John Wick 2: Un nuevo día para matar
2017 

6.4
26,071
Acción. Thriller
El legendario asesino John Wick (Keanu Reeves) se ve obligado a salir del retiro por un exasociado que planea obtener el control de un misterioso grupo internacional de asesinos. Obligado a ayudarlo por un juramento de sangre, John emprende un viaje a Roma lleno de adrenalina estremecedora para pelear contra los asesinos más peligrosos del mundo. (FILMAFFINITY)
19 de mayo de 2019
19 de mayo de 2019
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En esta ocasión regresa Keanu Reeves en esta nueva entrega titulada otro día para matar o bien John Wick 2, Esta nueva entrega comienza donde termino la anterior un John Wick que fue capaz de conseguir su venganza considera que es momento de terminarlo todo para siempre, Nuevo hombre, nueva vida, nuevo perro, pero con todo lo que paso en la primera película hay gente que no lo dejara ir tan fácilmente, Para mi este papel es el mejor que Keanu pudo haber tomado en su carrera ya que no puedo visualizarlo como alguien más, en la primer película agrado bastante pero esta segunda viene a superar la primera en un 100 por ciento, esta nueva entrega viene a expandir su universo como es ex aliados, lugares, favores, hoteles continentales a nivel global, esta nueva entrega nos muestra a un John más centrado, más ágil, con rodadas por el suelo, trajes a la medida, mapas y un armamento muy extenso, nos muestra una parte de él que no habíamos visto en la entrega anterior ya que es más violento y el número de muertes se podría decir que fue duplicado o incluso triplicado, se mejoran las coreografías y la trama y tensión aumentan, tiene un giro inesperado, una rivalidad impresionante, además trae cierta nostalgia a algunos fanáticos ya que uno de sus compañeros Laurence Fishburne actuó junto a Keanu en Matrix y regresa a protagonizar esta historia con él, Tiene villanos detestables que te mantienen tan centrado en la película, Amo esta película, por sus escenas de acción, ya que no necesitan explosiones, alturas, vehículos para mantenerte centrado y a la expectativa de que pasara después, le doy una calificación de 10 de 10, Dejando a la expectativa de su siguiente película gracias a su final tan inesperado e impactante.
4 de junio de 2019
4 de junio de 2019
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Creo que no cabe ninguna duda de que “John Wick (Pacto de sangre)” es bastante más autoconsciente de lo que maneja entre manos que su buena y más humilde predecesora “John Wick” (Chad Stahelski, 2014). Si en aquella el bueno de Wick iba contra medio mundo, ahora es ese medio mundo el que va contra Wick. Y prepárense porque en la próxima entrega el ´medio´ desaparece, pasando a ser el mundo entero contra Wick. Esa autoconsciencia por parte de Stahelski y Derek Kolstad, el guionista, no se si convierte “John Wick (Pacto de sangre)” en una cinta mejor que su predecesora, pero si desde luego la hace más disfrutable, ambiciosa y entregada a la causa.
“John Wick (Pacto de sangre)”, al igual que la de 2014, es un actioner que parece salido de fusionar la acción descarnada y coreografiada del primer Gareth Huw Evans o de Timo Tjahjanto, con un marcado estilo visual a lo Nicolas Winding Refn. Y a ello se lanza sin ningún tipo de pudor Chad Stahelski.
Una de las virtudes que hacen, como poco diferente, “John Wick (Pacto de sangre)” es el microcosmos que la rodea. Algo que ya se insinuó en su predecesora pero que aquí, debido a esa autoconsciencia de la que tanto estoy hablando, se convierte casi en la reina de la fiesta. Acción frenética y bien realizada aparte, ese seductor y ambiguo universo de sicarios que plantea la saga es el que sirve de inesperado y gratificante gancho, aunque se te venda la acción a tal respecto. Queda patente que esta franquicia en general y “John Wick (Pacto de sangre)” en particular es cine actioner con una estupenda labor de guion, para variar.
Que decir del carisma y la fuerza del personaje protagonista, con un Keanu Reeves que ha encontrado su gallina de los huevos de oro, para beneficio suyo y del espectador. Rodeado por buenos secundarios, dicho quede.
En fin, “John Wick (Pacto de sangre)” alza el listón colocado ya de por si a un buen nivel por su anterior entrega. De lo mejor del cine de acción del siglo XXI, y con cuerda para rato.
“John Wick (Pacto de sangre)”, al igual que la de 2014, es un actioner que parece salido de fusionar la acción descarnada y coreografiada del primer Gareth Huw Evans o de Timo Tjahjanto, con un marcado estilo visual a lo Nicolas Winding Refn. Y a ello se lanza sin ningún tipo de pudor Chad Stahelski.
