Ben-Hur
7.9
68,656
Aventuras. Drama
Antigua Roma, bajo el reinado de los emperadores Augusto y Tiberio (s. I d.C.). Judá Ben-Hur (Charlton Heston), hijo de una familia noble de Jerusalén, y Mesala (Stephen Boyd), tribuno romano que dirige los ejércitos de ocupación, son dos antiguos amigos, pero un accidente involuntario los convierte en enemigos irreconciliables: Ben-Hur es acusado de atentar contra la vida del nuevo gobernador romano, y Mesala lo encarcela a él y a su ... [+]
10 de septiembre de 2005
10 de septiembre de 2005
18 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda!! Por guión, interpretaciones, banda sonora, escenarios, vestuario, fotografía. Junto con la saga completa de "El señor de los anillos", no tengo la más mínima duda de que, hasta la fecha, és insuperable.
19 de octubre de 2006
19 de octubre de 2006
9 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda esta es la película más importante en cuanto al género épico se trata, enmarcándola en su tiempo claro. Todo en ella está donde debe y no hay nada que sobre o falte, los escenarios, los efectos, la música, el vestuario, los actores... y su dirección. Hay escenas verdaderamente impactantes como:
- En la galería de los remos
- La batalla naval
- El recibimiento al Cónsul en Roma por Tiberio el César
- La carrera de los carros (de 4 caballos de fuerza... una broma)
Podría seguir mencionando imágenes que vienen a la mente después de haber disfrutado de este exquisito manjar del séptimo arte, pero sin más... sólo puedo recomendar que quien no la haya visto no debe dejar pasar más sin hacerlo. No le doy 10 porque pertenezco al siglo XXI, y hay cierto romanticismo en la historia, teñida además de aspectos religiosos que no son de mi completo agrado... pero para 1959, creo que fue una película fuerte y desgarradora... como dije... IMPRESIONANTE.
Los puntos a favor ya los mencioné, los puntos en contra los puse en el "SPOILER".
- En la galería de los remos
- La batalla naval
- El recibimiento al Cónsul en Roma por Tiberio el César
- La carrera de los carros (de 4 caballos de fuerza... una broma)
Podría seguir mencionando imágenes que vienen a la mente después de haber disfrutado de este exquisito manjar del séptimo arte, pero sin más... sólo puedo recomendar que quien no la haya visto no debe dejar pasar más sin hacerlo. No le doy 10 porque pertenezco al siglo XXI, y hay cierto romanticismo en la historia, teñida además de aspectos religiosos que no son de mi completo agrado... pero para 1959, creo que fue una película fuerte y desgarradora... como dije... IMPRESIONANTE.
Los puntos a favor ya los mencioné, los puntos en contra los puse en el "SPOILER".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Puntos en contra:
- El carácter romántico de la historia, el tipo bueno en demasía que sufre... sufre... sufre... y el malo, malo, malo... que lo hace sufrir.
- No me parece creíble la forma tan drástica en que Messala cambia... después del amor fraternal que sentía por Judah Ben-Hur.
- Tampoco es creíble el enamoramiento de Ben-Hur con Esther, tan solo con verla, pero así es el amor en Hollywood.
- Y el final... el final... muy flojo, la curación milagrosa de la madre y hermana más la conversión al cristianismo de Judah Ben-Hur, demasiado empalagoso para mi...
- El carácter romántico de la historia, el tipo bueno en demasía que sufre... sufre... sufre... y el malo, malo, malo... que lo hace sufrir.
- No me parece creíble la forma tan drástica en que Messala cambia... después del amor fraternal que sentía por Judah Ben-Hur.
- Tampoco es creíble el enamoramiento de Ben-Hur con Esther, tan solo con verla, pero así es el amor en Hollywood.
- Y el final... el final... muy flojo, la curación milagrosa de la madre y hermana más la conversión al cristianismo de Judah Ben-Hur, demasiado empalagoso para mi...
22 de junio de 2014
22 de junio de 2014
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
54/06(17/04/14) Grandioso péplum, hito del cine que demuestra con esta mastodóntica superproducción de lo que es capaz de producir una Gran Pantalla, aunque la historia se puede reducir al relato de una Venganza.
