Los miserables
7.2
44,349
Musical. Drama. Romance
El expresidiario Jean Valjean (Hugh Jackman) es perseguido durante décadas por el despiadado policía Javert (Russell Crowe). Cuando Valjean decide hacerse cargo de Cosette, la pequeña hija de Fantine (Anne Hathaway), sus vidas cambiarán para siempre. Adaptación cinematográfica del famoso musical 'Les miserables' de Claude-Michel Schönberg y Alain Boublil, basado a su vez en la novela homónima de Victor Hugo. (FILMAFFINITY)
25 de diciembre de 2012
25 de diciembre de 2012
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vaya actuación de Anne Hathaway, impresionante. Aún tengo los pelos de punta de escucharla con el tema principal del musical, I Dreamed a Dream. Que se quite Susan Boyle, quién diga que Anne no es la mejor de la peli se las verá conmigo... ehem ehem.
Por otro lado, Jackman y Crowe también están muy bien, aunque al segundo se le ve un poco forzadete a la hora de cantar (el tío no es un tenor, y sus partes solistas son las más flojas de la peli musicalmente).
El otro punto fuerte de la peli es la ambientación (casi puedes saborear la mugre de las calles). El problema es que en muchos momentos no puedes apreciarlo por culpa del montaje // movimiento de cámara. Y es este el punto flaco de la peli. Hay momentos en que la acción transcurre de una manera muy abrupta, casi como si les faltase material de montaje, y algunos planos en los que se te pasa por la cabeza cómo disfrutarías ahorcando al cámara.
En definitiva, una peli muy interesante que va de menos a más... y mejor que el Hobbit. ¡Hala, ya lo he dicho!
-Pros: Súper reparto, Anne Hathaway, la ambientación, Anne Hathaway y que sale Anne Hathaway.
-Contras: Montaje, a veces falta de ritmo.
Por otro lado, Jackman y Crowe también están muy bien, aunque al segundo se le ve un poco forzadete a la hora de cantar (el tío no es un tenor, y sus partes solistas son las más flojas de la peli musicalmente).
El otro punto fuerte de la peli es la ambientación (casi puedes saborear la mugre de las calles). El problema es que en muchos momentos no puedes apreciarlo por culpa del montaje // movimiento de cámara. Y es este el punto flaco de la peli. Hay momentos en que la acción transcurre de una manera muy abrupta, casi como si les faltase material de montaje, y algunos planos en los que se te pasa por la cabeza cómo disfrutarías ahorcando al cámara.
En definitiva, una peli muy interesante que va de menos a más... y mejor que el Hobbit. ¡Hala, ya lo he dicho!
-Pros: Súper reparto, Anne Hathaway, la ambientación, Anne Hathaway y que sale Anne Hathaway.
-Contras: Montaje, a veces falta de ritmo.
28 de diciembre de 2012
28 de diciembre de 2012
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde que existe la ópera, este género musical ha sido esencialmente trágico. El musical moderno inventado por Hollywood en los años 30 contó a partir de los años 60 con muestras geniales de dramas tremendos explicados con canciones: West Side Story, Oliver!, Evita y el mas dramático de todos, "Jesucristo Superstar" por eso no se entiende qué es lo que falla en estos Miserables que a pesar de los dólares, de una banda sonora estupenda, de buenos actores y de una historia folletinesca -en el mejor sentido de la palabra- terminan aburriéndote como una película de Antonioni, que diría Billy Wilder. Puesto a ser magnánimo diría que, en mi caso, al saberme de memoria la música y la letra de la banda sonora, conocer la versión para televisión, y la que montó un teatro de Madrid hace años, ya me resulte pesada la historia. Pero en esta película la música se escucha en sordina, los dúos que alternan el inglés con el español, cansinos, algunas voces como la de Russell Crowe (supongo que es la suya) decididamente feas. Hay un par de escenas espectaculares, decorados perfectos y suntuosa fotografia pero la historia va avanzando a trompicones y toda la parte cantada en lugar de dramatizar el asunto lo hace pesado e interminable. Para colmo, en lo mejor de la película, el final en las barricadas, aparecen unos cuantos efebos revolucionarios pre-15M, que parecen puestos allí para solaz de jovencitas adolescentes. Creo que esta historia se merecía un mejor director.
