Rocky Balboa
2006 

5.9
32,417
Drama. Acción
El mundo del boxeo está tan devaluado que el campeón Mason Dixon no encuentra un rival a su altura. Han pasado 30 años desde que a Rocky Balboa (Stallone), un hombre sin futuro, se le presentó la oportunidad de boxear y enfrentarse contra el gran campeón Apollo Creed. El coraje y perseverancia de Rocky, tanto en la vida como en el ring, alimentó las esperanzas de millones de personas. Ahora, ya retirado, se pasa las tardes contando ... [+]
5 de febrero de 2019
5 de febrero de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando en 1976, Sylvester Stallone escribió el guión de Rocky -John G. Advilsen- probablemente no imaginaba el éxito que el personaje de Rocky Balboa le iba a reportar. Balboa, personaje de ficción basado en un boxeador llamado Chuck Wepner que saltó a la fama por derribar a Cassius Clay en una pelea celebrada en 1975, es el rol al que Stallone debe casi toda su fama junto a John Rambo.
La sexta entrega de la saga recupera la esencia del original que daba lugar al inicio de la misma, mostrándonos un personajes sencillo, humilde, al que el paso de los años han hecho mella pero que se resiste a caer. Al igual que los edificios más viejos de la ciudad, la parte más gris de Philadelphia a la cual se rinde un homenaje constante durante toda la obra.
Stallone escribe y dirige de manera sencilla, pero a la vez profunda, evitando las florituras y los gestos o diálogos innecesarios. Como cuando lanzaba sus ganchos, la película transita entre momentos de calma, la relación con su hijo, con su cuñado Paulie -Burt Young, Win Win, Los aristócratas del crimen- o con Marie -Geraldine Hughes-, una camarera a la que tres décadas antes había ayudado cuando solo era una cría, con momentos impetuosos, todos ellos relacionados con el combate y la preparación del mismo.
Los tres primeros cuartos del filme están repletos de aspectos cotidianos en la vida del boxeador y las personas que le rodean, acompañados a su vez por flashbacks en los que se recuerda a su difunta esposa. Es en esta parte donde la ciudad de Philadelphia se convierte en un personaje más de la obra, ya que se recorren las mismas calles que aparecían en la primera entrega y se visitan algunos establecimientos (como por ejemplo la tienda de animales donde trabajaba Adrian). Una ciudad que adora y venera al personaje de Rocky.
Las escenas rodadas en el trabajo de su hijo o en el mercado italiano donde se le ve comprando productos para su restaurante son un ejemplo de ese último aspecto. Y no solo pasó en la película puesto que, tal y como los miembros del reparto recuerdan, rodar la secuencia del mercado fue extremadamente difícil por el revuelo que se armó al ver al actor deambulando por el mismo. Stallone, al que todo el mundo en la ciudad llama Rocky o Rock, es un auténtico ídolo, uno de sus símbolos más importantes. Las escaleras que conducen al Museo de Arte de Philadelphia, donde el protagonista sube corriendo con sus míticas Converse negras al ritmo de la canción Gonna fly now, son el lugar donde tanto turistas como residentes imitan a su héroe.
Como curiosidad, destacar que el contrincante del protagonista en el filme es Antonio Tarver, boxeador profesional campeón del semipesado, que fue elegido porque Stallone quería realismo en las escenas de combate. Quería un "actor" que manejase mejor el juego de piernas en el ring que el juego de la interpretación, y Tarver consigue hacer un papel muy digno.
Más datos sobre esta y otras películas en http://argoderse.com
Y en Facebook: https://www.facebook.com/argodersecine
La sexta entrega de la saga recupera la esencia del original que daba lugar al inicio de la misma, mostrándonos un personajes sencillo, humilde, al que el paso de los años han hecho mella pero que se resiste a caer. Al igual que los edificios más viejos de la ciudad, la parte más gris de Philadelphia a la cual se rinde un homenaje constante durante toda la obra.
