A propósito de Llewyn Davis
2013 

6.7
26,251
Drama
Nueva York, 1961. Llewyn Davis (Oscar Isaac) es un joven cantante de folk que vive de mala manera en el Greenwich Village. Durante un gélido invierno, con su guitarra a cuestas, sin casa fija y sin apenas dinero lucha por ganarse la vida como músico. Sobrevive cantando en pequeños garitos, pero, sobre todo, gracias a la ayuda de algunos amigos que le prestan su sofá para pasar las frías noches. De repente, decide viajar a Chicago para ... [+]
4 de enero de 2014
4 de enero de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre se ha dicho que una buena película es aquella que cuenta algo interesante de forma amena y atractiva. Los hermanos Coen, una vez más, cumplen ambos requisitos. La figura del perdedor es un tema ya muy tratado en el cine, hacerlo como lo han hecho ellos, con una sensibilidad y humanismo especial pocas veces lo he visto. Cada plano de la película, especialmente aquellos en que el frío y la soledad del personaje son mostrados, es un cántico al objetivo final de la película. Unos perdedores que aunque se centren en un personaje es toda una generación de cantantes de un estilo determinado la que se ve reflejada. Sinceramente creo que merece la pena verla.
5 de enero de 2014
5 de enero de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Notable trabajo de los hermanos Coen, en el que persiguen a un novato cantante de folk -supuesto trasunto del cantautor Dave van Rock- por los garitos del Grenwich Village neoyorkino, allá por los primeros 60, en ese caldo de cultivo que propiciaría la eclosión de luminarias folk como Bob Dylan y Joni Mitchell.
Sin embargo, Llewyn es un tipo sin suerte, se arrastra por el Village, sin hogar y a salto de sofá; un perdedor, como tantos de los personajes que habitan los guiones de los Coen, recordemos a los protagonistas de "Un tipo serio", "O brother", "El gran Lebowski" o "El hombre que nunca estuvo allí".
La ambientación es exquisita y la banda sonora, a cargo del veterano productor 'T Bone' Burnett, espléndida. Oscar Isaac cumple en su papel, y canta además estupendamente. Sin embargo, y por ponerle un pero, la cinta carece de ese humor caústico, de ese sarcasmo sano con el que nos deleitan en sus mejores obras -"Fargo", "El gran Lebowski"-. La película se inclina mas hacia el drama existencial, triste y pesimista, que hacia la comedia ácida que tanto nos gusta. Pero hay que valorar lo que los artistas nos ofrecen -no lo que nosotros desearíamos- y es una gran película. Muy recomendable
Sin embargo, Llewyn es un tipo sin suerte, se arrastra por el Village, sin hogar y a salto de sofá; un perdedor, como tantos de los personajes que habitan los guiones de los Coen, recordemos a los protagonistas de "Un tipo serio", "O brother", "El gran Lebowski" o "El hombre que nunca estuvo allí".
La ambientación es exquisita y la banda sonora, a cargo del veterano productor 'T Bone' Burnett, espléndida. Oscar Isaac cumple en su papel, y canta además estupendamente. Sin embargo, y por ponerle un pero, la cinta carece de ese humor caústico, de ese sarcasmo sano con el que nos deleitan en sus mejores obras -"Fargo", "El gran Lebowski"-. La película se inclina mas hacia el drama existencial, triste y pesimista, que hacia la comedia ácida que tanto nos gusta. Pero hay que valorar lo que los artistas nos ofrecen -no lo que nosotros desearíamos- y es una gran película. Muy recomendable
7 de enero de 2014
7 de enero de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por francis arrabal de http://noespaisparacriticos.blogspot.com.es
Larga se hizo la espera, pero mereció la pena. Tras tres años esperando el regreso de los Coen, han vuelto por la puerta -o mejor dicho, pantalla- grande. Con una Banda Sonora deliciosa y excepcional a ritmo de folk, nos llevan de la mano por la vida de Llewyn Davis (Oscar Isaac), un joven cantante que besó el éxito, y que tras el suicidio de su compañero, se ve abocado a tocar de bar en bar por la gorra y a dormir de prestado, hasta que llegue su oportunidad. Para nosotros puede antojarse todo un sueño vivir en el Greenwich Village de Nueva York en los años 60, pero os puedo asegurar que para Llewyn no lo es. Y más, cuando pretende no ser un mundano más.
