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Blade Runner

Ciencia ficción. Acción Noviembre de 2019. A principios del siglo XXI, la poderosa Tyrell Corporation creó, gracias a los avances de la ingeniería genética, un robot llamado Nexus 6, un ser virtualmente idéntico al hombre pero superior a él en fuerza y agilidad, al que se dio el nombre de Replicante. Estos robots trabajaban como esclavos en las colonias exteriores de la Tierra. Después de la sangrienta rebelión de un equipo de Nexus-6, los Replicantes fueron ... [+]
Críticas 628
Críticas ordenadas por utilidad
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7
20 de julio de 2020
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mis recuerdos de chico sobre 'Blade Runner' eran vagos y borrosos, sumergidos en una atmósfera hostilmente obscura, vaporosa e indefinida... y mi memoria no me falló, es tal cual la recordaba.

Son de los típicos filmes que detrás de lo básico de su relato esconden un contenido más profundo y reflexivo, si se quiere filosófico, sacándonos de la mediocridad del cine actual.
'Blade Runner' es un clásico con una impronta tan única e influyente que termina inspirando y abriéndole la Puerta de Tannhäuser a, por ejemplo, Neo y compañía.
Y el argumento es bueno, rígido y lineal, no confunde con giros pelotudos aunque, vale aclarar, con un metraje excesivamente largo para lo que trata de contar.

Los actores están correctos, logrando equilibrio entre todos los personajes ya que no se superan entre sí ni se pisan los talones y, por ende, el peso del film recae sobre todos ellos de manera orgánica.

Lo mejor: los efectos especiales tan característicos de una etapa ochentosa tan genial, sentida y tangible, en contraposición al actual CGI tan choto, hueco y robótico.

Lo peor: no se explican determinados puntos, como por ejemplo la razón por la cual trabaja la replicante Zhora, siendo esto una contradicción de acuerdo a las necesidades de un replicante y lo que el mismo representa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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Lo más notable, su final: primero por el monólogo de Roy, demostrando que un replicante puede ser más humano que el propio humano y, segundo, por el origami como símbolo de que nuestras sospechas se pueden llegar a materializar, o sea, que Deckard es un replicante y no un humano.

Algunas cagadas de la trama a tener en cuenta:
*Tyrell crea humanoides (replicantes) exactamente iguales a los humanos en vez de otorgarles alguna característica para facilitar su distinción;
*La facilidad con la cual los replicantes entran y salen de las instalaciones es, cuando menos, dudosa;
*Cómo ata los cabos sueltos Deckard para ubicar a los replicantes.

En conclusión: qué son los recuerdos, al final, sino una gran mezcla de sucesos que tienen mucho más que ver con lo que nos cuentan que con lo que realmente recordamos?
9
30 de marzo de 2008
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película de ciencia ficción por excelencia, una de mis TOP 10. Pese a ser una de las numerosas películas futuristas en las que se pintaban las primeras décadas del siglo XXI como una sociedad súper avanzada, fallando exageradamente en la predicción -como “2001, una odisea del espacio” de Kubrik, “Fahrenheit 451” de François Truffaut, el cortometraje “La Jetee” de Chris Marker, incluso “Regreso al Futuro II” de Robert Zemeckis-, este film plasma perfectamente el dilema por antonomasia del género: ¿Son realmente personas los robots? Aunque esto suene a fantasía es aplicado, como en numerosas obras del género, como una metáfora al propio ser humano y a su relación con su creador. Por mi parte cabe decir que cada uno de los diálogos del guión son pura filosofía, aspecto que aprecio indudablemente en este tipo de películas.

Cabe destacar varios aspectos. El primero es el magnífico papel secundario de Ruther Hauer como replicant, cargando con gran parte del peso emocional de la película, con una magnífica y legendaria escena final. El segundo es la ambientación angustiosa y contaminada que rodea la ciudad, muy conseguida, dando la sensación de agobio y pesadumbre propicia para una historia así. Y en tercer lugar, lo más destacado, la banda sonora compuesta por Vangelis, una de las mejores del cine.

Como comentario final, decir que esta película es la obra maestra de la ciencia ficción seria, que posteriormente daría lugar a filmes como “Yo, robot” de Alex Proyas, “Inteligencia Artificial” de Steven Spielberg o “La Isla” de Michael Bay, aunque sin duda estas últimas no llegan al nivel de Blade Runner.
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“-Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos-c brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tanhauser. Todos estos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia... Es hora de morir.

-No sé porqué me salvó la vida, quizá en esos últimos momentos amaba la vida más de lo que la había amado nunca. No sólo su vida, la vida de todos, mi vida. Todo lo que él quería eran las mismas respuestas que todos buscamos: de dónde vengo, a dónde voy, cuánto tiempo me queda. Todo lo que yo podía hacer era sentarme allí y verle morir.”

Me quedo con el mejor monólogo, para mí, de la historia del cine que, acompañado de una de las mejores bandas sonoras jamás compuestas para el cine, se ha convertido en una leyenda para muchos y en un buen sabor de boca para otros tantos. Nunca me cansaré de ver esta película, sobre todo el final.
9
6 de enero de 2009
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre he dicho que Blade Runner era una gran película más por lo que no decía pero daba que pensar, que por lo que decía y daba que pensar (que también es considerable).

