Transformers - La venganza de los caídos

No lo voy a negar: Me hago viejo.

Me gusta emplear la materia gris cuando veo una película, apreciar sus detalles, preocuparme por si el guión tiene coherencia... Pero quiero pensar que tampoco soy tan exigente, ya que con Transformers, la primera película, disfruté viéndola, siendo consciente de sus errores y pasándomelo bien hasta el punto en que he llegado a verla en DVD unas tres veces. Fui a ver la secuela con la intención de divertirme y pasármelo bien sin necesidad de fijarme en cada detalle. Pero ha sido imposible. Me hago viejo.

O bien en todo hay un límite.

Y aquí lo he alcanzado, no puedo creerme que una película pueda desatenderse tanto del argumento de su precuela para hacer lo que le dé la gana y montarse un tinglado de tres pares de narices con un guión que cabe en la esquina de una servilleta. O mejor dicho, la premisa no es que sea mala, sino que el desarrollo no puede ser más ridículo, desaprovechado o desastroso. Hay cosas en el argumento que no se comprenden, montones de personajes de relleno (¿de verdad hacían falta TANTOS personajes cómicos?) y situaciones que es imposible saber a cuento de qué vienen. Es tan espantoso el nivel de chorradas, burradas y cosas extrañas que pasan que es insólito para todo espectador que quiera saber qué cojones está pasando. Cosas como pirámides que esconden enormes artefactos ocultos durante siglos dios sabe cómo o el increíble nivel de teleportación de los personajes, que explotan el proverbial: "Hemos llegado a tiempo" hasta niveles nunca antes vistos. Y mejor no hablo de lo previsible que es todo o la manera en que se resuelven las cosas en dos minutos.

Eso sí, técnicamente es una pasada, en efectos especiales pocas películas pueden hacer sombra a esta y es en lo único que sale ganando. Eso y Megan Fox, que tampoco es un prodigio actuando, pero es que la pobre mucho papel que explotar no es que tuviera, que digamos. Salvando esos detalles, el resto está espantoso, el protagonista ha perdido gran parte de su carisma y los que les acompañan... casi mejor no hablar. Luego está el humor que la película desprende y no se molesta en ocultar. Quien quiera chistes de todo tipo y diálogos chorras sin venir a cuento sin una sola conversación normal va a estar de enhorabuena, porque de verdad que he tenido la impresión de que no hace falta una "Transformers Movie" de los mismos de "Scary", "Date" o "Meet the Spartans" para parodiar esto, ya que la película es una parodia en sí misma.

Y todo esto durante dos horas y media sin pausa ni respiro, a la hora ya estás deseando que acabe. Algunos la defienden diciendo que es entretenida, yo ni puedo decir eso.

No la recomiendo, para nada.

La venganza de los caídos a mi parecer, me resultó como pedir una caja de papas de las más grandes (tamaño extra familiar) y un refresco pasado de azúcar y del mismo tamaño, cuando terminé dije: no más, suficiente. En general es una película muy espectacular en cuanto al desarrollo de la acción y los efectos visuales, pero en esta ocasión, Michael Bay por tratar de impresionar se olvido del argumento y nos mostró un gran derroche visual. Cosa que me resultó demasiado empalagosa, tanto, que ni siquiera la pude digerir, al final quedé con la sensación de haber visto una muy regular película animada llena de mucha acción. A pesar de la espectacularidad en efectos visuales, La Venganza de los Caídos no llenó mis expectativas, le falto mucho para convertirse en una buena película, insisto, desde mi punto de vista. La recomiendo sólo para quienes quieran ir a divertirse un rato al cine con sus amigos.

No soporto a Michael Bay. Haciendo algo de memoria, creo que precisamente el único film suyo que aprobé fue "Transformers". Y tenía la esperanza de encontrar la misma energía infantil en esta nueva entrega (a pesar de sus despropósitos conseguía ser adorable y, a su modo, épica, gracias seguramente a la producción de Spielberg) pero el señor Bay me ha vencido de nuevo con otro ejercicio de bravuconería. Una auténtica machorrada donde subyace un texto tan machista y homófobo que debería preocuparles a muchos que la alaban.