Llewyn es el típico protagonista que todos dirían que a sus directores les ha encantado maltratar, pero no es cierto. Configurado como el prototipo anti-homérico, la cinta es un retrato devastador del viaje del héroe que, ésta vez, le lleva a ninguna parte; un reflejo de la cara B del mito del sueño americano interpretado a la perfección por un Oscar Isaac que hace uno de los mejores y más apasionados trabajos que he podido ver últimamente. Con un montaje excepcional, los Coen nos lanzan a gritos dos mensajes: que todo empieza donde termina y que por mucho que intentes evitar la realidad, a veces la vida te estampa contra ella con una simple pregunta escrita en un retrete de una gasolinera de carretera: ¿Qué estás haciendo?.
Os diré que 'A propósito de Llewyn Davis' es una película extraordinaria e imprescindible; una de las mejores y más cautivadoras de Joel y Ethan Coen (con el permiso de 'Fargo' (1996), 'No es país para viejos' (2007), y otras muchas), y que, seguramente, sea una de las mejores cintas que veamos en este 2014 que acaba de comenzar. Un largometraje que se echaba en falta dentro de la filmografía de unos de los mejores directores del panorama internacional.
'A propósito de Llewyn Davis' (Inside Llewyn Davis, 2013) es una película deliciosa e hipnótica que, a ritmo de folk, destila emotividad y sinceridad.
Larga se hizo la espera, pero mereció la pena. Tras tres años esperando el regreso de los Coen, han vuelto por la puerta -o mejor dicho, pantalla- grande. Con una Banda Sonora deliciosa y excepcional a ritmo de folk, nos llevan de la mano por la vida de Llewyn Davis (Oscar Isaac), un joven cantante que besó el éxito, y que tras el suicidio de su compañero, se ve abocado a tocar de bar en bar por la gorra y a dormir de prestado, hasta que llegue su oportunidad. Para nosotros puede antojarse todo un sueño vivir en el Greenwich Village de Nueva York en los años 60, pero os puedo asegurar que para Llewyn no lo es. Y más, cuando pretende no ser un mundano más.
Llewyn es el típico protagonista que todos dirían que a sus directores les ha encantado maltratar, pero no es cierto. Configurado como el prototipo anti-homérico, la cinta es un retrato devastador del viaje del héroe que, ésta vez, le lleva a ninguna parte; un reflejo de la cara B del mito del sueño americano interpretado a la perfección por un Oscar Isaac que hace uno de los mejores y más apasionados trabajos que he podido ver últimamente. Con un montaje excepcional, los Coen nos lanzan a gritos dos mensajes: que todo empieza donde termina y que por mucho que intentes evitar la realidad, a veces la vida te estampa contra ella con una simple pregunta escrita en un retrete de una gasolinera de carretera: ¿Qué estás haciendo?.
Os diré que 'A propósito de Llewyn Davis' es una película extraordinaria e imprescindible; una de las mejores y más cautivadoras de Joel y Ethan Coen (con el permiso de 'Fargo' (1996), 'No es país para viejos' (2007), y otras muchas), y que, seguramente, sea una de las mejores cintas que veamos en este 2014 que acaba de comenzar. Un largometraje que se echaba en falta dentro de la filmografía de unos de los mejores directores del panorama internacional.
'A propósito de Llewyn Davis' (Inside Llewyn Davis, 2013) es una película deliciosa e hipnótica que, a ritmo de folk, destila emotividad y sinceridad.
15 de enero de 2014
15 de enero de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es casi un sacrilegio decir que "El gran Lebowsky" y "Fargo" me dejaron muy, muy frío. "Valor de ley" era una interesante incursión en el género del western, pero esperaba algo más. Las tres me aburrieron y no les vi el qué. Sin embargo, "Muerte entre las flores" y "No es país para viejos" me encantaron. Entonces, ¿en qué grupo se sitúa "A propósito de Llewyn Davis"? Por suerte, en el segundo. Es lenta, como las que he defenestrado antes, pero la historia, el personaje y el tema de fondo me atraparon de tal modo que salí muy satisfecho de la sala.
A partir de aquí hay algún que otro spoiler.