En los años 50 la MGM está en crisis económica y la nueva adaptación de “Ben-Hur” al cine sonoro pensó la reflotarla, aún tenía los derechos del libro, jugada redonda, 75 millones $ en taquilla. Dirigió William Wyler, fue director de extras en la versión muda, el director cobró 350000$ más el 8% de la recaudación, sueldo record para un realizador hasta entonces. La superproducción al finalizar superaba los 15 millones de presupuesto, la más costosa hasta la fecha, plata que luce esplendorosa con los más grandes decorados construidos nunca para el cine. La más taquillera del año y entonces la segunda de la historia tras “Lo que el viento se llevó”, ganó 11 Oscars, record hasta que la empató “Titanic” en 1997.
Se basa en el libro del General Lew Wallace de 1880 “Ben-Hur: Un Cuento De Cristo”, con más diferencias con el libro que la versión muda. El guión principal es de Karl Tunberg, sobre su libreto trabajaron S. N. Berhman, y Maxwell Anderson, Gore Vidal, y Chistopher Fry. Gore Vidal ha afirmado que en el guión hay un subtexto homoerótico (lo dijo en el documental “El celuloide Oculto” de 1995), Gore persuadió a Wyler para le dijera a Stephen Boyd que interpretara su rol como amante despechado por Ben-Hur, según Vidal el odio de Messala al protagonista solo podría estar motivada por amor no correspondido, y que Charlton Heston nunca se enteró de esta maniobra. El director dijo no recordaba haber comentado con esto con él.
El guión rezuma admiración por el pueblo judío, Israel hacia poco que se había creado (1948), en contraposición con la de 1925 que ponía el acento en vanagloriar el cristianismo, en consonancia con la idea de Wallace, en la de Wyler se loa la rebeldía judía en contra del opresor-invasor, teniendo paralelismo contextuales, Israel estaba hostigado por todos los estados vecinos árabes, muchos ven en la historia una alabanza del sionismo en relación con el poder judaico entre los mandamases de Hollywood, los romanos pueden ser unos émulos de los nazis, de hecho estos copiaron parte de la simbología del Imperio transalpino, siendo la recepción a Quinto Arrio por su victoria filmada inspirándose en el documental nazi de Leni Riefensthal “La Fuerza De La Voluntad” (1935), siendo notorio el plano del Águila Imperial con el “Emperador” delante, igual que el de Riefensthal en el trabajo mencionado. Hay quien incluso ha querido ver un substrato de racismo apoyándose en la mítica carrera de cuadrigas, en la que los caballos del villano Messala son negros como el infierno y los del héroe blancos puros.
Dentro de su espectacularidad sobresalen 2 mastodónticas escenas de acción que vertebran y dan fulgor infinito, la batalla naval y la carrera de cuadrigas. La Colosal batalla naval, fastuosa recreación de lucha entre barcos, para dar realismo se contrató a extras a los que les faltaba alguna extremidad para hicieran de mutilados en la batalla, creando muy veraz sensación sangrienta, gracias además al gran trabajo en maquillaje. La otra gran escena, todavía más famosa, es la carrera de cuadrigas, no la dirigió Wyler, lo hicieron Andrew Marton y Yakima Canutt. Wyler dirigió el pre y el post carrera, es decir la vuelta de reconocimiento con el público enfervorecido, copiada toma por toma de la versión muda, y el posterior tramo tras la victoria final, El recinto fue creado a partir del circo de Antioquía (en Jerusalén nunca hubo un circo romano), edificándolo a tamaño real, costó 1 millón de dólares, en las tribunas más de 7000 extras de público. Los caballos blancos de Ben-Hur eran andaluces, el resto era Lipizzans. Existe una leyenda urbana que cuenta que durante el rodaje de la escena murió un doble murió en un accidente, es falso. El resultado final fue una Antológica escena rebosante de acción, frenetismo, vigor, adrenalina, emoción, una Extraordinaria lección de cine de acción.
