1408
2007 

5.8
28,512
Terror. Thriller. Intriga
Basada en un relato de Stephen King, cuenta la historia de un escritor de novelas de terror (John Cusack) bastante escéptico. De hecho, se dedica a desacreditar fenómenos paranormales ocurridos en supuestas casas encantadas. Aunque no cree en la existencia de vida más allá de la muerte, sus ideas al respecto cambiarán cuando entre en la habitación 1408 del Hotel Dolphin. (FILMAFFINITY)
25 de mayo de 2010
25 de mayo de 2010
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una habitación de hotel maldita no es nada nuevo, que el protagonista es un escritor que busca otro argumento para un relato de terror tampoco es nuevo, ¿cuál es la clave del éxito?
Una interpretación sobresaliente, un guión creíble, los sustos a su debido momento, y saber aprovechar los efectos especiales sin abusar de ellos.
Después de tanto fracaso, de tanto diálogo mediocre, de tanta interpretación carente de talento que envuelva al espectador, usted ve esta película y se pregunta: ¿tan difícil era que los anteriores lo hubieran hecho un poco mejor?
Es inevitable pensar después de verla en las batallas del director consigo mismo, en sus correcciones, en John Cusack buscando como hacer que te pongas en la piel del protagonista...
Ahí queda, una lección de cómo meter miedo en el cuerpo.
Una interpretación sobresaliente, un guión creíble, los sustos a su debido momento, y saber aprovechar los efectos especiales sin abusar de ellos.
Después de tanto fracaso, de tanto diálogo mediocre, de tanta interpretación carente de talento que envuelva al espectador, usted ve esta película y se pregunta: ¿tan difícil era que los anteriores lo hubieran hecho un poco mejor?
Es inevitable pensar después de verla en las batallas del director consigo mismo, en sus correcciones, en John Cusack buscando como hacer que te pongas en la piel del protagonista...
Ahí queda, una lección de cómo meter miedo en el cuerpo.
20 de julio de 2010
20 de julio de 2010
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace veinte o veinticinco años, cuando sólo se hablaba de Stephen King, el autor más vendido de todo el mundo, el cine supo aprovechar el tirón y se embarcó en una desenfrenada carrera por adaptar todo lo que llevara su firma. Se ganó mucho dinero, pero se respetó bastante poco la obra de King. El autor de Maine quedó catalogado como un autor de usar y tirar, poco valorado, del que se decía que lo leían los que no suelen leer. Ahora que han pasado los años, la aportación de King a las letras americanas y universales puede valorarse con mayor perspectiva, y, aunque nuestro autor sigue vendiendo igual de bien, comienza a ser apreciado como algo más que un producto pseudoliterario para saciar a las masas incultas.
Algo parecido está ocurriendo en el cine. Ahora las adaptaciones de King, que pueden ser mejores o peores, no tienen esa pinta de producto hecho aceleradamente para aprovechar el tirón, sino que son más concienzudas, se abordan con mayor respeto, y precisamente por eso salen mejores películas que en aquella década de los 80 y comienzos de los 90, donde sólo un porcentaje mínimo de esas adaptaciones merecía un visionado. King había sido mejor adaptado en sus relatos de no terror (Cadena perpetua, Cuenta conmigo, La milla verde, Eclipse total), pero la tendencia ha cambiado. Un buen ejemplo es la impactante La niebla, de Frank Darabont (el único siempre respetuoso con King). Ahora llega 1408, de Mikael Hafstrom, adaptación de un relato corto incluido, que yo recuerde, en Mientras escribo, un libro mitad manual de escritor mitad autobiografía donde King precisamente mostraba, como ejercicio de corrección, este relato.
1408 es un relato no demasiado brillante, con un argumento que no escapa de clichés y lugares comunes. Por eso, lo que ha hecho Hafstrom ha sido recuperar su historia y poner el acento en los momentos de mayor intensidad, en la ambientación, más que en dejarse encorsetar por una coherencia extrema o una rigidez que tampoco beneficiaría a la película. 1408 es una curiosidad que tiene sus momentos, sin más; y tampoco pretende ser otra cosa. Es una simple historia de miedo rodada con oficio más que con virtuosismo, y que tiene sus momentos, tanto tensos como divertidos. Es previsible en muchos de sus giros, pero sabe sacar mucho provecho de un personaje solo encerrado en una habitación de hotel encantada (el 75% de la película es eso).
