Brooklyn
6.6
13,518
Drama. Romance
En los años 50, la joven irlandesa Eilis Lacey decide abandonar Irlanda y viajar a los Estados Unidos, concretamente a Nueva York, donde conoce a Tony, un chico italiano con el que comienza a salir y del que se enamora. Pero, un día, a Eilis le llegan noticias de una triste noticia familiar y tendrá que decidir entre quedarse en su nuevo país o volver a su tierra natal. (FILMAFFINITY)
19 de noviembre de 2022
19 de noviembre de 2022
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En su quinto largometraje para la gran pantalla, el irlandés John Crowley adapta la novela de romance de época del mismo nombre de Colm Tóibín. En ella una joven irlandesa, Eilis Lacey (Saoirse Ronan), emigra a Nueva York en los años 50 en busca de un mejor porvenir. Durante lo que parece un año Eilis se debatirá entre buscar la felicidad en su nuevo hogar con un nuevo amor con menos ataduras que en su lugar de origen... o en si regresar a su vida en Irlanda que añora de tanto en cuanto.
"Brooklyn" cuenta a priori con buenos mimbres para dar una cinta decente, una trama de amoríos y viajes envueltos en una ambientación notable, y un reparto estelar (no solo la magnífica Saoirse Ronan se pone la cinta a la cabeza, las apariciones de secundarios como Julie Walters, Jim Broadbet o Domhall Gleeson son de lo más bienvenidas). Sin embargo estamos ante un devenir en el relato tan mundano y soso como poco elaborado e imaginativo.
El caso es que el film acierta en los minutos que nos presenta la melancolía hacia su tierra que siente su personaje. El problema es que ese tono taciturno se mantiene durante todo el metraje. Ya se esté enamorando (algo que el film no logra transmitir como desea), regresando a Irlanda, recibiendo noticias poco halagüeñas o trabajando en los grandes almacenes, la cinta sigue mostrando situaciones de rutina, silencios incómodos e instantes de emoción (ya sea drama o comedia) comedida hasta lo artificial. No hay un "Brooklyn" diálogos perspicaces ni situaciones singulares.
Hay una humanidad tan descafeinada que llega a hacer del largo una experiencia aburrida y flemática excepto para los más aficionados a los romances de época (aunque hay cintas mejores en este género como "La Reina Victoria" (2009), "Brokeback Mountain" (2005), las versiones de "Mujercitas" o "Carol" (2015)).
La cinta con eso tono tan apagado y esos personajes más sosos que un calabacín (ni Ronan ni Walters ni compañía logran rescatar el desastre tan parco de sus roles) se sostiene a duras penas gracias a su dirección artística. La cinta tiene una confortable cinematografía, un elección capacitada de sus planos, unos decorados elegantes y un vestuario y maquillaje de lo más certeros que ennoblecen en cierta medida el conjunto. Pero no suficiente como para que el cinéfilo más curtido no acabe perdiendo el interés y pidiendo la hora. "Brooklyn" se pone al eludible nivel de "El Príncipe y yo" (2004), "Otoño en Nueva York" (2000), "Anna Karenina" (2012) o "Noel" (2004). No triunfa en su género y se ciñe a un público muy muy específico que tal vez sí la disfrute en un primer visionado (un segundo no se podría aguantar).
Lo mejor: La actuación de Ronan (aunque no hace milagros).
Lo peor: El guion de Nick Hornby (queda demostrado que maneja mejor el lenguaje literario que el cinematográfico).
"Brooklyn" cuenta a priori con buenos mimbres para dar una cinta decente, una trama de amoríos y viajes envueltos en una ambientación notable, y un reparto estelar (no solo la magnífica Saoirse Ronan se pone la cinta a la cabeza, las apariciones de secundarios como Julie Walters, Jim Broadbet o Domhall Gleeson son de lo más bienvenidas). Sin embargo estamos ante un devenir en el relato tan mundano y soso como poco elaborado e imaginativo.
El caso es que el film acierta en los minutos que nos presenta la melancolía hacia su tierra que siente su personaje. El problema es que ese tono taciturno se mantiene durante todo el metraje. Ya se esté enamorando (algo que el film no logra transmitir como desea), regresando a Irlanda, recibiendo noticias poco halagüeñas o trabajando en los grandes almacenes, la cinta sigue mostrando situaciones de rutina, silencios incómodos e instantes de emoción (ya sea drama o comedia) comedida hasta lo artificial. No hay un "Brooklyn" diálogos perspicaces ni situaciones singulares.
Hay una humanidad tan descafeinada que llega a hacer del largo una experiencia aburrida y flemática excepto para los más aficionados a los romances de época (aunque hay cintas mejores en este género como "La Reina Victoria" (2009), "Brokeback Mountain" (2005), las versiones de "Mujercitas" o "Carol" (2015)).
