En general, es decir, obviando el tema del pederasta, esta película es lenta, aburrida y no vale una mierda. Pero es que ya si nos metemos en el tema del padre pederasta que viola a los amigos de su hijo, ya es que es el sumun de la bazofia.

Todd Solondz debería hacéselo mirar y con él todo el que disfrute con esta PUTA MIERDA.
La mejor película de 1998 según la revista Newsweek.
Ahora se entienden las cosas raras que pasan el el mundo.
Me acojona la puntuación que tiene, de verdad que sí.

No puedo comprender que se justifique la pedofilia como una perversión digna de compasión como nos quiere hacer entender el director, no puedo entender como una sociedad permite escenas dignas de denunciar a la fiscalía de menores. Esto no es libertad de expresión ni arte.
La pedofilia no puede mezclarse con escenas cómicas como sucede en este película. No denunciaré la película a Infancia o a la fiscalía de menores porque le haría publicidad y la vería más gente y lo que espero es que se pierda en el olvido , por la salud mental de la sociedad.
American beauty también era una crítica ácida al sistema de vida americano pero con más elegancia estética y moral. Al director le recomendaría que hablara con pediatras y psicólogos infantiles para que le expliquen lo que es la infancia y la adolescencia, pues no lo tiene nada claro. Sólo se me ocurre animar a personas normales a emitir críticas negativas para bajar la elevadísima nota que tiene y así desanimar a futuros videntes.

¿Hay algo más desagradable que un pedófilo?
Pues ya está..eso que lo que podréis ver en este film. Y encima pretenderán que os haga gracia. Está clasificada como comedia negra. Pues si alguien se ríe con esta película que se lo haga mirar, en serio.

¿Por qué un tipo que cree que todos somos unos depravados sexuales, una banda de falsos, hipócritas, egoístas, pederastas, insatisfechos y cualquier otro adjetivo negativo que a uno se le pueda ocurrir se dedica al cine? ¿Si todo está podrido y nada vale la pena, por qué no va al matadero para que acaben con su sufrimiento?

Siempre me han gustado las historias sobre familias disfuncionales, llámense "Gente corriente", "American Beauty", "Celebración" o "Pequeña Miss Sunshine", pero la repugnante visión del mundo de Todd Solondz sólo me merece mi más profundo y sincero desprecio. Casi hasta me fastidia que me haya molestado tanto este larguísimo montón de basura infecta, porque es una pequeña victoria de un grotesco personajillo que sólo merece indiferencia infinita.

Su falta de talento queda retratada en el insistente recurso de contraponer la alegre puesta en escena de una película familiar Disney o una teleserie de los años 80 a la infelicidad de sus personajes. Su falta de dignidad queda retratada cuando uno se para a pensar en cómo podía explicarle sus escenas al pequeño actor que interpreta al hijo de Dylan Baker. Ya que muchos le van a seguir riendo las gracias y él va a continuar a lo suyo yo me comprometo desde aquí a no ver ninguna película suya más.

En serio, ¿por qué no se puede puntuar con ceros?

Vergonzosa película desde todos los puntos de vista. Concedo que tiene intención, mala uva y unos personajes con cierta psicología. Sin embargo como suele suceder en estas obras independientes o alternativas que pretende ser geniales pero a las que les falta inteligencia, sensibilidad, recursos y buen gusto, es que es tremendamente exagerada, tanto que resulta grotesca. "Happiness" va recogiendo cosas excepcionales y las mete todas en la misma familia y conocidos. Por aquí desfilan pederastas, frígidas, viciosos sexuales, salidos, amargados, tipos que odian al mundo entero, desequilibrados, amorales, con impulsos homicidas, neuróticos, traumatizados, violadores, que desean ser violadas, asesinos, etc. Para Todd Solondz nadie es normal. Pero la crítica es tan basta, fácil y explícita que se queda sin fuerza.

Como ejemplo de irrealidad desproporcionada podemos señalar la secuencia en la que los empleados en una operadora telefónica se preguntan quién es Andy (Jon Lovitz). Yo mismo he trabajado en un sitio así y puedo certificar que nos conocíamos todos en muchísimo menos tiempo. Por supuesto, peor aún son todas las conversaciones entre este padre y su hijo. ¿Algún niño a lo largo de la historia en todo el planeta ha tenido estas conversaciones tan soeces con su progenitor? Yo creo que no. Con estas y otras cosas Todd Solondz cae en una aparatosidad postiza que por desgracia seduce a los entendidos más pedorros. Por si fuera poco, "Happiness" es sexualmente asquerosa, bochornosa por ridícula, patética por su pretenciosidad, de un gusto aberrante, vacua y hasta delictiva por su mediojustificación de la pederastia.