El hilo fantasma
2017 

6.8
17,750
Drama. Romance
En el Londres de la posguerra, en 1950, el famoso modisto Reynolds Woodcock (Daniel Day-Lewis) y su hermana Cyril (Lesley Manville) están a la cabeza de la moda británica, vistiendo a la realeza y a toda mujer elegante de la época. Un día, el soltero Reynolds conoce a Alma (Vicky Krieps), una dulce joven que pronto se convierte en su musa y amante. Y su vida, hasta entonces cuidadosamente controlada y planificada, se ve alterada por la ... [+]
16 de enero de 2020
16 de enero de 2020
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Me parece una combinación de "Pigmalión” y "Rebeca", con la cual la han comparado. La primera vez que la vi no la soporté y tuve que verla una tercera vez para disfrutarla. Magnífico duelo actoral. No tengo una opinión definitiva. Quiero volver a verla. Provoca decirle a Day-Lewis: "¡Regresa, Edipo, te hemos perdonado!"
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Una crítica inteligentísima la de Ferdydurke. Casi no hay nada que añadir. . Aquí hay también mucho Buñuel; Viridiana, Tristana. Hay que verla varias veces. Se lo merece bajo la capa de frialdad británica.
18 de enero de 2020
18 de enero de 2020
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Me ha parecido una maravilla de película, llena de sutileza, elegancia y perfeccionismo personificado rozando lo enfermizo.
Aunque tiene mucho que explicar al margen de esa historia de amor, oculta un trasfondo que Thomas Anderson nos va dejando ver poco a poco bajo la planta de Lewis el galán, yo a eso siempre lo he llamado, universos interiores que se te crean en tu ser, según lo que te haya tocado vivir, cada uno de nosotros somos lo que hemos vivido, pues eso mismo le pasa a nuestro personaje, el motivo por el cual él tiene ese carácter tan marcado de su hermetica vida aparentemente perfecta.
Describe minuciosamente al detalle todos los rasgos de una persona con un grave trastorno, actitudes tan correctas que llegan a ser asfixiantes.
La interpretación de Daniel Day Lewis es magistral como siempre impecable, un hombre arroyador de mirada profunda que te lo dice todo sin palabras.
Aunque tiene mucho que explicar al margen de esa historia de amor, oculta un trasfondo que Thomas Anderson nos va dejando ver poco a poco bajo la planta de Lewis el galán, yo a eso siempre lo he llamado, universos interiores que se te crean en tu ser, según lo que te haya tocado vivir, cada uno de nosotros somos lo que hemos vivido, pues eso mismo le pasa a nuestro personaje, el motivo por el cual él tiene ese carácter tan marcado de su hermetica vida aparentemente perfecta.
Describe minuciosamente al detalle todos los rasgos de una persona con un grave trastorno, actitudes tan correctas que llegan a ser asfixiantes.
La interpretación de Daniel Day Lewis es magistral como siempre impecable, un hombre arroyador de mirada profunda que te lo dice todo sin palabras.
24 de octubre de 2020
24 de octubre de 2020
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Es curioso ver una obra de Paul Thomas Anderson que no funcione bien, pero cosas más raras se ven. En esta ocasión, abarca la vida de un modisto inglés de renombre en la postguerra, interpretado magistralmente eso sí, como era de esperar, por el camaleónico Daniel Day-Lewis. Expone la historia sin la menor prisa ni pausa, llevándola con un ritmo lento que no acaba de convencer a todo el mundo, como es mi caso. Y no es que me importan los ritmos lentos, siempre y cuando ofrezcan a cambio algo de interés en lo que se va narrando, aunque este no es el caso.
El guion de la película, escrito por el mismo director, trata de aprovechar el tirón que tiene para los cinéfilos el cine clásico y se centra en la época de los años 50, basándose en un modisto algo solitario y repleto de rarezas cuya vida da un giro inesperado cuando conoce y se enamora de Alma, una joven camarera a la que conoce en unos días de descanso. Ambos acaban juntos en una relación tóxica en la que solo encuentran el amor cuando todo se tuerce entre ellos. Con esta idea, trabaja el director, aunque desde mi punto de vista carece de la más básica pasión y enganche para un público que considero se encontrará en su mayoría frío, al visualizar esta obra que no acaba de arrancar del todo, y que te deja con sensación de vacío.