La película (en sus dos horas y mucho pico de duración) es un absoluto homenaje enfebrecido a aquella masculinidad neolítica que hace mucho que ya no se lleva. De hecho, convierte a los dos principales (y únicos) personajes femeninos en objetos más inanimados y ridículos que las propias máquinas. Todos los enfoques de cámara de Megan Fox van destinados a las revistas cachondas, desde su primera aparición sentada a horcajadas en una motaza hasta la carrera final cuando escapa de los malos haciendo botar sus atributos a cámara lentísima. Basta señalar el comentario que le dirige uno de los robots (precisamente uno de los más carismáticos: "estás muy buena, pero eres poco lista"). ¿Y qué decir del personaje de la madre del héroe? No cabe imaginar caricatura más ridícula e histérica de una mujer.

También debería alguien recordarle al señor Bay que en los tiempos que corren nadie va a asustarse por ver una reanimación boca a boca entre dos hombres. Es lo que parece temer el director cuando en ese momento aparta la cámara sutilmente para no dañar la sensibilidad de alguien (o la suya propia). Sin embargo, sí que parece conveniente que los robots eduquen a las nuevas generaciones con algún chiste despectivo hacia el típico chico cobardica: "anda, vete con tu novio jajajaja".

"Transformers 2" también alaba de una forma extravagante los valores militares estadounidenses. No tanto por patriotismo (los personajes diplomáticos o burócratas los suele representar siempre como bufones inútiles) sino más bien por, me parece a mí, una necesidad acomplejada y/o afectiva hacia el ejército. Es posible que al director le hubiese encantado obtener alguna medalla en su juventud, pero ahora que está pitopaúsico perdido muestra, en la última parte de la peli, un despliegue de cazas, buques, tanques, infantería y caballerías varias de un modo tan abrumador y cansino que roza la propaganda armamentística. Sin ser psicoanalista, creo humildemente que el señor Bay debería curar sus complejos en alguna clínica y no haciendo películas.

Y si le he subido algo la nota es porque hay que reconocer también ciertas virtudes: francamente, los efectos visuales y de sonido son de diez, aunque ni igualan ni superan a los de la primera entrega. Y contiene algunos momentos divertidos, aunque la satisfacción nostálgica de ver a Óptimus y compañía ha perdido ya el empuje de la ilusión, la intriga y la sorpresa.

La verdad es que no puedo decir que la primera película de los transformers fuera de mi entusiasmo, así que tenía que suponer, ya antes de entrar en la sala, que su secuela volara a menor altura que su predecesora y que esa altura fuera más bien baja.

Y así es. La película entretiene hasta cierto punto si le echas ganas y buena voluntad. Te hartas de escenas de tiros, alguna buena, aunque, en general, carentes de una mínima tensión argumentativa que uno esperaría de un director algo más que mediocre como Michael Bay.

Todo resulta muy confuso y como mucho se puede decir que no llega a aburrir al punto de la desconexión. Distinguir un transformer bueno de los malos es tarea harta complicada; el argumento apenas pasa de un esbozo de tres páginas con el que un guionista joven quisiera convencer al productor de turno de sus dotes artísticas y sobre todo, y ya para acabar, sobran tantos minutos como ideas faltan. Lo juro: no vuelvo a la próxima secuela.

Ni la presencia de Turturro cuya intervención es la de mejor actuación, no levanta el valor como película de este bodrio mecanizado. El final se sabe de antemano y todos sobreactúan de una manera ridícula. Emoción?, ninguna. La forma de las imágenes de acción son tan confusas, entrepuestas, con tanto movimiento que ni siquiera se disfruta los efectos especiales. Bastaría hacer un videoclip y resumir las transformaciones . y MEGAN?. COGIDA DE LA MANO LA MITAD DE LA PELÍCULA corriendo no se sabe a donde ni para qué?


Transformers2: Adefesio y despilfarro de dinero.