Una de las virtudes que hacen, como poco diferente, “John Wick (Pacto de sangre)” es el microcosmos que la rodea. Algo que ya se insinuó en su predecesora pero que aquí, debido a esa autoconsciencia de la que tanto estoy hablando, se convierte casi en la reina de la fiesta. Acción frenética y bien realizada aparte, ese seductor y ambiguo universo de sicarios que plantea la saga es el que sirve de inesperado y gratificante gancho, aunque se te venda la acción a tal respecto. Queda patente que esta franquicia en general y “John Wick (Pacto de sangre)” en particular es cine actioner con una estupenda labor de guion, para variar.
Que decir del carisma y la fuerza del personaje protagonista, con un Keanu Reeves que ha encontrado su gallina de los huevos de oro, para beneficio suyo y del espectador. Rodeado por buenos secundarios, dicho quede.
En fin, “John Wick (Pacto de sangre)” alza el listón colocado ya de por si a un buen nivel por su anterior entrega. De lo mejor del cine de acción del siglo XXI, y con cuerda para rato.
19 de junio de 2019
19 de junio de 2019
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En 2014, Chad Stahelski y David Leitch revolucionaron el cine de acción con "John Wick". Tres años después y tras su inesperado éxito, llegaría una secuela; llena de más acción, más muertes y más John Wick.
Tras hundir el imperio mafioso de la familia Tarasov, John Wick (Keanu Reeves) ha completado su venganza y ahora puede vivir tranquilo. Esa tranquilidad se verá perturbada cuando el mafioso Santino D'Antonio (Ricardo Scamarcio), visita a John para pedirle que le devuelva un favor.
La cinta es una exacerbación de la primera: Hay mucha más acción y escenas mucho más impresionantes (La casa de los espejos, la gala en Roma, el museo de arte moderno...). Aunque la historia de esta secuela sea más simplona que la de la primera parte, en esta se explota al maximo el fascinante universo que se presentó vagamente en la primera. John Wick sigue siendo una maquina de matar y su carisma no ha decaído lo más mínimo. La puesta en escena es mucho más impresionantes, al igual que sus coreografiadas escenas de acción y su dirección.
En resumén, esta secuela mantiene los elementos que hacían grande a la primera parte y los elevaba al cuadrado; aunque la historia es simplona, su universo y su protagonista siguen siendo muy ricos. Una fantástica secuela no tan revolucionaria.
Tras hundir el imperio mafioso de la familia Tarasov, John Wick (Keanu Reeves) ha completado su venganza y ahora puede vivir tranquilo. Esa tranquilidad se verá perturbada cuando el mafioso Santino D'Antonio (Ricardo Scamarcio), visita a John para pedirle que le devuelva un favor.
La cinta es una exacerbación de la primera: Hay mucha más acción y escenas mucho más impresionantes (La casa de los espejos, la gala en Roma, el museo de arte moderno...). Aunque la historia de esta secuela sea más simplona que la de la primera parte, en esta se explota al maximo el fascinante universo que se presentó vagamente en la primera. John Wick sigue siendo una maquina de matar y su carisma no ha decaído lo más mínimo. La puesta en escena es mucho más impresionantes, al igual que sus coreografiadas escenas de acción y su dirección.
En resumén, esta secuela mantiene los elementos que hacían grande a la primera parte y los elevaba al cuadrado; aunque la historia es simplona, su universo y su protagonista siguen siendo muy ricos. Una fantástica secuela no tan revolucionaria.
30 de julio de 2019
30 de julio de 2019
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Desde que descubrimos en la primera entrega al personaje de John Wick, tenemos claro que tanto la acción, como el menú a base de ensaladas de hostias, van unidas de la mano, formando un trío inseparable con nuestro protagonista.
Aquello lo desencadenó la muerte de un perro, en esta segunda parte es el honor. Wick no quiere problemas, solo vivir tranquilo con su amigo canino, pero la violencia es un imán para su ser. Hace tiempo hizo un pacto de sangre con un hombre muy peligroso y ha llegado la hora de que aquel le reclame el favor...asesinar a su hermana. Todo eso desencadenará unos hechos al cual más violento. Acción, acción y más acción. Esta saga no te da tiempo a aburrirte, porque va a una velocidad endiablada. creo que calculé durante la proyección más de 70 muertos por sus manos, una auténtica locura.
Para los amantes del cine de acción, John Wick es savia nueva, un personaje que nos trae de vuelta a esos protagonistas de antaño, donde las peleas, los tiros y las muertes, son los ingredientes de su día a día.
Aquello lo desencadenó la muerte de un perro, en esta segunda parte es el honor. Wick no quiere problemas, solo vivir tranquilo con su amigo canino, pero la violencia es un imán para su ser. Hace tiempo hizo un pacto de sangre con un hombre muy peligroso y ha llegado la hora de que aquel le reclame el favor...asesinar a su hermana. Todo eso desencadenará unos hechos al cual más violento. Acción, acción y más acción. Esta saga no te da tiempo a aburrirte, porque va a una velocidad endiablada. creo que calculé durante la proyección más de 70 muertos por sus manos, una auténtica locura.