El siempre rugiente León de la Metro, a petición de Wyler está en silencio en respeto al tema religioso. El prólogo es un plano fijo de dos manos intentando rozarse, es “La Creación” de Miguel Ángel, 6 intensos minutos con inquietante música, aparece “Overture”, y pasamos a la historia, con el trasfondo cristiano del que se salpica la cinta, el Nacimiento de Jesús, esto impregna el relato, más adelante el Sermón en la Montaña, el Vía Crucis y la Crucifixión, momentos bíblicos, en el libro esta religiosidad está más remarcada, el poder de las creencias cristianas baña al protagonista en su evolución del odio, la ira, y el poderoso virus de la venganza le insuflan vida para resistir su martirio, y de cómo sus diferentes encuentros con Jesús le hacen redimirse de esta enfermedad autodestructiva. Aúna drama, acción y aventuras, tocando temas como el nacionalismo, la tiranía, la venganza, la redención, el poder de la fe, la amistad, el odio o el perdón. La narración discurre de modo sereno, sabiendo ingeniosamente colocar por el amplio metraje elementos de constantes catarsis que hacen que la historia atrape, aguda mezcla entre épica y religión con un poco de romance. Deja migas de excelencia sutil, como el detalle de no mostrar el rostro de Jesús (interpretado por el cantante de ópera Claude Heater, no acreditado), esto imprime gran misticismo al personaje, o las metáforas visuales cristianas, como los dos tablones en forma de cruz en los que Messala y Ben-Hur prueban su puntería, alegoría católica, o el elemento agua, tan tenuemente mostrado, el agua está presente en los cuestionamientos de fe, cuando Ben-Hur transita por el desierto con la cuerda de presos cae desfallecido, el hijo de un carpintero (Jesús) le ofrece agua, o cuando Arrio es salvado por Ben-Hur y el primero le ofrece agua en señal de agradecimiento,… (continua en spoiler sin)
En los años 50 la MGM está en crisis económica y la nueva adaptación de “Ben-Hur” al cine sonoro pensó la reflotarla, aún tenía los derechos del libro, jugada redonda, 75 millones $ en taquilla. Dirigió William Wyler, fue director de extras en la versión muda, el director cobró 350000$ más el 8% de la recaudación, sueldo record para un realizador hasta entonces. La superproducción al finalizar superaba los 15 millones de presupuesto, la más costosa hasta la fecha, plata que luce esplendorosa con los más grandes decorados construidos nunca para el cine. La más taquillera del año y entonces la segunda de la historia tras “Lo que el viento se llevó”, ganó 11 Oscars, record hasta que la empató “Titanic” en 1997.
Se basa en el libro del General Lew Wallace de 1880 “Ben-Hur: Un Cuento De Cristo”, con más diferencias con el libro que la versión muda. El guión principal es de Karl Tunberg, sobre su libreto trabajaron S. N. Berhman, y Maxwell Anderson, Gore Vidal, y Chistopher Fry. Gore Vidal ha afirmado que en el guión hay un subtexto homoerótico (lo dijo en el documental “El celuloide Oculto” de 1995), Gore persuadió a Wyler para le dijera a Stephen Boyd que interpretara su rol como amante despechado por Ben-Hur, según Vidal el odio de Messala al protagonista solo podría estar motivada por amor no correspondido, y que Charlton Heston nunca se enteró de esta maniobra. El director dijo no recordaba haber comentado con esto con él.
El guión rezuma admiración por el pueblo judío, Israel hacia poco que se había creado (1948), en contraposición con la de 1925 que ponía el acento en vanagloriar el cristianismo, en consonancia con la idea de Wallace, en la de Wyler se loa la rebeldía judía en contra del opresor-invasor, teniendo paralelismo contextuales, Israel estaba hostigado por todos los estados vecinos árabes, muchos ven en la historia una alabanza del sionismo en relación con el poder judaico entre los mandamases de Hollywood, los romanos pueden ser unos émulos de los nazis, de hecho estos copiaron parte de la simbología del Imperio transalpino, siendo la recepción a Quinto Arrio por su victoria filmada inspirándose en el documental nazi de Leni Riefensthal “La Fuerza De La Voluntad” (1935), siendo notorio el plano del Águila Imperial con el “Emperador” delante, igual que el de Riefensthal en el trabajo mencionado. Hay quien incluso ha querido ver un substrato de racismo apoyándose en la mítica carrera de cuadrigas, en la que los caballos del villano Messala son negros como el infierno y los del héroe blancos puros.
