Tren bala
6.5
27,665
16 de agosto de 2022
16 de agosto de 2022
3 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todo empezó con una malísima decisión. Era lunes y festivo nacional y yo tenía 4 planes distintos para echar la tarde. Después de pensarlo exactamente un minuto me compré las entradas online y empecé a arreglarme con nerviosismo.
No hay crítica que valga sin dejar clara la motivación, el impulso, la chispa o lo que sea que te empujó hasta a lo criticado. De entre todas las razones posibles para ver Bullet Train, la mía empezaba por Bad terminaba hasta abajo.
No recuerdo nada de lo que ocurrió en la película (que por suerte no fue mucho) antes de que apareciera Benito. Él es un diablillo y es un ángel y añade WWE. Bad Bunny sale unos 5 minutos en pantalla, así que el precio que pagué por la entrada me parece justo y no me sentí estafada. Aunque escasos, fueron intensos sin ser cargantes como cuando te tomas un chupito de tequila. Los chupitos siempre vienen muy bien cuando después de este razonamiento las almas viejas intentan darme el tostón con la alta y baja cultura y que si el reguetón y que si esta sociedad está muy perdida. Basta de supremacismo hegemónico por favor.
Una vez que BB sale de escena, empiezo a sentirme incómoda. De repente empiezan las idas y venidas en vagones, baños, asientos, flashbacks, tren para arriba y tren para abajo, y que si Mandarina, Limón y Mariquita que lo único que consiguieron es darme unas ganas tremendas de salir a por un cóctel. Recuerdo que en algunos momentos Mariquita intenta filosofar sobre el concepto de la suerte suerte en un lenguaje parco y cansado. Como cuando estás discutiendo con tu novio y sabes perfectamente en qué punto está equivocado pero le dejas ganar porque estás CANSADA y lo que quieres es que se calle para comprarte cualquier cosa en tu cuenta de Amazon Prime. Pues a Brad le pasa exactamente igual. Actúa por cumplir, por inercia, porque sabe que no va a ser eterno y que él puede aguantar. Y porque sabe que ya mismo estará en su casa tranquilito, fumando mientras disfruta de las ventajas del prime y pensando que esta es la última vez que mañana se retira. Que lo deja.
La historia en sí ni sorprende ni defrauda, y los demás personajes es que son tan random que si a mitad de la película me los cambias y me pones a DiCaprio y Julia Roberts ni lo noto. Dejo en el spoiler algunos detalles que recuerdo por alguna razón.
No hay crítica que valga sin dejar clara la motivación, el impulso, la chispa o lo que sea que te empujó hasta a lo criticado. De entre todas las razones posibles para ver Bullet Train, la mía empezaba por Bad terminaba hasta abajo.
No recuerdo nada de lo que ocurrió en la película (que por suerte no fue mucho) antes de que apareciera Benito. Él es un diablillo y es un ángel y añade WWE. Bad Bunny sale unos 5 minutos en pantalla, así que el precio que pagué por la entrada me parece justo y no me sentí estafada. Aunque escasos, fueron intensos sin ser cargantes como cuando te tomas un chupito de tequila. Los chupitos siempre vienen muy bien cuando después de este razonamiento las almas viejas intentan darme el tostón con la alta y baja cultura y que si el reguetón y que si esta sociedad está muy perdida. Basta de supremacismo hegemónico por favor.
Una vez que BB sale de escena, empiezo a sentirme incómoda. De repente empiezan las idas y venidas en vagones, baños, asientos, flashbacks, tren para arriba y tren para abajo, y que si Mandarina, Limón y Mariquita que lo único que consiguieron es darme unas ganas tremendas de salir a por un cóctel. Recuerdo que en algunos momentos Mariquita intenta filosofar sobre el concepto de la suerte suerte en un lenguaje parco y cansado. Como cuando estás discutiendo con tu novio y sabes perfectamente en qué punto está equivocado pero le dejas ganar porque estás CANSADA y lo que quieres es que se calle para comprarte cualquier cosa en tu cuenta de Amazon Prime. Pues a Brad le pasa exactamente igual. Actúa por cumplir, por inercia, porque sabe que no va a ser eterno y que él puede aguantar. Y porque sabe que ya mismo estará en su casa tranquilito, fumando mientras disfruta de las ventajas del prime y pensando que esta es la última vez que mañana se retira. Que lo deja.
