 de junio de 2014
9 de junio de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es sorprendente cuando siendo aún la segunda vez te consigue levantar de tu sillón tras los numerosos sustos que tiene. Buen guión, los actores parecen creíbles (bajan un poco los más jóvenes como siempre...), muy acertado el ritmo... En definitiva, una buena película de miedo para un género algo maltratado tras los pésimos títulos que se ofrecen en la actualidad, esta se salva está claro.
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