Para los amantes del cine de acción, John Wick es savia nueva, un personaje que nos trae de vuelta a esos protagonistas de antaño, donde las peleas, los tiros y las muertes, son los ingredientes de su día a día.
23 de abril de 2017
23 de abril de 2017
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Os pongo en situación, hace escasas semanas rebuscando por Filmaffinity alguna película de acción idónea para noches en las que no te apetece pensar, leer o ir más allá de los sonidos de disparos, encontré ‘John Wick’, el argumento era de lo más laxo posible; asesino en serie, venganza y gángsters. Ingredientes perfectos para ver damiselas en apuros, machos con pelo en pecho y una retahíla de clichés andantes que 2 horas después me hicieran marcar con un 4 o 5 la susodicha película. Y joder, John Wick era mucho más que eso.
Con esta condición y sensación fui a ver su continuación directa (comienza horas después de la primera): John Wick, ‘Pacto de Sangre’ (o ‘Chapter Two’ para los puretas). Y saltándome todo orden narrativo posible diré que es holgadamente mejor que su antecesora y he disfrutado como un crío. Las razones a continuación.
Es probablemente el mejor ejemplo de cómo con tan pocos recursos (alrededor de 40 millones de dólares ambas películas), en tan poco tiempo (4 horas de metraje escasas y menos de 3 años entre una película y otra) y con tan poca promoción se puede construir una leyenda. No quiero inducir a equívocos, ‘John Wick’ no ha inventado la rueda o su nombre será recordado por la eternidad, pero lo que ha conseguido es digno de elogio. Y entre ello destaca la mitología que hay detrás de ellas; ‘El Continental’, El Alto Consejo, La Mesa Redonda, los Pagarés o Pactos de Sangre, subsistemas de asesinos y espías vertebrados por reglas (sí, asesinos y reglas), las Grandes Familias Mafiosas…
Todo construido con precisión y reposo, y que constituye el fondo de la historia, la historia de John Wick, el hombre del saco (o ‘Baba Yaga’), capaz de crear leyendas sobre cómo puede matar a 3 hombres con un lápiz para acto seguido demostrarlo. Máquina de matar y humano con desarrollo emocional, con dolor y rabia. Pero al fin y al cabo esto no es una película de Will Smith (‘Belleza Oculta’) y de lo que se trata es de matar.
La fotografía de la película es espectacular, sin ánimo de ofender a Jonathan Sela (‘John Wick’), Dan Laustsen (‘John Wick: Pacto de Sangre’) se saca de la manga un contraste de colores increíbles, desde el azul frío y solitario de Nueva York hasta el oscuro, apagado y tranquilo del museo o ‘El Continental’, pasando por los rojos cálidos de Roma.
La dirección de la película, y en especial de las escenas de acción, es de lo mejor del filme. Escenas que te muestran la acción (no como Resident Evil 6) y sin marearte o abusar de giros de cámara gratuitos (Fast 8). El sonido y la música son grandes acompañantes, en especial el tema principal de la cinta (‘Battle Royale By Apashe’).
Los problemas siguen siendo los reiterados por todas las cintas del mismo tipo. Si bien es cierto que ha mejorado en comparación a su primera parte, los villanos siguen dando de todo menos miedo. Asco, irritación, ira, incluso vergüenza ajena, pero no miedo. Probablemente el rapero Common (que interpreta a ‘Cassian’) sea el único que se salve por cómo llevan su relación con el protagonista. Además la escena de los espejos (creada para ser la mejor de la cinta) no alcanza las expectativas y fracasa en parte. Es borrosa, difícil de apreciar y no tiene el mismo impacto que el asalto a la discoteca de la anterior.
Ian McShane y Laurence Fishburne (Morfeo se ha reunido con Neo al fin) son oro puro desperdiciado. Junto con Keanu Reeves, lo mejor de la cinta. Un Keanu Reeves que ha encontrado al sucesor de Neo (era difícil, para qué engañarnos), ha tardado en llegar pero el alterego de John Wick lo ha conseguido.
Deseo que la película llegue al gran público porque se lo merece, merece ser conocida y ganar dinero por su diversión de gran calidad. Sin embargo, y al mismo tiempo, me aterroriza que las empresas entren de por medio al ver un filón de dólares y echen a perder la franquicia. Habrá tercera parte (la segunda ha recaudado más del doble que la primera), y el éxito de ésta dependerá en gran medida de que sigan dejando total libertad para crear tanto a director, guionista como posproducción. Lo repito, no estamos ante la reinvención del cine de acción (mucho menos del general), pero sí ante diversión y entretenimiento de calidad, que no te toma por imbécil, sino por alguien deseoso de ver una buena película y de no arrepentirse de haber tirado 2 horas de su vida a la basura.
