En primera plana
7.3
49,170
Drama
En el año 2002, un reducido equipo de reporteros de investigación del Boston Globe destapó los escándalos de pederastia cometidos durante décadas por curas del estado de Massachussets. La publicación de estos hechos, que la archidiócesis de Boston intentó ocultar, sacudió a la Iglesia Católica como institución. (FILMAFFINITY)
15 de febrero de 2016
15 de febrero de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la mejor línea de Alan J. Pakula y “Todos los hombres del presidente”, nos llega la nueva película de Thomas McCarthy, convertida con derecho propio, en uno de los mejores guiones de la temporada. Si hace unos días hablábamos de “La gran apuesta”, su gran competidora en esta categoría de cara a los Oscar, en este caso que nos ocupa, el libreto resulta mucho más trepidante y abierto. Sin duda es mucho más interesante el ejercicio de la profesión del investigador periodístico, que el de un puñado de economistas y banqueros.
Ambas dos comparten un trabajo de documentación somero y detallado, pero la cinta de McCarthy gana, no solo gracias a su apertura de miras, sino también, a ese concepto participativo. El público en esta ocasión seguirá con interés las peripecias de estos investigadores, se alegrará por sus triunfos y lamentará sus fracasos e impotencia.
Curiosamente su aire sobrio y tradicional, nos hará tener la sensación durante la proyección, de que estamos asistiendo a una película de hace más de dos décadas o más. Mi memoria cinéfila me hace remitirme directamente a “The Paper”, una cinta de los años 90 de Ron Howard donde, casualidad, Michael Keaton realiza un papel muy similar.
McCarthy se adentra en el espinoso tema de los curas pederastas, sin entrar en ningún momento a mostrar el interior de las órdenes y los colegios religiosos. Todo se plantea desde el punto de vista de los periodistas y, como mucho, de los abogados que llevaron estos casos tan sonados.
Es una película de ritmo interior ascendente, sobre el que el espectador tendrá que tener algo de paciencia en su primera hora. Sus pilares fundamentales se sustentan, en ese afán de los profesionales estadounidenses, en sacar la verdad a la luz por encima de todo.
La historia está protagonizada por un reparto coral. Una serie de actores transformados para la ocasión, completamente cambiados de sus roles habituales de las grandes producciones de Hollywood.
Cine de gran interés social, necesario para estos tiempos de excesiva corrección política.
Ambas dos comparten un trabajo de documentación somero y detallado, pero la cinta de McCarthy gana, no solo gracias a su apertura de miras, sino también, a ese concepto participativo. El público en esta ocasión seguirá con interés las peripecias de estos investigadores, se alegrará por sus triunfos y lamentará sus fracasos e impotencia.
Curiosamente su aire sobrio y tradicional, nos hará tener la sensación durante la proyección, de que estamos asistiendo a una película de hace más de dos décadas o más. Mi memoria cinéfila me hace remitirme directamente a “The Paper”, una cinta de los años 90 de Ron Howard donde, casualidad, Michael Keaton realiza un papel muy similar.
McCarthy se adentra en el espinoso tema de los curas pederastas, sin entrar en ningún momento a mostrar el interior de las órdenes y los colegios religiosos. Todo se plantea desde el punto de vista de los periodistas y, como mucho, de los abogados que llevaron estos casos tan sonados.
Es una película de ritmo interior ascendente, sobre el que el espectador tendrá que tener algo de paciencia en su primera hora. Sus pilares fundamentales se sustentan, en ese afán de los profesionales estadounidenses, en sacar la verdad a la luz por encima de todo.
La historia está protagonizada por un reparto coral. Una serie de actores transformados para la ocasión, completamente cambiados de sus roles habituales de las grandes producciones de Hollywood.
Cine de gran interés social, necesario para estos tiempos de excesiva corrección política.