La nueva película de los hermanos Coen resigue la vida de Llewyn Davis (Oscar Isaac), un cantante de folk solitario que malvive tocando en los baretos más cutres del Greenwich Village de Nueva York y durmiendo en los sofás de amigos y conocidos. Quiere convertirse en un cantante de éxito, pero varias circunstancias hacen que se hunda cada vez más en la miseria. La película es lenta y entiendo que pueda llegar a aburrir, pero es esa clase de película donde cada escena cuenta para construir el puzle y esconde algún mensaje. Su punto fuerte es el poso reflexivo que deja durante y tras su visionado. Pudiera parecer a primera vista que "A propósito de Llewyn Davis" es el relato de un fracaso a nivel artístico, que perseguir el éxito en disciplinas que requieren esfuerzos a largo plazo es campo abonado para el fracaso. Llewyn lo intenta, pero fracasa una y otra vez y parece que no despega. Puede parecer que el tema de fondo es ese, el de: por mucho que perseveres en aquello que se te da bien, si no da ingresos, mal vas. Mejor dedícate a algo que de dinero, que te asegure la vida y da gracias por ello. Tal y como llega a insinuar en alguna ocasión su hermana o la decisión final de enrolarse en un barco para empezar a ganar dinero de verdad. Pero eso, en mi opinión, es malinterpretar la película. Isaac no fracasa en ese sentido. Él no consigue tirar adelante porque fracasa como persona, como ser humano. No consigue levantar cabeza, no se entrega con toda su alma, no se permite evolucionar. No ha superado el suicidio de su compañero y se ha enterrado en una profunda depresión de la que no logra salir. No es capaz de mantener una relación personal, buen ejemplo es la que mantiene con Jean (Carey Mulligan); tampoco le interesa, tal y como demuestran las escenas de cuando abandona el gato, cuando más tarde lo atropella y no corre a socorrerlo o cuando decide pasar de largo y no ir a Ankor, donde sabe que tiene un hijo. Se ha embarcado en una apatía de la que no puede ni quiere salir. Cuando viaja a Chicago y consigue audiencia con el dueño del local (F. Murray Abraham), éste le propone participar en un trío, para que mejore y saque lo mejor de sí, una opción que a todas luces representaría un paso adelante para el protagonista y para despegarse de los malos recuerdos y de la espiral autodestructiva en la que se halla sumido. Pero lejos de aceptar, rechaza la oferta, negándose a evolucionar como persona.
Otro de los puntos que elevan la propuesta es la gran labor interpretativa del reparto. Oscar Isaac está increíble, su interpretación ayuda a que te metas en la historia de lleno, y no solo por su actuación, sino porque canta muy bien; los secundarios, pese a que hay algunos con papeles demasiado cortos y de los que te gustaría saber más, como Carey Mulligan, Garret Hedlund o John Goodman, todos cumplen muy bien y añaden su granito de arena en la historia. Hay escenas muy buenas, como la del viaje a Chicago, que se sustentan gracias a ellos.
Y otro punto a resaltar es la increíble banda sonora. Isaac canta muy bien y como buena historia de música, hay varios momentos para disfrutar de ella. Me sorprende ver películas donde la música es parte importante de la historia y sin embargo hay pocos momentos para detenerse y disfrutar de ella, tal y como ocurre, por poner un ejemplo, en "El último cuarteto" y, pese a que es una película notable, se echa en falta que la música aparezca más que en dos ocasiones puntuales. Da igual que no sea el tema central de la propuesta, pero si hay un cantante de por medio y la historia tiene como telón de fondo la música, esta debe aparecer en pantalla varias veces. Y en este sentido, "A propósito de Llewyn Davis" no decepciona. El folk es un género que me gusta escuchar y pasé un buen rato disfrutando de canciones como "Hang Me, Oh Hang Me" o "Fare Thee Well".
"A propósito de Llewyn Davis" no es para todos los públicos. Es posible que algunos le achaquen que es muy lenta y aburrida, pero si quieres disfrutar de un buen tema de fondo, de la música folk y de un personaje muy interesante, te la recomiendo.
A partir de aquí hay algún que otro spoiler.