Stallone escribe y dirige de manera sencilla, pero a la vez profunda, evitando las florituras y los gestos o diálogos innecesarios. Como cuando lanzaba sus ganchos, la película transita entre momentos de calma, la relación con su hijo, con su cuñado Paulie -Burt Young, Win Win, Los aristócratas del crimen- o con Marie -Geraldine Hughes-, una camarera a la que tres décadas antes había ayudado cuando solo era una cría, con momentos impetuosos, todos ellos relacionados con el combate y la preparación del mismo.
Los tres primeros cuartos del filme están repletos de aspectos cotidianos en la vida del boxeador y las personas que le rodean, acompañados a su vez por flashbacks en los que se recuerda a su difunta esposa. Es en esta parte donde la ciudad de Philadelphia se convierte en un personaje más de la obra, ya que se recorren las mismas calles que aparecían en la primera entrega y se visitan algunos establecimientos (como por ejemplo la tienda de animales donde trabajaba Adrian). Una ciudad que adora y venera al personaje de Rocky.
Las escenas rodadas en el trabajo de su hijo o en el mercado italiano donde se le ve comprando productos para su restaurante son un ejemplo de ese último aspecto. Y no solo pasó en la película puesto que, tal y como los miembros del reparto recuerdan, rodar la secuencia del mercado fue extremadamente difícil por el revuelo que se armó al ver al actor deambulando por el mismo. Stallone, al que todo el mundo en la ciudad llama Rocky o Rock, es un auténtico ídolo, uno de sus símbolos más importantes. Las escaleras que conducen al Museo de Arte de Philadelphia, donde el protagonista sube corriendo con sus míticas Converse negras al ritmo de la canción Gonna fly now, son el lugar donde tanto turistas como residentes imitan a su héroe.
Como curiosidad, destacar que el contrincante del protagonista en el filme es Antonio Tarver, boxeador profesional campeón del semipesado, que fue elegido porque Stallone quería realismo en las escenas de combate. Quería un "actor" que manejase mejor el juego de piernas en el ring que el juego de la interpretación, y Tarver consigue hacer un papel muy digno.
Más datos sobre esta y otras películas en http://argoderse.com
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29 de enero de 2024
29 de enero de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace un tiempo que el canal Clásicos por M+ (todo este mes de enero) le está dedicando un ciclo a esta saga, Rocky, y ayer fue el Día Grande, ya que puso las seis cintas de rigor, desde las 13 horas en adelante. Once horas casi, de venga Rocky, qué empacho. Y para rematar la faena, esta Rocky Balboa, el final de la aventura. Como ya había visto las anteriores (menos la II), decidí verla, para así dar por terminada mi aventura particular. Y es que no la vi en su momento, en el cine o en la TV, así que la tenía pendiente.
¿Y qué es lo que tenemos aquí? Pues una gloriosa, muy decente, conclusión a todo el periplo vital del boxeador que ha marcado a toda una generación (como ejemplo de ello, véase esta misma web, la cantidad de reseñas que hay de cada peli, sobre todo de ésta). Desde el principio se respira un aire melancólico fatal, que le va muy bien al personaje, ya en sus horas bajas. Al final, Rocky Balboa no es más que el modelo para muchos de nosotros, que ya arrastramos unos cuantos años, y que vamos ya cuesta abajo. ¿Acaso no es toda vida un combate duro, en donde al final somos derrotados? Algunos lo llevan mejor, otros peor, pero al final nadie sale vivo de este ring terrible. Es lo que le pasa a RB, que pasa sus días lo mejor que puede, ahora que ha perdido a su mujer, la que era su razón de vivir. Adrianna murió de un “cáncer femenino”, como él dice después, y él va casi cada día a su tumba, a recordarla, a estar un poco con ella, como hacen esos viudos inconsolables. Desde este comienzo lamentoso, la peli demuestra ser un drama de los buenos, y emociona, como ninguna otra peli, suponemos que de mucha mayor enjundia.Si lo que le pido a un filme es que no me deje indiferente, RB al final demuestra ser casi una obra maestra, una película que deja poso.
