Antes de la medianoche
2013 

7.3
28,147
20 de mayo de 2018
20 de mayo de 2018
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una decepción. Estaba complicado seguir la historia de una manera lo suficientemente interesante como para volver a meterte en ella. Toda la magia había ocurrido ya en las dos primeras entregas de la saga, y esta película se convierte en un interminable diálogo de matrimonio fracasado, venido a menos, que discuten hasta la extenuación. No es mi caso, quién sabe si lo será en el futuro, motivo por el cual no me siento identificado, a día de hoy, con el baturro de diálogos y posibles reflexiones que debiera resaltar.
Esta vez viajamos al Peloponeso, en donde vemos la vida de un escritor (me identifico) buscando musas en el hábitat de los padres de la cultura, más con una esposa hastiada de ser la persona que nunca quiso ser. No hay final, ni feliz ni infeliz. No ocurre nada, ni siquiera nos movemos del sitio y, tal vez, sea el producto de un guión creado por los mismos actores de la trilogía, que han hecho de esta historia, que bailotea las tres décadas, su leitmotiv de vida. Ni Ethan Hawke ha brillado en Hollywood, ni la hermosísima (otrora) Julie ha hecho nada más allá de esta saga.
Esta vez viajamos al Peloponeso, en donde vemos la vida de un escritor (me identifico) buscando musas en el hábitat de los padres de la cultura, más con una esposa hastiada de ser la persona que nunca quiso ser. No hay final, ni feliz ni infeliz. No ocurre nada, ni siquiera nos movemos del sitio y, tal vez, sea el producto de un guión creado por los mismos actores de la trilogía, que han hecho de esta historia, que bailotea las tres décadas, su leitmotiv de vida. Ni Ethan Hawke ha brillado en Hollywood, ni la hermosísima (otrora) Julie ha hecho nada más allá de esta saga.
5 de julio de 2013
5 de julio de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gracias a Jesse y Celine, por mostrarnos como pasan todos estos años en tres días. Primero un dia en Viena, el otro en Paris y este ultimo en Grecia. Gracias por dejarnos viajar con ellos no solo a sitios maravillosos, también por dejarnos viajar en su historia, que fácilmente puede ser la de cualquiera de nosotros, no siento estas tres películas como una "trilogía", mas bien las siento como el paso de la vida, solo que la hemos compartido mutuamente. A los veintitantos los conoci y me enamore de una historia que casi todos querríamos vivir, a los treintaitantos, vivi el reencuentro, con la misma magia que la primera vez, y ahora a los cuarenta, me doy cuenta que posiblemente les han pasado las mismas cosas que a nosotros, vivido las mismas situaciones y tanto física como emocionalmente han crecido igual que nosotros. Esa realidad es fascinante.
Gracias Linklater por dejarnos seguir disfrutando de tanta delicia, solo espero ver a Jesse y Celine a nuestro lado en la madurez y en la vejez ..........
Gracias Linklater por dejarnos seguir disfrutando de tanta delicia, solo espero ver a Jesse y Celine a nuestro lado en la madurez y en la vejez ..........
14 de julio de 2013
14 de julio de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tercera entrega de este viaje que empezó en Viena, que se afianzó en París y que ahora llega a Grecia. En esta última entrega, sus personajes se encuentran en una nueva etapa de su vida, en la que vamos viendo el desgaste que han provocado los años de convivencia. Van compartiendo los buenos y los malos momentos que tienen que afrontar a lo largo de estas vacaciones.
Sin duda, la química de su pareja protagonista está más que demostrada a estas alturas...aunque, en conjunto, al film parece faltarle brillo, ya que algunas secuencias se alargan más de lo deseado, quitándole al final la frescura que sí tenían sus predecesoras.
Sin duda, la química de su pareja protagonista está más que demostrada a estas alturas...aunque, en conjunto, al film parece faltarle brillo, ya que algunas secuencias se alargan más de lo deseado, quitándole al final la frescura que sí tenían sus predecesoras.
15 de julio de 2013
15 de julio de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que esta idea de la “no practicidad” del arte es la que discute, en forma y contenido, la trilogía de Richard Linklater, llevándola hacia el cine y el amor. El de estas tres películas parece ser, en parte, el “cine por el cine mismo”, y es curioso, porque este tipo de porpuestas suelen ser más bien del tipo experimental (pienso en Lars von Trier, Terrence Malick o Leos Carax, por ejemplo), sin acudir a grandes líneas de diálogo y más centradas en la forma. No es este el caso (aunque los largos planos secuencias y la predilección por filmar en tiempo real ponen a la forma en un lugar clave), donde los diálogos son parte esencial del disfrute y tan importantes (en realidad, indisociables) como la imagen y el sonido. Tampoco son películas cinéfilas (o para cinéfilos exclusivamente, aunque tienen sus fans desde aquél primer film en 1995), sino que han logrado una conexión especial con el público, justamente por su manera mundana de reflexionar sobre algo tan trascendente. La historia de Jesse (Ethan Hawke) y Celine (Julie Delpy), y la manera en que es contada (o sea, los films), juegan todo el tiempo con esta idea de “no practicidad”, del amor y del cine, idealizándolos románticamente y confrontando esta idealización con la realidad y la cotideaneidad. Divertida, soñadora, conmovedora, nostálgica, melancólica, triste, frustrante. El público logra identificarse fácilmente con sus reflexiones porque son universales y terrenales, y son filmadas de la misma manera (lo que no necesariamente implica un documental, como lo demuestra Linklater).
