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AdolescenciaMiniserie

Serie de TV. Drama. Thriller Miniserie de TV. 4 episodios. El mundo de una familia se pone patas arriba cuando Jamie Miller, de 13 años, es arrestado y acusado de asesinar a una compañera de clase. Los cargos contra su hijo les obliga a enfrentarse a la peor pesadilla de cualquier padre.
Críticas 173
Críticas ordenadas por utilidad
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26 de marzo de 2025
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
He leído y escuchado que esta serie era la mejor o de las mejores de la historia... pero os puedo asegurar que NO es así en absoluto. No voy a decir que sea una del montón, pero sí que puedo recomendar, por ejemplo, una serie española que trata un tema más o menos similar, que es El Caso Asunta, y que es mejor que La Adolescencia, sin lugar a dudas.
A mí, personalmente, me ha parecido una buena serie... sin más. En líneas generales no me ha sorprendido en nada, ya que me cuentan una historia que, pese a la gravedad, no termina de impactarme. O, mejor dicho, no termina de impactarme hasta el final, hasta el último capítulo, en el que Stephen Graham da una exhibición de interpretación capaz de hacerme sentir como propio el dolor que siente un padre cuando su hijo fracasa o no cumple las expectativas, y es que hace suyos el fracaso de su hijo culpándose del mismo.
En definitiva, sobresaliente Stephen Graham, el resto a diferente nivel, desde el suspenso hasta el notable, pero en líneas generales una buena serie.
Lo único que no me gustó fue que los negros son los buenos y guays, y los blancos son los malos y estúpidos (un peaje que estamos pagando en la época actual tan Woke, pero la última media hora me hace alegrarme que el padre sea blanco).
Ya me contaréis.
Un abrazo.
10
27 de marzo de 2025
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Simplemente alucinante, una oda al cine. La serie expresa todo lo que quiere expresar y refleja de manera fiel la sociedad de hoy en día. Es pura, sincera, cruda y simplemente excelente. El guión es un 10 pero es que la actuación consigue elevarlo todavía más. Sinceramente creo que es una serie que todo el mundo debería ver, ya que tiene varios mensajes muy potentes y directos que tienen la capacidad de calar en nuestra sociedad. Me ha maravillado y es compleja en cada segundo y en cada aspecto que toca, y por eso mismo destaco la perfección del título ya que la propia adolescencia es tan compleja como la serie. Obligatoria de ver y si es en versión original, todavía mejor ya que ese acento de liverpool y la sinceridad de los personajes es captada de mejor forma al escuchar sus voces reales.
8
24 de marzo de 2025 3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adolescencia, miniserie que se ha vendido como estreno de Netflix, cuando no es cierto, ya que la plataforma roja solo la distribuye, no la produce. Lo digo por aquellos que vociferan que Netflix sí hace buenas series, apuntándole el tanto. Pues no, my friend, la realidad es que han sido los más rápidos y listos, a sabiendas de que tenían otro pelotazo entre manos.

Y es que la serie está siendo otro fenómeno social, no al nivel mainstream de El juego del calamar, pero si al de Mi reno de peluche, una propuesta independiente por la que nadie daba un duro, hasta el punto de no ser promocionada por Netflix, pero que fue adquiriendo el estatus de culto gracias al boca oreja del público, que siempre es el que tiene la última palabra.

Pues algo similar le ha sucedido a esta producción, que fíjate tú, también es inglesa y dramática, aunque aquí sufrimos un bofetón a mano abierta al peligro de la adolescencia, las redes sociales, el acoso, la masculinidad tóxica, y una serie de temas peliagudos que nos afectan como sociedad.

Me sorprenden algunas reacciones a la miniserie, tildándola de tramposa, y con una absurda polémica acusando a sus responsables de maquillar la realidad, cuando Stephen Graham, productor, guionista y uno de sus protagonistas, ha confesado que se basó en varios casos para plasmar esta historia. Pero eh, no puedes contentar a todo el mundo, pero está claro que hay un problema, y estas reacciones lo ponen todavía más de relieve, porque si no entiendes esta serie, es que algo pasa.

Aquí no se manipula al espectador, se le presentan los hechos, de forma contundente y vibrante, sin darle ni un solo respiro, mostrando las secuelas que puede dejar en las personas un hecho tan atroz, y avisando de que estemos más atentos con nuestros jóvenes, porque algún día ya puede ser tarde. Es un tema de rabiosa actualidad, que da completamente en la diana, y que tiene un cariz pedagógico, que te obliga a recomendarla. He leído por ahí que deberían poner esta miniserie en los colegios, y sabéis qué, que estoy totalmente de acuerdo.