La dirección de Hafstrom es correcta, los actores están bien (más bien habría que hablar del actor, John Cusack, que se carga toda la película a la espalda, el papel de Samuel L. Jackson es anécdotico) y los aspectos técnicos están bien cuidados. Nada brilla, pero nada desluce. 1408 es una película para pasar el rato. Y si eres lector de King, como yo, te queda el consuelo de que por fin se le toma un poco en serio y se le respeta dentro del mundillo cinematográfico. Que siga así.
Algo parecido está ocurriendo en el cine. Ahora las adaptaciones de King, que pueden ser mejores o peores, no tienen esa pinta de producto hecho aceleradamente para aprovechar el tirón, sino que son más concienzudas, se abordan con mayor respeto, y precisamente por eso salen mejores películas que en aquella década de los 80 y comienzos de los 90, donde sólo un porcentaje mínimo de esas adaptaciones merecía un visionado. King había sido mejor adaptado en sus relatos de no terror (Cadena perpetua, Cuenta conmigo, La milla verde, Eclipse total), pero la tendencia ha cambiado. Un buen ejemplo es la impactante La niebla, de Frank Darabont (el único siempre respetuoso con King). Ahora llega 1408, de Mikael Hafstrom, adaptación de un relato corto incluido, que yo recuerde, en Mientras escribo, un libro mitad manual de escritor mitad autobiografía donde King precisamente mostraba, como ejercicio de corrección, este relato.
1408 es un relato no demasiado brillante, con un argumento que no escapa de clichés y lugares comunes. Por eso, lo que ha hecho Hafstrom ha sido recuperar su historia y poner el acento en los momentos de mayor intensidad, en la ambientación, más que en dejarse encorsetar por una coherencia extrema o una rigidez que tampoco beneficiaría a la película. 1408 es una curiosidad que tiene sus momentos, sin más; y tampoco pretende ser otra cosa. Es una simple historia de miedo rodada con oficio más que con virtuosismo, y que tiene sus momentos, tanto tensos como divertidos. Es previsible en muchos de sus giros, pero sabe sacar mucho provecho de un personaje solo encerrado en una habitación de hotel encantada (el 75% de la película es eso).
La dirección de Hafstrom es correcta, los actores están bien (más bien habría que hablar del actor, John Cusack, que se carga toda la película a la espalda, el papel de Samuel L. Jackson es anécdotico) y los aspectos técnicos están bien cuidados. Nada brilla, pero nada desluce. 1408 es una película para pasar el rato. Y si eres lector de King, como yo, te queda el consuelo de que por fin se le toma un poco en serio y se le respeta dentro del mundillo cinematográfico. Que siga así.
16 de enero de 2012
16 de enero de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y lo digo porque empieza bien, con buenos actores y basada en un libro de Stephen King. Hasta los primeros 45 minutos todo iba bien, pensé que iba a pasar miedo y todo. El argumento prometía: un misterio en torno a una habitación de un hotel de lujo, donde se habían producido muchas muertes y un escritor de libros de fenomenos paranormales (John Cusack) que no cree en ellos y que se empeña en alquilarla, a pesar de las trabas y los consejos del Gerente (Samuel L. Jackson).
A los 5 minutos de empezar a ocurrirle cosas extrañas en la habitación, todo cambia. ¡Qué despropósito de situaciones!. Parece que el director de la película coja todos los ingredientes que te pueden producir miedo, los meta en una batidora, los remueva y empiece a mostrarlos, uno detrás de otro, con lo que a mi me produjo el efecto contrario, aburrimiento y por supuesto, ni pizca de miedo. Nada a partir de entonces tiene sentido.
Y le doy un 3 porque Cusack me gusta desde que lo ví en "Alta Fidelidad" y creo que no lo hace mal, que o si no, ni eso. Cuando terminó, mi pareja y yo nos miramos y dijimos los dos a la vez: ¡Qué mala!.
De todas formas los entendidos en cine, según he leído, no la consideran mala, así que os animo a verla y ya contáis.
