Sidney Lumet fue hasta sus últimos momentos de vida un ejemplo vivo de que se puede seguir rodando a grandísimo nivel en la vejez. Par que luego la gente diga de Ridley Scott... Los maestros lo son durante toda su vida (y por cierto... qué curioso resulta ver que un señor de más de 80 años filmaba escenas de sexo de tantísima carnalidad como las de esta película).
Hecha la reivindicación, Antes que el diablo sepa que has muerto es un estupendo thriller dramático, que nos muestra una de las mayores tragedias que pueden suceder en la vida, y que no es otra que ver cómo un plan equivocado se tuerce de la peor manera posible y destroza las vidas de quienes se ven involucrados en él. Tenía la película todos los números para resultar memorable, pero a pesar de sus innegables virtudes no logra el objetivo. Y no lo logra porque desprende una frialdad terrible. A pesar de las cosas que suceden en pantalla, nunca se llega a empatizar con ningún personaje, y el tono de Lumet resulta distante y mantiene al espectador bastante fuera de la historia. Es como un reloj: funciona todo a la perfección, pero con enorme frialdad.
Pero siempre quedará para el recuerdo el enorme trabajo del director de 12 hombres sin piedad, que da una lección de elegancia y clasicismo con la cámara de la que muchos podrían aprender, y las no menos espectaculares presencias de sus tres protagonistas masculinos. Hoffman está inmenso en el personaje más despreciable de los tres protagonistas, Finney es un torrente de emociones y sinceridad, y Hawke borda de nuevo el personaje de tipo nervioso e inseguro.
Aun así, un más que recomendable ejercicio de estilo por parte de uno de los grandes maestros que quedaban en Hollywood.


Lo mejor: Philip Seymour Hoffman, Ethan Hawke y Albert Finney. Simplemente magistrales.
Lo peor: La frialdad que desprende, y el poco interés por el devenir del personaje de una siempre efectiva Marisa Tomei.

Extraordinario guión con unas actuaciones extraordinarias, el resultado…un excelente film con una credibilidad del 100%. Lumet tira de de ingenio y nos muestra todas las caras de este drama desde el punto de vista de cada personaje. Nos enseña la película por piezas como si de un puzzle se tratase para finalmente demostrarnos su última obra maestra; un gran réquiem con unos excelentes habituales secundarios que se disfrazan de principales en esta película y demuestran que una cara conocida no es suficiente para hacer una gran interpretación, Hawke, Seymour Hoffman, Finney y Tomei lo vuelven a demostrar una vez más y elevan su talento al máximo exponente para hacer un último homenaje al gran Sydney Lumet. Esta hermana pobre de cintas como “The Town” y “Plan Oculto” y prima de “Reservoir Dogs”, por su atraco sin botín, nos muestra el pequeño paso que hay del amor al odio, del desprecio a la compasión y de lo simple a lo complejo.

Hasta 2011 el mundo era un poquito más respirable con la existencia de Sidney Lumet, pero el director incansable se terminó cansando de los vivos y acabó marchándose del más acá para convertirse en alguien inmortal gracias a un buen montón de películas. La última de ellas, 'Before the devil knows you’re dead', refleja con total fidelidad el espíritu de sus mejores cintas.

El tiranosaurio Philip Seymour Hoffman y el chulapo Ethan Hawke dan vida a dos hermanos desesperados que, sin principios ni miramientos, deciden asaltar la tienda de sus padres. Semejante punto de partida pone en alerta las ganas de cualquiera, más aún viniendo de alguien tan original y descarado como Lumet. Las guindas del pastel son Marisa Tomei y Albert Finney. Sabor a raudales.

Before the devil knows you’re dead supone una exhibición en todas y cada una de sus parcelas: dirección, guión, actores, puesta en escena, acción y trama tragicómica. Cine negro, opaco y divertido. Lo patético llevado al extremo. Un caramelo que, por desgracia, también se termina acabando.

El fallecido Sidney Lumet, reputado director norteamericano y uno de los nombres más remarcables del thriller americano de los últimos treinta años se despidió con una obra magistral que fascina por su excelente guión, sus interpretaciones y el control narrativo de Lumet durante todo el filme.

Antes que el diablo sepa que has muerto reviste una especie de tragedia griega en un thriller con halo evidente a los títulos de los años 60 y 70 del género. Unos personajes fascinantes que se ven envueltos en el relato (los dos hermanos, el padre, la mujer y la amante) por una iniciativa errónea propia de los dos hermanos, unos personajes torpes claramente humanizados y sin seguir internamente los esquemas del tipo duro que el género creó desde sus inicios.

Fascinante ver la lección interpretativa que nos deja todo su reparto; brillantes Philip Seymour Hoffman e Ethan Hawke además de un contundente cabeza de familia Albert Finney y una sexy Marisa Tomei. Las interpretaciones apoyadas en un guión brillante, magistral y totalmente estable, jugando con el tiempo y los puntos de vista ya que llegaremos a ver lo que realizaba cada personaje días antes del atraco, que será el epicentro a partir del cual se mueve todo el relato.

El desaparecido Lumet nos deja en su última película una obra maestra atrevida en su narrativa y construcción, una de sus mejores películas de su nada desdeñable filmografía. Una lección de director, actores y narración cinematográfica.

Película muy dura y cruda en cuanto a los difíciles problemas de los hermanos protagonistas. Esta película tiene la particularidad de meter la mano en las entrañas del espectador y retorcerlas para provocar un malestar pero a la vez inquietante demostración de lo que un maravilloso guión puede llegar a hacer una obra maestra a mi entender. Grandes interpretaciones de todos los protagonistas incluido el de Marisa Tomey, lo cual dice mucho del gran director de actores que es Sidney Lumet. En cierto modo me recuerda a Fargo en su planteamiento al trabajo a realizar y su complicado desenlace. El ser humano llega a hacer lo que sea por conservar su estatus en esta sociedad consumista y endeudada hasta las entrañas en las que las adicciones hacen estragos en la sociedad. Mi añorado Phillip hace un trabajo muy dificil al que solo pueden acceder los elegidos. Este tipo de cine es el que me hace disfrutar a lo grande.