Tras la mala experiencia de Rocky V, que no dejó contento a nadie, tampoco a Stallone, éste vuelve a la dirección, por supuesto al guión, y ¡claro que sí!, a ponerse delante de las cámaras para dar vida, tal vez por última vez, a su más famoso personaje. Rocky está en horas bajas, retirado del boxeo hace tiempo, con un pequeño restaurante, sus animalicos, su triste rutina. Es como si viésemos un documental, en vez de una peli de ficción. Podría ser cualquiera de nosotros, en nuestros tristes días. Pero claro, RB tiene un hijo también, uno que no quiere saber nada del padre, o mejor dicho, que se avergüenza de él. Entre la soledad sentimental y este hijo que no lo acepta, RB es bastante infeliz. Esa especie de romance con la conocida Marie (pues yo no me acordaba de ella, la verdad), muy bien interpretada por Geraldine Hughes, hará que su vida experimente un pequeño destello. Eso, y la perspectiva de un próximo combate con el ganador de los pesos pesados, Mason Dixon, un tipo con pinta de rapero feroz, hará que su vida dé un giro de 180 º por lo menos.
Y es que, no sólo la historia es buena, creíble, y las interpretaciones son buenas también (sobre todo de los actores-personajes principales), sino que en el aspecto técnico, el filme está muy bien hecho, también. La música, tremendamente melancólica de Bill Conti, contribuye a ese clima nostálgico. La fotografía es también buena, y se beneficia de los últimos adelantos técnicos. Todo parece muy cuidado, y al final el resultado es una película que te deja para el arrastre, entiendo que hubo gente que aplaudió en el cine. Si es que, hasta la elección del perro, y el nombre, ¡es acertada! Rocky tiene algo, que te acaricia el corazón. Y si es por la pelea final, pues qué decir: está rodada con un brío inigualable, es sin duda la mejor de la saga, y se usan dos técnicas bien diferentes: en la primera parte, primeros asaltos, pareciera una retransmisión televisiva típica; luego, en la segunda mitad, se vuelve subjetiva, se juega con el color y el blanco y negro (a veces, ambos en el mismo plano, alucinante), y de nuevo se juega también con la subjetividad profunda, imágenes del pasado, presagios de muerte. Todo, todo está cuidado al máximo, y hasta el último segundo, la película te emociona. Cómo lo ha conseguido, no lo sé. Stallone no es un genio precisamente. A lo mejor lo que pasa es que no necesitamos tantos genios, y sí en cambio más gente zumbada, pero con un corazón enorme, capaz de renacer de sus cenizas, y que entone el viejo himno de Bruce Springsteen, No surrender:
'Cause once we made a promise we swore we'd always remember
No retreat, baby, no surrender
¿Y qué es lo que tenemos aquí? Pues una gloriosa, muy decente, conclusión a todo el periplo vital del boxeador que ha marcado a toda una generación (como ejemplo de ello, véase esta misma web, la cantidad de reseñas que hay de cada peli, sobre todo de ésta). Desde el principio se respira un aire melancólico fatal, que le va muy bien al personaje, ya en sus horas bajas. Al final, Rocky Balboa no es más que el modelo para muchos de nosotros, que ya arrastramos unos cuantos años, y que vamos ya cuesta abajo. ¿Acaso no es toda vida un combate duro, en donde al final somos derrotados? Algunos lo llevan mejor, otros peor, pero al final nadie sale vivo de este ring terrible. Es lo que le pasa a RB, que pasa sus días lo mejor que puede, ahora que ha perdido a su mujer, la que era su razón de vivir. Adrianna murió de un “cáncer femenino”, como él dice después, y él va casi cada día a su tumba, a recordarla, a estar un poco con ella, como hacen esos viudos inconsolables. Desde este comienzo lamentoso, la peli demuestra ser un drama de los buenos, y emociona, como ninguna otra peli, suponemos que de mucha mayor enjundia.Si lo que le pido a un filme es que no me deje indiferente, RB al final demuestra ser casi una obra maestra, una película que deja poso.