Los detalles técnicos del film, eso sí, brillan del primero al último. Merece especial atención los vestuarios y decorados de época que te transportan con su elegancia al momento y lugar en cuestión. También es estupenda la música distinguida que, a juego con los bellos vestuarios que crea el protagonista, llena las escenas de confort, envolviendo cada sala y cada vestido con glamour. También los planos y movimientos de cámara junto con la magnífica fotografía realizada por el mismo director, consiguen un buen trabajo técnico que es en líneas generales, lo más destacable del film, junto con la brillante interpretación de Day-Lewis.
Pero, en definitiva, la considero una obra prescindible en cuanto a la profundidad de su trama se refiere, ya que es algo fría y no consigue enganchar al público ni siquiera contando con la estupenda presencia de nuestro protagonista y el resto del acertado elenco actoral. Tan solo es mencionable desde el punto de vista técnico, logrando en esta parte salvar los muebles de una película que considero, podría haber sido bastante más si hubiera profundizado su creador más en el tormento romántico de sus protagonistas, en lugar de la elegancia y música de esta, considero, fallida película.
El guion de la película, escrito por el mismo director, trata de aprovechar el tirón que tiene para los cinéfilos el cine clásico y se centra en la época de los años 50, basándose en un modisto algo solitario y repleto de rarezas cuya vida da un giro inesperado cuando conoce y se enamora de Alma, una joven camarera a la que conoce en unos días de descanso. Ambos acaban juntos en una relación tóxica en la que solo encuentran el amor cuando todo se tuerce entre ellos. Con esta idea, trabaja el director, aunque desde mi punto de vista carece de la más básica pasión y enganche para un público que considero se encontrará en su mayoría frío, al visualizar esta obra que no acaba de arrancar del todo, y que te deja con sensación de vacío.
Los detalles técnicos del film, eso sí, brillan del primero al último. Merece especial atención los vestuarios y decorados de época que te transportan con su elegancia al momento y lugar en cuestión. También es estupenda la música distinguida que, a juego con los bellos vestuarios que crea el protagonista, llena las escenas de confort, envolviendo cada sala y cada vestido con glamour. También los planos y movimientos de cámara junto con la magnífica fotografía realizada por el mismo director, consiguen un buen trabajo técnico que es en líneas generales, lo más destacable del film, junto con la brillante interpretación de Day-Lewis.
Pero, en definitiva, la considero una obra prescindible en cuanto a la profundidad de su trama se refiere, ya que es algo fría y no consigue enganchar al público ni siquiera contando con la estupenda presencia de nuestro protagonista y el resto del acertado elenco actoral. Tan solo es mencionable desde el punto de vista técnico, logrando en esta parte salvar los muebles de una película que considero, podría haber sido bastante más si hubiera profundizado su creador más en el tormento romántico de sus protagonistas, en lugar de la elegancia y música de esta, considero, fallida película.
15 de diciembre de 2024
15 de diciembre de 2024
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A diferencia del último cine de PTA, aquí no tengo la sensación de sentirme idiota o de perderme algo. Me parece que tiene mucho más de los aciertos del cine de este señor y muy poco de sus defectos, lo que la convierte probablemente en una de las películas más interesantes de los últimos años.
Brillante como estudio de personajes disfuncionales (pero en el fondo, como cualquier hijo de vecino), en torno a la naturaleza malsana del amor romántico, sigue siendo, paradójicamente, una historia de puro romanticismo y con final feliz. Day-Lewis personifica la grandeza de un hombre que no es más que un niño, atormentado por el fantasma materno, tan vulnerable y paranoico que se ha enclaustrado en una burbuja de exquisita irrealidad, de rutina y control. Ella, musa y enigma, aparece de la nada y de la nada es rescatada por él (por no tener, no tiene ni pasado). Y su hermana vendría a ser el rostro autoritario, pero necesario, de la madre perdida; grandiosa, implacable presencia la suya, y libre de previsibles estereotipos de mala malísima.