La historia en sí ni sorprende ni defrauda, y los demás personajes es que son tan random que si a mitad de la película me los cambias y me pones a DiCaprio y Julia Roberts ni lo noto. Dejo en el spoiler algunos detalles que recuerdo por alguna razón.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Tres detalles que me gustaron:
- El lío de la serpiente y el antídoto. Eso es genial porque tú esperas un kill bill y una mamba negra y pues toma que no es.
- El coletero de Prince. No hay más que añadir.
- Ryan Reynolds. Brilllante. Chapeau.
Tres detalles que me parecieron lo peor:
- El abuso en la repetición de la escena de los invitados de la boda muriéndose. ¿Cuántas veces vimos esa escena?
- Prince y su cantinela que si quiero ser la jefa del mundo.
- La mayoría de las conversaciones.
- El lío de la serpiente y el antídoto. Eso es genial porque tú esperas un kill bill y una mamba negra y pues toma que no es.
- El coletero de Prince. No hay más que añadir.
- Ryan Reynolds. Brilllante. Chapeau.
Tres detalles que me parecieron lo peor:
- El abuso en la repetición de la escena de los invitados de la boda muriéndose. ¿Cuántas veces vimos esa escena?
- Prince y su cantinela que si quiero ser la jefa del mundo.
- La mayoría de las conversaciones.
8 de agosto de 2022
8 de agosto de 2022
8 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película buena y divertida dirigida con maestría por David Leitch. Gran montaje, descacharrante, como para no perdérsela, una peli en que la violencia se vive con risa y no con desagrado, porque está claro que todo el filme forma parte de un proyecto bien pensando y mejor realizado, divertido y reflexivo, liviano y denso, con un apabullante sentido visual y escenas de acción bien rodadas y divertidas, con alma de cine clásico. Está basada en la novela del japonés Kotaro Isaka: “Tren bala”, 2020; y hay de todo dentro de las imágenes de Bullet train.
No sólo los protagonistas sino el espectador mismo, suben a bordo de ese tren bala que viaja de Tokio a Morioka con unas pocas paradas intermedias. Un tren en el que caben hasta cinco asesinos a sueldo y una serpiente. Lo que no cabes es el aburrimiento.
Aunque a ratos parezca improvisado, hay un guion calculado al milímetro de Zak Olkewicz, acompañado de una sensacional fotografía de Jonathan Sela, junto a un montaje musical de Dominic Lewis tan frenético como el visual, en el que conviven sin problemas los Bee Gees, con el folk intimista del clásico 500 miles.
Al poco de ingresar en el tren los asesinos van descubriendo que sus misiones no son ajenas entre sí, que hay elementos y nexos en común que los han llevado allí. Hasta que se dan cuenta que todos van a lo mismo: matarse unos a otros. La pregunta es quién saldrá vivo del tren y qué les espera en la estación final.
Todo ello trufado de un dislocado sentido del humor y de la exageración y el buen aprovechamiento de un solo espacio, ese tren a velocidad japonesa que parece no querer que los asesinos se bajen en ninguna parada, aunque en todas las paradas les espera un recibimiento de aúpa.
Es una cinta que, como escribe Marín Bellón: “En su sencillez, la trama no descarrila nunca, pese a la exagerada cantidad de violencia, por suerte cómica, y los personajes tienen cierto interés, pero hasta la vida del francotirador puede volverse rutinaria”. Efectivamente, se trata de reinventarse en cada escena y lograr que todas juntas formen algo elevado. Pretensión esta al alcance de pocos directores, como Tarantino.
El reparto es de lujo con un Brad Pitt sembrado (lo más “cool” del verano) como asesino hastiado de los azares infinitos que implica su trabajo; su nombre en clave es Ladybug (mariquita) y sube al tren con idea de bajarse en la siguiente estación, pero no lo conseguirá.
