A estas alturas de la vida, cualquiera que lea esta crítica intuye que el cine posee una doble vertiente: una parte importante de las películas sirven como elementos de expresión de sentimientos, emociones, el séptimo arte en estado puro. Otra vertiente es el entretenimiento. Ambas válidas, ambas respetables.

Frecuentemente se denostan unas a las otras: los críticos de exquisito paladar se mofan de esas películas "planas", sin un rico guión entretejido, sin evolución de los personajes, sin un comienzo atrayente, una trama adictiva y un final conmovedor....
Aunque muchísimo menos frecuente, a veces se peca de calificar como "gafapastil", "truño" o " para intensitos" a películas que si bien no nos mantienen en tensión todo el rato o requieren de una abstracción mayor para poder captar todos los detalles de la trama...

Es muy fácil caer en la crítica y como ya he dicho, denostar a una de ambas vertientes, ¿Rolling Stones o Mozart? ¿Spaguettis con salsa de tomate o Percebes? Oye, ¿Por qué no ambos, dependiendo del momento?

Mercenarios 2 es una película de acción, palomitera, cuyo único propósito es entretener aglutinando todos los elementos (y actores) de las películas de acción de los 80-90. A veces autoparódica, a veces excesiva.... Cumple todo lo que se le pide proporcionando unos momentos de felicidad a todo aquel que de jovencito haya disfrutado viendo a Stallone, Schwarzenegger, Chuck Norris o Van Damme.

El guión es justito, los personajes son planos, son "monos con metralletas" pero la diversión y sobre todo la EVASIÓN está más que asegurada
UN PELICULÓN TAN GRANDE COMO LAS GÓNADAS DE STALLONE

El otro día enchufé la televisión y me quedé viéndola. Siempre que me viene a la cabeza la franquicia o saga de ‘Los Mercenarios’ pienso en lo desaprovechada que estaba. La idea, para mí, era absolutamente bestial: Esa reunión de cachas de los años 80 y 90, todos juntos, repartiendo estopa. Podría haber dado al aficionado de aquel cine de acción que marcó una época, una gran satisfacción. No será por oportunidades, porque Stallone tuvo tres intentos para lograr algo que fuese realmente memorable. Lamentablemente todo se recuerda más como una ocasión perdida aunque esta fue la que más cerca estuvo de conseguirlo.

Es que ninguno de los cuatro nombres asociados al guión (Richard Wenk, Sylvester Stallone, Ken Kaufman, David Agosto) termina de dar empaque a los personajes. Tampoco necesitaba mucho, pero un poquito más de historia. Realmente, el único que me queda claro es el de Liam Hemsworth. Hubiera estado genial haber contado en imágenes cómo se conocieron Lee y Barney, o algo más.

Partamos de la base de que no puedes ver ‘Los Mercenarios 2’ sin tener ganas de ver un disparate de argumento que dé pie a tiroteos y persecuciones. Esto no son los 400 golpes de Truffaut, estos son 400 mandobles bien dados por gente que sabe darlos. Así, el film es un desfile de cameos de tipos que nos dieron muy buenos momentos cinematográficos. Además, esta vez sí, Stallone guarda una pequeña secuencia de acción para el disfrute: ver a la santísima trinidad (Willis, Schwarzenegger, Stallone) junta metralleta en mano es un deleite.

Pero, también funciona mejor como entretenimiento gracias a que, al menos, da la sensación de que todos tienen momentos para lucirse por la dirección de Simon West y un montaje más equilibrado que su predecesora. Incluso es capaz de guardarse un par de bazas interesantes como el cameo de Chuck Norris y a Van Damme de villano de la función (el tío disfruta con sus momentos de gloria, aunque podrían haberle dado mayor empaque en el guión).

Creo que ‘Los Mercenarios 2’ es la más disfrutable de las tres entregas de la saga y la que mayor cariño desprende a sus testosterónicos protagonistas.

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Su predecesora, "Los Mercenarios I" cumplía como carta de presentación. Pero, esta segunda parte va más allá trayéndonos más profundidad de los personajes, un cierre espectacular para la primera película y una nueva misión.

Por presupuesto, se nota que hay más y por ello, aparecen estrellas de más renombre y posición. Además, mejora muchos aspectos del primer capítulo, convirtiéndolo en un serial que consigue una historia completa para abrir un nuevo camino.

Por cierto, mucha testosterona y un magnífico despliegue en las escenas de acción.

Ojalá Stallone haga la cuarta. Yo, apoyo la moción de que la cuarta parte sea un "Generations" (más o menos, tengo la idea). Pero, se hará lo que Sir Stallone diga.

Esto es como cuando se juntaron Bob Dylan, George Harrison, Roy Orbison y Tom Petty e hicieron una banda. ¿Qué se podía esperar que no sea una gozada total? En esta segunda parte encontramos más de lo mismo, pero con algunos toques divertídisimos, es mucho más paródica que la primera parte (aunque también más superflua), hay más acción, más chistes, pero falta la parte sensible, la parte humana, lo que no quita que la diversión esté garantizada al cien por cien. En algún punto, ya es tan delirante el nivel de violencia, sangre, tiros, fuego, navajazos y puñetazos que parece un videojuego. Un enorme, sangriento, violento videojuego.
Genial que aparezca Jean-Claude Van Damme, que todavía se manda una patada voladora. Genial que aparezca Chuck Norris, como el lobo solitario. Ver a Bruce Willis, Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone protagonizando la misma escena de acción al mismo tiempo, luchando del mismo bando, es todo lo que está bien en el cine de acción.
Es una película hecha por gusto y para complacer a los nostálgicos, para que todos gocen a lo grande. Nada más, como una reunión de viejos amigos que se juntan a tocar rocanrol.

Simon West da mas equilibrio a esta entrega que su antecesora dirigida por el propio Stallone. Los viejos rockeros vuelven más unidos que nunca para derrotar a otro malo malísimo encarnado por el mismísimo Jean Claude Van Damme.

Más de lo mismo pero infinitamente mejor. Los sientes más unidos como grupo y no el despiporre que llegó a ser su primera entrega que se hacía algo más cuesta arriba. Vuelven escenas de gran factura técnica, coreografías de nivel y mucha acción con más protagonismo para Chuache y el bueno de Bruce Willis. Problemas de agenda para Jet Li que apenas sale, y Lundgren no es tan ninguneado como en la anterior. Stallone como siempre llevando la voz cantante, junto al segundo al mando, Statham. Y bueno, si ya tenemos a Juan Claudio como villano y a Chuck Norris en modo meme, apaga y vámonos. Mucho mejor fan service y más autoparodia que nunca.

La película da lo que promete sin ser algo que sea recordado más allá del cielo plagado de estrellas que tiene. Fórmula más refinada y mejor, y espacio para lucirse casi todo el reparto. No sé si la mejor de la saga, pero debería estar siempre en el debate. No creo que haga falta recomendarla a cualquier amante de la acción más clásica con estos tíos que deberían ser eternos.