Tras la mala experiencia de Rocky V, que no dejó contento a nadie, tampoco a Stallone, éste vuelve a la dirección, por supuesto al guión, y ¡claro que sí!, a ponerse delante de las cámaras para dar vida, tal vez por última vez, a su más famoso personaje. Rocky está en horas bajas, retirado del boxeo hace tiempo, con un pequeño restaurante, sus animalicos, su triste rutina. Es como si viésemos un documental, en vez de una peli de ficción. Podría ser cualquiera de nosotros, en nuestros tristes días. Pero claro, RB tiene un hijo también, uno que no quiere saber nada del padre, o mejor dicho, que se avergüenza de él. Entre la soledad sentimental y este hijo que no lo acepta, RB es bastante infeliz. Esa especie de romance con la conocida Marie (pues yo no me acordaba de ella, la verdad), muy bien interpretada por Geraldine Hughes, hará que su vida experimente un pequeño destello. Eso, y la perspectiva de un próximo combate con el ganador de los pesos pesados, Mason Dixon, un tipo con pinta de rapero feroz, hará que su vida dé un giro de 180 º por lo menos.
Y es que, no sólo la historia es buena, creíble, y las interpretaciones son buenas también (sobre todo de los actores-personajes principales), sino que en el aspecto técnico, el filme está muy bien hecho, también. La música, tremendamente melancólica de Bill Conti, contribuye a ese clima nostálgico. La fotografía es también buena, y se beneficia de los últimos adelantos técnicos. Todo parece muy cuidado, y al final el resultado es una película que te deja para el arrastre, entiendo que hubo gente que aplaudió en el cine. Si es que, hasta la elección del perro, y el nombre, ¡es acertada! Rocky tiene algo, que te acaricia el corazón. Y si es por la pelea final, pues qué decir: está rodada con un brío inigualable, es sin duda la mejor de la saga, y se usan dos técnicas bien diferentes: en la primera parte, primeros asaltos, pareciera una retransmisión televisiva típica; luego, en la segunda mitad, se vuelve subjetiva, se juega con el color y el blanco y negro (a veces, ambos en el mismo plano, alucinante), y de nuevo se juega también con la subjetividad profunda, imágenes del pasado, presagios de muerte. Todo, todo está cuidado al máximo, y hasta el último segundo, la película te emociona. Cómo lo ha conseguido, no lo sé. Stallone no es un genio precisamente. A lo mejor lo que pasa es que no necesitamos tantos genios, y sí en cambio más gente zumbada, pero con un corazón enorme, capaz de renacer de sus cenizas, y que entone el viejo himno de Bruce Springsteen, No surrender:
'Cause once we made a promise we swore we'd always remember
No retreat, baby, no surrender
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Hay una secuencia muy buena, al menos a mí me lo pareció, en el tramo central de la peli, cuando él tiene ese altercado en el bar con una chica pedorra, y luego, al acompañar a Marie a su casa en su furgoneta, el amigo de esa chica quiere seguir la bronca. Pareciera que Rocky va a arrancar el coche y va a olvidarse de todo, pero no. En su lugar, decide bajarse, y se dirige hacia donde está ese tío tonto, y le da su merecido. No se puede uno quedar con la rabia dentro, es mejor desahogarse. El estoicismo está bien, pero lo que hace Rocky está mejor. ¡Muy bien, Rocky, así se hace!
2 de enero de 2007
2 de enero de 2007
9 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película pasable que basa casi todo su argumento en la melancólica vida de un ex boxeador que vive el presente pensando en lo que fue y en lo que se ha convertido. Si eres fan de Rocky, te gustará aunque no esperes la acción de otros films de la saga.
10 de febrero de 2007
10 de febrero de 2007
8 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si segundas partes nunca fueron buenas (con honorables excepciones) imagínate sextas... El primer Rocky me gustó, aunque me parece que ha sufrido con el tiempo. Vista de nuevo sigue gustando aunque decepciona un poco. El resto de las secuelas sobran.