Dentro de su espectacularidad sobresalen 2 mastodónticas escenas de acción que vertebran y dan fulgor infinito, la batalla naval y la carrera de cuadrigas. La Colosal batalla naval, fastuosa recreación de lucha entre barcos, para dar realismo se contrató a extras a los que les faltaba alguna extremidad para hicieran de mutilados en la batalla, creando muy veraz sensación sangrienta, gracias además al gran trabajo en maquillaje. La otra gran escena, todavía más famosa, es la carrera de cuadrigas, no la dirigió Wyler, lo hicieron Andrew Marton y Yakima Canutt. Wyler dirigió el pre y el post carrera, es decir la vuelta de reconocimiento con el público enfervorecido, copiada toma por toma de la versión muda, y el posterior tramo tras la victoria final, El recinto fue creado a partir del circo de Antioquía (en Jerusalén nunca hubo un circo romano), edificándolo a tamaño real, costó 1 millón de dólares, en las tribunas más de 7000 extras de público. Los caballos blancos de Ben-Hur eran andaluces, el resto era Lipizzans. Existe una leyenda urbana que cuenta que durante el rodaje de la escena murió un doble murió en un accidente, es falso. El resultado final fue una Antológica escena rebosante de acción, frenetismo, vigor, adrenalina, emoción, una Extraordinaria lección de cine de acción.
El siempre rugiente León de la Metro, a petición de Wyler está en silencio en respeto al tema religioso. El prólogo es un plano fijo de dos manos intentando rozarse, es “La Creación” de Miguel Ángel, 6 intensos minutos con inquietante música, aparece “Overture”, y pasamos a la historia, con el trasfondo cristiano del que se salpica la cinta, el Nacimiento de Jesús, esto impregna el relato, más adelante el Sermón en la Montaña, el Vía Crucis y la Crucifixión, momentos bíblicos, en el libro esta religiosidad está más remarcada, el poder de las creencias cristianas baña al protagonista en su evolución del odio, la ira, y el poderoso virus de la venganza le insuflan vida para resistir su martirio, y de cómo sus diferentes encuentros con Jesús le hacen redimirse de esta enfermedad autodestructiva. Aúna drama, acción y aventuras, tocando temas como el nacionalismo, la tiranía, la venganza, la redención, el poder de la fe, la amistad, el odio o el perdón. La narración discurre de modo sereno, sabiendo ingeniosamente colocar por el amplio metraje elementos de constantes catarsis que hacen que la historia atrape, aguda mezcla entre épica y religión con un poco de romance. Deja migas de excelencia sutil, como el detalle de no mostrar el rostro de Jesús (interpretado por el cantante de ópera Claude Heater, no acreditado), esto imprime gran misticismo al personaje, o las metáforas visuales cristianas, como los dos tablones en forma de cruz en los que Messala y Ben-Hur prueban su puntería, alegoría católica, o el elemento agua, tan tenuemente mostrado, el agua está presente en los cuestionamientos de fe, cuando Ben-Hur transita por el desierto con la cuerda de presos cae desfallecido, el hijo de un carpintero (Jesús) le ofrece agua, o cuando Arrio es salvado por Ben-Hur y el primero le ofrece agua en señal de agradecimiento,… (continua en spoiler sin)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
… o cuando el Via Crucis Ben-Hur ofrece agua a Jesús, o cuando Jesús Crucificado llueve copiosamente, la madre y hermana de Ben-Hur son sanadas, asimismo los riachuelos formados por la lluvia se juntan en el Gólgota con la Sangre de Jesús que cae de la Cruz, agua Icono cristiano de vida y purificación.
La música de Miklós Rózsa es básica en conducir emociones de modo ágil y delicioso, fue la partitura más larga hecha para un film, se inspiró en música romana y griega para dar excitante coctel, de resonancia epopéyicas, con vibrantes fanfarrias en las marchas Imperiales, y lírico en los tramos íntimos, muy sugestiva . Cada personaje importante tiene su leit-motive. Con temas románticos como “Judah y Esther”, el lúgubre “El valle de los Leprosos”, o el palpitante “La carrera de cuadrigas”. Un trabajo que ha influenciado a muchos. La exuberante fotografía que apabulla es de Robert L. Surtees en Cinemascope, consigue planos monumentales, tomas excelsas panorámicas con miles de extras, picados, contrapicados, con un intenso cromatismo.