3 de enero de 2013
3 de enero de 2013
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película tiene unos ingredientes muy buenos pero, sin embargo, el plato final no es ni mucho menos exquisito. Es más bien malo.
Y es que Los miserables olía a obra maestra. Con un musical sobre el inmortal clásico de Víctor Hugo más un reparto de lujo para interpretarlo, parecía un sinónimo de éxito. Pero no es así, Hooper ha fallado.
No obstante, Los miserables está muy bien hecha, esto no se puede negar. En primer lugar, cabe ensalzar el gran trabajo de todos y cada uno de los actores. Las interpretaciones de Hugh Jackman y Anne Hathaway son sublimes, la verdad es que no podrían estar mejor. Transmiten una fuerza nunca antes vista en ellos. Mención aparte merece Russel Crowe que, con el papel de Javert, demuestra una vez más que da igual el personaje que le toque interpretar que siempre lo hará a un nivel altísimo, rallando la excelencia. Este camaleónico actor se consolida aún más como uno de los mejores del panorama cinematográfico. Inestimable también la colaboración de Sacha Baron Coen y Helena Bonham Carter que, en su papel de mesoneros, nos regalan los momentos más divertidos del film.
La escenografía y la ambientación de la turbulenta situación vivida en la Francia de mediados del S. XVIII también está muy bien conseguida.
A pesar de ello, los miserables chirría y no sé con exactitud cuál es el motivo. Quizás es porque no estoy acostumbrado a soportar una película de 152 minutos cuyos diálogos son siempre cantados o porque esos excesivos primeros planos de los protagonistas cantando me gustan al principio pero luego acaban por hacer perder toda mi atención. La emoción que transmite en los momentos iniciales se va apagando hasta no encontrar ni un resquicio de ella y se vuelve terriblemente tediosa. Con estas, a partir de la primera hora de visionado estuve mirando el reloj constantemente para ver cuánto tiempo quedaba para que se cerraran las luces.
Así pues, no consigo encontrar demasiados defectos en esta película pero, sintiéndolo mucho, no me gustó. Citando a Risto Mejide, Los miserables es como un consolador: perfecta en su ejecución, pero tremendamente fría en el sentimiento. Un 5
Y es que Los miserables olía a obra maestra. Con un musical sobre el inmortal clásico de Víctor Hugo más un reparto de lujo para interpretarlo, parecía un sinónimo de éxito. Pero no es así, Hooper ha fallado.
No obstante, Los miserables está muy bien hecha, esto no se puede negar. En primer lugar, cabe ensalzar el gran trabajo de todos y cada uno de los actores. Las interpretaciones de Hugh Jackman y Anne Hathaway son sublimes, la verdad es que no podrían estar mejor. Transmiten una fuerza nunca antes vista en ellos. Mención aparte merece Russel Crowe que, con el papel de Javert, demuestra una vez más que da igual el personaje que le toque interpretar que siempre lo hará a un nivel altísimo, rallando la excelencia. Este camaleónico actor se consolida aún más como uno de los mejores del panorama cinematográfico. Inestimable también la colaboración de Sacha Baron Coen y Helena Bonham Carter que, en su papel de mesoneros, nos regalan los momentos más divertidos del film.
La escenografía y la ambientación de la turbulenta situación vivida en la Francia de mediados del S. XVIII también está muy bien conseguida.
A pesar de ello, los miserables chirría y no sé con exactitud cuál es el motivo. Quizás es porque no estoy acostumbrado a soportar una película de 152 minutos cuyos diálogos son siempre cantados o porque esos excesivos primeros planos de los protagonistas cantando me gustan al principio pero luego acaban por hacer perder toda mi atención. La emoción que transmite en los momentos iniciales se va apagando hasta no encontrar ni un resquicio de ella y se vuelve terriblemente tediosa. Con estas, a partir de la primera hora de visionado estuve mirando el reloj constantemente para ver cuánto tiempo quedaba para que se cerraran las luces.