Te podrá gustar más o menos, pero los dilemas y debates que plantea son tan interesantes como necesarios, mostrándote los peligros de la sociedad actual, una que creíamos más evolucionada, pero que no deja de arrojarnos jarros de agua fría día tras día, con noticias espeluznantes que nos estremecen al momento, pero que olvidamos al día siguiente, creyendo que todo irá a mejor, cuando la historia no deja de repetirse, una y otra vez. Y es por eso que Adolescencia es tan necesaria, como magnifica.

Porque no solo el guion es sensacional, también la dirección es impecable, con cuatro episodios en los que se usa el plano secuencia, algo muy comentado y promocionado, pero cuando lo ves entiendes tanto elogio, porque no es sencillo hacer algo así. Se tiene que tener en cuenta que no hay cortes perceptibles, por lo que no hay margen para el error, con unos actores obligados a soltar sus líneas de dialogo sin posibilidad de fallo, lo que engrandece todavía más su labor.

Se ha comparado a esta miniserie con la magistral Hierve (Boiling Point), y no es de extrañar, porque comparten protagonista y director, siendo obvio que han querido dar un paso más, con cuatro episodios que te mantienen pegado a la butaca. Mira que el recurso del plano secuencia parecía ya agotado y no tenía el mismo efecto, pero nos han callado la boca, siendo un total acierto que hayan apostado por un recurso que, bien empleado, suma al producto final.

Otra cosa que me fascina es que cualquier de los cuatro capítulos podría ser una película, ya que, aunque comparten trama y personajes, con un carácter continuista, cada uno tiene su propia identidad, abordando diferentes aspectos del caso. Yo soy un amante de los planos secuencia y espacios cerrados, donde se priorizan los diálogos, pero no negaré que la serie exige un nivel de atención a un espectador que quizás no sea capaz de seguir el hilo, pero viendo el éxito de la serie, algo me dice que se ha obrado el milagro. Este es el camino.

Mucho se ha hablado de Stephen Graham, también productor y guionista, y un maravilloso actor que lleva años dando golpes sobre la mesa. Vamos, que es una bestia de la interpretación, y aquí lo vuelve a demostrar, con un personaje nada sencillo, y que carga con casi todo el peso de la función, pero es que el resto del reparto no se queda atrás, como el debutante Owen Cooper, con una performance repleta de matices. Todos están increíbles y todos se merecen todos los premios habidos y por haber, en un elenco actoral de diez.

Y bueno, como veis, no le encuentro ni un solo reproche a una miniserie en la que todos sus episodios funcionan como un reloj, siendo quizás el más efectivo el primero, plasmando con realismo lo que es una detención, en este caso a un menor, pero con otros tres que saben jugar muy bien sus cartas, en una propuesta dinámica y demoledora, que no te suelta desde el minuto uno, y que cuando termina, habiéndote soltado todos los golpes, se queda contigo para siempre, porque estamos ante uno de esos dramas que merecen ser contados y escuchados.

Hay un problema en nuestra sociedad, por lo que necesitamos más producciones como Adolescencia, una miniserie que está haciendo el ruido que se merece. Quizás todavía haya esperanza. Imprescindible.

Más críticas: El Videoclub de Javi McClane (Youtube)
9
25 de marzo de 2025 3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
78/20(22/03/25) Extraordinaria a la par desgarradora serie dramática inglesa producida para Netflix, formidable su disección de la actual adolescencia occidental, producción que debería ser de visión obligada para todos los padres con hijos en estas edades tan herméticas. Cuatro sublimes capítulos creados por Jack Thorne y Stephen Graham (también protagoniza) y dirigida por Philip Barantini, centrándose en un estudiante de 13 años llamado Jamie Miller (Owen Cooper), arrestado por el asesinato de una compañera de clase. Graham concibió originalmente “Adolescence” como respuesta al aumento de delitos violentos con arma blanca en Gran Bretaña, incluyendo asesinatos de Elianne Andam y Ava White. Decidió crear un drama explorara la motivación de actos extremos de violencia contra niñas por parte de niños, y colaboró con el guionista Jack Thorne. Tiene la particularidad que cada entrega es filmada en plano-secuencia, sin cortes, todo en tiempo real, hace te sumerjas en el relato de modo epidérmico, todo se asemeja algo contrarreloj hace te involucres y lo sientas más real. Como no hay cortes las actuaciones poseen una intensidad acuciante, o que repercute en una autenticidad doliente.

