Sin saber por que el filme se llama el Conjuro 2, más allá de que se compartan los mismos personajes protagonistas que la obra del 2013, puedo decir que esta secuela cumple bien con lo que vende. Lo que yo llamo el susto fácil. Pero hay que aceptar también que Wan lo sabe estilizar muy bien ofreciendo un producto con transiciones muy llenas de dinamismo y secuencias con buenos efectos especiales. Seria mezquino decir que el producto no funciona creando tensión, sobre todo al final, y esto a pesar de repetir su formula una y otra vez, el secreto siempre está en la estilización y el buen trabajo de sus dos actores principales, Farmiga y Wilson, siguen luciendo muy bien como el matrimonio Warren. Lo demás es más de lo mismo, no busquen un producto que trate de reflexionar o ahondar en su argumento, toda la puesta en escena sirve para crear los sustos habituales, como si se tratara de un viaje en una casa del terror en donde no importa lo que se nos cuenta, lo que importa son los gritos conseguidos. De todos modos, para este humilde servidor, esta segunda aventura de los Warren está por encima de la media general de los productos del género que hacen actualmente. Y no dudo que le ira bien en la taquilla, porque su acabado final está lleno buenas secuencias, y sustos detrás de las puertas que harán brincar a más de uno.

Lo bueno

Farmiga y Wilson le dan un nivel superior al filme, sin estos personajes, el filme seria uno más, el vínculo de su unión y su conflicto dramático es lo que más sobresale en la propuesta.
Buenos efectos especiales y acabado artístico de la propuesta.
Una mezcla de sonido que agrega valor a toda la propuesta.
Buenas secuencias de transición de escenas

Lo Malo

Lo repetido que luce todo, la poca exploración del mundo propuesto, tener una oportunidad de ofrecer más de lo que se hizo.
Las exageraciones del desenlace.

Manteniendo una estructura narrativa similar a la primera Expediente Warren: The Conjuring, nos volvemos a introducir de lleno en un nuevo caso de esta pareja real de demonólogos que prácticamente provocará las mismas inquietantes sensaciones, mérito en gran parte de su director James Wan. En esta ocasión han decidido coger un camino más explícito, incrementando los sustos por subida de volumen y con una puesta en escena más espectacular y fantasiosa, sobretodo en su tramo final, que le quita parte del realismo y la cotidianidad que tanto perturbaban en la anterior entrega. Aún así, da la impresión de estar recorriendo un pasaje del terror en el que hacen uso de efectivos recursos terroríficos para hacernos pasar un mal rato desde el primer al último instante

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No había visto la primera parte pero si que me tragué aquello de ANNABELLE que hizo que, en esta ocasión, fuese al cine con bastantes reticencias. El terror es uno de mis géneros favoritos y suelo ser bastante exigente ante la proliferación de terrores de baja calidad con guiones calcados unos de otros.
James Wan nos ofrece una pequeña gran obra maestra del género ahondando en una historia "real" que yo conocía bien por haber hecho varios artículos de prensa sobre el tema. El resultado final es de muy alta calidad tanto en su contenido como en su ejecución.
Una película con sustos que, a pesar de ser previsibles, consiguen su efecto de sorprender y uno se plantea como puede ser tan tonto de asustarse con una escena cantada.
Correctos los actores y extraordinarios todos los componentes técnicos. Esperamos expectantes una nueva entrega y yo, por mi parte, trataré de rescatarla en pantalla grande. ¡Cómo extraño los cines de programa doble!

Hacia tiempo que no lo pasaba tan mal viendo una película de terror. La verdad es que no me apetece ver este genero, lo veo sin recursos. Siempre basado en lo mismo y que no aporta nada. Pero no es el caso de esta película o tal vez sea lo que me esperaba de ella.
La película dura dos horas y estuve en tensión prácticamente todo el metraje y eso dice mucho a su favor, hacia tiempo que no disfrutaba tanto de una película de este genero. Un placer.

En esta secuela, James Wan mantiene prácticamente intacta la fórmula que tan bien ejecutó en "The Conjuring" tres años antes. La producción es otra vez excelente (aunque quizás al CGI le hubiera venido bien algo más de presupuesto): perfecto timing en la edición de las escenas; soberbio diseño de sonido; geniales momentos de horror visual; y personajes y diálogos realistas interpretados por un excelente cast.

Pero se supera porque pule sus defectos. Las pequeñas lagunas que se encontraban en la primera, en esta se evitan con un ritmo frenético que no le impide contar la historia con la misma efectividad. Además agrega una apropiada cantidad de buen humor que aligera los momentos de exposición y de introducción de la trama, que por su parte, conecta mejor la historia personal de los protagonistas Lorraine, con la de los personajes presentado en el caso que investigan.

Eso sí, como parte de su "fórmula", sigue utilizando todos los clichés habidos y por haber (aunque terminé con la sensación de que se repitió menos que la primera), incluyendo el uso de muchos "jumpscares" que a muchos parece molestar. Como en la primera, el valor e importancia de la forma de usar estos elementos es debatible, pero como en la primera, la calidad de la película me parece que no lo es.