Para el casting se pusieron en roles romanos a actores británicos y en el de judíos a estadounidenses, remarcando en sus entonaciones la separación entre clases, Wyler pensó que el público interpretaría el acento británico con el patricio romano. Charlton Heston da gran actuación dotando de gran dramatismo a su Ben-Hur, expone con profundidad la evolución del personaje, con un lenguaje físico brutal, mostrándose en ocasiones como un Titán, exhibiendo orgullo, soberbia, dolor, rabia, ira, frustración, y amor, Grande. Stephen Boyd encarna con furia al villano, le da elegancia y personalidad fuerte, manteniendo una compleja relación con su antagonista, que se desarrolla vigorosamente, siendo matizada y no caricaturesca. Jack Hawkins como Quinto Arrio otorga majestuosidad, altanería, orgullo y soberbia, con ententes maravillosos con Heston, con una entonación contundente. Hugh Griffith aprovecha fabulosamente su poco metraje como Sheik Ilderim para dejar huella, aporta naturalidad, frescura, chispa humorística, simpatía, muy buena su labor.
Vista varias veces sobresalen incoherencias, sobre todo en la composición de Ben-Hur, no es creíble alguien tan enraizado en Palestina y tan anti-imperialismo romano viva plácidamente como un patricio en Roma, transmite que si los romanos te dan todos los lujos (se los da Quinto Arrio) son buenos, este tramo con su apadrinado me resulta chirriante para alguien que detesta tanto a los transalpinos. También me chirría que Ben-Hur que arremete contra los romanos por que los someten con tiranía, y él tenga esclavos, por mucho que nos lo pinten como amo bueno, él es un esclavista, esto se toca livianamente, incluso para acentuar el buenismo de Ben-Hur, de aquí se deriva otra situación forzada no creíble, es el romance Esther con Ben-Hur, primero es demasiado precipitado, no hay química entre ellos, y después ella es su esclava y el su amo, se puede ver como un acto de sometimiento al poder, además ella está prometida y solo con ver a Ben-Hur se arrepiente, chusco. Ben-Hur aborrece a los romanos y no se sabe muy bien porque, no se dan razones de impuestos o de privación de religión, simplemente a Ben-Hur no le gusta que las tropas romanas estén en la ciudad, para ver este sinsentido acudir a uno de los mejores gags de la Historia del Cine en “La Vida de Bryan”, <Que han hecho los romanos por nosotros…>. La enemistad tan desairada de Messala con Ben-Hur resulta desproporcionada, más allá del subtexto gay, Ben-Hur no quiere traicionar a su gente y Messala ya no le “ajunta”, rozando lo infantil, se debería haber enroquecido este elemento. Esto le hace bajar del Olimpo y dejarla en notable.
En conjunto una espectacular cinta épica-péplum con el leit-motive de la venganza, que ha perdido algo de brillo con el paso del tiempo. Fuerza y honor!!!
Crítica sesgada por el límite de caracteres para ver íntegra ir a http://tomregan.blogspot.com/2014/06/ben-hur.html
La música de Miklós Rózsa es básica en conducir emociones de modo ágil y delicioso, fue la partitura más larga hecha para un film, se inspiró en música romana y griega para dar excitante coctel, de resonancia epopéyicas, con vibrantes fanfarrias en las marchas Imperiales, y lírico en los tramos íntimos, muy sugestiva . Cada personaje importante tiene su leit-motive. Con temas románticos como “Judah y Esther”, el lúgubre “El valle de los Leprosos”, o el palpitante “La carrera de cuadrigas”. Un trabajo que ha influenciado a muchos. La exuberante fotografía que apabulla es de Robert L. Surtees en Cinemascope, consigue planos monumentales, tomas excelsas panorámicas con miles de extras, picados, contrapicados, con un intenso cromatismo.