La cámara del DP Matthew Lewis (el de siempre con Barantini) se mueve con fluidez brillante entre los diferentes personajes y escenarios, entrando y saliendo de habitaciones, edificios, saltando por ventanas (¿?), elevándose al cielo, bajando a ras de suelo, labor superlativa. Radiografía sensacional de la psicología intergeneracional, de adolescentes y padres, aborda las inseguridades, angustia, grietas en estas complicadas relaciones paterno-filiales. No es un thriller sobre quien es un criminal, esto queda claro al final del primer capítulo, prima el realismo crudo de consecuencias de esta tragedia e indagar en las complejas causas que llevaron al asesinato, y como se propaga la onda expansiva. Analiza el entorno del ‘sospechoso’ adolescente, sus amistades, profesores, relaciones con el sexo femenino, y por supuesto con la familia, salpicado de egos, bullying, ira, y sobre el nuevo fenómeno moderno de redes sociales tanto afectan a estas volubles edades, con ello ansias de popularidad, dejando claro la falta de referentes morales en esta generación que se ha desconectado del mundo real para vivir en uno virtual, y con ello hay escasa cobertura con sus padres. A la vez, sobre todo en el cuarto capítulo, se adentra en la pesadilla colateral es la situación para la familia.

Cada hora de episodio es un lugar y fechas salpicadas, con enfoque disímil: el día 1 nos lleva del hogar a la comisaría; el día 3 al instituto; 7 meses después asistimos a la evaluación psicológica que hace una terapeuta independiente; y tras 13 meses visitamos a la familia, antes de que se celebre el juicio.

Comienza de forma desconcertante, en una tranquila mañana en South Kirkby, pequeña ciudad de West Yorkshire (Inglaterra), un policía ríe Bascombe (Ashley Walters) entre dientes al oír un mensaje de voz de su hijo, preguntándole si puede faltar a la escuela ese día. "Soy un blando", le explica el policía a su compañera Misha Frank (Faye Marsay) en el coche patrulla. A continuación, la pareja lidera el ‘asalto’ con un equipo SWAT fuertemente armado una casa suburbana, derriban la puerta de la familia Miller, dejan en shock a la familia que aun dormía, y arrestan a su hijo Jamie Miller (el debutante Owen Cooper), de 13 años, por el asesinato de un compañero de clase, y con el susto el chico se orina encima. Dejando en estado de shock a sus padres, Eddie (el también co-showrunner Stephen Graham), su madre Manda (Christine Tremarco) y su hermana mayor Lisa (Amélie Pease), de casi 18. Registran la casa y llevan al niño a comisaria para interrogarlo. Seguimos el procedimiento de ritual de como lo fichan, lo registran, le ponen un abogado, y finalmente lo interrogan. Todo ello narrado con un pulso narrativo tenso, rezumando sequedad y veracidad, hasta que en el interrogatorio todo implosiona.

En el segundo capítulo, tres días después. Bascombe entra a investigar al colegio donde se desencadenaron los hechos y al que además concurre su hijo (con quien mantiene una relación bastante distante), intenta encontrar información sobre el arma. Mostrando la brecha entre la generación de adultos y los adolescentes que viven en su burbuja artificiosa de las redes sociales, y con ello las jerarquías de popularidad que se establecen, hasta los bajos estratos a los que se hace bullying. Aquí sentimos como el mundo de estos jóvenes se mueve en una dimensión retorcida de mensajes encriptados en emojis; En este capítulo la cámara se mueve de modo extraordinario entre la multitud de chicos, siendo impactante (si te fijas) como la cámara llega a atravesar un cristal (¿?), o con ese final en que la cámara se eleva a las alturas siguiendo un coche por la autopista y vuelve al asuelo; Ashley Walters da una interpretación buenísima, desde la contención la mesura, desde el parco lenguaje gestual, realista en su hartazgo del caso, perdido entre los adolescentes, estupendo.

