Mundos fantásticos, paisajes increíbles, seres fabulosos, flora y fauna asombrosas, artilugios portentosos, planos imposibles, acción, brillo, color a toneladas...Qué pena: todo digital.
Avatar es, sin duda, un entretenimiento palomitero de primer orden. Y punto. De ahí a que sea considerada por algunos como obra maestra del cine va un abismo. Y hacer ese ejercicio de reduccionismo simplón otorgando un mérito desmesurado a unos buenos efectos especiales, me parece pobre, irrespetuoso y hasta peligroso para el cine.
Un bonito decorado no debe ser considerado como el elemento base para construir una película. Al menos no con la pretensión de que te salga una joya cinematográfica. Esta peli es una joya tecnológica. Hoy. Todavía. Consecuentemente, dada la velocidad en los avances tecnológicos, no a mucho tardar habrá pasado a la consideración de las"del montón".
Que hay del resto de elementos que conforman ese maravilloso mundo del cine y que contribuyen a que sea elevado a la categoría de arte....?
Guión plano, trama previsible, un barniz ecologista cara a la galería, interpretaciones...interpretaciones?
A todos se nos vienen a la cabeza títulos irrepetibles de décadas pasadas, incluso de la actual, en las que los efectos especiales, ahora digitalización, son un elemento importante de su producción. Un ingrediente más en la elaboración de una cocina que da como resultado un plato mágico y único.
En fin, que estamos ante una bonita peli de dibujos animados.
Por cierto, os suena una que se titulaba Blade Runner? Pues eso.

Larga, agobiante y mediocre. El propósito de Cameron, como siempre, es entregar un producto tedioso y consumible en lugar de una buena pieza cinematográfica. Las grandes proporciones de los conceptos artísticos y los efectos especiales resultan ser opacadas por el guión trillado y débil, lo que le aporta a la película un carácter de nimiedad comparable casi con la nada en términos cinematográficos.

Avatar se vendió como una auténtica revolución en el séptimo arte. Mezclar la animación con movimientos y el cine en 3D.
Vale, vayamos por partes.
James Cameron no ha inventado nada, el 3D existe desde hace muchísimo tiempo y la captura por movimiento existe desde aproximadamente 2002, y creo recordad que fue "El Señor de los Anillos" la primera película que lo usó. Puedo equivocarme.
Con esta tecnología, James Cameron logra un espectáculo visual y de efectos apabullante. Una cosa extraordinaria, pero a nivel narrativo es un auténtico tostón. Una película que plagia a "Bailando con lobos" o "Pocahontas". Y encima dura tres horas que no se pasan volando precisamente.
El guión no es una maravilla, es una plantilla.
Como espectáculo de efectos especiales, es una obra maestra
Como película, un mero espectáculo
Como obra del séptimo arte, habrá que ver

Pues eso. Es un ultramegahiper remake de Pocahontas. Un ejercicio de técnica hiper-vacío. La potencial mejor película de la historia frenada por un guión de niños.

Si te gustó la película de animación "Pocahontas", puedes encontrar esta versión actualizada en un futuro (lejano o no) y disfrutar de su despliegue visual. Si busca algo más que "Pocahontas", es decir, colonialismo civilizador versus organizaciones tribales en armonía con la naturaleza, esta no es tu película. Personalismos a parte, lo me más me gusta es la disputa entre los intereses de las corporaciones coloniales y los investigadores (cuando son lo mismo) y lo que menos la historia de amor romántica que quita espacio a otros aspectos interesantes poco explorado.

Momento: pereza intelectual y entretenimiento visual.