Pasaré por alto los comentarios artísticos, ya hechos hasta la saciedad, e ignoraré la polémica de si Deckard es o no un replicante, para plantear mi visión del mensaje de esta película.

En efecto, usando como vehículo un relato de cine negro con ambiente ciberpunk, la obra de Ridley Scott plantea una serie de cuestiones e ideas de una profundidad tremenda.
En primer lugar, está el remordimiento de Deckard por tener que perseguir y matar a alguien que no hace más que buscar lo mismo que buscaría él: vivir, tiempo, saber de donde se viene y adónde se va. Este análisis moral es el más visible de la película, y el principal motor de las reflexiones del film. De verdad que no puedo imaginarme una versión sin voz en off: sería matar parte del espíritu de la obra.
Después está la cuestión del ansia de la libertad. No olvidemos una cosa que generalmente se obvia: Roy Bati y los suyos no son simples villanos que vienen a la tierra por que sí y a matar. Son ESCLAVOS, gente condenada a vivir para trabajar hasta morir, y que encima no duran más de 5 años. En mi opinión, los replicantes tienen mucho más derecho moral que el resto de personajes a hacer lo que hacen. Son despiadados, pero igual de despiadados es el tiempo con ellos: no se detiene, y por tanto los lleva a su muerte inminente. Todo cuanto hacen los replicantes es por puro afán de vivir, y para mí eso es lo que más grande hace a esta película: lo que hace Roy Bati lo haría cualquiera de nosotros, sobrevivir. Y es este afán por vivir lo que finalmente hace que Roy aprecie la vida en sí misma, incluso la del desgraciado que lo ha perseguido por más de dos horas de metraje.


Bien, siento el ladrillo, y siento que pueda resultar demasiado reflexivo, pero es para mí el mayor mérito de Blade Runner, el versar sobre temas tan profundos en una trama tan aparentemente sencilla. Y es esto lo que la sitúa, para mí, en el palco de las grandes obras del cine...
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Por último, está la cuestión del asesinato de Dios, uno de los momentos cumbres de film. Pues de eso trata la búsqueda de Roy Bati: enfrentarse a su Creador, y pedirle tiempo. Tras una conversación de apariencia técnica (pero con un significado filosófico impresionante), Roy acaba dándole la espalda (y algo más) a Dios (Tyrel, su creador). Desde ese momento es libre.
10
10 de abril de 2015
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ahh... los 80, esa época donde podías cuestionarte temas filosóficos como la naturaleza de la vida o la muerte mientras atufa todo a 80's, y ahora me llaman plasta.
Blade Runner nos invade en miles de hipótesis éticas y existenciales, rodeadas de un Los Ángeles cyberpunk con la ayuda de la mano del característico y maravilloso Moebius, con algunos toques de steampunk creando una ambientación con abundantes contrastes y desolada por la contaminación y acompañada de temas fusión entre lo "New Age" y culturas tradicionales.
Blade Runner también se considera la piedra angular de la ciencia ficción, su estilo inspiró a miles de películas del estilo, como Akira o Matrix entre muchísimas obras maestras también del género.
El futuro distópico y alocado de los Ángeles, Harrison Ford a manos no de un héroe, sino de un anti-héroe consumido en un trabajo que el mismo odia, pero con deudas pendientes desde el "exilio" (o mas bien, castigo) de Los Replicantes.
Aquí te cuestionaras todo tipo de incógnitas, y no te sorprendas si no se explican, si se dejan a la interpretación del usuario, eso es muy bueno.
Puedes decir que "es que es muy lenta y oscura", es lo que pretendía Ridley Scott, que no sobrepasase la acción a la trama, díselo a Hollywood actual, aun se salva algo... pero si que es cierto que tiran mas dos tetas que dos carretas.
Se puede hablar mucho de Blade Runner (y muy bien) , pero no la considero la mejor obra de ciencia ficción de la historia, ya que ese término es estúpidamente muy subjetivo, habrá a gente que le gusten mas las operas espaciales o menos cyberpunk y mas distopia... para gustos culos! A mi me parece demasiado grande y algo avanzada a sus tiempos, pero no la mejor obra de ciencia ficción de la historia, SI la mas significativa.
Es sacrilegio no darle una oportunidad a esta master-piece o tenerla en tu filmoteca, algo triste también es que se me quedó algo corta, pero no indica que necesite mas, osea, me explico, me gusto tanto que no quise que terminase haha.
Bueno.... sin enrollarse mas, 10 muy merecido por mi parte y no necesita segunda parte que se está haciendo, para mi no se le quitará merito a la clásica y rezad para que no sea un bodrio, pero será difícil serán de comparar ambas.
8
3 de noviembre de 2017
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por si sirve de algo, mi comentario va referido a «Blade Runner» versión del director. ¿Mejor? ¿Peor? Eso ya no lo puedo saber.