El tercer episodio, siete meses después del asesinato. La psicóloga Briony Ariston (Erin Doherty) se reúne con Jamie en un centro de detención juvenil para preparar un informe previo al juicio sobre su salud mental. Jamie ha estado involucrado recientemente en un altercado violento con otro recluso y está visiblemente molesto por el hecho de que, a diferencia de él. Briony le deja claro a Jamie que su único objetivo es evaluar su comprensión de las circunstancias que rodean el caso, no el caso en sí. Jamie, sin embargo, se involucra en un juego tenuemente controlado de superioridad, debido a su inmadurez emocional se convierte en interacción caótica y trae su presunto crimen, sus posibles motivaciones y la subcultura subyacente al primer plano de la discusión; Esta es una entrega impactante, un duelo actoral absorbente;... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
... Doherty nos regala una actuación fenomenal en su realismo atroz, como intenta llevar el control y no se note su inseguridad ante este animal herido del chico, como notamos su temor, pero a la vez intenta seguir adelante con su tensa sesión, sus temblores, su mirada, su lenguaje gestual nervioso, como juega con él intentando ganarse su confianza, para luego ser incisiva en preguntas que ahondan en los mundos ocultos de los adolescentes, como son sus gustos sexuales, en esa edad a flor de piel, y con ello exhibiendo como la cultura de internet ha generado mentes que en su volubilidad desena sexo cuanto antes, generan sus propias ambiciones, y cuando se entra en zonas que no les agradan explotan, y la actriz se pone al otro lado con un rigor cortante; A su lado un fascinante debutante Owen Cooper como Jamie, en una transmutación gloriosa creando a un ser dual, un niño desde que vemos como la psicóloga le lleva un chocolate con nubes, pero a la vez es un manipulador violento, especie de aprendiz de masculinidad tóxica, notamos la máscara de la arrogancia, pero como esta se agrieta cuando no le gusta lo que le dicen y explota de modo inquietante. Asistimos a la misoginia propia de los Incel (de lo que se comenta en la serie); Aquí la cámara juega mucho al plano subjetivo de la psicóloga, a que sintamos la inquietud frente a los arranques de furia del chaval, creando por momentos sensación de jaula en la habitación de la sesión, que parece achicarse en algunas tomas.

El cuarto y último capítulo. Trece meses después del asesinato, los Miller han intentado volver a la normalidad mientras Jamie espera el juicio. En el 50 cumpleaños de Eddie, su furgoneta es pintada con aerosol, le ponen traducido (pederasta). Eddie planea llevar a Manda y Lisa al cine más tarde ese día para aligerar el ambiente, pero primero van a una ferretería a comprar pintura para borrar la pintada. Allí, Eddie se angustia cuando un joven empleado lo reconoce y expresa torpemente su apoyo a Jamie; En este capítulo Graham y Tremarco los que dan una actuación estelar, comprometida, sentida, emocionante, trémula, con una química extraordinaria, empatizas con su sufrimiento, por como intentan no hablar del elefante en la habitación, durante un rato no hablan del hijo, hacen vida familiar, se dan muestras de cariño, hasta que la presión exterior aparece en modo pintada; Hay una prodigiosa escena en la furgo camino de la ferretería, donde la familia hablan distendidamente, sintiéndonos voyeurs, con esa cámara en sus nucas, nos sentimos involucrados, prodigiosa la cercanía; Muy al contrario el viaje de vuelta, de una tensión que se rasga con cuchillo; Como neurálgica es el diálogo entre los padres en el dormitorio, te ponen la piel de gallina, como buscan culpables en si mismos (‘Estaba en su habitación, no?.. Pensábamos que estaba a salvo’, dicen), en si ellos no han sabido educar al hijo, los ves desnudarse anímicamente; Ashley Walters imparte clase magistral de lenguaje corporal, manteniéndose alto y firme en el trabajo, marchitándose a medida su propia incapacidad para comprender vidas de los adolescentes, incluido y especialmente su hijo, sale a la luz.

No le doy un diez porque le encuentro el defecto que deberían haberle dedicado al menso un episodio a la familia de la víctima, incluso se hace una especie de guiño a esto cuando la inspectora Frank comenta sobre cómo las historias de crímenes a menudo se centran más en los delincuentes que en sus víctimas: pero esto no es excusa para caer en lo que denuncias, aquí hay una familia que se ha quedado sin su hija y se debería dar espacio a su dolor.

Serie que por derecho propio es un hito en el retrato del choque intergeneracional. Gloria Ucrania!!!

Para leer más sobre la serie ir a: https://tomregan.blogspot.com/2025/03/adolescencia.html
8
29 de marzo de 2025 3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
A ver, la serie tiene partes que son un tostón, y por eso alguien podría llegar a decir que es mala. Pero la gente se está flipando con el movimiento woke este y toda la pesca, la serie muestra un caso aislado, y si los institutos ingleses son inclusivos no es su culpa. Que sí, que el asesino es blanco y machista, pero que él sea así no ataca a nadie.
Si la serie es mala que sea porque aburre, no porque pronuncie un discurso que no pronuncia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El tercer capítulo es la hostia.
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