En esta ocasión se repiten la misma previsibilidad, lugares comunes, blandenguería y facilonería de las últimas entregas pero se añade el condimento de un argumento absolutamente disparatado. Una de mis dudas antes de ver la película (y de las pocas razones que me animaron a verla) era saber si ésta trancurriría en 1994 y maquillarían a Stallone para que pareciese un poquito mas joven o si éste decidiría imprimir un giro a la serie y el mítico Rocky (a lo Eastwood en Million Dolar Baby) se reconvertiría en preparador de una joven figura del ring. Lo que menos podía imaginar es a un Rocky con 60 años combatiendo con el campeón del mundo.
Si hasta ese momento la película se hace repetitiva, innecesaria y blandengue a partir de ahí se transforma en una diarrea mental sólo apta para los muy fans (supongo). No llegué hasta el final, así que no sé si el Tyson de la "peli" mata a Rocky, si éste con alguna ayuda divina vuelve a ser campeón del mundo o qué demonios pasa. Sin ánimo de ofender a los fans, y como Stallone no parece decidido a acabar con la serie, casi espero que haya sido lo primero. Aunque dados los antecedentes ¿quien puede garantizar que incluso con Rocky muerto no veremos un Rocky XXV luchando por el campeonato mundial de los superzombis?. En fin... Lo mejor será no repetir la experiencia.
En esta ocasión se repiten la misma previsibilidad, lugares comunes, blandenguería y facilonería de las últimas entregas pero se añade el condimento de un argumento absolutamente disparatado. Una de mis dudas antes de ver la película (y de las pocas razones que me animaron a verla) era saber si ésta trancurriría en 1994 y maquillarían a Stallone para que pareciese un poquito mas joven o si éste decidiría imprimir un giro a la serie y el mítico Rocky (a lo Eastwood en Million Dolar Baby) se reconvertiría en preparador de una joven figura del ring. Lo que menos podía imaginar es a un Rocky con 60 años combatiendo con el campeón del mundo.
Si hasta ese momento la película se hace repetitiva, innecesaria y blandengue a partir de ahí se transforma en una diarrea mental sólo apta para los muy fans (supongo). No llegué hasta el final, así que no sé si el Tyson de la "peli" mata a Rocky, si éste con alguna ayuda divina vuelve a ser campeón del mundo o qué demonios pasa. Sin ánimo de ofender a los fans, y como Stallone no parece decidido a acabar con la serie, casi espero que haya sido lo primero. Aunque dados los antecedentes ¿quien puede garantizar que incluso con Rocky muerto no veremos un Rocky XXV luchando por el campeonato mundial de los superzombis?. En fin... Lo mejor será no repetir la experiencia.
1 de noviembre de 2008
1 de noviembre de 2008
6 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
La sexta entrega del potro italiano defraudará a seguidores y amantes del cine en general. Una película que nunca debió ver la luz y tristemente destrozó como en otros casos a un héroe. La pantalla nos muestra un boxeador en decadencia, olvidado y que vive en su recuerdo de tiempos mejores. Un hombre sin futuro, sin amor, con un hijo que no le valora y una sociedad que le rechaza como el gran personaje que una vez fue.
La idea de un hombre al que se le priva de un derecho, de su verdadera pasión como es boxear es quizas lo más reseñable de esta lamentable película. Esto y la idea de un hijo que no comprende y valora a su padre como es debido es lo mejor.
Pero lo malo se antepone a lo bueno. Y es desgraciadamente la faceta negativa la que se impone en la película de Stallone. Veamos los puntos negativos:
La película es más lenta que un dia sin pan. Avanza lentamente con planos y escenas largos e innecesarios. Resulta sorprendente que en una película de boxeo de Rocky el protagonista no se enfunde los guantes en toda la primera hora de película. Pues si, señores, Rocky es una película de boxeo solo en su media hora final ¿peró esto no es una cinta de boxeo?
La actuación de Stallone es lamentable tanto detrás de la camara como frente a ella. En la dirección falla en sus ya mencionados pesados y repetitivos planos. Y en su labor de actor chupa mas camara que Paquirrin con sus escarceos amorosos. Refleja un personaje demacrado no se sabe si por el maquillaje o por su avanzada edad, nada creible. Te preguntás como un abuelete de 60 años puede hacer frente a supuestamente el mejor boxeador del momento. Uno no puede por menos que pensar en un combate con Mohamed Ali con su cacha y Mike Tyson.