A los 5 minutos de empezar a ocurrirle cosas extrañas en la habitación, todo cambia. ¡Qué despropósito de situaciones!. Parece que el director de la película coja todos los ingredientes que te pueden producir miedo, los meta en una batidora, los remueva y empiece a mostrarlos, uno detrás de otro, con lo que a mi me produjo el efecto contrario, aburrimiento y por supuesto, ni pizca de miedo. Nada a partir de entonces tiene sentido.
Y le doy un 3 porque Cusack me gusta desde que lo ví en "Alta Fidelidad" y creo que no lo hace mal, que o si no, ni eso. Cuando terminó, mi pareja y yo nos miramos y dijimos los dos a la vez: ¡Qué mala!.
De todas formas los entendidos en cine, según he leído, no la consideran mala, así que os animo a verla y ya contáis.
30 de junio de 2013
30 de junio de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
1408 adapta un relato de Stephen King, uno de los escritores que más veces ha visto sus obras llevadas a la gran pantalla. En esta ocasión, asistimos a un relato claustrofóbico entre las cuatro paredes de la habitación 1408.
Mikael Hafström, director sueco respetado por el público y por la crítica, se pone al frente de 1408. Su labor es brillante y pésima. Así, sin más. No encuentra término medio en ningún momento. Hafström consigue con espeluznante realismo inventar escenas que ponen los pelos de punta e imprime una velocidad de vértigo a su película, consiguiendo un clímax de más de una hora de duración en el que los efectos especiales y la perfecta utilización de los travellings se convierten en armas de acojonamiento masivo. Sin embargo, el director patina y de qué manera a la hora de dar credibilidad al absurdo guion de Matt Greenberg, Scott Alexander y Larry Karaszewski; un guion plagado de sinsentidos que, teniendo todo de cara para no tener que explicarse, se enreda en absurdas divagaciones mentales del personaje a las que se les intenta dar razón en el anticlímax. Además, la historia se convierte en una retahila de repeticiones con alteraciones ligeras, lo que nos da la sensación de estar viviendo en un bucle del que únicamente la labor de Hafström en la vertiente más terrorífica de la película consigue sacarnos.
John Cusack es y siempre será un actor para todo. Comedia, drama, terror... no importa, es John Cusack. El abanico de tics de Cusack es casi infinito y el actor siempre sabe elegir el mejor para cada momento. Además, en 1408, es él quien carga con la totalidad de la carga dramática, pues los buenos trabajos de Samuel L. Jackson o Mary McCormack no son más que simples añadidos cuyos personajes no ofrecen nada al espectador.
Resumiendo, que es gerundio: 1408 es una película fabulosa y mediocre a partes iguales. Da la sensación de que, si se pudiera extirpar la mierda, quedaría un gran trabajo por parte de un interesante director; pero las películas son packs en los que intervienen muchos factores y pese a la interesantísima demostración de poder de Mikael Hafstrom, encontramos que el suyo es un ejercicio resultón que no encuentra una base sólida sobre la que poder brillar. El pack, uniendo todas sus partes, es bastante pobre.
Mikael Hafström, director sueco respetado por el público y por la crítica, se pone al frente de 1408. Su labor es brillante y pésima. Así, sin más. No encuentra término medio en ningún momento. Hafström consigue con espeluznante realismo inventar escenas que ponen los pelos de punta e imprime una velocidad de vértigo a su película, consiguiendo un clímax de más de una hora de duración en el que los efectos especiales y la perfecta utilización de los travellings se convierten en armas de acojonamiento masivo. Sin embargo, el director patina y de qué manera a la hora de dar credibilidad al absurdo guion de Matt Greenberg, Scott Alexander y Larry Karaszewski; un guion plagado de sinsentidos que, teniendo todo de cara para no tener que explicarse, se enreda en absurdas divagaciones mentales del personaje a las que se les intenta dar razón en el anticlímax. Además, la historia se convierte en una retahila de repeticiones con alteraciones ligeras, lo que nos da la sensación de estar viviendo en un bucle del que únicamente la labor de Hafström en la vertiente más terrorífica de la película consigue sacarnos.