15 de febrero de 2016
15 de febrero de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reconstruyendo el encubrimiento de casos de pederastia ocurridos en Boston durante más de 30 años, sin buscar detalles escabrosos, nos muestra el trabajo de un grupo de periodistas por desenmascarar la historia, de la que todo el mundo sabía y nadie quería mover un dedo.
Periodismo de investigación que siempre funciona bien en el cine, es más una historia sobre periodistas comprometidos que de pederastas. Firme candidata para el Oscar a guion original
Periodismo de investigación que siempre funciona bien en el cine, es más una historia sobre periodistas comprometidos que de pederastas. Firme candidata para el Oscar a guion original
17 de febrero de 2016
17 de febrero de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Son de esas películas que sirven tanto como un homenaje a un colectivo, como para salir del cine del cine diciendo “me hubiese gustado (o me gustaría) ser periodista”. “Spotlight” presenta la verídica historia de cómo el equipo de investigación del Boston Globe destapó el escándalo de los curas pederastas de su localidad en el 2002. Lo mejor es que su director y co-guionista Thomas McCarthy en lugar de centrarse en las miserias de la iglesia católica -que hubiese sido lo más fácil- se enfoca en las vicisitudes y presiones que sufren los reporteros en su búsqueda por la verdad.
Todo se inicia cuando el nuevo editor del periódico (el flemático y espléndido Liev Schreiber) le encarga al equipo Spotlight –liderado por el revivido Michael Keaton– investigar las denuncias de abusos sexuales que habrían efectuado algunos párrocos de la archidiócesis de Boston. Keaton y sus colaboradores revisan información de archivo, se entrevistan con los afectados y van descubriendo pistas al mismo tiempo que lo hace el espectador. Entre las actuaciones destaca Mark Ruffalo como el más vehemente periodista callejero del grupo y Stanley Tucci, en el papel del abogado desesperanzado en conseguir justicia para las víctimas.
La historia es lineal, con varios ingredientes de intriga -propios del género-, remarcados con ágiles diálogos acerca de la ética y la responsabilidad indirecta de los hechos investigados. El reparto en general está en un gran nivel, aunque quizás la nominación al Óscar de Rachel McAdams sea excesiva. Dos horas de buen cine para apreciar a una profesión en las que se han basado grandes títulos como el clásico “Todos los hombres del presidente” o la peruana “Tinta roja”.
http://kikemorey.wordpress.com
Todo se inicia cuando el nuevo editor del periódico (el flemático y espléndido Liev Schreiber) le encarga al equipo Spotlight –liderado por el revivido Michael Keaton– investigar las denuncias de abusos sexuales que habrían efectuado algunos párrocos de la archidiócesis de Boston. Keaton y sus colaboradores revisan información de archivo, se entrevistan con los afectados y van descubriendo pistas al mismo tiempo que lo hace el espectador. Entre las actuaciones destaca Mark Ruffalo como el más vehemente periodista callejero del grupo y Stanley Tucci, en el papel del abogado desesperanzado en conseguir justicia para las víctimas.
La historia es lineal, con varios ingredientes de intriga -propios del género-, remarcados con ágiles diálogos acerca de la ética y la responsabilidad indirecta de los hechos investigados. El reparto en general está en un gran nivel, aunque quizás la nominación al Óscar de Rachel McAdams sea excesiva. Dos horas de buen cine para apreciar a una profesión en las que se han basado grandes títulos como el clásico “Todos los hombres del presidente” o la peruana “Tinta roja”.
http://kikemorey.wordpress.com
19 de febrero de 2016
19 de febrero de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de repasar las películas más importantes que están nominadas a los premios Oscar, es el turno de valorar ‘Spotlight’, una película con un tema de esos que escuecen de lo lindo (y basta con ver cualquiera de las escenas en las que entrevistan a las víctimas de los abusos) y un reparto de altura. Y si bien el resultado es bastante óptimo, se aleja de las perspectivas iniciales que uno espera de ella.