Si Pitt se ríe constantemente de sí mismo y del personaje que le ha tocado en suerte, se puede decir igual del resto, de cuantos componen la galería de sicarios tan expeditivos como ineptos. Unos tienen un trabajo que hacer, custodiar un maletín con dinero: son una pareja racial que se llaman mandarina y limón, constantemente discutiendo, capaces de enormes estallidos de violencia, y sin embargo tienen un afecto fraternal genuinamente dulce el uno por el otro (increíbles Aaron Taylor-Johnson y Brian Tyree Henry). Está también muy malévolamente presente una adolescente sin escrúpulos con falda plisada que no parece ser lo que representa (extraordinaria Joey King).
Hay igualmente un padre en apuros (bien Andrew Koji) y su propio padre (estupendo Hiroyuki Sanada), muchos pandilleros de la Yakuza, un narco en busca de venganza (estupendo Bad Bunny) y algún que otro personaje que se revela a mitad de trayecto formando parte de un complicado entramado que desemboca en la misma persona: la Muerte Blanca. De la que todo el mundo habla, pero a la que casi nadie —ni el espectador— conoce. Acompañan actores de primer orden como Michael Shannon, Sandra Bullock (muy estirada… de piel), Zazie Beetz, Logan Lerman, y más.
La película navega de adelante a atrás y, al revés, del pasado (flashbacks muy interesantes) al futuro; a veces en cámara lenta y otras en cámara superrápida. Los que parecen buenos son malos, los que podrían tener gracia, en verdad resultan patéticos, y los tristes antes que dar pena dan mucho que pensar.
Nuestro Leitch, por si alguien no lo sabe, comenzó su carrera haciendo dobles, de hecho, fue el doble de Pitt en varias películas. Como director de "Atomic Blonde" y "Deadpool", Leitch es un director de acción con auténtico talento que puede hacer que las imágenes destaquen en una variedad de formas únicas. Esta, su última película, es uno de los mejores filmes de acción del año y también de los más divertidos.
No sólo los protagonistas sino el espectador mismo, suben a bordo de ese tren bala que viaja de Tokio a Morioka con unas pocas paradas intermedias. Un tren en el que caben hasta cinco asesinos a sueldo y una serpiente. Lo que no cabes es el aburrimiento.
Aunque a ratos parezca improvisado, hay un guion calculado al milímetro de Zak Olkewicz, acompañado de una sensacional fotografía de Jonathan Sela, junto a un montaje musical de Dominic Lewis tan frenético como el visual, en el que conviven sin problemas los Bee Gees, con el folk intimista del clásico 500 miles.
Al poco de ingresar en el tren los asesinos van descubriendo que sus misiones no son ajenas entre sí, que hay elementos y nexos en común que los han llevado allí. Hasta que se dan cuenta que todos van a lo mismo: matarse unos a otros. La pregunta es quién saldrá vivo del tren y qué les espera en la estación final.
Todo ello trufado de un dislocado sentido del humor y de la exageración y el buen aprovechamiento de un solo espacio, ese tren a velocidad japonesa que parece no querer que los asesinos se bajen en ninguna parada, aunque en todas las paradas les espera un recibimiento de aúpa.
Es una cinta que, como escribe Marín Bellón: “En su sencillez, la trama no descarrila nunca, pese a la exagerada cantidad de violencia, por suerte cómica, y los personajes tienen cierto interés, pero hasta la vida del francotirador puede volverse rutinaria”. Efectivamente, se trata de reinventarse en cada escena y lograr que todas juntas formen algo elevado. Pretensión esta al alcance de pocos directores, como Tarantino.
El reparto es de lujo con un Brad Pitt sembrado (lo más “cool” del verano) como asesino hastiado de los azares infinitos que implica su trabajo; su nombre en clave es Ladybug (mariquita) y sube al tren con idea de bajarse en la siguiente estación, pero no lo conseguirá.
Si Pitt se ríe constantemente de sí mismo y del personaje que le ha tocado en suerte, se puede decir igual del resto, de cuantos componen la galería de sicarios tan expeditivos como ineptos. Unos tienen un trabajo que hacer, custodiar un maletín con dinero: son una pareja racial que se llaman mandarina y limón, constantemente discutiendo, capaces de enormes estallidos de violencia, y sin embargo tienen un afecto fraternal genuinamente dulce el uno por el otro (increíbles Aaron Taylor-Johnson y Brian Tyree Henry). Está también muy malévolamente presente una adolescente sin escrúpulos con falda plisada que no parece ser lo que representa (extraordinaria Joey King).