Además, no se si hay otra serie de películas en donde vemos la evolución de personajes en un lapso de tiempo igual al que hay entre películas, es decir, una suerte de evolución “real”. Jesse y Celine, en ‘Before Sunrise’ (1995), se conocen en Viena y pasan unas horas juntos hasta que se despiden; en ‘Before Sunset’ (2004, nueve años despúes) se reencuentran en París luego de haber transcurridos nueve años ficticios (película filmada, además, en tiempo real, como para reforzar la idea); y ‘Before Midnight’, en Grecia, se estrena en 2013, nueve años despúes, igual a los años que pasaron para Jesse y Celine. Esto, además de ser una locura si lo pensamos comercialmente, genera una conexión especial con un espectador que puede ver, no sólo la evolución interna y externa de Jesse y Celine ( y la de Hawke y Delpy), sino que tiene la posibilidad de hacerlo con distintos ojos, producto de su propia evolución en nueve años primero, en otros nueve después.
LEE LA CRITICA COMPLETA EN http://quecinemirar.blogspot.com.ar/2013/07/antes-de-la-medianoche-2013-usa.html
Además, no se si hay otra serie de películas en donde vemos la evolución de personajes en un lapso de tiempo igual al que hay entre películas, es decir, una suerte de evolución “real”. Jesse y Celine, en ‘Before Sunrise’ (1995), se conocen en Viena y pasan unas horas juntos hasta que se despiden; en ‘Before Sunset’ (2004, nueve años despúes) se reencuentran en París luego de haber transcurridos nueve años ficticios (película filmada, además, en tiempo real, como para reforzar la idea); y ‘Before Midnight’, en Grecia, se estrena en 2013, nueve años despúes, igual a los años que pasaron para Jesse y Celine. Esto, además de ser una locura si lo pensamos comercialmente, genera una conexión especial con un espectador que puede ver, no sólo la evolución interna y externa de Jesse y Celine ( y la de Hawke y Delpy), sino que tiene la posibilidad de hacerlo con distintos ojos, producto de su propia evolución en nueve años primero, en otros nueve después.
LEE LA CRITICA COMPLETA EN http://quecinemirar.blogspot.com.ar/2013/07/antes-de-la-medianoche-2013-usa.html
19 de julio de 2013
19 de julio de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nado contra corriente, pero tengo que decir que este film me ha defraudado más que un poco. Sin duda, es el peor de la trilogía. En sus 108 minutos asistimos a un interminable parloteo de sus dos protagonistas, amén de sus amigos de vacaciones griegas. El discurrir discursivo de los protagonistas se hace básicamente con un travelling frontal casi continuo. Me gustan los travellings, pero soy de la opinión de Godard: Un travelling es un cuestión moral; y aquí hay un exceso que no se justifica. Comparaciones con Rohmer se me antojan muy gratuitas. Sorprende, por otra parte, que a pesar de desarrollarse en Grecia, la dramática situación que vive este país solo sea mencionada una vez y de forma muy tangencial.
No por ello estamos ante un mala película, los diálogos, aunque excesivos, tienen un buena altura y son creíbles. La trama argumental está bien llevada, sobre todo, si la pensamos como desarrollo de los dos films precedentes, aunque es demasiado larga para lo que se cuenta. Esa excesiva verborrea de que hablaba contrasta en un momento dado cuando en la mesa reunidos todos los participantes, la amiga del anfitrión acalla a todos, que hasta ese momento estaban frivolizando en exceso con las cuestiones del amor, hablando de lo mucho que echa de menos a su marido.
De todas formas, me quedo con las dos primeras películas, y en especial, con la segunda, que en tan solo 77 minutos y en tiempo real, cuenta una historia maravillosa, alejada de esta otra, en ocasiones demasiado agria o soez; y que conste que ya sé que la vida real muchas veces es así.
No por ello estamos ante un mala película, los diálogos, aunque excesivos, tienen un buena altura y son creíbles. La trama argumental está bien llevada, sobre todo, si la pensamos como desarrollo de los dos films precedentes, aunque es demasiado larga para lo que se cuenta. Esa excesiva verborrea de que hablaba contrasta en un momento dado cuando en la mesa reunidos todos los participantes, la amiga del anfitrión acalla a todos, que hasta ese momento estaban frivolizando en exceso con las cuestiones del amor, hablando de lo mucho que echa de menos a su marido.
De todas formas, me quedo con las dos primeras películas, y en especial, con la segunda, que en tan solo 77 minutos y en tiempo real, cuenta una historia maravillosa, alejada de esta otra, en ocasiones demasiado agria o soez; y que conste que ya sé que la vida real muchas veces es así.
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