Lo que de primeras me ha llamado la atención de «Blade Runner» es que sea ante todo una película de cine negro. No hay nada más noir que una gabardina de hombre, que el humo de tabaco en medio de una conversación, una hermosa mujer de intensos labios rojos, la certeza íntima de la perdición o el dilema moral entre lo legal y lo correcto, que no tiene por qué coincidir y de lo que empezará a darse cuenta nuestro blade runner Deckard. Harrison Ford en otro personaje icónico reúne en él un hastío medido y cuidado en resonancia con el entorno y la energía, la pasión, de un hombre en toda la extensión de la palabra.

Si no, que se lo digan a la Rachel de Sean Young, quien con un espectacular look años cuarenta muy noir, claro, protagoniza junto con Deckard un romance perfectamente construido en dos hora, aunque yo creo que le faltaría alguna escena más hacia el desenlace. La clave de cualquier historia de amor es que sea creíble, y esta te la crees. Especialmente hermosas las lágrimas de Rachel cuando descubre la verdad sobre sí misma, momento en el que estoy segura que Deckard se enamora de ella, y su despertar a la sexualidad avasallada por un sentimiento superior que la obligan, la seducen a afrontar. Maravilloso.

Como digo, Blade Runner es cine negro, es una historia de amor y es también una película de ciencia ficción con una revolucionaria puesta en escena y dirección artística que ha marcado el género para siempre; ahora mismo tengo la sensación de que toda la ciencia ficción que he visto tras 1982 es «Blade Runner». A destacar los toques orientales, lo que más marca su estética junto con los juegos de luces; el gran zeppelín con el video de la geisha es uno de esos toques que convierten la imagen en irresistible. Perturbadores los maniquíes y los autómatas, los otros replicantes estancados en la evolución.

Y aquí llegamos a los Nexus 6, al Roy Batty de Paul Hauer, creador de uno de los monólogos más bonitos del cine e hilo conductor de la parte mas filosófica y reflexiva de «Blade Runner». Porque no puedo dejar de pensar que Roy se equivoca. El ser humano siempre tiene miedo, no es algo nuevo para él. Nosotros también tememos la muerte, venimos con fecha de caducidad y al igual que un replicante no sabemos cuándo ni cómo ni por qué. Como ellos, hemos sido creados, por designio divino o azar, y también puede que nuestros recuerdos se pierdan bajo la lluvia.

Entonces, ¿qué nos diferencia? ¿Qué es lo que realmente busca Roy? ¿Acaso es una cuestión de alma? Yo creo que sí. La fe en el alma es la fe y la esperanza en la inmortalidad, y es posible que los replicantes no quieran vivir para siempre, sino vivir después de la muerte para no desaparecer. Es eso lo que envidian de los humanos. Tras lo que parece un último acto de redención, Roy recuerda Rayos C en la puerta de Tannhäuser dispuesto a aceptar su destino, como cualquier hombre, y es entonces cuando en mi opinión consigue ser totalmente humano, consigue trascender la materia mortal y alcanzar la inmortalidad del espíritu, algo que el dios del paraíso robótico no puede darle y el dios humano sí. De hecho, la paloma blanca se le escapa de las manos y se eleva hacia el cielo, como si lo que se le escapase fuera su mismísima alma.

Deckard es imposible que sea un replicante. Explicaciones en spoiler.

Gran película, y sobre todo irrepetible.
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spoiler:
Ridley Scott tendrá sus propias ideas, pero si de verdad su intención es que Deckard sea un replicante, entonces estamos ante uno de los peores giros de guion de toda la historia y, además, ante uno de los guiones más absurdos.

Hay una dicotomía clara entre humanos y máquinas. Que el protagonista sea también una máquina le quita todo el sentido a la historia. El romance pierde su conflicto, su impacto, porque ya no es un hombre enamorado de un androide y viceversa, sino dos androides enamorados: que él le enseñe a ella el significado del amor, del deseo, la idea de ruptura con tus principios y creencias… todo eso desaparecía.

Su enfrentamiento con Roy tampoco tendría lógica. Roy es el mejor de los replicantes y Deckard el mejor de los humanos, tal y como dicen en la propia película. Tyrell ve en Roy el hijo pródigo, el cúlmen de la evolución robótica… Si Deckard fuese replicante, ¿no estaría por encima de Roy por su completa conciencia humana y desarrollo emocional? ¿Y qué modelo sería? ¿De qué año? ¿Cómo que Tyrell no hace ni un leve comentario? Imposible. Ni siquiera el monólogo tendría sentido: «que vosotros no creeríais». Vosotros, humanos.

Los ojos brillantes no me parecen una prueba suficiente: también hay replicantes a quienes no le brillan.

Ese «kinship» de Roy es solo una forma de ponerse al mismo nivel de Deckard, de reconocerse entre ellos como iguales en un plano no de especie sino simbólico.

El unicornio es el único guiño real a la posibilidad de que no sea humano, pero también cabría una interpretación más sencilla: la mera casualidad. Los origamis que vemos que hacen son equinos, por qué no también un unicornio. Además, de no ser así, ¿Deckard iba a reaccionar con semejante alegría al enterarse de que es un androide…? No lo creo.

Ridley Scott se quiso pasar de listo.
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