Para el casting se pusieron en roles romanos a actores británicos y en el de judíos a estadounidenses, remarcando en sus entonaciones la separación entre clases, Wyler pensó que el público interpretaría el acento británico con el patricio romano. Charlton Heston da gran actuación dotando de gran dramatismo a su Ben-Hur, expone con profundidad la evolución del personaje, con un lenguaje físico brutal, mostrándose en ocasiones como un Titán, exhibiendo orgullo, soberbia, dolor, rabia, ira, frustración, y amor, Grande. Stephen Boyd encarna con furia al villano, le da elegancia y personalidad fuerte, manteniendo una compleja relación con su antagonista, que se desarrolla vigorosamente, siendo matizada y no caricaturesca. Jack Hawkins como Quinto Arrio otorga majestuosidad, altanería, orgullo y soberbia, con ententes maravillosos con Heston, con una entonación contundente. Hugh Griffith aprovecha fabulosamente su poco metraje como Sheik Ilderim para dejar huella, aporta naturalidad, frescura, chispa humorística, simpatía, muy buena su labor.
Vista varias veces sobresalen incoherencias, sobre todo en la composición de Ben-Hur, no es creíble alguien tan enraizado en Palestina y tan anti-imperialismo romano viva plácidamente como un patricio en Roma, transmite que si los romanos te dan todos los lujos (se los da Quinto Arrio) son buenos, este tramo con su apadrinado me resulta chirriante para alguien que detesta tanto a los transalpinos. También me chirría que Ben-Hur que arremete contra los romanos por que los someten con tiranía, y él tenga esclavos, por mucho que nos lo pinten como amo bueno, él es un esclavista, esto se toca livianamente, incluso para acentuar el buenismo de Ben-Hur, de aquí se deriva otra situación forzada no creíble, es el romance Esther con Ben-Hur, primero es demasiado precipitado, no hay química entre ellos, y después ella es su esclava y el su amo, se puede ver como un acto de sometimiento al poder, además ella está prometida y solo con ver a Ben-Hur se arrepiente, chusco. Ben-Hur aborrece a los romanos y no se sabe muy bien porque, no se dan razones de impuestos o de privación de religión, simplemente a Ben-Hur no le gusta que las tropas romanas estén en la ciudad, para ver este sinsentido acudir a uno de los mejores gags de la Historia del Cine en “La Vida de Bryan”, <Que han hecho los romanos por nosotros…>. La enemistad tan desairada de Messala con Ben-Hur resulta desproporcionada, más allá del subtexto gay, Ben-Hur no quiere traicionar a su gente y Messala ya no le “ajunta”, rozando lo infantil, se debería haber enroquecido este elemento. Esto le hace bajar del Olimpo y dejarla en notable.
En conjunto una espectacular cinta épica-péplum con el leit-motive de la venganza, que ha perdido algo de brillo con el paso del tiempo. Fuerza y honor!!!
Crítica sesgada por el límite de caracteres para ver íntegra ir a http://tomregan.blogspot.com/2014/06/ben-hur.html
29 de marzo de 2012
29 de marzo de 2012
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
A pesar de ser una muy notable película, con un presupuesto también muy notable, y unos decorados excelentes, la lentitud es lo que le sobra.
El guión, además de contar con la figura de Jesucristo como trasfondo excepcional, se apoya en una historia de amor-odio entre dos amigos, y una venganza realizada en su máximo esplendor, por parte de un protagonista que renace de sus cenizas como el ave fénix.
Anfiteatros romanos espectaculares, cuádrigas de lujo, milagros curativos, y el físico bastante envidiable de Charlton Heston, hicieron las delicias de un público mucho más ingenuo e inocente que el actual, pero con unos valores humanos y espirituales mucho más elevados que la adulterada y sin rumbo sociedad de nuestros días.
Las grandes virtudes humanas del honor, la valentía, el respeto y la fe que se promulgaban antes con éstas películas, difícilmente se persiguen por desgracia en el cine actual.
Y es que por algo tiene los 11 óscar, dejando aparte lo costosísima que pudo llegar a ser, pero como he dicho, le sobra lentitud.
El guión, además de contar con la figura de Jesucristo como trasfondo excepcional, se apoya en una historia de amor-odio entre dos amigos, y una venganza realizada en su máximo esplendor, por parte de un protagonista que renace de sus cenizas como el ave fénix.
Anfiteatros romanos espectaculares, cuádrigas de lujo, milagros curativos, y el físico bastante envidiable de Charlton Heston, hicieron las delicias de un público mucho más ingenuo e inocente que el actual, pero con unos valores humanos y espirituales mucho más elevados que la adulterada y sin rumbo sociedad de nuestros días.