Así pues, no consigo encontrar demasiados defectos en esta película pero, sintiéndolo mucho, no me gustó. Citando a Risto Mejide, Los miserables es como un consolador: perfecta en su ejecución, pero tremendamente fría en el sentimiento. Un 5
12 de enero de 2013
12 de enero de 2013
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo que pudo ser y no fue. Y la total prueba de que algunos se conforman con poco.
A favor:
-Unas actuaciones realmente excepcionales. Hugh Jackman carga con la película a sus espaldas como si fuese la bandera que Javert le manda traer. Russell Crowe injustamente tratado (canta de barítono y actúa bien, da fuerza). Anne Hathaway de Oscar, sí, pese a que su principal escena recuerda a Sinnead O'Connor. Y el resto del reparto muy bien: Samantha Barks, Sacha Baron Cohen... salvo la sin-fuerza Amanda Seyfried y la anodina Helena Bonham Carter, todos muy bien.
-Unas canciones increíbles, pero con eso ya contaba el musical.
-Unos escenarios, decorados y vestuario (guiño a Paco Delgado) buenísimos, casi soberbios.
-Una historia preciosa, una adaptación de un enorme musical que a su vez adapta uno de los libros clave de la literatura universal.
-Tres o cuatro escenas que ni el director más patán podrían quitarle fuerza y emoción.
Y aquí llega Hooper. El Patán. Y se lo carga todo.
-La cámara es horrible. Paupérrima. Bochornosa. Hooper, ¿tus cámaras son esquizofrénicos? Pregunto, esperando la no respuesta. Abusa tanto de la cámara en mano que parece que te hayas montado en una montaña rusa.
-Hooper PASA ABSOLUTAMENTE de los escenarios que le han montado, el sigue empeñado en meter la cámara en el estómago de Hugh Jackman. Había momentos que parecía que iba a aparecer la gargantilla en modo tiburón. El primer plano vale para momentos íntimos, pero por dios, no abuses de él, porque parecerá una película de monólogos.
-Y qué decir de cambiar la imagen cada segundo. Como si estuviésemos en una película de Jason Statham. Por dios, que es un musical, un plano panorámico por favor. Una escena alargada. Una escena DE MUSICAL, maldita sea.
Y ya, pasando de la cámara...
-Muchísimo altibajo. La parte de Mario y Cossete roza lo estúpido. Te dicen que eso es así porque sí y ya está. Y no se hable más. La parte de amor no puede causar más indiferencia. Toda la movida por tres gestos. Manda huevos.
-Vale, sí, en los musicales es difícil profundizar en el personaje, pero algo aquí podían haber hecho.
-Hay escenas que resultan realmente tontas. Innecesarias. Hooper, pedí la hora al árbitro tres veces. La última en modo agónico, pidiendo que una mano divina te cambiase y pusiera un Stanley Donen. Pero no.
Estabas tú, el mediocre director televisivo que te sobrevaloraron a las primeras de cambio y ahora estás en una nube. Pues baja de ahí. Eres mediocre y te has cargado lo que podría haber sido el mejor musical de la historia.
A favor:
-Unas actuaciones realmente excepcionales. Hugh Jackman carga con la película a sus espaldas como si fuese la bandera que Javert le manda traer. Russell Crowe injustamente tratado (canta de barítono y actúa bien, da fuerza). Anne Hathaway de Oscar, sí, pese a que su principal escena recuerda a Sinnead O'Connor. Y el resto del reparto muy bien: Samantha Barks, Sacha Baron Cohen... salvo la sin-fuerza Amanda Seyfried y la anodina Helena Bonham Carter, todos muy bien.
-Unas canciones increíbles, pero con eso ya contaba el musical.
-Unos escenarios, decorados y vestuario (guiño a Paco Delgado) buenísimos, casi soberbios.
-Una historia preciosa, una adaptación de un enorme musical que a su vez adapta uno de los libros clave de la literatura universal.
-Tres o cuatro escenas que ni el director más patán podrían quitarle fuerza y emoción.