Porque cuando uno termina de ver ‘Spotlight’, termina quedándose con una pequeña sensación agridulce. Y una de las películas que ha terminado conquistando a la crítica (y que tiene alma y espíritu de peliculón) no puede dejarme así. He llegado a la conclusión de que es una cinta que tiene tan sólo un defecto, que además me mata de forma considerable: tiene poca pasión, emoción y demasiada planicie. La falta chispa, garra, llamadlo como queráis.
Con un tema que da tantísimo juego, llama la atención que el realizador y guionista Thomas McCarthy esté tan inspirado a la hora de contar, pero que el resultado no logre transmitirnos nada. Y tiene un buen reparto, muy coral con Mark Ruffalo, John Slattery, Rachel McAdams, Michael Keaton, Stanley Tucci o Liev Shcreiber en el que cada uno tiene sus minutos de gloria.
‘Spotlight’ nos mete en la investigación de pederastia dentro de la Iglesia Católica estadounidense y esa es su mejor virtud, que es un simple ejercicio de periodismo. Nos invita a ver cómo surge una noticia, cómo se sigue, cómo se estudia… pero el resultado es simplemente correcto, con un buen guion y un buen elenco de actores pero no termina de tener la suficiente fuerza.
Más en: https://alquimistacinefilo.wordpress.com
Porque cuando uno termina de ver ‘Spotlight’, termina quedándose con una pequeña sensación agridulce. Y una de las películas que ha terminado conquistando a la crítica (y que tiene alma y espíritu de peliculón) no puede dejarme así. He llegado a la conclusión de que es una cinta que tiene tan sólo un defecto, que además me mata de forma considerable: tiene poca pasión, emoción y demasiada planicie. La falta chispa, garra, llamadlo como queráis.
Con un tema que da tantísimo juego, llama la atención que el realizador y guionista Thomas McCarthy esté tan inspirado a la hora de contar, pero que el resultado no logre transmitirnos nada. Y tiene un buen reparto, muy coral con Mark Ruffalo, John Slattery, Rachel McAdams, Michael Keaton, Stanley Tucci o Liev Shcreiber en el que cada uno tiene sus minutos de gloria.
‘Spotlight’ nos mete en la investigación de pederastia dentro de la Iglesia Católica estadounidense y esa es su mejor virtud, que es un simple ejercicio de periodismo. Nos invita a ver cómo surge una noticia, cómo se sigue, cómo se estudia… pero el resultado es simplemente correcto, con un buen guion y un buen elenco de actores pero no termina de tener la suficiente fuerza.
Más en: https://alquimistacinefilo.wordpress.com
19 de febrero de 2016
19 de febrero de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Spotlight se erige como un film que en sus dos horas de duración busca mostrar como un grupo de reporteros de un diario de Boston van descubriendo una macabra realidad social que se venía tejiendo desde hace décadas en la ciudad: la pederastia en la iglesia católica y el encubrimiento institucional que ampara al sacerdocio católico.
El film de McCarthy vertebra a través de un guión preciso, complejo y exacto cómo se desarrolla todo el proceso investigativo por parte de los reporteros, la multiplicidad de adversidades que deben enfrentar y toda la compleja coyuntura que se esconde los espeluznantes actos ejecutados por curas de la iglesia católica. La escritura del guión es fluida, permitiendo que el espectador vaya descubriendo todo lo que va sucediendo junto con los personajes de la película. En tal sentido, uno evoluciona y acompaña a dichos personajes en el proceso investigativo. Es por ello que la dirección de McCarthy es mas que correcta. La historia es sobria e impactante, y es retratada con gran realismo.