La cinta con eso tono tan apagado y esos personajes más sosos que un calabacín (ni Ronan ni Walters ni compañía logran rescatar el desastre tan parco de sus roles) se sostiene a duras penas gracias a su dirección artística. La cinta tiene una confortable cinematografía, un elección capacitada de sus planos, unos decorados elegantes y un vestuario y maquillaje de lo más certeros que ennoblecen en cierta medida el conjunto. Pero no suficiente como para que el cinéfilo más curtido no acabe perdiendo el interés y pidiendo la hora. "Brooklyn" se pone al eludible nivel de "El Príncipe y yo" (2004), "Otoño en Nueva York" (2000), "Anna Karenina" (2012) o "Noel" (2004). No triunfa en su género y se ciñe a un público muy muy específico que tal vez sí la disfrute en un primer visionado (un segundo no se podría aguantar).
Lo mejor: La actuación de Ronan (aunque no hace milagros).
Lo peor: El guion de Nick Hornby (queda demostrado que maneja mejor el lenguaje literario que el cinematográfico).
21 de noviembre de 2022
21 de noviembre de 2022
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O bien por hechos de ese día o por la película misma se me instaló humedad en los ojos al ver la película. Arranca desde la dureza de dejar tus raíces, bien amarradas a tú ser o ir a buscar el esplendor casi en pelota picada a otro sitio, bien lejos, bien lejos.
Se intenta cambiar la lenta, cruda y segura realidad por un esplendor tal vez de melanina.
Muy simple, poderosa y Serena esta película que trata con mucha sensibilidad y sentimentalidad la dureza de la emigración y dejar atrás a los tuyos y a lo tuyo. Todo por echarte algo a la boca. La madre tira para aquí, el novio para allá y la cabeza no sabe que hacer.
Dos opciones y sólo una resolución. Tú decides, y serán las dos bien fastidiadas. ¿Quién pierde?.
Se intenta cambiar la lenta, cruda y segura realidad por un esplendor tal vez de melanina.
Muy simple, poderosa y Serena esta película que trata con mucha sensibilidad y sentimentalidad la dureza de la emigración y dejar atrás a los tuyos y a lo tuyo. Todo por echarte algo a la boca. La madre tira para aquí, el novio para allá y la cabeza no sabe que hacer.
Dos opciones y sólo una resolución. Tú decides, y serán las dos bien fastidiadas. ¿Quién pierde?.
10 de julio de 2024
10 de julio de 2024
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Brooklyn.
Con Irlanda como hilo conductor, el director John Crowley del mismo país y por si le faltara un poco más, con el protagónico de la actriz irlandoestadounidense, Saoirse Ronan, buscará reflexionar acerca del desarraigo de las personas con todos los conflictos que eso conllevan en pos de buscar un futuro mejor, adornándolo con matices como la soledad, el amor y las perdidas en lo que si bien se sitúa entre el país europeo y la ciudad estadounidense de Brooklyn, bien podría decirse que puede intentar trascender fronteras para que quien lo haya vivido pudiera hacerla suya.
Mi interés por ella lamentablemente se frustró enseguida, puesto que no pude encontrar una perspectiva atractiva que me pudiera entusiasmar sobre su relato, tiene los elementos para hacerlo, totalmente, pero poco puede prevalecer en su composición, solo destellos pueden destacarse como fragmentos que tienen chispas que no le son suficientes para encender un fuego espiritual que le permita penetrar emocionalmente teniendo en cuenta en todo lo que podría haber arribado.
Su diseño de producción es discreto, sintiendo que en algunas etapas le falta mejor confección de época particularmente, siendo que es un largometraje que se sitúa en los años 50, generando cierto acierto sin sacarle el suficiente brillo que hubiese merecido todo lo referido a vestuarios y escenográficamente, poniendo sobre todo un mejor énfasis en lo que se refiere a las vestimentas y accesorios de los personajes, prescindiendo de mayor y mejor minuciosidad en esos elementos que le hubiese sido más claves y aportado más consistencia de época.
Resulta frustrante además que su protagonista sea Saoirse Ronan entregando un buenísimo papel sin ser acompañada por una construcción más firme, en ella podemos palpar su edificación como persona y su crecimiento, sobre todo en el objeto de pasar de ser una joven un tanto ingenua para hacerla pasar por los avatares que se le presentan para así ir haciendo madurar a su personaje hasta convertirla en una total mujer a base de los agridulces de la vida misma.
¿Brooklyn bien pudo haber estado nominada a los premios Oscar del año 2015 por simplemente endulzarle el oído a esa ciudad? si, ¿tiene potencial? también, lo cierto es que no puede explotarlo y carece de un clímax que eleve su energía emocional y narrativamente del cual la historia lo necesita y no puede encontrarlo, y que nos deja sin dudas, como lo mejor, la actuación de Ronan en un estado muy virtuoso tal como se conoce su gama actoral.