Y aquí llega Hooper. El Patán. Y se lo carga todo.
-La cámara es horrible. Paupérrima. Bochornosa. Hooper, ¿tus cámaras son esquizofrénicos? Pregunto, esperando la no respuesta. Abusa tanto de la cámara en mano que parece que te hayas montado en una montaña rusa.
-Hooper PASA ABSOLUTAMENTE de los escenarios que le han montado, el sigue empeñado en meter la cámara en el estómago de Hugh Jackman. Había momentos que parecía que iba a aparecer la gargantilla en modo tiburón. El primer plano vale para momentos íntimos, pero por dios, no abuses de él, porque parecerá una película de monólogos.
-Y qué decir de cambiar la imagen cada segundo. Como si estuviésemos en una película de Jason Statham. Por dios, que es un musical, un plano panorámico por favor. Una escena alargada. Una escena DE MUSICAL, maldita sea.
Y ya, pasando de la cámara...
-Muchísimo altibajo. La parte de Mario y Cossete roza lo estúpido. Te dicen que eso es así porque sí y ya está. Y no se hable más. La parte de amor no puede causar más indiferencia. Toda la movida por tres gestos. Manda huevos.
-Vale, sí, en los musicales es difícil profundizar en el personaje, pero algo aquí podían haber hecho.
-Hay escenas que resultan realmente tontas. Innecesarias. Hooper, pedí la hora al árbitro tres veces. La última en modo agónico, pidiendo que una mano divina te cambiase y pusiera un Stanley Donen. Pero no.
Estabas tú, el mediocre director televisivo que te sobrevaloraron a las primeras de cambio y ahora estás en una nube. Pues baja de ahí. Eres mediocre y te has cargado lo que podría haber sido el mejor musical de la historia.
29 de diciembre de 2012
29 de diciembre de 2012
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Salí del cine pensando que había visto una grandiosa película, una película de 9, de las que marcan época. Había sentido el dolor, el hambre, la miseria... Yo misma había enarbolado una bandera francesa y había gritado que el mañana dejaría de ser negro. Salí llorando del cine, señores.
Un par de horas más tarde llego a casa y comienzo a reflexionar un poco más, ya en frío. Me doy cuenta de que Tom Hooper es un mal director. Y lo es porque, quizás, esté desperdiciando uno de los materiales más jugosos de toda la historia del cine. Este relato es un perfecto atlas del ser humano y se ve empequeñecido en manos de un director mediocre. Un director que ya nos hizo trampa en ese final de 'El discurso del rey' y que vuelve a hacerlo ahora. La historia peca un poco de artificiosidad lo que le aleja, irremediablemente, del espectador. Ese defecto se hace palpable en algunas partes del metraje que, lejos de despertar empatía, lo único que provocaron fueron risas y alguna que otra deserción en la sala del cine.
La película es buena, tiene interpretaciones estupendas, canciones muy emocionantes pero podría haber sido majestuosa. Pero prefiero irme a la cama soñando con esa otra película, la que yo he adornado en mi cabeza. Porque en mi cabeza es, sencillamente, perfecta.
Un par de horas más tarde llego a casa y comienzo a reflexionar un poco más, ya en frío. Me doy cuenta de que Tom Hooper es un mal director. Y lo es porque, quizás, esté desperdiciando uno de los materiales más jugosos de toda la historia del cine. Este relato es un perfecto atlas del ser humano y se ve empequeñecido en manos de un director mediocre. Un director que ya nos hizo trampa en ese final de 'El discurso del rey' y que vuelve a hacerlo ahora. La historia peca un poco de artificiosidad lo que le aleja, irremediablemente, del espectador. Ese defecto se hace palpable en algunas partes del metraje que, lejos de despertar empatía, lo único que provocaron fueron risas y alguna que otra deserción en la sala del cine.
La película es buena, tiene interpretaciones estupendas, canciones muy emocionantes pero podría haber sido majestuosa. Pero prefiero irme a la cama soñando con esa otra película, la que yo he adornado en mi cabeza. Porque en mi cabeza es, sencillamente, perfecta.
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