Las actuaciones son correctas. Pensé que iba a encontrar actuaciones de una índole mas sobresaliente por parte de todos los actores en general. Sin embargo, lo único que pudo evidenciar es un correcto trabajo actoral en equipo. Esto quiere decir que se construye una atmósfera donde cada uno de los actores aporta un granito de arena para la construcción de una destacable actuación coral que opaca cualquier posibilidad de lucimiento individual. Sin embargo, Michael Keaton, Rachel McAdams y Stanley Tucci son los que dan actuaciones mas que correctas, mientras que Mark Ruffalo se erige como el pilar mas flojo de todo el casting. Su sobreactuación opaca gran parte de las escenas en la que aparece. Esta cuestión se ve incrementada por el tono frió que posee el guión. Este se encarga de plasmar a la perfección todo el arduo proceso de investigación por parte de los protagonistas pero en ningún momento se detiene a profundizar en ellos en tanto seres humanos. En tal sentido, el guión se estanca en personajes un tanto planos al tan solo mostrarlos en una sola faceta: como reporteros que quieren realizar una denuncia social a la iglesia católica. En ningún momento se vivencia los efectos a nivel emocional y humana que les generó a cada reportero en particular el hecho de realizar tan cruda investigación. Es por ello que uno no puede simpatizar con ellos y se termina perdiendo una posibilidad de realizar una historia un tanto mas profunda que trascienda lo meramente periodístico y social.
En síntesis, una buena película, con buenas actuaciones, dirección, historia y guion que, lamentablemente, no tiende a profundizar en aspectos necesarios para concretar un film de excelencia, que lograse abordar sistemáticamente todo el paradigma de emociones que supone estar inmerso en semejante proceso investigativo. No se destaca como la mejor película del año pero no se la puede no mencionar como un gran film del 2015, ni mucho menos como una muy buena película dentro de su genero.
El film de McCarthy vertebra a través de un guión preciso, complejo y exacto cómo se desarrolla todo el proceso investigativo por parte de los reporteros, la multiplicidad de adversidades que deben enfrentar y toda la compleja coyuntura que se esconde los espeluznantes actos ejecutados por curas de la iglesia católica. La escritura del guión es fluida, permitiendo que el espectador vaya descubriendo todo lo que va sucediendo junto con los personajes de la película. En tal sentido, uno evoluciona y acompaña a dichos personajes en el proceso investigativo. Es por ello que la dirección de McCarthy es mas que correcta. La historia es sobria e impactante, y es retratada con gran realismo.
Las actuaciones son correctas. Pensé que iba a encontrar actuaciones de una índole mas sobresaliente por parte de todos los actores en general. Sin embargo, lo único que pudo evidenciar es un correcto trabajo actoral en equipo. Esto quiere decir que se construye una atmósfera donde cada uno de los actores aporta un granito de arena para la construcción de una destacable actuación coral que opaca cualquier posibilidad de lucimiento individual. Sin embargo, Michael Keaton, Rachel McAdams y Stanley Tucci son los que dan actuaciones mas que correctas, mientras que Mark Ruffalo se erige como el pilar mas flojo de todo el casting. Su sobreactuación opaca gran parte de las escenas en la que aparece. Esta cuestión se ve incrementada por el tono frió que posee el guión. Este se encarga de plasmar a la perfección todo el arduo proceso de investigación por parte de los protagonistas pero en ningún momento se detiene a profundizar en ellos en tanto seres humanos. En tal sentido, el guión se estanca en personajes un tanto planos al tan solo mostrarlos en una sola faceta: como reporteros que quieren realizar una denuncia social a la iglesia católica. En ningún momento se vivencia los efectos a nivel emocional y humana que les generó a cada reportero en particular el hecho de realizar tan cruda investigación. Es por ello que uno no puede simpatizar con ellos y se termina perdiendo una posibilidad de realizar una historia un tanto mas profunda que trascienda lo meramente periodístico y social.
En síntesis, una buena película, con buenas actuaciones, dirección, historia y guion que, lamentablemente, no tiende a profundizar en aspectos necesarios para concretar un film de excelencia, que lograse abordar sistemáticamente todo el paradigma de emociones que supone estar inmerso en semejante proceso investigativo. No se destaca como la mejor película del año pero no se la puede no mencionar como un gran film del 2015, ni mucho menos como una muy buena película dentro de su genero.
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