Hay igualmente un padre en apuros (bien Andrew Koji) y su propio padre (estupendo Hiroyuki Sanada), muchos pandilleros de la Yakuza, un narco en busca de venganza (estupendo Bad Bunny) y algún que otro personaje que se revela a mitad de trayecto formando parte de un complicado entramado que desemboca en la misma persona: la Muerte Blanca. De la que todo el mundo habla, pero a la que casi nadie —ni el espectador— conoce. Acompañan actores de primer orden como Michael Shannon, Sandra Bullock (muy estirada… de piel), Zazie Beetz, Logan Lerman, y más.
La película navega de adelante a atrás y, al revés, del pasado (flashbacks muy interesantes) al futuro; a veces en cámara lenta y otras en cámara superrápida. Los que parecen buenos son malos, los que podrían tener gracia, en verdad resultan patéticos, y los tristes antes que dar pena dan mucho que pensar.
Nuestro Leitch, por si alguien no lo sabe, comenzó su carrera haciendo dobles, de hecho, fue el doble de Pitt en varias películas. Como director de "Atomic Blonde" y "Deadpool", Leitch es un director de acción con auténtico talento que puede hacer que las imágenes destaquen en una variedad de formas únicas. Esta, su última película, es uno de los mejores filmes de acción del año y también de los más divertidos.
17 de agosto de 2022
17 de agosto de 2022
4 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acabamos de llegar de ver la película y he salido del cine bastante contento de lo que he visto.
Es una película de acción absurda, humor negro y mucho gore que sin más pretensión que pasar dos horas entretenidas, lo consigue...si dejamos de lado varias escenas absurdas que no tienen por donde cogerse, ni siquiera sabiendo que es una cinta exagerada desde el inicio.
Me ha gustado mucho el trabajo de Brad Pitt, Joey King, Aaron Taylor-Johnson, etc...en fin, están todos muy bien, son un gran equipo de actores con los que cuenta la película.
La acción no cesa, las dos horas de proyección se pasan rápido y para mi, lo malo, el sonido...la hemos visto en una sala Dolby y la verdad es que es algo que me ha sacado de quicio...sonido agudo, estridente, con la música altísima, etc...estoy seguro que si la hubiesen regulado mejor, habríamos disfrutado más de esta genial proyección.
Ve a verla, lo pasarás bien...eso si...ve a verla sin esperar nada, simplemente, siéntate y disfruta de una historia absurda y con mucha acción. La recomiendo.
Es una película de acción absurda, humor negro y mucho gore que sin más pretensión que pasar dos horas entretenidas, lo consigue...si dejamos de lado varias escenas absurdas que no tienen por donde cogerse, ni siquiera sabiendo que es una cinta exagerada desde el inicio.
Me ha gustado mucho el trabajo de Brad Pitt, Joey King, Aaron Taylor-Johnson, etc...en fin, están todos muy bien, son un gran equipo de actores con los que cuenta la película.
La acción no cesa, las dos horas de proyección se pasan rápido y para mi, lo malo, el sonido...la hemos visto en una sala Dolby y la verdad es que es algo que me ha sacado de quicio...sonido agudo, estridente, con la música altísima, etc...estoy seguro que si la hubiesen regulado mejor, habríamos disfrutado más de esta genial proyección.
Ve a verla, lo pasarás bien...eso si...ve a verla sin esperar nada, simplemente, siéntate y disfruta de una historia absurda y con mucha acción. La recomiendo.
14 de septiembre de 2022
14 de septiembre de 2022
4 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
La última película dirigida por David Leitch y protagonizada por Brad Pitt, Joey King, Aaron Taylor-Johnson, Brian Tyree Henry, Andrew Koji, Hiroyuki Sanada, Michael Shannon, Logan Lerman, Channing Tatum, Zazie Beetz, Masi Oka, Miraj Grbic, Bad Bunny, Karen Fukuhara, Johanna Watts, Pasha D. Lychnikoff, Arnold Chun y Nancy Daly, con cameos de Ryan Reynolds y Sandra Bullock, es lo más bestia que se ha podido hacer en este año dentro del cine.