John Cusack es y siempre será un actor para todo. Comedia, drama, terror... no importa, es John Cusack. El abanico de tics de Cusack es casi infinito y el actor siempre sabe elegir el mejor para cada momento. Además, en 1408, es él quien carga con la totalidad de la carga dramática, pues los buenos trabajos de Samuel L. Jackson o Mary McCormack no son más que simples añadidos cuyos personajes no ofrecen nada al espectador.
Resumiendo, que es gerundio: 1408 es una película fabulosa y mediocre a partes iguales. Da la sensación de que, si se pudiera extirpar la mierda, quedaría un gran trabajo por parte de un interesante director; pero las películas son packs en los que intervienen muchos factores y pese a la interesantísima demostración de poder de Mikael Hafstrom, encontramos que el suyo es un ejercicio resultón que no encuentra una base sólida sobre la que poder brillar. El pack, uniendo todas sus partes, es bastante pobre.
17 de diciembre de 2013
17 de diciembre de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una propuesta notable y refrescante de terror psicológico, 1408 parte de una idea muy interesante, el protagonista (gran interpretación de John Cusack), es un escritor que ha perdido a su hija, desde entonces vive obsesionado con poder hallar algo sobrenatural, algo en lo que él no cree, pero lo desea, se dedica a buscar sitios supuestamente encantados para sacar conclusiones y escribirlas en el próximo libro que está preparando, evidentemente sigue buscando a su hija en cada casa o hotel supuestamente encantado, en ninguna de sus vivencias ha encontrado prueba alguna de algo sobrenatural, un día lee algo acerca de un hotel en la que hay una habitación encantada, seducido nuevamente por el asunto, va hacia allí, le recibe el gerente (Samuel L. Jackson) quién le cuenta la historia de la habitación, y los terribles sucesos que han acontecido en ella, intenta persuadirle sin éxito para que no se aloje ahí dentro, además le cuenta que nadie jamás ha aguantado más de una hora dentro...
La primera hora como he leído por ahí, es completamente brillante, la tensión se mezcla con la inquietud en un cóctel perfecto, muy sugerente, poco a poco dentro de la habitación se van sucediendo fenómenos paranormales inexplicables, en forma de montaña rusa, con un gran sentido del ritmo, el protagonista tocará los lados más puntiagudos de la paranoia y el miedo.
Hay cosas que más que sugerir se muestran demasiado, y que no beneficia a la película sino que la hace más rutinaria de lo que me hubiera gustado, no obstante, la capacidad que tiene ese sitio infernal de destrozar a un ser humano desquiciándolo por completo, está muy conseguido.
También hay que remarcar que la mayor parte de la obra se desarrolla con la luz encendida, y no recurre casi en ningún momento al susto típico, es más ni siquiera al fácil, la película con sus cartas convence, y el desenlace a mi entender me ha parecido muy correcto.
¿Podría haber sido mejor aprovechando sus ideas y perspectivas? Si, desde luego, pero así tal y como está, me parece una de las propuestas más atractivas del cine de terror en los últimos años.
Mi nota: 7,5.
La primera hora como he leído por ahí, es completamente brillante, la tensión se mezcla con la inquietud en un cóctel perfecto, muy sugerente, poco a poco dentro de la habitación se van sucediendo fenómenos paranormales inexplicables, en forma de montaña rusa, con un gran sentido del ritmo, el protagonista tocará los lados más puntiagudos de la paranoia y el miedo.
Hay cosas que más que sugerir se muestran demasiado, y que no beneficia a la película sino que la hace más rutinaria de lo que me hubiera gustado, no obstante, la capacidad que tiene ese sitio infernal de destrozar a un ser humano desquiciándolo por completo, está muy conseguido.
También hay que remarcar que la mayor parte de la obra se desarrolla con la luz encendida, y no recurre casi en ningún momento al susto típico, es más ni siquiera al fácil, la película con sus cartas convence, y el desenlace a mi entender me ha parecido muy correcto.
¿Podría haber sido mejor aprovechando sus ideas y perspectivas? Si, desde luego, pero así tal y como está, me parece una de las propuestas más atractivas del cine de terror en los últimos años.
Mi nota: 7,5.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
No me han quedado muy claras las intenciones del tipo al que interpreta Jackson.
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