El rival de Rocky carece del carisma de Drago, Mr T o el genial Apollo Creed. Como curiosidad decir que en la película aparece Mike Tyson, tal vez ese papel tan innecesario si Stallone hubiese tenido un momento de cordura podía haber sido mejormente aprovechable ¿porqué no un combate Rocky-Tyson? tal vez Stallone se lo planteó pero viendo la locura de Tyson y ante el peligro de que este se saliera del guión y le propinara un buen derechazo de verdad desestimó la opción. El rival de Rocky no da miedo y no parece un peso pesado.
Para acabar decir que Rocky es muy pesado en sus diálogos. Que tiemble Schwarzenegger porque los discursos de Stallone en esta película nos demuestran que como orador no tiene precio y que podría peligrar el puesto de gobernador de Arnold. Es sin duda un Rocky dialogante, diálogos que sin exagerar pueden llegar a durar diez minutos. Incluso Rocky puede llegar a aburrir a sus seres queridos enterrados ¡por favor Rocky deja que estas personas descansen en paz!
En resumen no merece la pena hacer más sangría de este fracaso de revitalizar al mito. Es una película totalmente prescindible, con un personaje muerto, nada creible, pesimamente interpretado, dirigido y cansino muy cansino.
La idea de un hombre al que se le priva de un derecho, de su verdadera pasión como es boxear es quizas lo más reseñable de esta lamentable película. Esto y la idea de un hijo que no comprende y valora a su padre como es debido es lo mejor.
Pero lo malo se antepone a lo bueno. Y es desgraciadamente la faceta negativa la que se impone en la película de Stallone. Veamos los puntos negativos:
La película es más lenta que un dia sin pan. Avanza lentamente con planos y escenas largos e innecesarios. Resulta sorprendente que en una película de boxeo de Rocky el protagonista no se enfunde los guantes en toda la primera hora de película. Pues si, señores, Rocky es una película de boxeo solo en su media hora final ¿peró esto no es una cinta de boxeo?
La actuación de Stallone es lamentable tanto detrás de la camara como frente a ella. En la dirección falla en sus ya mencionados pesados y repetitivos planos. Y en su labor de actor chupa mas camara que Paquirrin con sus escarceos amorosos. Refleja un personaje demacrado no se sabe si por el maquillaje o por su avanzada edad, nada creible. Te preguntás como un abuelete de 60 años puede hacer frente a supuestamente el mejor boxeador del momento. Uno no puede por menos que pensar en un combate con Mohamed Ali con su cacha y Mike Tyson.
El rival de Rocky carece del carisma de Drago, Mr T o el genial Apollo Creed. Como curiosidad decir que en la película aparece Mike Tyson, tal vez ese papel tan innecesario si Stallone hubiese tenido un momento de cordura podía haber sido mejormente aprovechable ¿porqué no un combate Rocky-Tyson? tal vez Stallone se lo planteó pero viendo la locura de Tyson y ante el peligro de que este se saliera del guión y le propinara un buen derechazo de verdad desestimó la opción. El rival de Rocky no da miedo y no parece un peso pesado.
Para acabar decir que Rocky es muy pesado en sus diálogos. Que tiemble Schwarzenegger porque los discursos de Stallone en esta película nos demuestran que como orador no tiene precio y que podría peligrar el puesto de gobernador de Arnold. Es sin duda un Rocky dialogante, diálogos que sin exagerar pueden llegar a durar diez minutos. Incluso Rocky puede llegar a aburrir a sus seres queridos enterrados ¡por favor Rocky deja que estas personas descansen en paz!
En resumen no merece la pena hacer más sangría de este fracaso de revitalizar al mito. Es una película totalmente prescindible, con un personaje muerto, nada creible, pesimamente interpretado, dirigido y cansino muy cansino.
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