Enterrado
6.8
59,472
Intriga. Thriller
Después de ser secuestrado, Paul Conroy (Ryan Reynolds), contratista civil en Irak, se despierta enterrado vivo en un viejo ataúd de madera, sin más recursos que un teléfono móvil y un mechero. El teléfono podría ser el único medio que lo salvara de esa mortal pesadilla, pero la precariedad de la cobertura y la escasa batería parecen obstáculos insuperables en su lucha contra el tiempo: sólo dispone de 90 minutos para ser rescatado ... [+]
3 de octubre de 2010
3 de octubre de 2010
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Paul Conroy un contratista civil que trabaja como transportista en Irak es secuestrado y enterrado vivo en suelo irakí. Al despertar se da cuenta de su situación, pero no se da por vencido y hará todo lo que esté en su mano para sobrevivir. Pero el tiempo juega en su contra.
En 1944 Alfred Hitchcock se arriesga a meter a los 9 personajes de su película en una pequeña barca en medio del mar. Muchos años después, en 2010 Rodrigo Cortés decide ir un paso más allá y encierra al único protagonista de su película en un ataúd de madera y lo entierra en Irak. El resultado es un apasionante thriller de suspense. El director utiliza uno de nuestros miedos más profundos (morir enterrados vivos) para provocarnos una angustia y sensación de agobio.
Con un móvil (con escasa batería y cobertura mínima), una linternita, un personaje y poco más crea una intensa película que mantiene al espectador pegado a la butaca durante más de hora y media. Con planos cortos el director hace al espectador partícipe de la angustia del protagonista, crea una atmósfera de tensión durante todo el metraje.
Pero la cosa no se queda ahí la película ahonda más allá del simple hecho de estar enterrado vivo y luchar por salir, el director nos hace reflexionar sobre como los intereses políticos y mediáticos pueden anteponerse al individuo, llegando a crear monstruos.
También cabe destacar la actuación de Ryan Reynolds un actor del que sinceramente tenía un concepto bastante malo y me ha sorprendió muy gratamente. Sobre el cae absolutamente todo el peso de la película.
En 1944 Alfred Hitchcock se arriesga a meter a los 9 personajes de su película en una pequeña barca en medio del mar. Muchos años después, en 2010 Rodrigo Cortés decide ir un paso más allá y encierra al único protagonista de su película en un ataúd de madera y lo entierra en Irak. El resultado es un apasionante thriller de suspense. El director utiliza uno de nuestros miedos más profundos (morir enterrados vivos) para provocarnos una angustia y sensación de agobio.
Con un móvil (con escasa batería y cobertura mínima), una linternita, un personaje y poco más crea una intensa película que mantiene al espectador pegado a la butaca durante más de hora y media. Con planos cortos el director hace al espectador partícipe de la angustia del protagonista, crea una atmósfera de tensión durante todo el metraje.
Pero la cosa no se queda ahí la película ahonda más allá del simple hecho de estar enterrado vivo y luchar por salir, el director nos hace reflexionar sobre como los intereses políticos y mediáticos pueden anteponerse al individuo, llegando a crear monstruos.
También cabe destacar la actuación de Ryan Reynolds un actor del que sinceramente tenía un concepto bastante malo y me ha sorprendió muy gratamente. Sobre el cae absolutamente todo el peso de la película.
6 de octubre de 2010
6 de octubre de 2010
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entre los muchos triunfos que puede conseguir un cineasta, hay uno que es infrecuente: el mérito de arriesgarse a hacer una obra que dinamite la estructura convencional de una película, presentando de esta manera algo nuevo y refrescante, ¿o no tanto? En 1944, Alfred Hitchcock revolucionó el thriller y el suspense añadiendo un matiz de terror paranoico y psicológico al género en su obra maestra Náufragos. Alterar las formas en el lenguaje cinematográfico puede dar sus frutos: Cube, El Proyecto de la Bruja de Blair, Dogville, Open Water, REC… más o menos afortunados, los directores de estas películas tienen, al menos, el mérito de contar una historia de forma distinta.
Rodrigo Cortés ya apuntaba maneras con su impresionante y premiado corto “15 Días”, que nos sumerge en el alucinado universo de las teletiendas, y donde consigue divertirse, y divertirnos, con las leyes de la oferta y la demanda como si fuera de un juego de niños. Más irregular me pareció su largo "Concursante", tan ambiciosa y excéntrica que al final me pareció algo absurda y pretenciosa, pero ahí está el mérito de este director: quien no arriesga, no gana.