Basándose en la novela de Kotaro Isaka, el guión lo escribe Zak Olkewicz. La historia trata de lo siguiente:
«Cinco asesinos a sueldo se encuentran a bordo de un tren bala que viaja de Tokio a Morioka. Todo ocurre en una noche (quiere decir que está grabada un poco a tiempo real). Pronto, descubren que sus misiones no son ajenas entre sí y, por ello, la pregunta es quién saldrá vivo del tren y qué les espera en la estación final».
Extraído de Filmaffinity.
Al equipo de esta radio nos pareció una locura de película. No solo por sus efectos especiales, ni por sus actuaciones, las cuáles nos parecieron magníficas, sobre todo, la de Brad Pitt. Nos parece una marvilla porque es un reflejo crítico y ácido, acompañado con toques de humor y mucha acción, de las mafias. Es más, es una película que critica a las diferentes mafias que hay en el mundo universal. También nos refleja temas como el honor, la venganza, la amistad, el duelo (que lo hay), la familia, la infancia y el enfrentamiento entre el adulto y niño interior, la traición, entre otros… Hay mucha tela que cortar de esta historia que, aunque en el enfoque no tenga mucho sentido y sea un poquito caótica, juega un papel esencial dentro de este cine que arriesga y va a más mostrándonos otras opciones de cine que suelen ser interesantes.
Exige un segundo visionado. Así que, corred a verla al cine o esperadla en plataformas, porque NO os vamos a contar nada de nada en torno a su historia y cómo se va desarrollando.
Basándose en la novela de Kotaro Isaka, el guión lo escribe Zak Olkewicz. La historia trata de lo siguiente:
«Cinco asesinos a sueldo se encuentran a bordo de un tren bala que viaja de Tokio a Morioka. Todo ocurre en una noche (quiere decir que está grabada un poco a tiempo real). Pronto, descubren que sus misiones no son ajenas entre sí y, por ello, la pregunta es quién saldrá vivo del tren y qué les espera en la estación final».
Extraído de Filmaffinity.
Al equipo de esta radio nos pareció una locura de película. No solo por sus efectos especiales, ni por sus actuaciones, las cuáles nos parecieron magníficas, sobre todo, la de Brad Pitt. Nos parece una marvilla porque es un reflejo crítico y ácido, acompañado con toques de humor y mucha acción, de las mafias. Es más, es una película que critica a las diferentes mafias que hay en el mundo universal. También nos refleja temas como el honor, la venganza, la amistad, el duelo (que lo hay), la familia, la infancia y el enfrentamiento entre el adulto y niño interior, la traición, entre otros… Hay mucha tela que cortar de esta historia que, aunque en el enfoque no tenga mucho sentido y sea un poquito caótica, juega un papel esencial dentro de este cine que arriesga y va a más mostrándonos otras opciones de cine que suelen ser interesantes.
Exige un segundo visionado. Así que, corred a verla al cine o esperadla en plataformas, porque NO os vamos a contar nada de nada en torno a su historia y cómo se va desarrollando.
9 de agosto de 2022
9 de agosto de 2022
5 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
BULLET TRAIN.
Una película que desde el minuto 1 se nota la mano del directo David Litch que se luce en esta película de manera fresca y elegante, con humor concurrido e hilarante, secuencias de acción espectaculares y con un inmejorable desarrollo de personajes.
Un soundtrack sensacional.
Brad Pitt desde “Érase una vez en… Hollywood” ha ido hacia arriba, cada vez llena más la pantalla y en las secuencias de acción se mueve como un chaval de 20 años.
Una película con la que si o si vale la pena ir a verla al cine.
Una película que desde el minuto 1 se nota la mano del directo David Litch que se luce en esta película de manera fresca y elegante, con humor concurrido e hilarante, secuencias de acción espectaculares y con un inmejorable desarrollo de personajes.
Un soundtrack sensacional.
Brad Pitt desde “Érase una vez en… Hollywood” ha ido hacia arriba, cada vez llena más la pantalla y en las secuencias de acción se mueve como un chaval de 20 años.
Una película con la que si o si vale la pena ir a verla al cine.
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