La nueva película de los hermanos Coen resigue la vida de Llewyn Davis (Oscar Isaac), un cantante de folk solitario que malvive tocando en los baretos más cutres del Greenwich Village de Nueva York y durmiendo en los sofás de amigos y conocidos. Quiere convertirse en un cantante de éxito, pero varias circunstancias hacen que se hunda cada vez más en la miseria. La película es lenta y entiendo que pueda llegar a aburrir, pero es esa clase de película donde cada escena cuenta para construir el puzle y esconde algún mensaje. Su punto fuerte es el poso reflexivo que deja durante y tras su visionado. Pudiera parecer a primera vista que "A propósito de Llewyn Davis" es el relato de un fracaso a nivel artístico, que perseguir el éxito en disciplinas que requieren esfuerzos a largo plazo es campo abonado para el fracaso. Llewyn lo intenta, pero fracasa una y otra vez y parece que no despega. Puede parecer que el tema de fondo es ese, el de: por mucho que perseveres en aquello que se te da bien, si no da ingresos, mal vas. Mejor dedícate a algo que de dinero, que te asegure la vida y da gracias por ello. Tal y como llega a insinuar en alguna ocasión su hermana o la decisión final de enrolarse en un barco para empezar a ganar dinero de verdad. Pero eso, en mi opinión, es malinterpretar la película. Isaac no fracasa en ese sentido. Él no consigue tirar adelante porque fracasa como persona, como ser humano. No consigue levantar cabeza, no se entrega con toda su alma, no se permite evolucionar. No ha superado el suicidio de su compañero y se ha enterrado en una profunda depresión de la que no logra salir. No es capaz de mantener una relación personal, buen ejemplo es la que mantiene con Jean (Carey Mulligan); tampoco le interesa, tal y como demuestran las escenas de cuando abandona el gato, cuando más tarde lo atropella y no corre a socorrerlo o cuando decide pasar de largo y no ir a Ankor, donde sabe que tiene un hijo. Se ha embarcado en una apatía de la que no puede ni quiere salir. Cuando viaja a Chicago y consigue audiencia con el dueño del local (F. Murray Abraham), éste le propone participar en un trío, para que mejore y saque lo mejor de sí, una opción que a todas luces representaría un paso adelante para el protagonista y para despegarse de los malos recuerdos y de la espiral autodestructiva en la que se halla sumido. Pero lejos de aceptar, rechaza la oferta, negándose a evolucionar como persona.
Otro de los puntos que elevan la propuesta es la gran labor interpretativa del reparto. Oscar Isaac está increíble, su interpretación ayuda a que te metas en la historia de lleno, y no solo por su actuación, sino porque canta muy bien; los secundarios, pese a que hay algunos con papeles demasiado cortos y de los que te gustaría saber más, como Carey Mulligan, Garret Hedlund o John Goodman, todos cumplen muy bien y añaden su granito de arena en la historia. Hay escenas muy buenas, como la del viaje a Chicago, que se sustentan gracias a ellos.
Y otro punto a resaltar es la increíble banda sonora. Isaac canta muy bien y como buena historia de música, hay varios momentos para disfrutar de ella. Me sorprende ver películas donde la música es parte importante de la historia y sin embargo hay pocos momentos para detenerse y disfrutar de ella, tal y como ocurre, por poner un ejemplo, en "El último cuarteto" y, pese a que es una película notable, se echa en falta que la música aparezca más que en dos ocasiones puntuales. Da igual que no sea el tema central de la propuesta, pero si hay un cantante de por medio y la historia tiene como telón de fondo la música, esta debe aparecer en pantalla varias veces. Y en este sentido, "A propósito de Llewyn Davis" no decepciona. El folk es un género que me gusta escuchar y pasé un buen rato disfrutando de canciones como "Hang Me, Oh Hang Me" o "Fare Thee Well".
"A propósito de Llewyn Davis" no es para todos los públicos. Es posible que algunos le achaquen que es muy lenta y aburrida, pero si quieres disfrutar de un buen tema de fondo, de la música folk y de un personaje muy interesante, te la recomiendo.
27 de enero de 2014
27 de enero de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película que se deja ver, resulta entretenida. Con un cantante de folk que canta canciones tristes, un gato y una serie de personajes más o menos curiosos los hermanos Coen han realizado esta película que no pasará a la historia. Aún así la película tiene momentos interesantes. Lo mejor sus canciones y buena fotografía. Su protagonista (Oscar Isaac), realiza un buen trabajo pero en algunos momentos no le veo convencido de su papel.
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