En Buried, Cortés cambia de registro para presentarnos un film que se mueve al filo de la navaja, que descarta, de entrada, al espectador acomodado que no aguantaría ver una película rodada entre las cuatro paredes de un ataúd. Porque seamos sinceros, ¿quién aguantaría más de 15 minutos enterrado vivo antes de que la oscuridad, el pánico y la angustia estrangularan su garganta o quemaran su oxígeno? Buried te perturba antes de entrar a la sala, durante la proyección y al salir del cine. Pero el verdadero acierto de Cortés es mantener el interés del espectador de principio a fin en un espacio tan reducido gracias a un guión brillante: un móvil es el hilo conductor de la historia, y las retorcidas conversaciones que se producen a ambos lados de la línea telefónica, hace que ésta sea una historia casi coral, y los diversos personajes que hablan con el protagonista adquieren tal densidad que sólo hace falta que se materialicen en la pantalla. De paso, el cineasta aprovecha este recurso para criticar la exasperante e ineficaz burocracia política. También, gracias al hábil manejo de las formas, Cortés consigue dinamizar la película a través de múltiples planos detalle, giros de cámara de 360º o imaginativas y desnaturalizadas perspectivas del ataúd. La soberbia actuación de Ryan Reynolds hace el resto.
Rodrigo Cortés ya apuntaba maneras con su impresionante y premiado corto “15 Días”, que nos sumerge en el alucinado universo de las teletiendas, y donde consigue divertirse, y divertirnos, con las leyes de la oferta y la demanda como si fuera de un juego de niños. Más irregular me pareció su largo "Concursante", tan ambiciosa y excéntrica que al final me pareció algo absurda y pretenciosa, pero ahí está el mérito de este director: quien no arriesga, no gana.
En Buried, Cortés cambia de registro para presentarnos un film que se mueve al filo de la navaja, que descarta, de entrada, al espectador acomodado que no aguantaría ver una película rodada entre las cuatro paredes de un ataúd. Porque seamos sinceros, ¿quién aguantaría más de 15 minutos enterrado vivo antes de que la oscuridad, el pánico y la angustia estrangularan su garganta o quemaran su oxígeno? Buried te perturba antes de entrar a la sala, durante la proyección y al salir del cine. Pero el verdadero acierto de Cortés es mantener el interés del espectador de principio a fin en un espacio tan reducido gracias a un guión brillante: un móvil es el hilo conductor de la historia, y las retorcidas conversaciones que se producen a ambos lados de la línea telefónica, hace que ésta sea una historia casi coral, y los diversos personajes que hablan con el protagonista adquieren tal densidad que sólo hace falta que se materialicen en la pantalla. De paso, el cineasta aprovecha este recurso para criticar la exasperante e ineficaz burocracia política. También, gracias al hábil manejo de las formas, Cortés consigue dinamizar la película a través de múltiples planos detalle, giros de cámara de 360º o imaginativas y desnaturalizadas perspectivas del ataúd. La soberbia actuación de Ryan Reynolds hace el resto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Si bien es cierto que hay algunas situaciones algo forzadas, sobre todo si pensamos en ofidios venenosos o zipos chispeantes, el desenlace es inmejorable, de una tensión magníficamente sostenida, que se resuelve de una manera tan retorcida que cualquiera diría que el guión de la película lo ha firmado el mismísimo Alfred Hitchcock desde su tumba.
9 de octubre de 2010
9 de octubre de 2010
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con el cine que nos ha llovido encima es difícil que nos inquieten. Por esta razón, no deja de sorprenderme que el milagro siga repitiéndose. Tal es el caso con "Buried", donde el título, recogiendo uno de esos miedos primigenios, adelanta la claustrofobia. No esperemos, por tanto, exteriores con encanto ni personajes corales: Aquí sufre sólo uno en una caja y, contra el prejuicio minimalista, hay trama. Cortés es capaz de dosificar las ansiedades -y sus correlativos respiros- en su debida mesura para que las retinas sigan adictas a la historia. El trabajo rezuma una factura de serie B que le hace mucho bien, que ser medalla de plata o de bronce siendo el metal de ley está muy bien, si bien algún efectismo ideologizante se pasa de frenada. De nuevo se han combinado rectamente los ingredientes del suspense y la fórmula funciona aunque sea en un ataúd. Desde "Celda 211" no me ocurría no recordar con escozor la estafa de pagar la entrada más cara del cine, la del cine español, resultado siempre de la entrada ordinaria más la subvención previa que ha salido coactivamente de mi bolsillo.
16 de octubre de 2010
16 de octubre de 2010
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Has imaginado alguna vez ser enterrado vivo? Yo sí, imagino que tú también... y Rodrigo Cortés también, no cabe duda.
El guión es selecto, nos lleva con claridad y sin tonterías por el camino del argumento, sin titubeos. Las conversaciones telefónicas son ridículas claro, pero ¿y no lo son siempre? ¿cuántas veces nos hemos desesperado llamando a según que sitios? ¿como actuarías tú si alguien te llama comentando que está enterrado vivo?... siempre estamos sacando punta a un lápiz sin mina.
La película a mi modo de ver es magnífica (no es una obra maestra) desde el primer fotograma (y eso que está todo negro) hasta justo el último, por cierto, el último suspiro de la película es realmente maravilloso, y pone un broche de oro (no americano) a este excelente trabajo cinematográfico.