Las grandes virtudes humanas del honor, la valentía, el respeto y la fe que se promulgaban antes con éstas películas, difícilmente se persiguen por desgracia en el cine actual.
Y es que por algo tiene los 11 óscar, dejando aparte lo costosísima que pudo llegar a ser, pero como he dicho, le sobra lentitud.
5 de abril de 2012
5 de abril de 2012
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Ben-Hur" parece representar el culmen del cine clásico. En ella, se potencian al máximo los elementos característicos de este cine con resultados realmente buenos: diálogos excelentes, banda sonora, puesta en escena, y un comedimiento a la hora de plantear las situaciones, una tendencia a sugerir, en vez de mostrar, en hacer un "cine velado" que deja mucho a la imaginación.
Tal vez perjudica a "Ben-Hur" su largo metraje. Si bien sería difícil encontrar alguna secuencia que suprimir, lo cierto que las cerca de sus cuatro horas de duración la hacen resultar, por momentos, algo pesada. Culpa de su amplio metraje está en que la película es muy "novelera". Hay muchos episodios, importantes si, en la vida del protagonista que hacen que la historia se alargue en exceso. Además, no se cómo ni porqué, uno tiene la sensación de que ha visto muchas veces esta película. Buena parte de la cinta es que te la sabes casi de memoria con lo que la intriga pierde bastante intensidad.
Si vamos a lo que es la trama en si hay que decir que si no la leemos en clave gay creo que no la entenderíamos. Porque el odio que le coge Mesala resulta inexplicable de otro modo. Puestos a decir, la película despierta una sensualidad que uno no se espera para una obra de 1959. Por ejemplo, la escena de las galeras con todos los galeotes remando a las órdenes del romano, que queréis que os diga, me parece supergay (Ojo, no lo digo como crítica).
Por otro lado, la historia, aunque contiene algunos puntos que no acaban de convencer mucho (por ejemplo, su mensaje político anti-romano y nacionalista, el que Ben-Hur rete de esa forma tan radical a Mesa y a Roma o que se quiera construir un villano tan malo como Mesala) resulta más que interesante máxime si tenemos en cuenta la historia de amor de una intensidad muy bien lograda entre la chica y Charlton Heston (que está sensacional, hay que decirlo). Y por supuesto, la evolución de Ben-Hur gracias a la figura archipresente de Jesucristo que impregna la película de un tono religioso que, sencillamente, se agradece.
Tal vez perjudica a "Ben-Hur" su largo metraje. Si bien sería difícil encontrar alguna secuencia que suprimir, lo cierto que las cerca de sus cuatro horas de duración la hacen resultar, por momentos, algo pesada. Culpa de su amplio metraje está en que la película es muy "novelera". Hay muchos episodios, importantes si, en la vida del protagonista que hacen que la historia se alargue en exceso. Además, no se cómo ni porqué, uno tiene la sensación de que ha visto muchas veces esta película. Buena parte de la cinta es que te la sabes casi de memoria con lo que la intriga pierde bastante intensidad.
Si vamos a lo que es la trama en si hay que decir que si no la leemos en clave gay creo que no la entenderíamos. Porque el odio que le coge Mesala resulta inexplicable de otro modo. Puestos a decir, la película despierta una sensualidad que uno no se espera para una obra de 1959. Por ejemplo, la escena de las galeras con todos los galeotes remando a las órdenes del romano, que queréis que os diga, me parece supergay (Ojo, no lo digo como crítica).
Por otro lado, la historia, aunque contiene algunos puntos que no acaban de convencer mucho (por ejemplo, su mensaje político anti-romano y nacionalista, el que Ben-Hur rete de esa forma tan radical a Mesa y a Roma o que se quiera construir un villano tan malo como Mesala) resulta más que interesante máxime si tenemos en cuenta la historia de amor de una intensidad muy bien lograda entre la chica y Charlton Heston (que está sensacional, hay que decirlo). Y por supuesto, la evolución de Ben-Hur gracias a la figura archipresente de Jesucristo que impregna la película de un tono religioso que, sencillamente, se agradece.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here