De todas formas, el árbol y el fruto ya están ahí, el mito ha cobrado vida. La longevidad de este último dependerá de cómo se cuide y riegue al primero. Tenemos John Wick para rato, y mi niño del interior se siente feliz.
Más críticas en: https://masalladelelbablog.wordpress.com/
Con esta condición y sensación fui a ver su continuación directa (comienza horas después de la primera): John Wick, ‘Pacto de Sangre’ (o ‘Chapter Two’ para los puretas). Y saltándome todo orden narrativo posible diré que es holgadamente mejor que su antecesora y he disfrutado como un crío. Las razones a continuación.
Es probablemente el mejor ejemplo de cómo con tan pocos recursos (alrededor de 40 millones de dólares ambas películas), en tan poco tiempo (4 horas de metraje escasas y menos de 3 años entre una película y otra) y con tan poca promoción se puede construir una leyenda. No quiero inducir a equívocos, ‘John Wick’ no ha inventado la rueda o su nombre será recordado por la eternidad, pero lo que ha conseguido es digno de elogio. Y entre ello destaca la mitología que hay detrás de ellas; ‘El Continental’, El Alto Consejo, La Mesa Redonda, los Pagarés o Pactos de Sangre, subsistemas de asesinos y espías vertebrados por reglas (sí, asesinos y reglas), las Grandes Familias Mafiosas…
Todo construido con precisión y reposo, y que constituye el fondo de la historia, la historia de John Wick, el hombre del saco (o ‘Baba Yaga’), capaz de crear leyendas sobre cómo puede matar a 3 hombres con un lápiz para acto seguido demostrarlo. Máquina de matar y humano con desarrollo emocional, con dolor y rabia. Pero al fin y al cabo esto no es una película de Will Smith (‘Belleza Oculta’) y de lo que se trata es de matar.
La fotografía de la película es espectacular, sin ánimo de ofender a Jonathan Sela (‘John Wick’), Dan Laustsen (‘John Wick: Pacto de Sangre’) se saca de la manga un contraste de colores increíbles, desde el azul frío y solitario de Nueva York hasta el oscuro, apagado y tranquilo del museo o ‘El Continental’, pasando por los rojos cálidos de Roma.
La dirección de la película, y en especial de las escenas de acción, es de lo mejor del filme. Escenas que te muestran la acción (no como Resident Evil 6) y sin marearte o abusar de giros de cámara gratuitos (Fast 8). El sonido y la música son grandes acompañantes, en especial el tema principal de la cinta (‘Battle Royale By Apashe’).
Los problemas siguen siendo los reiterados por todas las cintas del mismo tipo. Si bien es cierto que ha mejorado en comparación a su primera parte, los villanos siguen dando de todo menos miedo. Asco, irritación, ira, incluso vergüenza ajena, pero no miedo. Probablemente el rapero Common (que interpreta a ‘Cassian’) sea el único que se salve por cómo llevan su relación con el protagonista. Además la escena de los espejos (creada para ser la mejor de la cinta) no alcanza las expectativas y fracasa en parte. Es borrosa, difícil de apreciar y no tiene el mismo impacto que el asalto a la discoteca de la anterior.
Ian McShane y Laurence Fishburne (Morfeo se ha reunido con Neo al fin) son oro puro desperdiciado. Junto con Keanu Reeves, lo mejor de la cinta. Un Keanu Reeves que ha encontrado al sucesor de Neo (era difícil, para qué engañarnos), ha tardado en llegar pero el alterego de John Wick lo ha conseguido.
Deseo que la película llegue al gran público porque se lo merece, merece ser conocida y ganar dinero por su diversión de gran calidad. Sin embargo, y al mismo tiempo, me aterroriza que las empresas entren de por medio al ver un filón de dólares y echen a perder la franquicia. Habrá tercera parte (la segunda ha recaudado más del doble que la primera), y el éxito de ésta dependerá en gran medida de que sigan dejando total libertad para crear tanto a director, guionista como posproducción. Lo repito, no estamos ante la reinvención del cine de acción (mucho menos del general), pero sí ante diversión y entretenimiento de calidad, que no te toma por imbécil, sino por alguien deseoso de ver una buena película y de no arrepentirse de haber tirado 2 horas de su vida a la basura.
De todas formas, el árbol y el fruto ya están ahí, el mito ha cobrado vida. La longevidad de este último dependerá de cómo se cuide y riegue al primero. Tenemos John Wick para rato, y mi niño del interior se siente feliz.
Más críticas en: https://masalladelelbablog.wordpress.com/
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