Calificación: 6.4
Con Irlanda como hilo conductor, el director John Crowley del mismo país y por si le faltara un poco más, con el protagónico de la actriz irlandoestadounidense, Saoirse Ronan, buscará reflexionar acerca del desarraigo de las personas con todos los conflictos que eso conllevan en pos de buscar un futuro mejor, adornándolo con matices como la soledad, el amor y las perdidas en lo que si bien se sitúa entre el país europeo y la ciudad estadounidense de Brooklyn, bien podría decirse que puede intentar trascender fronteras para que quien lo haya vivido pudiera hacerla suya.
Mi interés por ella lamentablemente se frustró enseguida, puesto que no pude encontrar una perspectiva atractiva que me pudiera entusiasmar sobre su relato, tiene los elementos para hacerlo, totalmente, pero poco puede prevalecer en su composición, solo destellos pueden destacarse como fragmentos que tienen chispas que no le son suficientes para encender un fuego espiritual que le permita penetrar emocionalmente teniendo en cuenta en todo lo que podría haber arribado.
Su diseño de producción es discreto, sintiendo que en algunas etapas le falta mejor confección de época particularmente, siendo que es un largometraje que se sitúa en los años 50, generando cierto acierto sin sacarle el suficiente brillo que hubiese merecido todo lo referido a vestuarios y escenográficamente, poniendo sobre todo un mejor énfasis en lo que se refiere a las vestimentas y accesorios de los personajes, prescindiendo de mayor y mejor minuciosidad en esos elementos que le hubiese sido más claves y aportado más consistencia de época.
Resulta frustrante además que su protagonista sea Saoirse Ronan entregando un buenísimo papel sin ser acompañada por una construcción más firme, en ella podemos palpar su edificación como persona y su crecimiento, sobre todo en el objeto de pasar de ser una joven un tanto ingenua para hacerla pasar por los avatares que se le presentan para así ir haciendo madurar a su personaje hasta convertirla en una total mujer a base de los agridulces de la vida misma.
¿Brooklyn bien pudo haber estado nominada a los premios Oscar del año 2015 por simplemente endulzarle el oído a esa ciudad? si, ¿tiene potencial? también, lo cierto es que no puede explotarlo y carece de un clímax que eleve su energía emocional y narrativamente del cual la historia lo necesita y no puede encontrarlo, y que nos deja sin dudas, como lo mejor, la actuación de Ronan en un estado muy virtuoso tal como se conoce su gama actoral.
Calificación: 6.4
16 de diciembre de 2024
16 de diciembre de 2024
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Historia sobre una chica irlandesa emigrante a Estados Unidos en los años 50 encarnada por una convincente Saorsie Ronan, dirigida por John Crowley (Modern Love, True Detective, Black Mirror) y con secundarios como Domhall Gleeson o Julie Walters. Es una película excelentemente ambientada, con prácticamente todo el peso sobre los hombros del personaje de Eilis (Ronan) y una historia bastante real que en todo momento mantiene el interés y que en su conjunto es bastante interesante.
13 de febrero de 2016
13 de febrero de 2016
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre es bueno encontrarse con estas joyitas de la cinematografía. Y una vez más y van… es posible comprobar, que no son necesarios actores famosos, efectos especiales… para hacer una buena película. Tan solo hay que saber expresar un mensaje en forma coherente y cinematográfica. El desarraigo provocado por la emigración, ¿Dónde voy y de dónde vengo? ¿Dónde está mi hogar? La superación del individuo a través del trabajo y del amor. Son temas universales tratados con la mayor de las delicadezas y con gran profundidad por esta película. Pero sobre todo por su director, su guion y sus actores, cada minuto que pasa nos trasmite las emociones de su personaje femenino. Nos hace meter en su mundo y vivir con ella cada momento de su existencia. El lograr poder acercarnos a través del cine, a la vida real en esos pequeños detalles diarios, que nos siempre son glamorosos es un logro mayor de esta película. El poder compartir la soledad de encontrarse a miles de kilómetros de su hogar, hacernos sentir esa soledad tan solo con la actuación es maravilloso. Lo sencillo y precario de un primer encuentro sexual, tan cerca de la realidad y tan lejos del glamour de Hollywood son momentos excepcionales.
Y aunque está nominada para el Oscar como mejor película dudo que se sepa reconocer su valía.
Y cuando me preguntan qué recomendar de la cinematografía actual. Diré: no se pierda esta película, si le queda algo de sensibilidad y no esta deslumbrado con los fuegos artificiales, sabrá vivir, llorar, compartir la vida de Eilis Lacey.
Y aunque está nominada para el Oscar como mejor película dudo que se sepa reconocer su valía.
Y cuando me preguntan qué recomendar de la cinematografía actual. Diré: no se pierda esta película, si le queda algo de sensibilidad y no esta deslumbrado con los fuegos artificiales, sabrá vivir, llorar, compartir la vida de Eilis Lacey.
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