Es cine, por fin de nuevo tenemos cine.. hay de todo, hasta travellings, picados, contrapicados, giros de 360º, y todo ello en un único decorado y una actuación de Reynolds bestial... no quiero imaginar que haría yo enterrado vivo.
Bravo por Rodrigo, que nos cuenta una gran historia, que sucedió, sucede y sucederá en la vida real, es para echarse a temblar, y a llorar.
En el spoiler un poco más.
El guión es selecto, nos lleva con claridad y sin tonterías por el camino del argumento, sin titubeos. Las conversaciones telefónicas son ridículas claro, pero ¿y no lo son siempre? ¿cuántas veces nos hemos desesperado llamando a según que sitios? ¿como actuarías tú si alguien te llama comentando que está enterrado vivo?... siempre estamos sacando punta a un lápiz sin mina.
La película a mi modo de ver es magnífica (no es una obra maestra) desde el primer fotograma (y eso que está todo negro) hasta justo el último, por cierto, el último suspiro de la película es realmente maravilloso, y pone un broche de oro (no americano) a este excelente trabajo cinematográfico.
Es cine, por fin de nuevo tenemos cine.. hay de todo, hasta travellings, picados, contrapicados, giros de 360º, y todo ello en un único decorado y una actuación de Reynolds bestial... no quiero imaginar que haría yo enterrado vivo.
Bravo por Rodrigo, que nos cuenta una gran historia, que sucedió, sucede y sucederá en la vida real, es para echarse a temblar, y a llorar.
En el spoiler un poco más.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Que no se raye nadie, sí, tiene un zippo, una black berry, luz y quizá algo de güiski jejeje, pero está claro porqué lo tiene... al principio aturde un poco y lo hace todo un poco increíble, pero rápidamente el guión lo pone todo en su sitio y descubres que el tipo que está enterrado vivo no lo está por error, está enterrado por dinero.
La mujer le llama tarde, claro, la idea es perfecta, la mujer está haciendo su vida diaria, no sabemos cual, además nos ahorra secuencias pastelosas e innecesarias con la esposa, hay que ahorrar batería en el móvil.. El zippo consume oxígeno, no dura tanto, da la sensación que está mucho rato encendido, pero no es así, lo enciende en multitud de ocasiones y apenas lo tiene unos minutos encendido, haced memoria, no seais tan trillados... ¿el oxígeno? sí, claro que se acaba, ya se le escucha al pobre jadear toda la película, sudar como un descosido, resecarse los labios como un papel de lija...
¿Porqué no intenta salir cuando se rompen las tablas? Entiendo que a pesar de todo mantiene la esperanza, no se iba a arriesgar a que le cayera no se cuantas toneladas de tierra o arena encima... hacer algo por salir en una situación así requiere (seguramente) una gran dósis de calma, y me temo que el pobre Conray tiene de todo menos calma.
La mujer le llama tarde, claro, la idea es perfecta, la mujer está haciendo su vida diaria, no sabemos cual, además nos ahorra secuencias pastelosas e innecesarias con la esposa, hay que ahorrar batería en el móvil.. El zippo consume oxígeno, no dura tanto, da la sensación que está mucho rato encendido, pero no es así, lo enciende en multitud de ocasiones y apenas lo tiene unos minutos encendido, haced memoria, no seais tan trillados... ¿el oxígeno? sí, claro que se acaba, ya se le escucha al pobre jadear toda la película, sudar como un descosido, resecarse los labios como un papel de lija...
¿Porqué no intenta salir cuando se rompen las tablas? Entiendo que a pesar de todo mantiene la esperanza, no se iba a arriesgar a que le cayera no se cuantas toneladas de tierra o arena encima... hacer algo por salir en una situación así requiere (seguramente) una gran dósis de calma, y me temo que el pobre Conray tiene de todo menos calma.
29 de octubre de 2010
29 de octubre de 2010
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando me di cuenta de que el cine nos iba a brindar la oportunidad de poder valorar un film tan arriesgado como Buried, no dudé ni un segundo de ir a contemplar dicha historia de Cortés al cine. Es una propuesta arriesgada porque es muy complicado captar la atención el espectador ambientando una película en su totalidad, en una tumba, con un único decorado, único personaje, pero, Cortés ha logrado algo alucinante.
La historia es simple, me despierto enterrado y sólo dispongo del móvil y poco más. Es la forma de contarla lo que hace que nos sumerjamos en la intriga del personaje.
Actuación aceptable, con algunos momentos memorables de Ryan, un actor poco curtido, pero sabedor de su papel.
Simplemente, bravo.
La historia es simple, me despierto enterrado y sólo dispongo del móvil y poco más. Es la forma de contarla lo que hace que nos sumerjamos en la intriga del personaje.
Actuación aceptable, con algunos momentos memorables de Ryan, un actor poco curtido, pero sabedor de su papel.
Simplemente, bravo.
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