La realización, de un grado extremo de meticulosidad, tiene tanta clase como ironía envenenada al retratar el mundo de la alta sociedad y de la alta costura; Woodcock, además de ser un gran artista, aporta confianza a las mujeres, algo que precisamente a él le falta... y es que en el fondo, todo es una farsa que muestra la decadencia de los vivos y la permanencia de una muerta que no ha muerto del todo y sigue presente.
Cine de época, comedia negra, y finalmente, una vuelta de tuerca un tanto postmoderna, un final que es puro Hitchcock, puro suspense clásico, con un remate que seguro haría las delicias de un Cronenberg maduro (la enfermedad, la pulsión, como redefinición de la ética del amor). Y por lo demás, no le hace falta a PTA sacarse la chorra con travellings imposibles, pues cómo respira todo. Incluso la banda sonora del Greenwood, aspecto que me chirría otras veces en el cine de este hombre, encaja absolutamente.
Brillante como estudio de personajes disfuncionales (pero en el fondo, como cualquier hijo de vecino), en torno a la naturaleza malsana del amor romántico, sigue siendo, paradójicamente, una historia de puro romanticismo y con final feliz. Day-Lewis personifica la grandeza de un hombre que no es más que un niño, atormentado por el fantasma materno, tan vulnerable y paranoico que se ha enclaustrado en una burbuja de exquisita irrealidad, de rutina y control. Ella, musa y enigma, aparece de la nada y de la nada es rescatada por él (por no tener, no tiene ni pasado). Y su hermana vendría a ser el rostro autoritario, pero necesario, de la madre perdida; grandiosa, implacable presencia la suya, y libre de previsibles estereotipos de mala malísima.
La realización, de un grado extremo de meticulosidad, tiene tanta clase como ironía envenenada al retratar el mundo de la alta sociedad y de la alta costura; Woodcock, además de ser un gran artista, aporta confianza a las mujeres, algo que precisamente a él le falta... y es que en el fondo, todo es una farsa que muestra la decadencia de los vivos y la permanencia de una muerta que no ha muerto del todo y sigue presente.
Cine de época, comedia negra, y finalmente, una vuelta de tuerca un tanto postmoderna, un final que es puro Hitchcock, puro suspense clásico, con un remate que seguro haría las delicias de un Cronenberg maduro (la enfermedad, la pulsión, como redefinición de la ética del amor). Y por lo demás, no le hace falta a PTA sacarse la chorra con travellings imposibles, pues cómo respira todo. Incluso la banda sonora del Greenwood, aspecto que me chirría otras veces en el cine de este hombre, encaja absolutamente.
29 de enero de 2025
29 de enero de 2025
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Sir Daniel Day Lewis, solo es eso y un poco más esta cinta. Si no fuera por la presencia de este actor la calificación no pasaría de 4 o 5 puntos.
Aunque me gustó su buen comienzo, la trama no logra mantenerse y se llega a perder el hilo y la tensión en varias ocasiones, provocando aburrimiento y puto tedio. Sumando a un duración injustificable, el guion no termina de convencer y llegamos a un final que da igual.
Las actuaciones, junto con la buena fotografía y la siempre interesante dirección de P.T. Anderson la hacen llevadera, pero nada más.
Solo recomendable por la soberbia actuación (en lo que a mí respecta) del mejor actor vivo del momento en actividad(?. Se lo va extrañar mucho.
Aunque me gustó su buen comienzo, la trama no logra mantenerse y se llega a perder el hilo y la tensión en varias ocasiones, provocando aburrimiento y puto tedio. Sumando a un duración injustificable, el guion no termina de convencer y llegamos a un final que da igual.
Las actuaciones, junto con la buena fotografía y la siempre interesante dirección de P.T. Anderson la hacen llevadera, pero nada más.
Solo recomendable por la soberbia actuación (en lo que a mí respecta) del mejor actor vivo del momento en actividad(?. Se lo va extrañar mucho.
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